domingo, 28 de abril de 2019

Crónicas de California: Creatividad vs. Carrera


Muchos seguro ya lo sabrán, pero James Cameron, el director de Terminator (1984), Titanic (1997) y Avatar (2009) era un conductor de camiones. Dejó esto para lanzarse a una aventura con el cine después de haber visto Star Wars (1977). Ya para aquel entonces dedicarse al cine no era una completa locura, aunque tampoco era una carrera estable... y todavía no lo es. Tengo amigos que se dedican a filmación, actuación, fotografía, diseño y otras áreas creativas, y a la vez deben ser conductores de uber, trabajar en restaurantes o en las boleterías del cine. 

El que entra a trabajar en cine pensando que encontrará estabilidad económica, le aconsejo que cambie de carrera o se olvide de ese pensamiento por los primeros 5-7 años, porque es el tipo de espacio que te ofrecerá libertad laboral al precio de un salario inestable. Mientras tanto, una carrera, ya sea educación, economía y derecho, te ofrece estabilidad salarial, al precio de una menor libertad laboral y, (el más popular) disgusto laboral. Y no lo digo porque sea una experta, sino porque lo he visto y escuchado de amigos y familiares en posiciones similares: es elegir una o la otra. 

Pero, ¿cuál es mejor? Aquí hago una comparación de ambos: 

1. Posiciones: hay carreras que la posibilidad de crecimiento que te brindan son muy mínimas o a muy largo tiempo (es muy poco probable saltar de profesor a director o dueño de una escuela); mientras tanto, en el área creativa, creces a la velocidad que entiendas o tengas la oportunidad, así es como muchas diseñadoras de ropa comenzaron sus propias marcas. 

2. Retiro y jubilación: son términos ausentes y probablemente considerados como mitos en trabajos creativos (nadie se retira a menos que esté enfermo o a punto de morir, y no recibes dinero a menos que sean residuos de un proyecto exitoso que todavía cobra); mientras tanto, las carreras normalmente ofrecen plan de pensión y jubilación a sus empleados, probablemente desde el momento en que comienzan a trabajar.

3. Rutina de trabajo: un banquero, un profesor y un abogado saben sus rutinas del día a día; sin embargo, mi rutina depende del día (hoy puedo estar en una oficina todo el día, mañana en rodaje, pasadomañana en una sesión de fotos, el siguiente día en rodaje de 1PM a 1AM... y así).

4. Salud: Así como las personas de carrera tienen una rutina establecida, así también tienen un plan de salud bien específico, y no me refiero a tener seguro médico (porque nosotros también tenemos eso...), sino a una rutina de salud, como ir al médico, beber medicamentos, y tener una dieta. En el caso de las áreas creativas, a menos que tú mismo te comprometas o creas tu rutina, es muy fácil descuidarse con las dietas de rodaje, o el hecho de pasarse 15 horas corridas en un set, para luego tener que ir a una oficina. Mis profesores siempre insistían que, en el momento que nos graduáramos, dedicáramos al menos una hora del día a ejercitar.

5. Ahorro: esta será breve. Las personas de carrera ahorran para una casa, un carro o viajar, la mayoría de los artistas ahorramos para el siguiente proyecto.

Yo conozco mi realidad. Cuando elegí esta carrera, no lo hice pensando en los beneficios económicos que otras carreras me ofrecerían, lo hice pensando en que no me visualizo en más nada que no sea cine. Y quizás podría trabajar dando clases de cine, cubriendo eventos, o cómo crítica en un medio, pero no hay mayor satisfacción que la que me ofrece estar en un rodaje o escribiendo. Sonará masoquista... pero tengo toda una vida para ahorrar para el siguiente gran proyecto. Mis hijos lo entenderán.

viernes, 26 de abril de 2019

Crítica Cinéfila: Avengers Endgame

Después de los eventos devastadores de 'Avengers: Infinity War', el universo está en ruinas debido a las acciones de Thanos, el Titán Loco. Con la ayuda de los aliados que quedaron, los Vengadores deberán reunirse una vez más para intentar deshacer sus acciones y restaurar el orden en el universo de una vez por todas, sin importar cuáles son las consecuencias.



ATENCION: Esta crítica contiene spoilers

El final llegó. Después de 10 años, 21 películas, más de 30 superhéroes introducidos y un sinnúmero de batallas que solo parecían posibles en los comics, Marvel cierra un capítulo en la historia del género de Superhéroes con Avengers Endgame, la cual es su película #22 y la última que presenta al gran grupo de héroes y heroínas batallando todos juntos por la supervivencia humana y de todo el universo.

Endgame continúa justo después de donde nos dejó Infinity War: un Tony Stark harto de la situación después de haber estado atrapado en el espacio por 22 días hasta que Captain Marvel lo encontrara, un Thor con ganas inmensas de venganza por no haber logrado su cometido con el Jarnborn para asesinar a Thanos, y un Capitán América lidiando con la realidad de que la mitad de la población ha sido convertida en cenizas y no hay rastros de Thanos.

Los vengadores logran rastrear a Thanos gracias a su hija Nebula, quien conoce cuales eran los planes de retirada que tenía su padre después de que recolectara las gemas. Y cuando finalmente lo encuentran, se presenta no solo con marcas de quemadura que le ha dejado el uso de su guante, pero también con la realización de que las gemas han sido destruidas por su propio bien, y allí nuestros héroes se dan cuenta de que matándolo no solucionan lo que ya su fuerza ha provocado. 

No es hasta que Ant-Man regresa del Reino Cuántico y revela que, lo que para el mundo se sintió como 5 años después de Thanos, para él fueron tan solo 5 horas, y que el túnel cuántico podría ser utilizado como una maquina del tiempo para ir a los destinos donde están las gemas y obtenerlas antes de Thanos las encuentre. Pero esto no será una tarea fácil, porque de por medio deberán confrontarse a sí mismos, personas de sus pasados, y hasta tener que sacrificar almas.


Las tres horas de película son una obra maestra de narrativa. No solo saben establecer las nuevas debilidades de antiguos personajes, sino también le dan oportunidad a cada uno de los vengadores de tener su propio protagonismo. Pero al final del día, la historia le pertenece a los seis vengadores tradicionales: Iron Man, Thor, Capitán América, Hawkeye, Black Widow y Hulk. Sus tareas y su trabajo en grupo fue lo que verdaderamente le demuestra a la audiencia por qué la historia comienza con ellos. 

El guión funciona porque sabe mezclar acción con emociones. Sabe dar razones para que los héroes sean renuentes a sacrificar tanto a estas alturas. Aquí no solo se sigue a ellos, sino también a sus familias, los seres queridos que dejaron atrás en determinados momentos, las decisiones que deben de tomar en el camino para salvar a la Tierra de una segunda destrucción y una despedida en todo lo alto.

