jueves, 26 de septiembre de 2019

Crítica Cinéfila: Brittany Runs a Marathon

Brittany (Jillian Bell) es una agradable y divertida chica de 27 años de Nueva York con un desastre de vida. Pero un día recibe una mala noticia por parte de su médico después de someterse a unos análisis. Dispuesta a hacer todo lo posible por enmendar esta situación, Britanny se pone como meta correr la maratón de Nueva York.



Hay dos tipos de personas: los que son extremadamente saludables y viven solo para verse bien, y los que viven sin darle mente a los prejuicios del mundo. El punto medio se le llama infelicidad, y casi el 56% de la raza humana se considera infeliz, lo cual, aunque no parezca mucho, es una cantidad reconocible. Y aunque menos lo parezca, Brittany creía que era feliz hasta que un doctor le dijo que debía perder 40 libras porque su cuerpo lo necesitaba.

Su historia se centra en cómo, la aspirante a 30 años, se da cuenta cómo, mientras ella se la ha pasado a su corta vida saltando de un trabajo a otro, sin ninguna relación amorosa fructífera, una amiga real  o una vida social saludable, debe decidir a hacer un cambio positivo antes de que su cuerpo se vengue de ella misma. Cuando su doctor le informa de la cantidad de problemas que sufre a su corta edad, Brittany decide cambiar su estilo de vida, comenzando por hacer ejercicio. Pero cuando la opción de una suscripción al gimnasio más cercano resulta la más costosa versión, correr es lo más barato y asequible. 

Al comenzar a notar los cambios en su cuerpo, lo fácil que puede llegar a ser correr si tu mente lo acepta y agregando una pequeña victoria en un maratón de 5K, Brittany decide motivar a sus nuevos amigos a formar parte del Maratón de Nueva York. Pero no serán sus falsos amigos o los momentos de malos hábitos que se pondrán en su camino, sino su propio autoestima que le recuerda cada vez que puede la chica que alguna vez fue. 


Paul Downs Colaizzo, escritor y director de Brittany Runs a Marathon, pasó solo unos años de sus años formativos en Voorhees, pero las leyendas locales dejaron una marca, y puedes sentir la huella de Rocky en su nueva película. Es, en esencia, la historia de una mujer que quiere probar algo principalmente para sí misma, y ​​aunque hay una competencia involucrada, no se trata de ganar, sino de solo recorrer 26.22 millas.

Lo que las dos películas también tienen en común es la actuación de un actor dando un gran salto en clase, en este caso Jillian Bell, que nos ha estado haciendo reír durante años con vívidos giros de apoyo en comedias como 22 Jump Street. Aquí, ella obtiene un formidable papel protagónico (está en cada escena) que requiere una abrumadora variedad de emociones y una impresionante invocación de oficio e instinto: realmente depende de Bell (quien perdió 40 libras por la parte transformadora) ayudar a guiar a la audiencia a través del peligroso territorio que viene con la historia de una mujer que quiere cambiar su vida, y con ella su cuerpo.

No tan rápido, una frase que también describe el tiempo de Brittany en el 5K. Colaizzo tiene una película mucho más ambiciosa en mente: una que mira penetrantemente la soledad y la infelicidad en el centro de la vida de Brittany (hay algunos momentos de fondo que dejaron a la audiencia de sorpresa), y estas son cosas que no hay cantidad de carreras logradas o pérdida de peso suficiente que puedan curarlo.


Bell registra todo esto maravillosamente, y logra hacernos reír mientras explora el enigma espinoso de la psique del personaje. La opinión de Brittany sobre sí misma va a la zaga de su transformación física, y a menudo es dura con las personas que están en su esquina: sus compañeros de carrera, su novio potencial (Utkarsh Ambudkar) y hasta sus únicos familiares. Obviamente, el hecho de venir de una familia con una madre ausente y un padre que falleció antes de disfrutarlo lo suficiente crea frustraciones internas bien dramáticas en ella, mientras choca con su compañera de cuarto obsesionada con las redes sociales (Alice Lee), quien no parece saber cómo reaccionar ante Brittany. 

Pero el alejamiento también es culpa de Brittany: no puede aceptar la ayuda de la gente. No de los nuevos amigos que intentan alentarla, ni siquiera del cuñado (Lil Rel Howery) que la deja quedarse en su casa, cuando ella llega de un camino lleno de baches y huecos sentimentales.

Colaizzo escribe esta película como una carta de amor a la verdadera Brittany, quien en la vida real es una de sus mejores amigas, pero lo hace con un hermoso mensaje de autovaloración y cariño, algo que al personaje de Brittany le cuesta aceptar. Durante años, el mundo le dijo que no valía la pena prestarle atención, y comenzó a creerlo. El camino de Brittany hacia un tipo diferente de creencia en sí misma es un poco maratónico y caótico. Es desordenado, pero a la vez realista. Se enfoca en sentimientos e inseguridades que todo el mundo siente en algún momento de su vida. La película le da una cachetada fuerte a la audiencia, avisando que, sin importar el size de tu ropa, lo más importante no solo es estar saludable, sino creer que llegar a la meta requiere de compañía y de mucha confianza personal.


Crítica Cinéfila: Downton Abbey

1927. La familia Crawley y su carismática servidumbre se preparan para el momento más crucial de sus vidas. Una visita del rey y la reina de Inglaterra desatará una situación de escándalo, romance e intriga que pondrá en peligro el futuro de Downton.



La conocida serie de televisión británica, Downton Abbey, fue espectacular en sus tiempos, con múltiples nominaciones en premios tan importantes como los Emmy Awards, seis temporadas en total y un elenco reconocido a nivel internacional. No era de dudar que, si la serie obtenía una película, la masa respondería a su llamado. Sin embargo, y debe quedar bien claro: independientemente de que proviene de una muy reconocida serie de televisión, esto es exclusivamente para fanáticos de la serie.

La película gira en torno a un evento importante en el que la ficticia ciudad Downton Abbey serviría de escenario: la visita de los Reyes de Inglaterra al condado de Yorkshire, avisando que se estarían hospedando en el hogar de la familia aristocrática Crawley.

