viernes, 31 de marzo de 2017

Hombre de poder (The Founder)

Biopic del creador de McDonald's. En los años 50, un vendedor de Illinois llamado Ray Kroc conoció a los hermanos Richard y Maurice McDonald, que llevaban una hamburguesería al sur de California. Impresionado por la velocidad del sistema de cocina de su hamburguesería de San Bernardino, Kroc visualizó el potencial de la franquicia y hábilmente se fue posicionando para arrebatárselo a los hermanos y crear el hoy imperio de un billón de dólares. Así nació McDonald’s. (FILMAFFINITY)



En la era de los dramas biográficos, las tramas más interesantes se desarrollan y nos permiten conocer como marcas, productos, artes y medios han logrado establecerse en la mente de la sociedad. A través del cine, el público ha podido enterarse del éxito y el fracaso que han logrado alcanzar ciertas personalidades a lo largo de la historia.

En el caso particular de The Founder, nos traslada a la época en que McDonalds era un simple restaurante de hamburguesas, establecido en San Bernandino, hasta que Ray Croc llegó a transformar este pequeño local en una franquisia, lo cual logró para beneficio propio y el del 1% de la población mundial que se alimenta a diario de sus productos. Sin embargo, quien dice ser el "fundador" solo es una persona que agobió, atocigó y enfermó a Dick y Mac, los verdaderos creadores de la marca McDonalds y quienes tuvieron que ceder su producto al pequeño costo de 2,5 millones de dólares.

Lo mejor de la película es la interpretación de Michael Keaton, quien es el tipo de actor que necesita papeles con una personalidad insoportable y exagerada para salir a flote y lograr llamar la atención, por lo que el personaje de Croc le cayó como anillo al dedo. Es una mezcla del cinismo de Bettlejuice y el egocentrismo de Birdman. 

El único problema de la trama es la tanda de momentos lentos que la hacen difícil de ver durante las 2 horas de duración. Sin embargo, no pertenece a la categoría de "aburrida": a pesar de los vacíos y de algunos errores de continuidad, la película tiene sus momentos divertidos, llenos del satirismo de Keaton, una ambientación interesante y la narración de una historia posiblemente desconocida para la mayoría del público. Solo le faltaba gente cantando para que cayera en el renglón de musical.

Como dijo una periodista, The Founder hará a más de uno consumir su Big Mac con cierto remordimiento de conciencia al no saber a quién le está llenando los bolsillos, porque a pesar de la popularidad de esta marca y el hecho de ser "un símbolo nacional estadounidense", resulta ser un baul de injusticias y méritos ajenos.



La Bella y la Bestia (Beauty and the Beast)

Adaptación en imagen real del clásico de Disney "La bella y la bestia", que cuenta la historia de Bella (Emma Watson), una joven brillante y enérgica, que sueña con aventuras y un mundo que se extiende más allá de los confines de su pueblo en Francia. Independiente y reservada, Bella no quiere saber nada con el arrogante y engreído Gastón, quien la persigue sin descanso. Todo cambia un día cuando su padre Maurice (Kevin Kline) es encarcelado en el castillo de una horrible Bestia, y Bella se ofrece a intercambiarse con su padre y queda recluida en el castillo. Rápidamente se hace amiga del antiguo personal del lugar, que fue transformado en objetos del hogar tras una maldición lanzada por una hechicera. (FILMAFFINITY)



En el momento que me senté en la sala de cine para ver esta película solo me cuestioné: ¿la nueva adaptación de Beauty and the Beast le ganaría a su producción original? Es imposible no sentir las ganas de comparar y de decir "eso no va ahí" o "eso no es así". Y quien creció con Disney y sus personajes, siempre le caerá atrás a sus clásicos y a las nuevas historias. Sin embargo, es un caso similar al de El Libro de la Selva: no se trata de comparar cuál es mejor y que le faltó, sino de revivir los momentos de infancia que han sido reprimidos después de tantos años viendo películas. Dicho esto, y como fanática empedernida de los musicales, puedo decir que fue simplemente maravilloso poder revivir el recuerdo de este clásico.