Una de las mejores azañas del guión es cómo utilizan escenas de las películas anteriores de Marvel para confirmar que las gemas siempre estuvieron frente a nuestros ojos; pero a la vez, lo utilizan para mostrar momentos importantes de los personajes y cómo ellos deben de tomar decisiones que pongan hasta su propia existencia en juego. Existen muchos momentos emotivos en la historia, como el encuentro entre Tony y su padre cuando viaja a los años 70 para obtener la gema del espacio; cuando Capitán América ve a Peggy (quien ha sido el amor de su vida desde los inicios de la saga), y el encuentro entre Thor y su madre, momentos antes de que ella muriese.


La última hora de la película es la verdadera batalla final: lo que comienza como un confrontamiento entre Capitán América, Thor y Iron Man contra Thanos, resulta una hora completamente dedicada a como los superhéroes desvanecidos regresan y se unen a los Vengadores para batallar contra las fuerzas de Thanos. Es un momento intenso en que vemos Asgardianos, Maestros de las artes místicas y Wakandas atacan con toda su magia y tecnología; también vemos la participación de Captain Marvel y cómo utiliza su fuerza bruta para destruir la nave de batalla de Thanos, así como también vemos su confrontamiento contra el gran villano; también está un momento de la pelota caliente pasándose el guante de las gemas entre los superhéroes para evitar que llegue a manos de Thanos, culminando con un empoderamiento femenino con nuestras heroínas favoritas uniendo fuerzas para proteger el guante. Será la secuencia más larga de la historia de Marvel, pero es la mejor elaborada hasta estos tiempos.

Pero también otra de sus grandes fortalezas es darnos la realización de que este es el final de los héroes originales. A pesar que Infinity War terminó prometiendo que los superhéroes desvanecidos regresarían para esta película, nunca aseguró que todos sobrevivirían al final. Algunos regresaron, otros fueron salvados antes de un sacrificio final, pero la triste realidad es que fue la despedida de algunos muy importantes. 

Entre algunos de ellos fue el sacrificio de Black Widow para obtener la gema del alma, la decisión de Capitán América por regresar al pasado y reencontrarse con  Peggy; pero la más dolorosa de todas fue la de Tony Stark, quién fue el que verdaderamente dio el golpe final a Thanos. El hecho de haberse puesto las gemas y chasquear los dedos para acabar con la destrucción de este poderoso villano significó que debía asumir la fuerza gamma con la que las gemas consumían a su poseedor. Tony muere como un héroe, en brazos de aquellos que el introdujo a esta saga, pero también recordándole a la audiencia que así como con el inició esta franquicia, así termina. La escena más emotiva, además de la muerte de Stark, es su funeral, donde vemos a los superhéroes, haciéndole honor a Iron Man. Es un momento en que todos en la sala llorarán con jipios, pues es la despedida a lo que estuvo acompañandole desde aquel accidente en medio del desierto, su corazón de acero.


Otros personajes que deciden tomar caminos separados son Thor, quien corona a Valkyrie como la reina del nuevo Asgard, mientras que él se une a los Guardianes de la Galaxia; y Hawkeye, quien recupera a su familia para volver a tener una vida como un ciudadano común y corriente.

Es obvio que los efectos especiales iban a ser uno de las mayores ventajas pero hay que hacer ovasión a la vez a la producción de maquillaje y vestuario, que una vez más hacen honor a los estilos de los comics, sobretodo en aquellos superhéroes que se introdujeron de último, como Captain Marvel y un corte de pelo que realmente rinde homenaje al diseño creado por Gene Colan.

Pero a pesar de todo lo bueno que he dicho sobre esta película, no puedo evitar sentir que hay algunas incoherencias de tiempo y personalidades. Mi principal queja va hacia Thanos y la escasez de fuerza filosófica que tiene en esta ocasión. A diferencia del empoderamiento maligno que se ve en Infinity War, aquí es más fuerza bruta y cero razonamiento. Así mismo, la ausencia de otros superhéroes en la escena final y la poca participación de Nick Fury, quien hace un cameo en la escena del funeral.

Endgame llega como un carrusel de emociones para que la audiencia se despida de una saga que ha establecido parámetros de lo que debe ser una película de superhéroes.  Es genial, narrativa y visualmente. Más que buenos momentos de batallas y secuencias de acción, demuestra que la narrativa puede estar complementada por momentos emotivos, momentos y líneas cómicas, y lágrimas inesperadas, y aún así puede ser una película sin precedentes. Es un clásico que quedará para futuras generaciones como referencia de buen cine, pero que nos queda a nosotros de recuerdo como el fin de una era.


jueves, 25 de abril de 2019

Crítica Cinéfila: Hellboy

La Agencia para la Investigación y Defensa Paranormal (AIDP) encomienda a Hellboy la tarea de derrotar a un espíritu ancestral: Nimue, conocida como "La Reina de la Sangre".



Una de mis antihéroes favoritos regresó al cine, y fue una decepción como lo hizo. 

Hellboy, quien inicia la historia en busca de su hermano/amigo Esteban en Tijuana (México), cuando finalmente lo encuentra, descubre no solamente que es un vampiro sino también que le advierte a Hellboy que el final está cerca. Cuando es asignado a una misión de acabar con tres gigantes en Inglaterra, allí vuelve a ser testigo de la premonición de su amigo. No es hasta que finalmente las partes del cuerpo de Nimue son unificadas y ella regresa al mundo con planes de finalmente destruirlo. Sin embargo, la única manera de acabar con ella, es degollándola una vez más con la espada de Arturo, un objetivo que será casi tarea imposible para Hellboy, porque si esta espada cae en sus manos, significa la llegada del apocalipsis al mundo y el reinado de un Hellboy malévolo.

Hellboy había sido interpretado anteriormente por Ron Perlman, un actor a quién ya muchos están acostumbrados a seguir bajo maquillaje y personajes fantasiosos, como por ejemplo un goblin gangster en Fantastic Beasts and Where to Find Them, o su versión de la Bestía en la serie Beauty and the Beast. Ahora, el rol ha sido tomado por David Harbour, muy conocido por su personaje Hopper en Stranger Things, y quien tiene una buena línea de seguidores que seguro fueron a ver la película por él. 


No obstante, ya acostumbrados al personaje que Guillermo del Toro llevó al cine aquella primera vez en 2004, este Hellboy luce extraño. No porque sus cualidades hayan cambiado (las cuales se mantienen tan bruscas y antiheróicas como las recordamos), sino por el diseño de maquillaje. Mientras que Perlman pudo lucirlo con naturalidad, Harbour lo luce de manera forzada, al punto que resulta incómodo verlo.

Pero, con excepción del maquillaje de Hellboy, los demás se ven bastante bien, complementados por supuesto por un trabajo de efectos visuales que apoyaban las criaturas que aparecen en esta película, como los demonios del apocalipsis, las invocaciones de Alice, la transformación felina de Ben, la fisiología de la bruja Ganeida, los gigantes de Inglaterra y la desintegración de Merlín.



Otro aspecto salvable de la película son los escenarios, sobretodo el diseño de producción del mundo apocalíptico, la casa de Ganeida y los flashbacks entre Arturo y Nimue, que apoyados por una iluminación que hace referencia al tono de la historia, logra un ambiente sombrío y mitológico, usando de inspiración los gráficos originales de esta novela gráfica.