Si no has visto al menos algunas de las seis series de televisión publicadas sobre la familia de Crawley y los sirvientes de la planta baja, no sacas nada de esta secuela de la película, pues como dice uno de los sirvientes, "Downton Abbey es el corazón de la comunidad". Y siendo bien honesta, a pesar de que la película no es muy larga, se siente como un episodio extendido del programa de televisión.

La película utiliza la visita real como el punto focal de todo el drama, y ​​cada subtrama se deriva de ella. Ahora es el año 1927, dos años después de la última vez que dejamos los personajes: Mary (Michelle Dockery) y Tom (Allan Leech) todavía están ayudando a administrar la finca mientras Robert (Hugh Bonneville) y Cora (Elizabeth McGovern) continúan como la "cabeza de la familia". Edith (Laura Carmichael) y Bertie (Harry Hadden-Paton) están felizmente casados, aunque Edith está aburrida de entretener constantemente a las personas a las que no les puede molestar. Violet (Maggie Smith) e Isobel (Penélope Wilton) todavía se pelean verbalmente pero, obviamente, se aprecian muy claramente la una a la otra con todo ese desagradable negocio de hace 15 años bien resuelto.


En el área de los sirvientes, Daisy (Sophie McShera) sigue posponiendo fijar una fecha para su boda con Andy (Michael C. Fox), mientras que el resto de los personajes: Anna (Joanne Froggatt), Bates (Brendan Coyle), la Sra. Carson (Phyllis Logan), la Sra. Patmore ( Lesley Nicol), Barrow (Rob James-Collier) y el Sr. Carson (Jim Carter) retirado, están casi exactamente como la última vez que se vieron en pantalla.

Hay poco tiempo para establecer escenas o ponerse al día porque la película asume que si estás aquí, eres un devoto y quién necesita perder el tiempo para reintroducir a este masivo elenco. Así que la historia va directo al grano: el Rey George V (Simon Jones) y la Reina María de Teck (Geraldine James) pasarán la noche en Downton durante su próxima gira real por Yorkshire. Esto pone a todos en un patín, sobretodo a Mary, quien siente la gran responsabilidad de hacerlo. Hay mucho por organizar: una cena, un desfile militar de la aldea, pero la emoción definitivamente está en el aire, incluso entre los republicanos.

Pero mientras más se organiza el evento, comienza una guerra entre el personal de Downton y el personal real por el dominio quienes andarán de gira con la realeza, un ladrón de dedos ligeros en medio de ellos, una cuestión de la herencia de Robert de la prima Lady Maud Bagshaw (Imelda Staunton) y un extraño misterioso que está demasiado interesado en la herencia irlandesa de Tom.


Se trata de todo lo habitual de Downton que no tiene ningún sentido real de peligro: es demasiado complaciente para generar ansiedad real. Aunque ahora hay 40 caballos en una escena en lugar de dos, y en realidad ves el viejo tren que se mueve a lo largo de las vías en lugar de simplemente estar parado en la estación. Pero las escenas adicionales que ofrece el presupuesto de una película pueden no parecer mucho más grandiosos porque Downton siempre fue una gran serie de televisión.

Eso fue parte de su atractivo durante tantos años, esta vívida evocación de otro tiempo y lugar, ya sea olvidado por algunos o nunca accesible para otros. Y todo mezclado con sensibilidades modernas más sabrosas y el drama requerido que te hace decir: "¡Oh, no, ella no solo dijo eso!"

Lo que la película hace bien es enfocar el núcleo emocional principalmente en sus personajes femeninos, incluida Mary y su pregunta sobre si seguir luchando por el futuro de Downton o venderlo y mudarse a una casa señorial, el deseo de Edith de vivir una vida más moderna, y la Violet de lengua ácida que, a pesar de su intriga y admiración, está tratando de asegurar un futuro para los Crawley, por supuesto está última de la mano de la gran Maggie Smith quien fue varias veces nominada y premiada por este personaje, con mucha razón de ser.


En su mayor parte, se deja que los personajes masculinos languidecen en el fondo, apenas contribuyendo al motor narrativo, a excepción de Tom y Barrow, ambos extraños al establecimiento a su manera, ambos son arcos significativos dotados que mueven sus historias.

Tal vez sea apropiado para una película que se proyecta para el público de 2019 sugerir que incluso en 1927, son las mujeres las que siempre han estado a cargo, incluso si es en formas pequeñas y apenas discernibles. Pero la gran riqueza de la película es su arte visual, desde un detallado diseño de producción donde se destacan las bellezas de la época donde toma lugar, hasta sus grandes tomas cinematográficas, que se enfocan en rescatar la arquitectura de los años 20.

¿Fue necesaria la película Downton Abbey? Por supuesto que no. No se destaca como una pieza de cine, y algunas de las opciones de la historia son muy extrañas, sobretodo el hecho de querer hablar sobre un posible asesino del Rey de Inglaterra o la relación infeliz de la princesa Mary y su esposo, y no abordar más el tema; sin embargo, es un interesante regreso de todos sus personajes, y un buen recuerdo de por qué la serie fue tan buena. Y sin lugar a dudas, es una de las mejores producciones visuales de este año.



domingo, 22 de septiembre de 2019

Ganadores a la 71va entrega de los Primetime Emmy Awards


¡Es oficial! Comenzó la temporada más importante del mundo del entretenimiento, y vaya manera que lo hace, que con la 71va entrega de los premios Emmy, los galardones que celebran lo mejor de la televisión americana. 

Entre risas, lagrimas y alaridos (más de parte mía que los de las celebridades en la televisión), toda la fanaticada de grandes programas de televisión nos enteramos de quienes son los dichosos al llevarse a casa la codiciada estatuilla. Fleabag y Chernobyl se llevaron la mayor cantidad de galardones y los más importantes, con 4 y 3 estatuillas respectivamente, mientras que HBO y Amazon Prime fueron los estudios más premiados, con 9 y 7 estatuillas respectivamente.

Entre los momentos más emotivos del evento, es importante mencionar el homenaje a las series de televisión que concluyeron este año (cuando pusieron a The Big Bang Theory en pantalla, las lágrimas brotaron en un segundo) y Jharrel Jerome a Mejor Actor Principal en una Serie Limitada por When They See Us.