Es visualmente hermosa, gracias a la perfecta combinación del diseño de producción, el vestuario y la coreografía. Esta nueva película mantiene los lineamientos de la original, con ciertas variaciones en la música, un increíble montaje escenográfico y la selección perfecta de actores, que logran el carisma y la energia necesaria para sacar a flote cada uno de sus personajes. 

Particularmente, el candeladro Lumiere y el reloj Din Don son los que se robaron mi atención, incluso en algunos momentos más que Bella y Bestia; pero esto no quiere decir que la actuación de Emma Watson y Dan Stevens haya sido totalmente opacada por el resto. No obstante, la mejor química de toda la historia la tienen Gastón (Luke Evans) y LeFou (Josh Gad), tanto en su número musical como en sus intervenciones.

Este filme no es solo la adaptación de uno de los clásicos más memorables de Disney (el primero en ser nominado a Mejor Película en los Oscars), sino también para tratar temas como la diversidad de razas, la igualdad de género y la homosexualidad. Este último ha creado mucha polémica, tanto en los excepticos como los encargados de promoción en las salas de cine, evitando que menores de 15 años entren a ver esta película. Sin embargo, creo que esto es lo que menos podría impactar a un niño o una niña, cuando existen escenas como el ataque de los lobos y la muerte de Gastón.

La Bella y la Bestia evoca una de las historias más hermosas de los 90, sin buscar opacarla ni mucho menos borrarla de nuestra mente, pero con la capacidad de traer otra vez esos sentimientos que hace 26 años Disney provocó en nuestros corazones.

Todavía se me eriza la piel.


lunes, 27 de marzo de 2017

1er Congreso Nacional de Cine


Desde que tengo memoria, el cine dominicano ha recibido las críticas más destructivas que se puedan imaginar. "Clavo", "disparate", "copia barata" y todo tipo de apodos despectivos han pasado por su historia, y muchos dirán que hay más burradas que éxitos con la etiqueta de "Made in Dominican Republic". Hasta yo he llegado a pensar eso, y en más de una ocasión. Incluso, estoy tan prejuiciada con cierto director local que no entra en mi reino (algunos sabrán el nombre).

Sin embargo, el 23 de marzo, a las 9 de la mañana, decenas de personas demostraron que el cine dominicano tiene su público. El Ministerio de Relaciones Exteriores se convirtió ese día en el escenario del 1er Congreso Nacional de Cine que se realiza en la República Dominicana.

Todos parecíamos una gran familia feliz, y no por el simple hecho de estar unidos por el mismo interés. Hasta el calor desapareció durante esos dos días. Cineastas locales, productores, agentes de ventas, cinéfilos y estudiantes de cine dijeron presente una hora antes de que abrieran las puertas al público, donde todo se trataba de entender y adentrarse a la industria cinematográfica dominicana.

Minutos antes de que comenzara el primer conversatorio del día, stands de universidades, productoras, entidades y empresas relacionadas al cine daban a conocer sus productos y servicios. Por un momento deseé regresar a mi alma mater e inscribirme en el nuevo pensum de Comunicación Audiovisual y Artes Cinematográficas, hasta envidia sentí. Pero aunque no lo retome, espero que sus estudiantes sí le saquen provecho a las nuevas materias que se integran a esa concentración. Mucho hubiera deseado por cursar crítica cinematográfica o cine animado.

Justo cuando las palomitas de maiz se agotaron (para mi mala suerte), los paneles daban inicio, y para mi gran sorpresa me sentí como si hubiese regresado a la universidad o estuviera tomando un curso sobre cine dominicano. Leyes, concursos, registros y estadísticas: creo que es la primera vez que presto tanta atención en este tipo de data. Pero claro, tratándose de cine (y a ese precio), mi atención fue fija, pues aunque ya había leído la ley de cine dominicana, nadie me había explicado cómo esta funcionaba, las oportunidades que tengo como creativa y lo que debo cumplir para que estos incentivos puedan continuar y se les pueda sacar más provecho. Incluso, es un tema que deberían incluirlo en las aulas de clase, para que los estudiantes entiendan lo aventajados que están frente a los cineastas que tienen años trabajando en esta industria.