Pero el problema principal de esta película no es el aspecto de Hellboy, sino el desastre de guión, elaborado por Andrew Cosby. Este escritor, quien ha acumulado mayor experiencia en dos series de televisión y este resulta ser su primer largometraje, comete un error muy común: crear secuencias en la historia que no tienen continuidad en sí y se contradicen hasta el final. Hellboy no tiene un objetivo para la película completa, ni siquiera uno para el segundo acto, pues en cada secuencia tiene un nuevo trabajo que hacer que podría estar o no relacionado a la villana principal de la historia. Algunos personajes desaparecen de repente, mientras que otros son introducidos son muy confusos. Las líneas narrativas de padre de Hellboy no tienen continuidad y las situaciones se investigan detrás de cámara, sin darle oportunidad a la audiencia de sentirse involucrada. La verdad es que la historia no tiene sentido y la única que parece tener una meta lo suficientemente completa para seguirla es Nimue, interpretada por Milla Jovovich.

Por otro lado, la mayoría de las interpretaciones se sienten sobreactuadas, haciendo aún más difícil la empatía que es necesaria. Entre una bruja inmortal que cambia de emociones en segundos y los agentes de seguridad del The Bureau for Paranormal Research and Defense, los personajes parecían competir en cual se ridiculizaba a sí mismo más. Y es verdad que la comedia negra del comic requiere personajes caricaturezcos, pero estos se pasaron del límite y no daban suficiente razón para respetarlos.

Lo que logró Guillermo del Toro en 2004 con su adaptación de la novela gráfica de Hellboy parece ser el único buen recuerdo cinematográfico que tendremos los fanáticos de esta franquicia. Hellboy no prometía mucho, y tampoco se presentaba como una precuela (pues al final revelan como Hellboy y su grupo encuentran al famoso amfibio Abraham Sapien). Pero lo más decepcionante es que no supieron mantenerlo a la misma calidad narrativa que sus versiones anteriores. Ni siquiera Harbour y la manera en cómo supo captar el lenguaje de Hellboy logran salvar esta tragedía fantasiosa.


domingo, 21 de abril de 2019

Crónicas de California: Director vs. Cinematógrafo


¿Quién es la persona más importante de un rodaje? Si me preguntas, siempre diré que la Supervisora de Guión porque es el rol que normalmente me toca, y para mi, es muy importante porque vela por que la continuidad de la película se logre a la perfección. Pero si me preguntan desde aspectos de pre-producción, diré que la Guionista, porque es la razón principal por la que hay un rodaje, en primer lugar, y también es un rol que cumplo... muy oportuna, ¿verdad?

Pero ya siendo bien honestos, en realidad la persona más importante es el Director, pues es quien toma las decisiones de qué se va a grabar y cómo se va a grabar. Ahora... el Director normalmente le da órdenes a los "líderes" de departamentos, por lo que el segundo más importante de una producción es el jefe de cámara: el Cinematógrafo. Este es jefe de los operadores de cámara, gaffers (encargados de iluminación), grips, electricistas, entre otros. Y a pesar de que el director tiene una visión, el cinematógrafo es quien decide si es posible y qué hacer si no lo es. Y preguntarán "¿quién tiene más poder de estos dos?". Obviamente el Director, pero 50% de su oficio durante el rodaje está en manos del Cinematógrafo, por lo que en la mayoría de las producciones, estos dos tendrán algunos encontronazos.

En mis inicios haciendo cortometrajes, este era mi rol favorito, hasta que me tocaban Directores que siempre querían tocar la cámara (lo cual es considerado "una falta de respeto" para algunos cinematógrafos, incluyéndome) y ahí fue que me dije que no podía cumplir con ese rol. Y aún en Los Angeles, también he visto esos momentos de tensión, la gran diferencia es que nadie se atreve a levantarle la voz al Director aquí. Pero esto no es solo porque ambos tienen el título de Director en su crédito, sino porque deben de tener las mismas cualidades profesionales. ¿Saben cuáles son?

- Liderazgo: el Director de Fotografía debe saber liderar a todo su equipo de cámara; el Director debe liderar a todo el ser vivo que esté en el set.

- Conocimiento: el Director obviamente debe de saber que está haciendo en el set con cada departamento; el Cinematógrafo debe de tener conocimiento de cada aspecto que vaya a afectar la imagen en la cámara.

- Visión: tanto el Director como el Cinematógrafo deben de tener un estilo o por lo menos una idea de cómo buscan desarrollar las escenas, desde cada uno de sus roles.

- Pasión: lamentablemente, sin pasión, no hay forma de cómo cumplir con estos roles. Para ser Cinematógrafo, te debe apasionar trabajar detrás de la cámara y manejando todo lo relacionado a ella; para ser Director, te debe gustar estar indicando a los actores que hacer y llevar un guión a la pantalla.

- Tolerancia: no solo para poder llevarse bien en el set, sino también para aceptar críticas y comentarios de otras personas que siguen sus proyectos.

Y sí se puede cumplir ambos roles (tanto en un mismo set, como rotando de rol en otros proyectos), pero hay que saber cómo manejarse y saber inclinarse a un rol cuando se debe cumplir ese rol en específico: si hoy serás Director, cumple con las funciones únicas y exclusivas del Director; si eres Cinematógrafo para el proyecto de mañana, sabes que tu tarea es exclusivamente cámara y luces.

En Los Angeles, ya soy fija siendo Supervisora de Guión de los proyectos de un chico que conocí en mi primer semestre. Su visión como Director es bien interesante, y tiene muchos conocimientos como Director de Fotografía, por lo que no me sorprendí cuando vi que lo contrataron para un proyecto donde también iba a trabajar como Supervisora de Guión, y él como Cinematógrafo. Todo iba bien hasta que él no se podía poner de acuerdo con la Directora. Además del hecho que no le gustaba la actitud de ella hacia los demás (lo cual él tiene toda la razón), tampoco quería estar sujeto a la lista de tomas de la directora (lo cual está muy mal de parte de él). Lo que pasó aquí fue que ambos roles se le subieron a la cabeza y quería estar mandando en ambas direcciones, y terminó convirtiéndose en un set tenso pues ninguno quería seguir trabajando con el otro.

Mi consejo es que sepan su lugar. Un set es un tipo de trabajo en el que todos trabajan entre sí, por más de 12 horas al día, y si no se llevan bien con los demás, serán las 12 horas más largas y tediosas de sus vidas. Esto aplica fundamentalmente para Directores y Cinematógrafos: son roles casi igual de importantes pero que al final del día, solo uno tiene la última palabra, y eso debe siempre ser respetado. Por más que quise mandar a callar a los directores que me tocaron cuando era Cinematógrafa, siempre supe mi lugar y me tragué el pique del momento. Y todo el mundo debería hacer lo mismo.