Aquí les comparto la lista completa de los premiados:

Mejor serie de tipo drama
Ganadora: Game of Thrones
Better Call Saul
Bodyguard
Killing Eve
Ozark
Pose
Succession
This Is Us

Mejor interpretación femenina en un drama
Ganadora: Jodie Comer, Killing Eve
Viola Davis, How to Get Away with Murder
Laura Linney, Ozark
Mandy Moore, This Is Us
Sandra Oh, Killing Eve
Robin Wright, House of Cards
Emilia Clarke, Game of Thrones

Mejor interpretación masculina en un drama
Ganador: Billy Porter, Pose
Jason Bateman, Ozark
Sterling K. Brown, This Is Us
Kit Harington, Game of Thrones
Bob Odenkirk, Better Call Saul
Milo Ventimiglia, This Is Us

Mejor interpretación femenina de reparto en un drama
Ganadora: Julia Garner, Ozark
Gwendoline Christie, Game of Thrones
Lena Headey, Game of Thrones
Sophie Turner, Game of Thrones
Maisie Williams, Game of Thrones
Fiona Shaw, Killing Eve

Mejor interpretación masculina de reparto en un drama
Ganador: Peter Dinklage, Game of Thrones
Jonathan Banks, Better Call Saul
Giancarlo Esposito, Better Call Saul
Alfie Allen, Game of Thrones
Nikolaj Coster-Waldau, Game of Thrones
Michael Kelly, House of Cards
Chris Sullivan, This Is Us

Mejor dirección de un drama
Ganador: Ozark • Reparations. Dirigido por Jason Bateman
Game Of Thrones • The Iron Throne. Dirigido por David Benioff y D.B. Weiss
Game Of Thrones • The Last Of The Starks. Dirigido por David Nutter
Game Of Thrones • The Long Night. Dirigido por Miguel Sapochnik
The Handmaid's Tale • Holly. Dirigido por Daina Reid
Killing Eve • Desperate Times. Dirigido por Lisa Brühlmann
Succession • Celebration. Dirigido por Adam McKay

Mejor guión de un drama
Ganador: Succession • Nobody Is Ever Missing. Escrito por Jesse Armstrong
Better Call Saul • Winner. Escrito por Peter Gould y Thomas Schnauz
Bodyguard • Episode 1. Escrito por Jed Mercurio
Game Of Thrones • The Iron Throne. Escrito por David Benioff y D.B. Weiss
The Handmaid's Tale • Holly. Escrito por Bruce Miller y Kira Snyder
Killing Eve • Nice And Neat. Escrito por Emerald Fennell

Mejor serie de comedia
Ganadora: Fleabag
Barry
The Good Place
The Marvelous Mrs. Maisel
Russian Doll
Schitt's Creek
Veep

Mejor interpretación femenina en una comedia
Ganadora: Phoebe Waller-Bridge, Fleabag
Christina Applegate, Dead To Me
Rachel Brosnahan, The Marvelous Mrs. Maisel
Julia Louis-Dreyfus, Veep
Natasha Lyonne, Russian Doll
Catherine O'Hara, Schitt's Creek

Mejor interpretación masculina en una comedia
Ganador: Bill Hader, Barry
Anthony Anderson, Black-ish
Don Cheadle, Black Monday
Ted Danson, The Good Place
Michael Douglas, The Kominsky Method
Eugene Levy, Schitt's Creek

Mejor interpretación femenina de reparto en una comedia
Ganadora: Alex Borstein, The Marvelous Mrs. Maisel
Sarah Goldberg, Barry
Sian Clifford, Fleabag
Olivia Colman, Fleabag
Betty Gilpin, GLOW
Kate McKinnon, Saturday Night Live
Marin Hinkle, The Marvelous Mrs. Maisel
Anna Chlumsky, Veep

Mejor interpretación masculina de reparto en una comedia
Ganador: Tony Shalhoub, The Marvelous Mrs. Maisel
Stephen Root, Barry
Henry Winkler, Barry
Anthony Carrigan, Barry
Alan Arkin, The Kominsky Method
Tony Hale, Veep

Mejor dirección de una comedia
Ganador: Fleabag • Episode 1. Dirigido por Harry Bradbeer
Barry • The Audition. Dirigido por Alec Berg
Barry • ronny/lily. Dirigido por Bill Hader
The Big Bang Theory • The Stockholm Syndrome. Dirigido por Mark Cendrowski
The Marvelous Mrs. Maisel • All Alone. Dirigido por Amy Sherman-Palladino
The Marvelous Mrs. Maisel • We're Going To The Catskills! Dirigido por Daniel Palladino

Mejor guión en una comedia
Ganadora: Fleabag • Episode 1. Escrito por Phoebe Waller-Bridge
Barry • ronny/lily. Escrito por Alec Bert y Bill Hader
The Good Place • Janet(s). Escrito por Josh Siegal y Dylan Morgan
PEN15 • Anna Ishii-Peters. Escrito por Maya Erskine, Anna Konkle y Stacy Osei-Kuffour
Russian Doll • Nothing In This World Is Easy. Escrito por Leslye Headland. Historia de Natasha Lyonne, Amy Poehler
Russian Doll • A Warm Body. Escrito por Allison Silverman
Veep • Veep. Escrito por David Mandel

Mejor miniserie
Ganadora: Chernobyl
Escape at Dannemora
Fosse/Verdon
Sharp Objects
When They See Us

Mejor interpretación femenina en una miniserie o película
Ganadora: Michelle Williams, Fosse/Verdon
Amy Adams, Sharp Objects
Patricia Arquette, Escape at Dannemora
Aunjanue Ellis, When They See us
Joey King, The Act
Niecy Nash, When They See Us

Mejor interpretación masculina en una miniserie o película
Ganador: Jharrel Jerome, When They See Us
Mahershala Ali, True Detective
Benicio Del Toro, Escape at Dannemora
Hugh Grant, A Very English Scandal
Jared Harris, Chernobyl
Sam Rockwell, Fosse/Verdon