Los demás paneles estuvieron igual de intereresantes. Entre mis favoritos estuvieron los de cine documental contemporaneo, cine infantil, la creación de marca país en el cine dominicano y cine comercial vs. cine de autor. Ahora, debo resaltar el tema de como crear una marca distintiva de nuestra cultura en la industria cinematográfica dominicana para hacer más atractiva nuestras producciones a diferentes públicos. Considero que hay pocas producciones (verdaderas producciones) que resalten nuestras costumbres y forma de ser. Y las que existen son las que más resaltan del resto.

Lee también: Películas dominicanas que valen la pena

Hay tantas maneras de explotar nuestra cinematografía: contando la identidad dominicana a través de sus historias, expandiendo nuestras fronteras a salas internacionales, participando y creando festivales de cine. Pero también, incentivando al desarrollo de nuestra ley de cine y promoviendo todos los aportes que nos dan a los cineastas y al público a nivel general.

Espero que este tipo de eventos se repitan: que me cuenten que las películas dominicanas siguen dominando las taquillas locales y que nuestra industria se ha expandido más allá del horizonte.

Lee también: Virtudes y defectos del cine dominicano


jueves, 23 de marzo de 2017

Rings

Una joven se preocupa por su novio cuando él decide explorar una oscura subcultura cuyo centro de atención es una misteriosa cinta de video que, aparentemente, mata al observador siete días después de que éste la ha visto. La joven se sacrifica para salvar a su novio y al mismo tiempo hace un terrible descubrimiento: hay una "película dentro de la película" que nadie ha visto antes. (FILMAFFINITY)



Primero la miras y después te das cuenta que es un disparate.

Como fiel fanática del cine de horror, el hecho de que The Ring regresaba a las salas de cine con una secuela más actualizada para la época significaba un TBT con muchas expectativas. Incluso, si acceden a YouTube y escriben Rings Trailer preview, todos los bloggeros hablaban del regreso de esta leyenda con mucho orgullo.

Les confieso que la propuesta de la historia y el nuevo giro que toma la cinta maldita de Samara es una buena idea (para mi). El tema de que Samara renace a través de un nuevo vídeo dentro del vídeo que ya existía de ella y que se convierte en el mayor virus mortal de la especie humana, pues no solo sale a través de una pantalla de TV, sino también a través de la computadora, el celular, las paredes, hasta una ventana: SUENA LOCO, pero es una buena idea.

Sin embargo, el fallo está en la puesta de escena, donde los diálogos y los descubrimientos que los personajes hacían parecían una predicción bastante obvia. ¿Quién en su sano juicio puede entender lo que ocurre en esta película con tanta facilidad? Oh, ya sé, la protagonista de esta película.

Si la idea final era crear una trama con un personaje sabelotodo, los mismos detallitos de terror de siempre y el mismo final que ya hemos visto en las dos películas anteriores, mejor no la hubieran hecho. No hacía falta desperdiciar el horror que arrastra Samara en una producción repetitiva y sin gracia.

Lo peor de todo es que no me dio miedo... ni risa.


Patriots Day

Película sobre el atentado terrorista de la maratón de Boston de 2013, en el que murieron 3 personas y otras 260 resultaron heridas, y sobre la investigación para detener a los autores. (FILMAFFINITY)



Los haters la odiarán y la criticarán, y sobre todo dirán "ahí están los estadounidenses, haciéndose las víctimas" o la tan sonada frasesita de que es "pura propaganda americana". Pero, ¿saben qué? Gracias a esa "propaganda", Estados Unidos tiene el talento de contar historias reales, dar a conocer su cultura, su gente y por lo que ellos han pasado. Propaganda, revictimización, sensacionalismo: como quieran llamarle. Hollywood siempre tendrá fama mientras hable de ese país. Y aunque no lo crean, al resto del mundo les gusta y les conmocionan estas historias.