Y si me dan a elegir cuál de los dos cumplir, elijo al Director, quien no debe por qué tocar la cámara pero sabe cómo quiere que se vea todo.

jueves, 18 de abril de 2019

Crítica Cinéfila: Little

Jordan Sanders es una mujer implacable que, con la seguridad que le da la riqueza con la que cuenta, no tiene ningún tipo de reparo en tratar a sus empleados como si fueran inservibles. La mayor víctima de este comportamiento es April, la dócil asistente de Jordan, que debe satisfacer las caprichosas necesidades de su jefa. Todo cambia cuando, un día, Jordan se despierta siendo una niña de nuevo. 



A pesar de tan solo tener 14 años de edad, la actriz Marsai Martin es, literalmente, la creadora de Little. Presentó el concepto al productor Will Packer a los 10 años y obtuvo su crédito como productora ejecutiva, convirtiéndose en la persona más joven de Hollywood para hacerlo. Pero no es solo la idea la que hace que "Little" sea suya; es la actuación de la actriz la que posee completamente esta comedia de estudio, tomando la pantalla con una confianza admirable cada segundo que está en el encuadre. Pero a pesar de su divertida idea de la historia y su extraña actuación divertida, Martin no puede salvar a "Little" de los problemas más grandes que un adulto debería haber manejado.

Jordan Sanders es el tipo de jefa de la compañía que generalmente solo los hombres blancos y Anna Wintour pueden ser. En su compañía de tecnología de Atlanta, ella es una matona mercurial, cuyos estados de ánimo se empeoran por su falta de carbohidratos. Su asistente April entra en pánico cuando escucha el tono de llamada de su jefe, viviendo con miedo a la brillante, pero brutal, reina que se sienta en un trono ergonómico. Pero no solo sus empleados son el objeto de su ira; Jordan le grita a la maga aspirante Stevie por ser simplemente una niña. "¿Siempre quisiste decir?" Stevie pregunta. "Me hice grande y me hice rico", responde Jordan. Stevie hace un deseo, convirtiendo a la empresaria de 38 años en la torpe niña que era a los 13 años.

La joven Jordan se ve obstaculizada por su falta de poder y capacidad legal para tomar un poco de Rosé cuando se siente estresada. April acepta ayudarla, y ella se hace cargo de su jefe en la oficina mientras Jordan va a la escuela, como es legalmente necesario para los niños de 13 años. Ella le hace ojitos a su maestro, el Sr. Marshall, e intenta ayudar a un trío de jóvenes marginados a sobrevivir a la escuela secundaria, mientras encuentra tiempo para aprender muchas lecciones que debería haber aprendido la primera vez que fue niña.


"Little" tiene más mensajes para sentirse bien que una bolsa de Dove Promises, y cada uno tiene la misma cantidad de poder de permanencia que esos lugares comunes: "Sé tú mismo", se nos dice. "No seas un matón", dice. "La teoría del brillo es real", aprendemos. "Ten confianza", proclama. Estas no son malas ideas con moderación, pero "Little" es extra, empacando la positividad y ocultando el impacto de cualquier tema en particular.

Además de esto, el guión de la directora Tina Gordon y Tracy Oliver está desenfocado como si el guión en sí viniera de la mente adicta al azúcar de un niño de 13 años, rebotando sin preocuparse por la coherencia y continuidad: cómo es que el novio de Jordan, los amigos que ella hace en el colegio o el resto del mundo nunca a vuelve a cuestionarse qué pasó con la Jordan niña. La edición tampoco ayuda: varias escenas tienen momentos clave que faltan y se sienten como si estuvieran en el guión, pero se cortaron, quizás debido a razones de clasificación de la MPAA. Lo que queda se siente inconexo: de repente, nos vemos empujados por un momento en un restaurante donde April niega a la joven Jordan un sorbo de su elegante vino tinto, luego la película corta a Jordan sobre el bar, claramente borracha y comenzando un dúo improvisado con la canción "I'm goin' down" de Blige. Se siente tan aleatorio y completamente fuera de lugar tanto en la escena como en la película, pero sin este momento hubiera sido difícil para Gordon porque ciertamente genera chispa de alegría.


No es un montón de diversión aquí: la perfectamente malvada de Hall como Jordan adulta permite una entrega impecable de Rae de cada línea que se le ha dado, y no podemos olvidarnos de la actuación de Marsai Martin, quien al final se revela como la verdadera protagonista, complementada por el diseño de vestuario y maquillaje de Danielle Hollowell, y su mirada descaradamente femenina que demuestra que los hombres solo pueden representar el romance de la historia y no el logro de objetivos.

"Little" es una película interesante, pero es una pena que no pudo haber sido mejor. Claramente, inspirado en "Big" de Tom Hanks, "Little" es un caso atípico en décadas de comedias de intercambio de cuerpo que han sido hechas por y para el público blanco. Cuando le cuenta la difícil situación de Jordan, April incluso comenta: "Pero eso es para los blancos". Porque los negros no tienen tiempo”. Pero con su talento negro dentro y fuera de la pantalla, “Little” trae algo nuevo al subgénero con la especificidad de las experiencias de sus personajes y su humor. Estas escenas resuenan, a pesar de estar rodeadas por una película que no funciona del todo.

"Little" no es una gran película, ni siquiera una muy buena, pero está llena de momentos maravillosos, impulsados ​​por los increíbles talentos de Martin, Rae y Hall. Podría haber hecho más tiempo en la pantalla para Hall, que ha tenido un par de años particularmente buenos entre "Girls Trip" y "Support the Girls", pero por la naturaleza de la película, eso hubiera significado menos Martin, que no es un sacrificio que estoy dispuesta a hacer. Así como Tom Hanks mostró su rango y sus habilidades cómicas interpretando a un niño atrapado en un cuerpo adulto en "Big", es igualmente encantadora aquí haciendo lo contrario. Esta debería ser una actuación de estrella, incluso si la película en su conjunto no es digna de su talento.



Crítica Cinéfila: The Curse of La Llorona

Ignorando la escalofriante advertencia de una madre sobre el peligro que podrían correr sus hijos, una trabajadora social (Linda Cardellini) con dos niños pequeños sufrirá extraños sucesos sobrenaturales. Su única esperanza será escapar de la maldición de La Llorona. En los márgenes donde el miedo y la fe colisionan, tendrán que sobrevivir a su mortal grito, cuyo acecho en la oscuridad no se detendrá. 



La Llorona. La mujer que llora. Una aparición terrorífica, atrapada entre el Cielo y el Infierno, con un destino terrible sellado por su propia mano. La mera mención de su nombre ha causado terror en todo el mundo durante generaciones. En vida, ahogó a sus hijos en una rabia de celos, arrojándose en el río tras ver lo que había hecho. Ahora sus lágrimas son eternas y letales, y aquellos que escuchan su llamada de muerte en la noche están condenados. Se arrastra en las sombras y ataca a los niños, desesperada por reemplazar a los suyos. A medida que los siglos han pasado, su deseo se ha vuelto más voraz y sus métodos más terroríficos. 