Mejor interpretación femenina de reparto en una miniserie o película
Ganadora: Patricia Arquette, The Act
Emily Watson, Chernobyl
Margaret Qualley, Fosse/Verdon
Patricia Clarkson, Sharp Objects
Marsha Stephanie Blake, When They See Us
Vera Farmiga, When They See Us

Mejor interpretación masculina de reparto en una miniserie o película
Ganador: Ben Whishaw, A Very English Scandal
Stellan skarsgård, Chernobyl
Paul Dano, Escape at Dannemora
John Leguizamo, When They See Us
Michael K. Williams, When They See Us
Asante Blackk, When They See Us

Mejor dirección de una miniserie o película
Ganador: Chernobyl. Dirigida por Johan Renck
Escape At Dannemora. Dirigida por Ben Stiller
Fosse/Verdon • Glory. Dirigida por Jessica Yu
Fosse/Verdon • Who's Got The Pain. Dirigida por Thomas Kail
A Very English Scandal. Dirigida por Stephen Frears
When They See. Dirigida por Ava DuVernay

Mejor guión en una miniserie o película
Ganador: Chernobyl. Escrito por Craig Mazin
Escape At Dannemora • Episode 6. Escrito por Brett Johnson, Michael Tolkin y Jerry Stahl
Escape At Dannemora • Episode 7. Escrito por Brett Johnson y Michael Tolkin
Fosse/Verdon • Providence. Escrito por Steven Levenson. Historia de Joel Fields
A Very English Scandal. Escrito por Russell T. Davies
When They See Us • Part Four. Escrito por Ava DuVernay y Michael Starrbury

Mejor programa de variedades o talk show
Ganadora: Last Week Tonight with John Oliver
The Daily Show with Trevor Noah
Full Frontal
Jimmy Kimmel Live!
The Late Late Show With James Corden
The Late Show With Stephen Colbert

Mejor programa de variedades con sketches
Ganador: Saturday Night Live
At Home With Amy Sedaris
Documentary Now!
Drunk History
I Love You America, with Sarah Silverman
Who Is America?

Mejor dirección para un programa de variedades
Ganador: Saturday Night Live
Documentary Now!
Drunk History
Last Week Tonight With John Oliver
The Late Show With Stephen Colbert
Who Is America?

Mejor guión para un programa de variedades
Ganador: Last Week Tonight with John Oliver
Documentary Now!
Full Frontal with Samantha Bee
Late Show With Seth Meyers
The Late Show With Stephen Colbert
Saturday Night Life

Mejor Reality Show
Ganador: RuPaul's Drag Race 
The Amazing Race
American Ninja Warrior 
Nailed It!
Top Chef
The Voice 

Mejor película hecha para la televisión
Ganadora: Bandersnatch (Black Mirror)
Brexit
Deadwood: The Movie
King Lear
My Dinner With Hervé

Y esta es la lista de ganadores previamente anunciados y entregados el 15 de septiembre, como parte de los Creative Arts Emmy:

Mejor dirección de casting para una serie de comedia: Fleabag

Mejor dirección de casting para una miniserie, película o especial: When They See Us

Mejor dirección de casting para una serie de tipo drama: Game of Thrones

Mejor mezcla de sonido para una miniserie o película: Chernobyl, 1:23:45

Mejor maquillaje para una miniserie o película (sin prótesis): Fosse/Verdon

Mejor peluquería para una miniserie o película: Fosse/Verdon

Mejor dirección de fotografía para una miniserie o película: Chernobyl, Please Remain Calm

Mejor drama o comedia en formato corto: State of the Union

Mejor actor en un drama o comedia en formato corto: Chris O'Dowd, State of the Union

Mejor actriz en un drama o comedia en formato corto: Rosamund Pike, State of the Union

Mejor actriz invitada en una comedia: Jane Lynch, The Marvelous Mrs. Maisel

Mejor edición de una comedia de tipo single-camera: Fleabag, Episode 1

Mejor edición de una serie de tipo multicámara: One Day at a Time, The Funeral

Mejor dirección de fotografía de una serie de tipo multicámara: The Ranch

Mejor vestuario de época: The Marvelous Mrs. Maisel

Mejor maquillaje protésico para una serie, miniserie, película o especial: Star Trek: Discovery, If Memory Serves

Mejores efectos especiales visuales: Game of Thrones, The Bells

Mejores efectos especiales visuales en un papel secundario: Chernobyl, 1:23:45

Mejor tema musical original para los títulos de crédito iniciales: Succession

Mejor diseño de los títulos de crédito iniciales: Game of Thrones

Mejor composición musical para una serie (composición dramática original): Game of Thrones

Mejor composición musical para una miniserie, película o especial: Chernobyl

Mejor actor invitado en un drama: Bradley Whitford, The Handmaid's Tale

Mejor coordinador de especialistas en escenas peligrosas en un drama, miniserie o película: Game of Thrones

Mejor coordinador de especialistas en escenas peligrosas en una comedia o programa de variedades: Glow

Mejor supervisión musical: The Marvelous Mrs. Maisel

Mejor vestuario para género fantástico o de ciencia ficción: Game of Thrones

Mejor diseño de producción para un programa narrativo de época o fantasía (de una hora o más): Chernobyl

Mejor diseño de producción para una programa narrativo contemporáneo (de una hora o más): The Handmaid's Tale, Holly

Mejor diseño de producción para un programa narrativo (de media hora o menos): Russian Doll, Nothing In This World Is Easy

Mejor edición de sonido para una serie de comedia o drama (una hora): Game of Thrones, The Long Night

Mejor mezcla de sonido para una serie de comedia o drama (una hora): Game of Thrones, The Long Night

Mejor mezcla de sonido para una comedia o drama (media hora) y animación: Barry, ronny/lily

Mejor edición de sonido para una comedia o drama (media hora) y animación: Barry, ronny/lily

Mejor actriz invitada en un drama: Cherry Jones, The Handmaid's Tale

Mejor edición de sonido para una miniserie, película o especial: Chernobyl, 1:23:45

Mejor edición de tipo single-camera para una miniserie o película: Chernobyl, Please Remain Calm

Mejor edición de tipo single-camera para un drama: Game of Thrones, The Long Night