Hace cuatro años, el Maratón anual de Boston se convirtió en el escenario de un ataque terrorista provocado por dos bombas caseras, que dejó un saldo de 3 personas muertas, 16 personas que perdieron piernas y/o brazos, más un centenar de heridos de menor gravedad. Este dato es el que ya yo me sabía. Sin embargo, Patriots Day abarca más que el ataque: se trata de una película que revive el suceso y los siguientes cinco días con la búsqueda asidua de los culpables. Quienes no estuvieron pendientes a este suceso y tiene algo de interés por saber que sucedió, esta película les servirá para entender por qué ocurrió, quienes estaban involucrados, los verdaderos afectados y como la perseverancia y dinamismo de la Policía y el FBI hacen posible dar con los responsables (RD, otro punto para aprender).

Ahora, lo que realmente hace interesante esta historia es el empleo de los verdaderos vídeos y fotografías del atentado, más el toque de documental que tuvo la película, cinco minutos antes de terminar; más o menos diciendo "estos son los verdaderos protagonistas, este es su relato".

Vuelvo y repito, los haters la odiarán; pero al final, Patriots Day es una película muy bien realizada con la capacidad de mantener atrapado a su espectador desde el comienzo: excelentes actores, una historia muy conmovedora y una buena dosis de tensión y suspenso, con el único propósito de recordarnos que el cine de Estados Unidos siempre enaltecerá esa nación (COMO DEBE DE SER).


jueves, 16 de marzo de 2017

Múltiple (Split)

A pesar de que Kevin (James McAvoy) le ha demostrado a su psiquiatra de confianza, la Dra. Fletcher (Betty Buckley), que posee 23 personalidades diferentes, aún queda una por emerger, decidida a dominar a todas las demás. Obligado a raptar a tres chicas adolescentes encabezadas por la decidida y observadora Casey (Anya Taylor-Joy), Kevin lucha por sobrevivir contra todas sus personalidades y la gente que le rodea, a medida que las paredes de sus compartimentos mentales se derrumban. (FILMAFFINITY)



No hay nada más inquietante y complicado de entender que un thriller psicológico. Inception, El Efecto Mariposa, El Cisne Negro, Una Mente Brillante y Sev7n, todas expuestas con el propósito de provocar confusión y tensión en el público. No son muchos los que se presentan al año, pero cuando llegan a una sala de cine, es necesario incluirla en la lista, si les gustan estos thrillers tanto como a mi. No me sorprende que Split haya cumplido con las expectativas que ya habían generado sus trailers y sus avances en mí.

Después de un par de éxitos cinematográficos y fallos mayores en otros no muy favoritos, M. Night Shyamalan regresa con esta trama que mezcla la clásica estructura narrativa lineal del cine con personajes profundamente construídos y un escenario dispuesto a crear preocupación en la audiencia. Nos cuenta la relación entre una psiquiatra y un chico con un poderoso trastorno de identidad disociativo, y como trama principal se enfoca en el secuestro de tres adolescentes que esta misma persona comete con el objetivo de crear otra personalidad que la han apodado como la bestia. 

Yo sé que lo que ha motivado a la gran mayoría de ustedes a ver esta película ha sido la multiplicidad de personajes que tuvo que interpretar James McAvoy (23 personalidades para ser más precisa). Cada uno tiene su momento para darse a conocer, pero tan solo cinco de ellos serán los que se roban nuestra atención y nos harán entender por qué este sujeto se comporta de tal forma, quién es el bueno y el malo, y sus verdaderos motivos para secuestrar a las tres otras protagonistas de la trama. McAvoy tuvo la ardua tarea de no confundir a la audiencia y explicar, a través de su actuación, la realidad de este tema psiquiátrico. Quizás no al level y fantasía que plantea la historia, pero va por la línea. 

Hay un punto que me desagradó y no dejaré de resaltar (a pesar de que la película me gustó) que fue lo rápido que Casey (Anya Taylor-Joy) entendió como funcionaba el trastorno de Kevin. No creo que sea algo fácil de captar ni entender, mucho menos si es una situación poco común. No obstante a esto, Split tiene buenos puntos a su favor, como el background que plantea de sus personajes, el desenlace impredecible de la trama y su cinematografía muy especializada para el tipo de historia que plantea. 