Pero desde los ojos de Anna, esto es solo una leyenda de pueblo, y cuando cree salvar dos niños de una supuesta madre abusiva, en realidad provoca que la mística mujer vaya detrás de sus propios hijos. Ahora no solo tendrá que dejar atrás su propio excepticismo, pero también encontrar la manera de romper la maldición y deshacerse de la Llorona antes de que ella ponga sus manos sobre sus hijos.

Lo que parece ser la adaptación de una de las leyendas hispanas más populares, es en realidad un spinoff de la franquicia de terror The Conjuring, con un flashback de la muñeca Annabelle, y haciendo una conexión levemente brusca hacia los Expedientes Warren, ya que estos expertos paranormales nunca debieron lidiar con La Llorona, pero debido a que esta es una película producida por James Wan, es obvio que iba a incluir a Annabelle de alguna manera (le ha estado dando cameos a la muñeca hasta en Aquaman).


Es una película predecible por momentos: se sabe que la maldición irá tras los hijos de la protagonista, los atacará cuando más nadie está con ellos y ella encontrará la manera de salvar a sus hijos; lo que no es predecible es cómo esta leyenda es mezclada con el tema social de abuso doméstico y maltrato a los niños. La manera en que ambas temáticas congenian resulta interesante y bien manejada. Sin embargo, esto no salva a la historia de los clichés que tuvo, como las decisiones estúpidas de algunos personajes y el hecho de que los niños ocultaron los ataques de la Llorona de su propia madre; y a propósito de esto, ¿no que los niños siempre dicen la verdad? Hay cierta falta de realismo en el manejo de los ataques desde la perspectiva de los niños, porque desde el punto de vista de lo que el cine ha establecido entre las decisiones de un niño y un adulto, normalmente los niños dicen la verdad cuando algo les afecta; mientras tanto, estos niños esperaron hasta que una trabajadora social llegó a sus casas y les vio las cicatrices que ya la Llorona les había dejado.

Por otro lado, hay una conectividad entre personajes Anna y la Llorona: ambas son madres que han perdido a sus esposos, y que han tomado decisiones muy particulares con relación a sus hijos, además de llevar consigo amuletos que representan su debilidad. Esto junto con la persistencia de ambos personajes anticipan que su confrontación final será inolvidable; mas, sin embargo, la confrontación resulta apresurada y forzosa, sin dar tiempo a digerir lo que ha pasado, cuando ya la Llorona ha sido derrotada.


Y a propósito de la Llorona, lamentablemente, y a pesar de toda la anticipación que crearon los trailers, gastaron al personaje tras enseñarlo múltiples veces durante la película; al level que después del punto medio de la historia, ya no daba tanto miedo como debería. Independientemente del trabajo de vestuario y maquillaje que el personaje tuvo, los efectos visuales y el terror que sus ojos planeaban trasmitir fueron debilitados mientras más cameos tuvo el personaje. 

Michael Burgess es el tipo de cinematógrafo que sabe cómo utilizar la fotografía de una película para causar terror en la audiencia, y La Llorona no es la excepción; además de anunciarnos cuando la Llorona estuviese cerca de atacar a algunos de los personajes con una tonalidad azulada en las tomas, también fue bien impredecible con los momentos en que sí lo haría, cambiando el tono e iluminación de la toma en ese preciso instante cuando el jumpscare ya atacaba a la audiencia, complementada por esos silencios incómodos que eran acompañados del sonido de un violín de fondo, ahogando la espera del susto que la escena nos daría, y sin dejar de mencionar esos momentos en que solo se escuchaba la voz de la Llorona, susurrando en medio de llantos cómo se robaría a los niños que se le pusiesen en su camino.

No ha sido una película decepcionante, pero a su vez anticipo que no ha sido hecha para convertirse en un clásico. La verdad es que entre los clichés que acompañan a la trama, y la pobre confrontación final, es en realidad una referencia de cómo no hacer cine de terror basado en leyendas urbanas. Lamentablemente, solo supo entusiasmar con el trailer, y no supo llegar al mismo nivel.


miércoles, 10 de abril de 2019

Crítica Cinéfila: Leaving Neverland

En el apogeo de su fama, Michael Jackson comenzó una larga relación con dos niños, de siete y diez años, y sus familias. Ahora, ya en la treintena, estos cuentan la historia de cómo fueron supuestamente abusados sexualmente por Jackson.



Michael Jackson tuvo muchos escándalos a lo largo de su vida; uno de ellos fue el caso de Jordy Chandler, el cual desató un importante caso judicial en 1993, conocido como "People vs. Jackson", en el que el famoso cantante resultó inocente, a pesar de las muchas pruebas encontradas en su contra. Ahora HBO se encarga de distribuir un documental sobre dos hombres que dicen haber sido víctimas de abusos sexuales del cantante, lo cual no solo hace que la audiencia reviva el famoso caso, también hace cuestionar la necesidad de elaborar un documental que en vez de mostrar pruebas, solo presentan a dos personajes contando su historia de vida.

En el documental, los protagonistas principales son el coreógrafo Wade Robson y James Safechuck, dos niños quienes supuestamente fueron víctimas de abusos sexuales por parte del artista, y convirtiéndose en dos de los primeros niños que el artista invitó mientras construía su famoso rancho llamado Neverland. Robson y Safechuck hablan de cómo conocieron al artista, cómo su amistad se convirtió en un abuso que ninguno de los dos no tuvo el coraje de detener hasta que se dieron cuenta que ese tipo de relación no era normal.

Antes de ver este documental, mi mayor temor es que cambiara mi punto de vista sobre la imagen que mi fanafismo por Michael Jackson había creado. No solo quería mantener la idea de que Michael Jackson fue más bien una víctima de los abusos de su padre para que mantuviese su carrera acorde a como él quería, sino también de que era un artista bien solitario debido a la fama que tenía. Pero mis comentarios hacia el documental no tienen nada que ver con este fanatismo, sino más bien a mi visión como cineasta.


Lo primero es que esto no es un documental. Es más bien una narración de cuatro horas de dos personas y sus familiares, hablando sobre sus vidas personales, los que les apasionaba, sus problemas familiares y cómo Michael Jackson fue un escape de sus vidas aburridas a un mundo de comodidades, con el triste precio de que los niños se convirtieran en "parejas sexuales" de Michael. El hecho de que el "documental" se divide en dos partes, y que ninguna enseña prueba algú audiovisual, fotografía, audio o incluso alguna imagen que compruebe estas revelaciones que los entrevistados dicen, hacen que yo dude de su credibilidad. Un documental normalmente contiene material adicional a las narraciones de las entrevistas, e incluso esto es lo que logra apoyar el contenido de la historia; sin embargo, en momentos las escenas son solamente ellos hablando frente a la cámara y repitiendo una y otra vez las mismas imágenes de James y Wade con Jackson.