Mejor logro creativo en formato interactivo en un programa con guión: Bandersnatch (Black Mirror)

Mejor vestuario contemporáneo: Russian Doll

Mejor programa para niños: When You Wish Upon a Pickle: A Sesame Street Special

Mejor maquillaje para una serie de tipo single-camera (sin prótesis): Game of Thrones

Mejor peluquería para una serie de tipo single-camera: The Marvelous Mrs. Maisel

Mejor dirección de fotografía para una serie de tipo single-camera (media hora): Russian Doll, Ariadne

Mejor dirección de fotografía para una serie de tipo single-camera (una hora): The Marvelous Mrs. Maisel

Mejor actor invitado en una serie de comedia: Luke Kirby, The Marvelous Mrs. Maisel

Mejor anuncio: Dream Crazy, Nike

Mejor programa interactivo: NASA's Insights Mars Landing

Mejor coreografía para programación con guión: Crazy Ex-Girlfriend

viernes, 20 de septiembre de 2019

Crítica Cinéfila: The Goldfinch

Una familia adinerada del Upper East Side se lleva a un niño en Nueva York después de que su madre es asesinada en un atentado en el Museo Metropolitano de Arte.



Theodore Decker tenía 13 años cuando su madre fue asesinada en un atentado en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Esta tragedia cambió el rumbo de su vida, viéndose sumido en una desgarradora odisea de dolor y culpa, reinvención y redención, amor y odio. A pesar de todo, se aferra a una prueba tangible de esperanza que le dejó aquel terrible día... un cuadro de un pequeño pájaro encadenado a su percha: El Jilguero.

Por años, salta de hogar en hogar, y cuando encuentra unas cuantas gotas de felicidad a su vida, el universo se la arrebata y lo obliga a seguir moviéndose sin un verdadero objetivo. Así es como se siente la película The Goldfinch, una adaptación de la novela ganadora del premio Pulitzer de Donna Tartt, la cual está protagonizada por grandes talentos de la pantalla grande, pero aún así decide apegarse a ideas narrativas que no funcionan en su totalidad en un filme, mientras que abandona otras muy necesarias para la historia y el ritmo de esta.

En el cine, lo nuevo y lo audaz —y lo biográfico— reinan para ser nominado a los premios, lo que extrañamente hace que The Goldfinch, tan cargado de privilegios, esté un poco frío y hasta me atrevo a decir vacío. ¿Cuánta necesidad tenemos ahora de una adaptación literaria obediente sobre la riqueza y el arte?


La historia de The Goldfinch se refiere a una pintura desaparecida después de un bombardeo en el Museo Metropolitano de Arte. Bueno, les falta a los que están fuera de la novela, y ahora el ámbito íntimo de la película. En el interior sabemos que la pintura fue tomada por un niño, Theo (Oakes Fegley), cuya madre murió en la explosión y que se ha encontrado bastante solo en el mundo. A medida que seguimos los juicios y tribulaciones de Theo (más tribulaciones que juicios), desde Nueva York a Las Vegas y de regreso, la pintura, realizada por un maestro holandés que murió en una explosión (otra explosión, no la misma), actúa como un talismán y un recordatorio culpable del pasado, tanto inspiración como peso. Las cosas eventualmente (aunque brevemente) se mueven en territorio de misterio, suspenso y thriller, pero Crowley trata de mantener el tono en drama y nostalgia.

La película de Crowley, al menos, tiene más argumentos de lo que se espera. Muchas películas como esta son episódicas y pesadas, golpean los ritmos requeridos pero no evocan un sentido real de la vida cinematográfica. Crowley, sin embargo, encuentra una melodía con bastante frecuencia, imbuyendo su película con un silencio lírico y tristeza. Está magníficamente filmada, espacios bien equipados de Nueva York dado el brillo lacado de una pintura vieja. Pero también maneja dos líneas de tiempo con gracia, yendo y viniendo entre la juventud y la adultez naciente. En ese sentido, se honra el espíritu del libro de Tartt: sentimos el bostezo de los años, el peso del dolor y la experiencia formativa acumulada.

Lo que sin duda es un logro. Solo que no hay suficiente textura y sensación en The Goldfinch. Existe esa tristeza que preside, sí, pero la importancia de la pintura, y de todo el arte, los objetos y la música que tanto le importan a la gente de la película, no es lo suficientemente palpable. En última instancia, la película tiene que establecer apresuradamente sus temas al final porque han pasado dos horas y media y es hora de concluir las cosas. Deseaba ver toda la conmovedora alegoría de Tartt, la forma en que vierte la densidad de crecimiento y lamento en algo sólido que puede pasar de las manos, y que pudo haber tenido espacio para florecer en la película. Pero no lo hace, y dejé la película apreciando su estilo y sus fuertes actuaciones, pero no alterada emocionalmente de ninguna manera persistente.


Eso no es por falta de intentos por parte de sus actores. Como lo hizo en Brooklyn, Crowley persigue el trabajo fino y silencioso de su elenco. Como los dos Theos, Fegley y Elgort tienen muchas miradas silenciosas y contemplativas. Pero a veces son capaces de provocar un estallido expresivo, en momentos que registran profundamente la pérdida casi cósmica de Theo. Elgort es particularmente efectivo, atenúa su brillo a un resplandor nocturno; él está obsesionado y consumido por la memoria, una persona que sigue tropezando con un tiempo presente que no entiende. Sin embargo, el guión los lleva forzados, pues a pesar del obvio vacío que siente el personaje, a su vez se siente sin una meta física y sin un deseo de alcanzar algo al final de la historia. Es verdad que es una película de crecimiento emocional, pero este llega tan tarde que se siente apresurado y sin un adecuado desarrollo.

Kidman hace un giro sutil como una dama de la sociedad que le gusta los gustos y educaciones de Theo después de su tragedia. Ella y Crowley crean una rica historia familiar en solo unas pocas escenas, y la película mira hacia otro conjunto de problemas y tragedias, ayudando a espesar el mundo de la pintura y a todas las personas que lo rodean. Lo mismo para Jeffrey Wright como otro de los cuidadores de Theo. Mientras que Finn Wolfhard y Aneurin Barnard sorprenden con dos versiones diferentes de Boris, el dinámico y único emigre ucraniano con el que Theo forma una conexión cercana y, en última instancia, catastrófica.