Reinbou

Reinbou es la historia de Ángel Maceta, un niño que busca el rastro del padre que nunca conoció, sin saber que en esa aventura, le acecharían los peligros del pasado de su padre. La historia se desarrolla en los tiempos de la guerra civil dominicana de 1965. (Caribbean Cinemas)



Hace mucho no veía una película dominicana. Suena mal, principalmente por el hecho de que soy una cinéfila en República Dominicana y mi mayor motivación y apoyo debe ser al cine de mi país. Pero, dada las circunstancias de la industria (específicamente aquellos detallitos que hacen que nuestro cine se mantenga estancado en los mismos errores), me he alejado de sus historias y he dedicado mi atención a otras con verdaderos guiones y mayor dedicación.

Pero esto no significa que nuestro cine no ha crecido. Muy por el contrario, año tras año llegan nuevas películas que nos recuerdan que aquí hay historias que contar, además de las comedias vacías y superficiales que exigen atención (cuando el mundo debería ignorarlas). A Orillas del Mar, Flor de Azucar y La Familia Reyna son algunos de los nombres que intentan esbozar la cultura dominicana, y así mismo llega Reinbou.

Al principio, me recordó la película El Laberinto del Fauno, por el doble contexto que toca la trama: la situación de una revolución nacional, provocada por la invasión estadounidense de 1965, y el toque imaginativo de un niño que busca respuestas ante la ausencia de su padre desde el momento en que nació. Parecida a la historia española, pero con el particular detalle de que es una original muestra de la identidad dominicana, su pasado y sus eternas luchas ante las injusticias.

A pesar de algunos momentos lentos y la desanimada actuación de Nashla, puedo decir que esta sí me gustó. En su narrativa, su cinematografía y su montaje volvemos a retomar los verdaderos propósitos de hacer cine: crear un verdadero guion, en base a una verdadera historia que al final tenga un verdadero mensaje, con todas las coloquialidades y ocurrencias de los dominicanos. 

Cabe resaltar que tanto la musicalización como el casting de esta película estuvo bien atinado con el contexto, el lugar y el momento en que se desarrollaba la trama. Pero no puedo acabar esta crítica sin antes felicitar la interesante actuación del niño Erick Vásquez (Maceta, de ahora en adelante) y la moraleja de esta historia: la vida tiene tesoros para todo el mundo, y el objetivo de cada uno de nosotros es encontrarlos.

Elle

Michèle, exitosa ejecutiva de una empresa de videojuegos, busca venganza tras ser asaltada de forma violenta en su propia casa por un intruso. (FILMAFFINITY)



La gran mayoría de los críticos de cine han centrado sus comentarios sobre Elle en su director y no en la trama. Hablan de como este señor desaparece cada vez que una de sus obras toca las salas de cine y como sus regresos significan un nuevo renacer en su cinematografía. Sin embargo, dejan atrás un dato muy importante de su reaparición en esta ocasión: esta historia que, para el placer o el disgusto de su audiencia, logra mantener en su control la atención total del espectador. 

La trama se centra en Michèle LeBlanc, la directora de una empresa de videojuegos, con una fuerte personalidad que le ha permitido salir adelante, incluso después de haber sido violada en su propia casa por una persona enmascarada. Su carácter se debe a un pasado que la ha dejado marcada y que no le permite caer en debilidad. Esto provoca que cada situación de su vida la tome a la ligera y siga adelante, sin importar las consecuencias que esto le traerá. Así cae en infidelidades, celos empedernidos, deseos sexuales mórbidos, acosos y comentarios irónicos que causará el descontento de quienes la rodean. 

Siéndoles muy honesta... me fascinó el personaje y aplaudo la impecable actuación de Isabelle Huppert, quien logró la nominación al Oscar como Mejor Actriz y el galardón en esta misma categoría de los Golden Globe Awards gracias a su trabajo en esta película.

La musicalización en los momentos de tensión y el hilo narrativo de la historia mantuvieron una sintonía increíble que lograron captar mi atención. Sin embargo, es imposible predecir lo que sucederá después de cada escena por el rompimiento de esquemas que tiene la historia, sus personajes y el desenlace. El intruso es quien menos uno se espera, el hijo de Michèle es más bruto de lo que aparenta y al final ella lo tenía todo bien pensado y calculado.