También están las contradicciones en sus propios testimonios. Algunas de las confesiones de James son confusas debido a que él dice que los sucesos toman lugar en Neverland, cuando Neverland no estuvo terminado hasta un tiempo después de lo que él cuenta; también suena extraño como ambos personajes mantuvieron una comunicación con Jackson aún años después de los supuestos abusos; y lo más bizarro de todo fue el hecho de que Wade, su madre y su hermana abandonaran su familia en Australia para venirse a vivir con Jackson y luego quedarse a pesar de que el artista puso "distancia" entre ellos.


Y así como los argumentos son confusos, la producción en sí muestra un tono distinto. Las tomas parecen más bien de un documental de aventura, y la musicalización de Chad Hobson tiene un estilo parecido a Disney y otras producciones que buscan más bien llamar a un público joven. Este diseño se aleja de la verdadera tonalidad que pretende y confunde con facilidad.

Pero aún más desilucionante es la estructura del documental: es aburrida y monótona; no muestra nada que no se vaya a encontrar en YouTube o Google; además que no sorprende con nada. Las narraciones se sienten muy ensayadas y muy similares, en términos de "cómo sucedió". Y a pesar de querer dar toda la verdad, esta verdad parece innecesariamente larga, pues al final resulta un documental de dos partes; dos horas cada una. 

Leaving Neverland es en realidad decepcionante. No tiene pruebas ni lógica. Pierde con facilidad su foco de desenmascarar los secretos pedófilos de Michael Jackson, para enfocarse en la vida de dos personas que, más que temerle y sentirse víctimas de sus "abusos", suenan como dos hombres frustrados que parecen haberse enamorado profundamente del artista y que, una vez se sintieron reemplazados, quisieron presionar una relación que obviamente sería pasajera. No estoy diciendo que Michael era perfecto como ser humano, pues todos los artistas tienen un lado oscuro, pero si no me lograron convencer con un juicio penal de dos años, esta precariedad de pruebas solo me hace sentir que perdí cuatro horas de mi vida.


Crítica Cinéfila: Pet Sematary

Cerca de su nueva casa, los Creed descubren un misterioso cementerio dedicado a difuntas mascotas, escondido en lo profundo del bosque. Cuando la tragedia les golpea, Louis recurre a su vecino Jud Crandall, que parece conocer los secretos que esconde ese bosque. Será entonces cuando se desate un mal insondable con horribles consecuencias.



Si eres fanático del terror, has leído o visto adaptaciones de historias creadas por Stephen King. El escritor es un genio cuando se trata de crear pesadillas físicas y psicológicas, y gracias a esto ha logrado convertirse en una de las principales opciones para los cineastas, al punto en que algunos de sus libros ya han sido adaptados en más de una ocasión. Carrie fue llevada al cine tres veces, It tuvo una película para TV y hace dos años volvió a ser adaptada. Pet Sematary había sido adaptada en 1989 por la directora Mary Lambert y la película recibió críticas mezcladas; ahora los directores Kevin Kolsch y Dennis Widmyer readaptan el famoso libro, y al parecer la historia se les repite.

Esta historia se centra en la familia Creed, quienes se mudan desde Boston a un pequeño pueblo de Maine, no solo por la nueva oportunidad de trabajo que ha recibido Louis en un hospital universitario, sino también para poder tener una vida en familia más normal. Mientras Rachel (la esposa) siente que la casa solo le trae malos recuerdos de su hermana, quien murió en su casa por una ennfermedad espinal, Ellie entabla una amistad con su vecino Jud, viudo vecino de la familia que comienza a acercárseles, advirtiéndoles que detrás de su casa hay un cementerio de animales, donde los habitantes del pueblo van a despedir sus mascotas.


Cuando Church, la mascota de los Creeds, es encontrado muerto, Jud le aconseja a Louis que, si quiere hacer feliz a su hija y ahorrarle la tristeza de la muerte de su mascota, mejor lo entierre en la parte más profunda del cementerio, protegido por un muro de ramas, con el simple objetivo de evitar que la gente cruce hasta allá. Pero esto no detiene a Louis, quien entre sueños y hasta por señales ha sido indicado que esto es una mala idea, y cuando la tragedia es aún peor, los consejos de nadie no bastarán para que cometa el error una y otra vez, halándolo a terribles consecuencias.

Para los que han leído el libro, esta nueva película se sentirá tan incompleta como la primera adaptación: no solo aquí cambiaron una de las muertes más significativas de la historia -en el libro muere Gage, el bebé; pero aquí muere Ellie-, eliminaron personajes relevantes, cambiaron las relaciones entre los personajes, y dejaron muchas escenas tan limitadas en términos de contenido al punto que la lógica de la historia está ausente. Es una decepción que Louis y Jud no entablen una amistad como la lograron en el libro, pero aún peor es que Jud lleve a Louis al lado oscuro del cementerio, y después admita que no debió haberlo hecho porque sabe el mal que desatan cada vez que alguien o algo resucita de allí. 

También persiste la poca explicación de por qué Victor Pascow, el estudiante que fallece en el hospital, acosa a Louis y su familia después de su muerte, cuando todavía no se ha tenido un acercamiento sobrenatural del cementerio, lo cual hace que este elemento del fantasma de Victor sea una subtrama y no lo que realmente pretende, que es servir de advertencia hacia Louis sobre los problemas que puede causar el cementerio. Al mismo tiempo, la historia se separa del libro original en la mayoría de sus aspectos más importantes; uno de ellos es el final de la historia, el cual está conectado con la primera escena de la película, y que deja a la audiencia con la gran curiosidad de saber qué pasa después. 


Las precariedades del guión se logran maquillar por el trabajo actoral de los cuatro actores principales, quienes con su química en escena, entre ellos mismos, y de manera individual, logran darle vida a la esencia que Stephen King creó en sus libros, desde el primer momento en que la audiencia los conoce hasta el terrible final que desencadena la historia. Jeté Laurence, quien interpreta a Ellie, tiene una de las mejores actuaciones de la película, conectando con el resto del elenco pero a la vezlogrando lo que la película del 89 obtuvo como mérito, el cual fue la excelente interptetación de un nuevo talento en lo que resulta uno de los principales antagonistas de la historia.

Al igual que su primera adaptación, Pet Sematary es una película que decae en términos narrativos, abandonando elementos importantes de la historia original. Sin embargo, sigue manteniendo ese tono y ambiente tan terrorífico que Stephen King había creado en su novela, la cual él mismo clasifica como la más terrorífica de su colección. Pero no se confundan, la película no da tanto miedo.


domingo, 7 de abril de 2019

Crónicas de California: Una guionista, tres engaños


Con apenas dos meses que obtuve mi título de guionista, no me puedo quejar: ya he conseguido mis gigs. A pesar de que estoy haciendo pasantía, el hecho de ya haber sido oficialmente certificada me ha dado la ventaja de poder decirles a muchos, "soy guionista profesional". Y aunque han habido muchos amigos que me han escrito por intercambio, también me han tocado algunos que me buscan con planes de contrataciones.

Y ahí entran las entrevistas...