En total, The Goldfinch es buena, mas, al despejar esa barra, abre toda la posibilidad de que podría haber sido aún más. No es tarea fácil, convertir un libro de 784 páginas en una película, y mucho menos una llena de referencias sobre arte y antigüedades. Tal vez podría haber una versión de miniserie que satisficiera toda la ambición de mente alta de Tartt. Mientras tanto, la película que existe solo alcanza los ritmos principales: es majestuosa y segura, y está bien. Tal vez eso significa que podría llegar a algunas nominaciones después de todo.



Crítica Cinéfila: Hustlers

Inspiradas por un polémico artículo publicado en el New York Magazine, un grupo de strippers de Manhattan deciden planear una venganza contra sus clientes adinerados de Wall Street.



La sexualidad es un arma, empoderando a las mujeres que lo manejan con un toque de crímenes reales, que hace para una pandilla de chicas malas de New York lo que "Goodfellas" hizo para la mafia. Hustlers equivale a un momento cultural, inspirado en un escandaloso perfil de la revista New York, adaptado por la escritora-directora Lorene Scafaria, y protagonizada por una Jennifer Lopez como nunca la has visto antes.

En el cuarto de siglo desde "Showgirls", una línea de trabajo que alguna vez se descartó como degradante se ha reevaluado casi por completo a la luz del feminismo de la tercera ola: una especie de dominatriz de la cultura pop que hizo del "sexo" su marca y convirtió la lencería en una especie de armadura de batalla en el escenario. En lugar de rechazar todo lo que parecía misógino y corrupto en la sociedad, los Strippers se propusieron subvertir esas instituciones desde adentro.

De repente, se ofrecían clases de pole dance en gimnasios en todo Estados Unidos, mientras que las chicas fiesteras de Page Six y las estrellas porno hechas a sí mismas eran tratadas como celebridades. Y un grupo de strippers de Nueva York, que hostigaban, drogaban y robaban a los ricos para dar a sus seres relativamente pobres, fueron aclamadas como heroínas desafiantes en lo que la prensa llamó "una historia moderna de Robin Hood".

¿Qué tipo de prejuicios traen los extraños cuando piensan en strippers? "Hustlers" humaniza a las mujeres en su centro, dándoles novios, historias de fondo y, lo más importante, agencia. Las bailarinas son lo suficientemente inteligentes como para encarnar cualquier cantidad de fantasías masculinas, pero lo hacen en sus propios términos, y Scafaria nunca pierde de vista el hecho de que ellas tienen el control en todo momento: Ramona siempre aconsejó a Destiny (Wu), con los ojos abiertos, explicando, en términos crudos pero pegadizos, cómo se paga a las strippers por burlarse, no por satisfacer los deseos de sus clientes.


Las cosas son más seguras cuando las mujeres trabajan juntas, como Destiny comienza a hacer con Ramona, lo que también hace que sea más fácil sacar más efectivo de sus cajeros automáticos humanos. Pero luego la economía decae. Los clientes se ponen tacaños. Y durante la noche, los hombres parecen esperar más por su dinero, mientras una nueva cosecha de inmigrantes increíblemente hermosas están dispuestas a darlo por US$300. Durante la recesión, Destiny se fue y tuvo un hijo, y aunque Ramona insiste en que "la maternidad es una enfermedad", culpando a su madre por el lugar donde terminó, ella también tiene una hija, y ambas sienten la necesidad de ser creativas para poder proveer para sus familias.

Ramona lo llama "pesca": dado que ya no se puede confiar en que los hombres ricos lleguen solos al club, las bailarinas deben salir y atraerlos. Una vez que han atrapado una caja chica desprevenida, lo llevan de vuelta a Moves, donde han llegado a un acuerdo con el club, aumentando la cuenta y dividiendo el botín. Eso funciona bien por un tiempo, pero toma un giro cuando Ramona decide que sería más fácil si comenzaran a aumentar las bebidas de los chicos con una sustancia que los deja inconscientes, y saliéndose del club para no tener que entregar parte de la recompensa.

"Hustlers" presenta no una, sino dos escenas en las que se muestra a López presentando su plan a sus "hermanas", sin mencionar el simulacro de indignación donde Wu lo describe a la reportera, ninguna de los cuales parece especialmente aplausible, mucho menos necesario. Como público, no necesitamos creer que pensaron que era seguro, o que el uso de narcóticos era "normal". Pero ayuda a comprender mejor la estafa, que implica algo sobre llamar a sus clientes habituales, ofreciéndoles un buen tiempo y luego maximizar sus tarjetas de crédito.


Lo que el autor fallido Steve Antin estaba buscando con "Burlesque", "Hustlers" lo representa como una celebración acrobática de la feminidad desenfrenada, en la que las mujeres liberadas aprovechan al máximo el poder que tienen sobre los hombres, quienes, en esta ecuación, son el sexo más débil, esclavos de un libido satisfecho solo con el gasto. Por supuesto, hay muchos que rechazarían tal exhibición como un compromiso de las verdaderas fortalezas de una mujer, pero "Hustlers" no tiene tiempo para tales argumentos.

En la película, son las bailarinas quienes hacen la objetivación, reduciendo a sus clientes masculinos a una colección de estereotipos poco profundos, con excepción de Usher, quien sale completamente ileso. La mayoría sale como Frank Whaley, luciendo petulante como un patrón de gato gordo al que se le permite entrar por la parte de atrás, de la forma en que Ray Liotta hace en el Copacabana de "Goodfellas" (la famosa toma larga de steadicam de esa película también inspira la escena de apertura con luz fluorescente de esta película, que mueve a Destiny del salón de vestuario al escenario). Algunos de estos tipos unidimensionales de Wall Street, banqueros y corredores que ganan millones de maneras deshonestas, no duden en dejar seis cifras en una sola visita.