No se si calificarla como thriller, humor negro, comedia o suspenso. Lo que sí sé es que, si la ven, no se quedarán indiferentes a esta historia.


viernes, 10 de marzo de 2017

La Vida de Calabacín (My life as a Zucchini)

Calabacín es un niño valiente que después de perder a su madre tiene que ingresar en un hogar de acogida, con otros niños huérfanos de su edad. En un primer momento se esfuerza por encontrar su lugar en este nuevo medio hostil. Sin embargo, con la ayuda de sus nuevos amigos, Calabacín aprende a confiar, encuentra el verdadero amor y una nueva familia. (FILMAFFINITY)




Mientras existan las películas en stopmotion, el cine animado siempre será entretenido, por sus historias y sus diseños de producción. En el caso particular de La Vida de Calabacín, lo más importante no será únicamente el hecho de haberse realizado con esta técnica de producción.

El mensaje principal de esta historia se centra en la atención que prestan los niños cuando sus padres cometen errores que dejarán una marca en los más pequeños para toda la vida, como las violaciones infantiles, drogadicción, alcoholismo, asesinatos presenciados, deportaciones y maltratos.

El centro de la historia gira alrededor de Calabacín, un niño que ha perdido a su madre debido a un accidente que el mismo ha provocado. Esto hace que el niño se culpe a sí mismo de este hecho, otro punto que demuestra lo consciente que están de lo que sucede a su alrededor.

Pero esto no quiere decir que la película no sea dirigida al público infantil; al contrario. La producción de sus personajes y sus escenografías parecen haber sido creadas por niños de 4 años, y el lenguaje en que se manejan es el adecuado para la audiencia más joven, tanto en el manejo de los temas como en la inocencia que cada uno de los protagonistas transmiten con sus acciones. También, tocan otros puntos muy importantes para los niños de esta edad, como el amor de infancia, el significado de la familia (sin importar si es de sangre o por adopción) y la verdadera amistad. Por otro lado, esta historia tiene como propósito contarnos el lado optimista y abrir los ojos de los más adultos diciéndoles que siempre habrán personas que viven situaciones peores.

La Vida de Calabacín es una película visualmente divertida y emocionalmente reflexiva, llena de colores y mensajes que buscan tocar los más profundos sentimientos de su audiencia. 

El Viajante (The Salesman)

Emad y Rana deben dejar su piso en el centro de Teherán a causa de los trabajos que se están efectuando y que amenazan el edificio. Se instalan en otro lugar, pero un incidente relacionado con el anterior inquilino cambiará dramáticamente la vida de la joven pareja. (FILMAFFINITY)



¿Por qué The Salesman ganó el Oscar a Mejor Película Extranjera?


Esta historia tiene los motivos suficientes para alzarse con la estatuilla, principalmente por el hecho de que se acerca tanto al espectador, contándole las razones suficientes para reaccionar tal cual si esto les ocurriera.

De una manera artística, Farhandi nos relata el proceso de superación por el que pasa una persona que ha sido violada y cómo los que la rodean buscan las alternativas necesarias para incriminar al o los culpables. También resalta como, a pesar del latente machismo que existe en este país, las mujeres tienen mayor participación y derecho a exigir que aparezca el culpable y este sea ajusticiado por sus actos. Sin embargo, esto no es lo único que se propone a contarnos: uno de sus principales detalles narrativos es la relación de la pareja principal y cómo Emad se propone a encontrar al violador de su esposa, solo porque sabe lo afectada que ella ha quedado con este suceso (ya casi no existen hombres así en el mundo). 

Quizás el final es un poco inconcluso y confuso, pero respeta el lenguaje cinematográfico y nos plantea una trama llena de tensiones que les llamará la atención desde la primera escena de esta película, hasta el momento que suene el acordeón anunciando que ya se ha terminado.

El trailer y la sinopsis son solo una introducción de lo que en realidad es la trama, un punto a favor de la película, porque dejó todos sus mejores momentos para el filme, sin delatarlos en el preview (cineastas dominicanos, tomen nota de esto). Por otro lado, el manejo de la cultura iraní, el lenguaje no verbal de sus actores y la ambientación de las locaciones fue meramente educativo para quienes desconocíamos este escenario.