Las entrevistas para escribir un guión son tan estresantes como las entrevistas de trabajo: la idea es venderte como el mejor candidato para escribir el guión, o demostrar que tienes todas las cualidades para desarrollar cualquier estructura escrita. Pero a veces lo más difícil no es demostrar tu talento, sino descifrar si el entrevistador de verdad tiene planes de contratar; es decir, pagar por el trabajo.

Hoy les compartiré tres experiencias que me han pasado durante entrevistas como guionista y lo que tuve que hacer para que no me cogieran de boba:

1. "Te aviso luego": como ya mencioné, algunos amigos me han escrito para que les ayude con sus guiones, bajo la condición de que a) el guión es mío/lleva mi crédito, o b) me pagan en unos meses. Hace ya un mes, una chica me escribió diciendo que necesitaba una guionista para su tesis. Yo le mandé mi resume y de inmediato me pidió que nos reuniéramos. Una vez hablamos en persona, le pregunté que cuando comenzábamos a trabajar y que debíamos hacer un contrato por temas de pago y tiempo límite, y a esto me respondió, "ah, pero todavía no he decidido si te voy a contratar", y a esto me dice que debe hablar con otros guionistas, y me avisa en unas semanas. Hace unos días me escribió diciendo que me iba a contratar... después de casi un mes, lo cual para mi es un poco complicado porque ya tengo varios proyectos juntos, y ahora soy yo la que le estoy diciendo, "te aviso en unos días".

2. "¿Y no haces eso de gratis?": un día encontré un post en facebook que decía "se busca guionista que escriba 4to y 5to borrador del guión. Trabajo pagado". Yo apliqué y la persona me invitó a entrevista. No se había hablado de contrato cuando la persona estaba pidiendo un beat sheet, lo cual no solo lleva tiempo sino que es parte importante del proceso, por lo que si se hace de gratis, sabes que perdiste una oportunidad de cobrar por trabajo. Yo le comenté a la persona que los beat sheets no son de gratis, la persona se queda mirándome, no esperando que le fuese a salir con esos cálculos, y me dice "¿y no puedes hacer eso de gratis". En serio, es como si le dijera a mi hermana que tiene que dibujar un plano de gratis... ¡es algo que también tiene valor monetario!

3. "Te pago luego": esta frasesita me la han dicho en muchas ocasiones, pero una de mis favoritas ocurrió recientemente. Una chica me escribe pidiéndome consultoría de sus guiones para una serie web que está elaborando. Yo le explico que cobro $15 dólares por cada guión que leo y las notas/revisiones que mando (lo cual no creo que sea mucho). La chica me dice que está bien, pero me dice que necesita las revisiones con urgencia. Cuando me pregunta mi email para enviarme los guiones, le digo que necesito un 50% del total en avance, y la persona me dice "ah, te lo pago luego". Al final, ella se negó a pagarme y yo a leerle de gratis sus guiones. 


Es verdad que un día puedas ayudar a alguien o decidas hacerlo de gratis porque no te molesta (o es muy fácil), pero eso no significa que dejes que cualquier persona piense que siempre será así. Si tienes un título profesional -de lo que sea-, recuerda las inversiones que tuviste para lograrlas y que ningún trabajo se hace de gratis, aun aquellos que lo dicen ser. Además, nadie nunca ha pagado su renta o sus facturas con favores.


viernes, 5 de abril de 2019

Crítica Cinéfila: Wonder Park

June es una niña muy creativa que logra dar con un increíble parque de diversiones plagado de atracciones increíbles y animales parlanchines. El punto es que aunque inicialmente cree que este parque mágico fue abandonado, en realidad proviene de su imaginación y por eso es la única que podrá salvarlo de una gran amenaza.



Los primeros cinco minutos de "Up" de Pixar fueron brillantes, pero tienen mucho por qué responder, ya que alentaron a los cineastas animados a buscar giros geniales que sus películas no siempre ganan. Tal es el caso de "Wonder Park", una película sobre una niña brillante y con mentalidad científica llamada June, que tiene una relación especial con su madre. Las dos pasan horas jugando en el piso de la habitación de June con animales de peluche y otros juguetes, creando un mundo de imaginación anclado en Wonderland, un parque temático tan fabuloso que nunca podría existir en la realidad porque ni siquiera con el producto nacional bruto de los diez más ricos países podrían financiarlo (además, muchas de las atracciones son hilarantemente peligrosas, como la que lleva a las personas de un lado al otro del parque con lo que parecen pelotas metálicas con ventanas). Luego, a la mamá de June se le diagnostica una enfermedad que amenaza su vida (nunca se mencionó, pero aparentemente es cáncer) y tiene que irse para recibir tratamiento durante todo el verano. June es enviada a un campamento de matemáticas en contra de sus deseos pues le preocupa que su padre se deprima en su soledad.

June toma la decisión rápida de bajarse del autobús de camino al campamento de matemáticas y adentrarse en el bosque, donde se encuentra con una versión completamente realizada de Wonder Park que se ha deteriorado gracias a un ataque de monos zombies que solían ser adorables e inocuos. Los excéntricos y adorables animales que hablan y que una vez estuvieron en el centro de su tiempo de juego con su madre están asediados y deprimidos, temiendo la completa erradicación del parque (y su propia desaparición, probablemente).


La pandilla incluye un oso llamado Boomer que se supone que está hibernando y se queda dormido en ataques narcolépticos; un puercoespín llamado Steve que está a cargo de la seguridad del parque; Greta, un jabalí adorable; y un par de castores llamados Cooper y Gus, encargados del mantenimiento del parque. El personaje más fascinante es un chimpancé llamado Peanut, un antiguo visionario y maestro showman que sirvió como intermediario entre el mundo del parque y el mundo "real" más allá. En una secuencia temprana, lo vemos recibiendo órdenes susurradas de la madre de June que se transmiten por ella misma. Pero cuando June finalmente ingresa al parque, Peanut se ha escondido, y de inmediato queda claro que la clave para salvar el parque reside en encontrarlo y convencerlo de que vuelva a circular.

Mientras tanto, los diagnósticos de cáncer de la madre de June se ciernen sobre la historia. Aunque los adultos probablemente notarán la imposibilidad de que la película la vaya a matar al final después de dejar que June y su padre se preocupen por ella durante más de noventa minutos, todavía parece un poco manipulador usar esto como una espada dramática de Damocles, especialmente cuando la secuencia de comandos no logra conectarla con la acción metafórica que ocurre dentro de Wonderland.

Más de una reseña ha comparado esta película con "Inside Out" y la comparación funciona de la manera menos favorecedora. La película de Pixar tenía un sistema de metáforas intrincadamente elaboradas que de alguna manera nunca se volvieron demasiado abstractas o didácticas, y que siempre estaban relacionadas con el personaje, la trama y el tema. Mientras tanto, esta sigue perdiendo el foco. Hay destellos parásitos aquí y allá que indican lo que "Wonder Park" podría haber estado buscando. 


