jueves, 13 de agosto de 2015

La Gunguna

ATENCIÓN: 

(1) TODO LO QUE LEERÁ AQUÍ ES MI OPINIÓN. NO NECESARIAMENTE DEBE ESTAR DE ACUERDO CON ESTO. 

(2) SPOILERS

Gracias Ernesto Alemany, por demostrar que aún existen formas creativas de contar historias. Por demostrar que aún Dominicana puede tener un cine menos comercial y más de autor. Por darle importancia a cada detalle visual y narrativo en la peícula La Gunguna.

No quisiera tener que contar la historia, porque apuesto a que todavía hay algunos que están pensando: "¿en serio? ¿otra película dominicana que promete ser la mejor de todas?", pero realmente es una que vale la pena y el riesgo contar.

Con una forma totalmente aleatoria de ir narrando los distintos sucesos dentro de la historia, es la proyección de los diversos personajes que podemos encontrar en nuestra sociedad, como la gran comunidad china en Dominicana, los que viven en la línea fronteriza, el rico, el pobre, los vinculados a alguna persona de poder en el gobierno y los que, de por sí, tienen mucho poder. Así mismo, es una crítica a la situación social nacional, como la corrupción de la policía, el tráfico de mujeres dominicanas al extranjero, la discriminación a los haitianos y la pobreza en la que viven algunos sectores de la ciudad y que muchos de los que no han explorado esas zonas desconocen totalmente.


Lo que la mayoría de los espectadores tradicionales no están entendiendo es que quien importa aquí no es el chino, ni el boricua, ni el gago ni el pobre obrero de la construcción, quien importa es esta diminuta pistola calibre 22 que guarda unos antecedentes bien interesantes (Mussolini, Franco y Trujillo) y algunos relatos bien escondidos (para quienes quieren saber más, busquen el libro Montás del guionista de esta película, Miguel Yarull, y si lo encuentran, favor compartir). 

No podemos dejar de resaltar la dirección fotográfica, que le suma muchos puntos a esta historia (reconozco que este aspecto es uno de los que menos aqueja al cine dominicano, pero esta es aún más admirable y profesional, e incluso cuestionable: ¿cómo el dron atravesó el techo al final? aún me lo pregunto) y el montaje, que obligan al espectador a prestar atención a cada detalle y cada escena. 

[SPOILER] Para los que sí la vieron y no entendieron: la gunguna salió de la frontera en manos de un sargento, paso a manos del gago, del gago al chino, del chino al prestamista, del prestamista al pobre, del pobre a un basurero, del basurero a un indigente, del indigente a manos de una compraventa, y de la compraventa a la frontera otra vez. Por eso la frase al final de "todo regresa blablabla", que la encuentro innecesaria, y me excusa el guionista, porque ya la escena de la compraventa lo explica todo. No obstante, este es uno de los pocos aspectos narrativos que para mi no eran los acordes.

Simplemente, véanla. Soy de las que aún creen que un guión se puede escribir bien y una película se puede producir bien, como lo hicieron el guionista, el director y el productor de este filme. Soy de las que creen que el cine, a parte de ser un negocio, es un entretenimiento que debe enseñar al espectador y debe crear conciencia; la Gunguna lo logra. O por lo menos lo logró conmigo.

Inesita.-



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