Hay muchas razones para que esta película se haya llevado el galardón a la mejor del cine extranjero en los Oscars 2017, sin dejar de mencionar que se enfrentó a un conjunto de las mejores historias del cine mundial; sin embargo, El Viajante le quitó el maquillaje a sus actores y se propuso a mostrárnoslos como personas de carne y hueso, que parecen haber pasado por eso y que saben que el mundo sufre por situaciones como esta, sin importar si esta historia en particular es real o ficticia.


Swiss Army Man

Tras una larga temporada aislado en una isla desierta, Hank encuentra compañía en el flatulento cadáver de un joven que el agua ha traído hasta la orilla. Poco a poco, el náufrago y el cadáver desarrollan una hermosa amistad. (FILMAFFINITY)



Esta es la historia más extraña y divertida que he visto en este año.

La trama inicia con Hank (interpretado por Paul Dano), un joven que intenta suicidarse hasta que encuentra el cuerpo de un hombre (interpretado por Daniel Radcliffe). A los pocos minutos, el cadáver se convierte en la salvación de Hank, gracias a los "poderes post mortem" de sus pedos, el agua acumulada en el interior de su cuerpo y una fuerza increíble capaz de romper cualquier cosa que se interponga, aspectos que logran reanimarlo, hacerlo hablar e incluso moverse.

Lo sé. Suena fantasioso, pero a medida que avanza, deja de ser absurda y se convierte en una entretenida historia sobre la amistad incondicional, con un increíble pero muy adecuado mensaje de como la globalización y digitalización del mundo actual le han restado tanta importancia a los detalles de la humanidad, como los sentimientos, los estados de ánimos o el simple hecho de que todos nos tiramos pedos.

La química entre Daniel Radcliffe y Paul Dano entonó a la perfección tanto en el guión como en el hilo de la historia.

En cuanto a la parte técnica, me llamó la atención el interesante montaje, bien acorde con la narrativa de la trama, más el complemento perfecto de una musicalización acapella muy original, tanto que si las comparo con las bandas sonoras que estuvieron nominadas en esta pasada temporada de premios, creo que debió ser igualmente considerada.

Mientras se reproducía esta película en los Sundance 2016, la mitad de su audiencia no aguantó y salió de la sala; este hecho es una demostración de que no todas las películas son para todo público. Pero, del mismo modo, no todos los públicos respetan las buenas ideas que son plasmadas en películas.

Aunque no les haya gustado su humor exagerado y sexualizado, ganó mejor dirección y muy bien merecido el premio. Esta historia es genial, interesante, enferma, independiente y MUY distinta a todas las ideas que el cine actual nos quiere contar.

jueves, 2 de marzo de 2017

Capitán Fantástico (Captain Fantastic)

Ben (Viggo Mortensen) es un hombre que ha pasado diez años viviendo en los remotos bosques situados en el noroeste de los Estados Unidos criando a sus seis hijos. Sin embargo, las circunstancias hacen que tal peculiar familia deba abandonar su modo de vida en la naturaleza y volver a la civilización. Asimilar su nueva situación y adaptarse de nuevo a la sociedad moderna no les va a resultar nada sencillo. (FILMAFFINITY)


Vivir en medio de la naturaleza, en un pequeño paraíso sin televisión, teléfonos celulares, computadoras o videojuegos, sin ataduras ni tener que obedecer a las reglas de la sociedad, suena tentativo y hasta atractivo, principalmente en este mundo donde el consumismo y la globalización le quitan toda la belleza natural a la humanidad y la absorve con detalles materialistas.

El guionista y director Matt Ross realiza esta comedia/drama, con el objetivo de transportarnos a una experiencia de vida donde no existe bien, mal, lo desconocido o inentendible; donde desde el más joven hasta el más viejo sabe hablar de cualquier tema sin sentir vergüenza o inseguridad.