Las hordas repletas de monos continúan creciendo en población y fuerza, como las células cancerosas que amenazan con subsumir y destruir el parque. El maní es un estandar en June, la aspirante a imaginadora de Disney, una niña con talento sobrenatural que ya está preocupada de que si su madre muere, perderá su conexión emocional con ella y sus propios dones creativos. No es como si "Wonder Park" fuera incapaz de manejar con sensibilidad todo este asunto inherentemente cargado, pero lo que se muestra en la pantalla da pocos indicios de que la historia y los temas hayan sido pensados ​​de una manera que daría a la línea de la trama de la enfermedad terminal algo más que una consideración superficial.

Pero gran parte de la acción innecesariamente complicada e impulsada por reglas dentro del parque se juega como un movimiento desperdiciado, tanto visual como narrativamente hablando, muchos apresuramientos, gritos y cosas chocando con otras cosas mientras los monos zombies pululan en la periferia, como los ghouls en "The Walking Dead". Y el diálogo estándar inofensivo-inteligente, que está muy en la línea de Pixar / Dreamworks / Blue Sky (esto es una producción de Paramount-Nickelodeon), no lo soluciona tanto como interrumpe cualquier Hechizo delicado que la película puede tejer.

Este es el primer largometraje importante que se estrenó sin ningún crédito de director. La falta del dirección se muestra en el producto final, aunque es imposible decir que hubiera resultado una película de mejor calidad o en una película casi igual de mala con un poco más de personalidad. Melancolía de todas las maneras equivocadas, esta es una película en su mayoría olvidable que solo causa una fuerte impresión cuando es perturbadora o triste de una manera que la película en sí está apenas consciente de provocar.


jueves, 4 de abril de 2019

Crítica Cinéfila: Shazam!

Cuando Billy Batson, un niño de acogida de 14 años que ha crecido en la calle, grita la palabra "¡SHAZAM!" se convierte en un superhéroe adulto, Shazam, por cortesía de un antiguo mago. Dentro de un cuerpo musculoso y divino, Shazam esconde un corazón de niño. Pero en esta versión de adulto consigue realizar todo lo que haría cualquier adolescente con superpoderes: Divertirse con ellos ¿Volar? ¿Tener visión de rayos X? ¿Disparar un rayo con las manos? ¿Saltarse un examen? Shazam pondrá a prueba los límites de sus habilidades con la inconsciencia propia de un niño. Pero necesitará dominarlos rápidamente para luchar contra las letales fuerzas del mal que controla el Dr. Thaddeus Sivana. 



David F. Sandberg hizo su debut como director hace tres años con la película de terror Lights Out, y siguió su trayectoria el cine de terror con la precuela de Annabelle; quizás por eso me resulta un poco inesperado que haya sido elegido por DC y Marvel para traer al cine la adaptación del comic Shazam! y sorprendiendo aún más (dada la reputación que se ha ganado DC en los últimos años), la película sorprende con una calidad narrativa que puede llegar con facilidad al mismo nivel de Wonder Woman, solo que con un tono distinto.

Billy Batson es un niño que se ha pasado toda su niñez/juventud haciendo algo en específico: "buscando a su madre". Sin embargo, la sociedad le ha dicho en diversas ocasiones que es un sueño al que debe renunciar, y después de un último crimen, es enviado a una casa de acogida con otros cinco niños fosters. Un día, mientras defendía a Freddy, uno de sus nuevos "hermanos", es elegido por el mago Shazam para adoptar sus poderes y defender el mundo del nuevo mal que se avecina. Sin embargo, tiene superpoderes pero no sabe utilizarlos, y decide apoyarse de Freddy, quien es un experto sobre habilidades superpoderosas y le ayuda a encontrar sus propios talentos antes de que Thaddeus, un doctor que se ha pasado toda su vida buscando el acceso hacia Shazam, y ahora está poseído por los 7 pecados capitales con el plan de acabar con la humanidad.


El guión de esta película no es solo bien divertido, sino también ingenioso. Resulta muy interesante cómo, a pesar de enfocarse en los punch lines de los personajes, también van dejando diferentes elementos narrativos para darle sentido a la trama y los conflictos que esta desarrolla: como los aspectos en común que comparten el protagonista y el antagonista, desde el hecho de venir de padres que nunca los quisieron, hasta de ser algo más de lo que los demás dicen de ellos; también el enfoque en los personajes secundarios y sus personalidades, sin necesidad de victimizarlos con el pasado que tuvieron o los tipos de padres que les tocaron; las referencias a los superhéroes de DC (sobretodo hacia Superman, Batman y Aquaman), haciendo creer que no toma lugar dentro de este universo, hasta que al final se revela que sí (cameo especial para Superman); y por supuesto, la humanización que le dieron a cada uno de los personajes, obligando a la audiencia a empatizar con sus situaciones y frustraciones.

Aún más interesante resultan todas las referencias que se hicieron sobre número 7: como los siete pecados capitales, los 7 miembros de la nueva familia de Billy, el apartamento 707 en el séptimo piso que es donde vive la madre de Billy, los siete superpoderes de Shazam (volar, superfuerza, antibalas, manipulación eléctrica, inmortalidad, velocidad inhumana y resistencia), y se supone que son siete campeones, por lo que es muy posible que en una siguiente película sobre Shazam se introduzca otro superhéroe. 

Algo a destacar en la historia es que nunca llaman a Shazam por su nombre, ni siquiera cuando Billy explica que ese es su nombre de superhéroe, y esto se debe a que más de un personaje adopta este nombre tras adquirir las habilidades, y es por eso que el título de la película tiene un signo de exclamación, lo cual lo especifica como el llamado a los poderes y no al superhéroe. Pero, insisto en que, si este no será su nombre, el personaje en sí debe adquirir uno de su propiedad.


Pero además del buen trabajo narrativo, hay un sobresaliente desenvolvimiento de los actores, quienes desde los más jóvenes hasta los más adultos trataron de hacer un balance entre los dos géneros que desarrolla la película. Por supuesto, Zachary Levi (a quién ya hemos visto en muchas historias últimamente como The Marvelous Mrs. Maisel, Thor: Ragnarok y Tangled) se roba todo el espectáculo, sin forzar sus necesidades de sobresalir, pero creando comedia en cada intento que trata de sacarle provecho a su lado heróico. Lamentablemente para muchas que queremos verlo, el actor solo aparece en su traje de superhéroe y nada más.

Y aparte de todos estos aspectos, el diseño de producción, y sobretodo el diseño de vestuario le hace honor a los personajes creados en 1940 (dato curioso, este personaje se llamaba originalmente Captain Marvel), con colores que les podría recordar a los Power Rangers a muchas personas. Así mismo, el montaje y la fotografía le hace honor a los mejores aspectos técnicos de DCU, complementado con una musicalización modernizada para aterrizar a la audiencia al lenguaje de su protagonista y su población.

Shazam! resulta inesperada y sobresaliente. Las partes cómicas no son forzadas, y el drama es apropiado, sin dejar de mencionar que los personajes aterrizan de manera satisfactoria, haciéndole desear a la audiencia poder conocer sus próximas aventuras.