El estado de nueva chica de Destiny excusa los movimientos relativamente torpes de Wu, mientras le da a Scafaria razón para guiar al público a través de la profesión. A menos que usted mismo haya dado u obtenido un lap dance, las reglas del juego no son del todo obvias, y, francamente, siguen siendo demasiado misteriosas en su explicación imparcial. En un club como Moves, las mujeres no ganan nada por bailar sino que trabajan por propinas, dando un corte considerable al club que proporciona las habitaciones, donde los clientes comienzan a ser realmente generosos.


La verdadera Ramona, Samantha Foxx (nombre real: Barbash), tenía más de 30 años cuando conoció a Roselyn Keo (en quien se inspiró Destiny). Una multitalento que nunca ha sido menos que la entidad más eléctrica en la pantalla en todo lo que ha hecho, López tiene más de una década en su personaje y, sin embargo, la superestrella sorprende, mostrando movimientos de medalla olímpica en su escena introductoria. Destiny está paralizada (y nosotros también) al ver a Ramona flotando, girando y deslumbrando en el pole antes de deslizarse boca abajo en el piso, donde golpea los zapatos con fuerza mientras jala fuera de las divisiones.

En la vida real, Foxx y Keo lo llevaron demasiado lejos, pero tuvieron una explosión en el proceso, y sus víctimas eran hombres que, en virtud de su riqueza y sus derechos sociales, sentían que el dinero justificaba su maltrato. Esa es una simplificación excesiva de los hechos, pero luego, la depredación generalmente fluye en la dirección opuesta. Muy pocas películas reconocen el efecto y el alcance del trabajo sexual en los Estados Unidos, y "Hustlers" al menos encuentra la emoción en un caso en el que un grupo de mujeres explotaba a los hombres, pero con champaña, una atracción sexual apresurada y vestidos de neón en un grupo de bailarinas emprendedoras que despojó a varios clientes ricos de Wall Street de una generosa fortuna.

Ese es el espíritu que impulsa el enfoque de Scafaria, con su celebración elegante y orientada a la superficie del exceso de material. Grabado y editado como un video musical, lleno de movimientos de cámara y montajes gratuitos largos, “Hustlers” es una subversión radical de cómo se ha representado la profesión durante el siglo pasado. ¿Y qué hay de todas esas aspirantes a jóvenes estrellas, relegadas a trabajar en la pole, en topless y anónimas, en un espectáculo como "The Sopranos"? Bueno, ahora tienen su propio "Goodfellas".



viernes, 13 de septiembre de 2019

Crítica Cinéfila: Don't Let Go

Un policía recibe la peor noticia posible: toda su familia ha fallecido, presumiblemente a manos de un asesino. De forma misteriosa, el agente recibe una llamada de una de las víctimas: su sobrina. Este duda sobre si se ha vuelto loco o está viendo un fantasma. El agente acabará teniendo experiencias con viajes en el tiempo que le harán descubrir la verdad y reescribir la historia.



Los viajes en el tiempo pueden ser muy confusos si no tienen una ciencia tras ellos, pero hay historias que no lo ameritan. Que no es necesario entender lo que ocurre para realmente creérselo. El guión de Jacob Estes, Don't Let Go, es una experiencia entre el pasado y el presente que se unen con el plan de cambiar el futuro de sus personajes.

Don't let Go podría es un thriller de viaje en el tiempo bastante interesante, pero se convierte en algo más por la relación realmente maravillosa entre sus dos protagonistas. David Oyelowo interpreta a Jack, un detective de policía de Los Ángeles que actúa como un padre sustituto para su sobrina Ashley (Storm Reid). Los padres de Ashley, particularmente el hermano de Jack, Garrett (Brian Tyree Henry), no siempre están cerca, y Ashley y Jack tienen una relación especial por eso. Así que es especialmente devastador cuando Jack recibe una llamada aterrorizada de Ashley y llega a su casa para encontrarla a ella y a sus padres muertos en lo que parece ser un impactante asesinato-suicidio.


Parece un spoiler gigante, lo sé, pero ese es solo los primeros 10 minutos de la película... quizás menos. Unos días más tarde, Jack recibe una llamada del teléfono de su sobrina, y una vez que lo supera, se da cuenta de que Ashley realmente llama en lo que sería unos días antes de su asesinato. El actual Jack mantiene comunicación con la Ashley del pasado, con la esperanza de resolver el misterio de su muerte y prevenir la tragedia antes de que ocurra.

Don't Let Go no pierde mucho tiempo tratando de convencer a Jack, o a la audiencia, de las reglas de este universo, y aunque, por un lado, eso significa que esas reglas están mal definidas, también es bastante refrescante ver una película "sobrenatural" que no pasa una cuarta parte de su tiempo de pantalla con el héroe diciendo: “¿Cómo podría ser esto posible? Me estoy volviendo loco!” y simplemente utiliza esta situación a su ventaja. El misterio de lo que le sucedió a Ashley y a sus padres sería un thriller de conspiración convincente, incluso si no hubiera un elemento de los saltos en el tiempo involucrado, pero esta perspectiva agrega mucha intriga y apoya a la temática para poder llegar al fin de muchas preguntas en la relación de Jack y Ashley, y lo que realmente llevó a que hubiese un baño de sangre desde las primeras escenas.

Desafortunadamente, la película sufre de una dirección desigual y una edición confusa. Con el objetivo de crear la "sensación del presente cambiando por el nuevo pasado, lo hacen ver desde el punto de vista del protagonista, pero el efecto se siente fuera de lugar, como si no perteneciere al estilo de la película. 


Por otro lado, el guión se tambalea por momentos. Es el tipo de trama en el que el detective que resuelve un caso terriblemente personal con ayuda de un aspecto sobrenatural, que podría o debería avanzar a un ritmo más acelerado y, en cambio, tiene momentos flojos. Pierde algo de impulso por el gran clímax, y la película carece de interés visual, se siente como el tipo de películas que debería estar transmitiéndose en streaming.