Lo interesante de esta película no es solo su escenografía estilo hippie, los diálogos acomplejados de sus personajes o el cambio bien pensado de "cine de autor" a "road movie", sino también el personaje principal de Ben Cash (Viggo Mortensen), el encargado de darnos otra perspectiva de la vida, y quien siente un amor incondicional de sus hijos, tan incondicional que estaba dispuesto a LO QUE SEA, con tal de alejarlos de las ignorancias y deficiencias de la educación tradicional. Para la mala suerte del personaje, esta educación aleja a sus hijos de aspectos tan sencillos de la vida como tener una buena y simple conversación con otra persona; para la buena suerte de Viggo, es un personaje tan bien realizado, que le otorga todos los méritos de la excelente trama que cuenta la historia.

A nivel general, esta es una película sin desperdicios, gracias a sus pequeños y grandes filósofos, la fotografía simple pero puntual, el hermoso diseño de producción y el peculiar diseño de vestuario, sin dejar atrás el guion que nos habla de tantos temas en tan corto tiempo. Un filme ideal para clases de cinematografía, educación, sociología y filosofía.

Si bien es cierto que todavía se puede optar por vivir de esa manera, yo copiaría de Ben y educaría a mis hijos así, sin olvidarme de que tienen que aprender a socializar, a diferenciar entre el bien y el mal, y a tener sentimientos reales.


Silencio (Silence)

Segunda mitad del siglo XVII. Dos jesuitas portugueses viajan a Japón en busca de un misionero que, tras ser perseguido y torturado, ha renunciado a su fe. Ellos mismos vivirán el suplicio y la violencia con que los japoneses reciben a los cristianos. Adaptación de la novela de Shusaku Endo. (FILMAFFINITY)




Me acostumbré tanto al estilo de Martin Scorsese. Tanto que en esta película encuentro los detalles que ya había visto en su cinematografía: su ojo fílmico, sus toques personales y sus estereotipos, aun cuando esta historia no es un thriller o humor negro. ¿Por qué Scorsese se entra en una trama tan compleja e intensa, cuando nos ha dado todo esto, pero con otro lenguaje?

Si les respondo, terminaría contándoles más de la mitad de la película, y no: no quiero delatar sus detalles y secretos que me envolvieron hasta el final. Lo que sí les puedo decir es que cuenta una historia que les hará hacerse muchas preguntas. No solo de su religión; sino también de su fe, de sus creencias y su devoción, aun en momentos de debilidad. 

"Rezo, pero estoy perdido. ¿Acaso le estaré rezando al silencio?". Esta frase tiene muchos significados y retumba en el cerebro por un largo tiempo, incluso después de que acabe la película, cuando uno mismo se da cuenta que ser cristiano no es solo adorar y rezar a un ser específico, sino entender que es un sentimiento privado, personal e inofensivo (sin fanatismos). Cada quien se lo cuestionará, aun si no eres devoto.

Para mi, las mejores escenas (y los momentos más intensos) fueron las torturas a los cristianos, muy parecidas (en algunos detalles) a lo que se vivía durante los tiempos de Cristo: la cruxificción y la obligación forzada a "apostatar" al cristianismo (renunciar a la religión), escupiéndole a una cruz o pisando una imagen de Jesucristo. 

Por otro lado, Andrew Garfield sigue impresionándome, con una caracterización muy única y distinta a los demás: su interpretación tan viva que parecía natural y su culto a los momentos claves de su personaje, aquellos que nos hacen recordarlo con orgullo y respeto. 

Con esta trama, Scorsese nos da su típica pero no estropeada fotografía, basada en tomas secuenciales largas que pueden durar hasta una escena completa y dar toda la tensión necesaria sin un solo corte; nos da los espectaculares paisajes de Taiwán y un grupo de personajes, caracterizados por un elenco excepcional que ya nos ha robado el aliento con otras historias. Nos da unos momentos de silencio tan íntimos y dolorosos que nos hacen cuestionar la existencia de un Dios que se queda callado frente al sufrimiento de sus seguidores, pero también recordándonos por qué debemos aprender del pasado para que no se repita en el futuro.

Fueron casi tres horas para cuestionarme si la discresión de Dios es una respuesta a las plegarias de todo el mundo.