Pero esto importa poco gracias a los momentos en que Oyelowo y Reid estén "juntos", aunque se pasan gran parte de la película filmada por separado, solo conectados por sus llamadas telefónicas, y cuando finalmente están uno frente al otro, son momentos tan emotivos que hasta hacen que uno se olvide el tipo de película o el conflicto que la trama sigue. Pero, aún así, nunca se sienten a distancia: ambos son tan buenos en sus roles que creemos en ellos como "juntos", incluso cuando no lo son. Antes de que surja cualquier drama, Don't Let Go otorga muchas razones para preocuparnos por su relación, mostrándonos a Jack recogiendo a Ashley cuando su padre se olvida de ella, llevándola a un restaurante donde obviamente han pasado varios momentos juntos, mostrándonos pequeños rituales que comparten e invirtiéndonos por completo en esta dinámica. Entonces, cuando esa relación está en juego, realmente les importa a todos. Queremos tanto que estos dos estén bien, que este vínculo especial está protegido a toda costa. Una vez que la película mantiene esta química con vida, todo lo demás cae en su lugar.

Reforzado por grandes actuaciones de apoyo de Alfred Molina y Mykelti Williamson, es un thriller de alto concepto que sabiamente coloca a sus personajes por encima de su concepto, y funciona mucho mejor por ello.



jueves, 12 de septiembre de 2019

Crítica Cinéfila: The Peanut Butter Falcon

Zak (Gottsagen) es un joven con Síndrome de Down que se escapa de su residencia para perseguir su sueño de convertirse en un luchador profesional en la escuela de lucha de Salwater Redneck. Una serie de circunstancias le llevan a encontrarse con Tyler (LaBeouf) un delincuente que también se ha dado a la fuga y que más tarde se convierte en su entrenador y aliado. 



Seguro muchos de ustedes tienen una lista negra de actores y actrices, a quienes una vez se enteran de que va a protagonizar cierta película, hasta miedo le cogen a la historia. Ese es Shia LaBeouf para mi. La locura de sus personajes, sobretodo en Transformers, ha hecho que lo encuentro insoportable, y cada vez que anunciaban alguna historia con él, la evitaba. Hasta que vi el trailer de The Peanut Butter Falcon sin querer, y me di cuenta que quizás no es culpa de Shia, quizás son sus guiones anteriores, y quizás esta sería una nueva forma de apreciar el "talento" que él lleva dentro.

Zak ( Zack Gottsagen ) es un joven de 22 años con síndrome de down. Sus padres lo han abandonado en una casa de retiro. Pasa su tiempo conspirando para escapar y volver a ver un viejo video instructivo de lucha libre en VHS de su ídolo Clint "The Salt Water Redneck". Cuando Zak logra escapar con la ayuda de otro paciente, corre y encuentra refugio en un bote que, sin que él sepa, pertenece a Tyler (Shia LaBeouf), un pescador de cangrejos que lucha con la culpa de la muerte de su amigo. Esa culpa y rabia, junto con una deuda que pagar, lo lleva a quemar $12,000 en equipos de pesca pertenecientes a Duncan y Ratboy. Tyler necesita llegar lo más lejos posible, mientras que Zak intenta llegar a la escuela de lucha de Clint anunciada en su amado video. Al igual que Tom Sawyer y Huck Finn, los dos se unen a la carrera mientras son perseguidos por los enemigos de Tyler, así como por Eleanor (Dakota Johnson), la cuidadora de Zak a quien se le encargó en el hogar de ancianos encontrarlo.


En la lucha profesional, hay personajes "buenos" y personajes "malos". Zak insiste en ser un personaje "malo" porque fue abandonado y por lo tanto elimina sus posibilidades de un arco redentor. Pero Tyler le asegura que los buenos también se quedan. 'Falcon' reconoce el efecto profundamente arraigado que el aislamiento puede tener en una persona joven, específicamente en una persona joven y discapacitada, al pensar que debido a cosas malas que les han sucedido, ellos son los culpables. La película frecuenta la palabra "R", que ciertamente golpea las orejas como papel de lija, pero en última instancia se utiliza para romper la noción de que significa "menos que". El contexto del tiempo y el lugar también es clave. Está ubicado en el sur profundo, desde Louisiana hasta Georgia, y aunque no se da un marco de tiempo real, la prominencia de los VCR y el único teléfono celular que es un teléfono plegable nos señala que sería principios de la década de 2000. Jeff Nichols filma de esa manera, donde las localidades del sur son filmadas tan amorosamente poéticas que se siente atrapado fuera del tiempo, casi como si estuviésemos dentro de un universo paralelo. 

Sin embargo, seguir acumulando puntos de referencia a otros cineastas establecidos perjudicaría la voz cinematográfica que Nelson y Schwartz desarrollan con confianza a medida que se desarrolla "Peanut Butter Falcon". Si bien es una pequeña imagen de la vida, también tiene un sentido del humor cálido. Se siente tan naturalista e impulsado por el carácter, lo que hace que las risas se sientan más fuertes y más impactantes que el tipo de peculiaridad fabricada que a veces puede socavar un buen trabajo como este. Hay varios montajes utilizados como mano corta para desarrollar este parentesco poco probable, pero de alguna manera, mejora el carácter en lugar de acortarlo (y también el uso de tomas simétricas por encima de la película es austero y hermoso). El dúo busca la redención de cómo pueden ayudarse unos a otros, pero todos reconocen que ambos están huyendo.


Gottsagen, un actor con síndrome de Down, es un verdadero hallazgo, y es el corazón y el alma de toda la película. El continuo rechazo de LaBeouf al estrellato solo ha funcionado en su beneficio como intérprete. Hay volatilidad en su desempeño, pero también una vulnerabilidad, como si fuera el tipo "bueno" disfrazándose como un tipo "malo". Existe ese encanto pícaro que le quedaba bien en "American Honey" que lo hace tan desagradable como atractivo. Pero, es Johnson quien completa esta tripleta de los rotos y maltratados. Lo que comienza como un personaje relativamente pegado en el barro se convierte en una expresión sutil de su propio dolor y la conexión que los une a ella y a Tyler de LaBeouf. Y a pesar de que los roles de Bernthal, Dern y Church son breves, cuentan donde deben hacerlo, específicamente Church como el luchador deshecho (sin mencionar un sorprendente cameo de Jake "The Snake" Roberts ).

Con el título, la aventura cómica, los personajes principales no coincidentes y el arsenal general de personajes secundarios extraños, "The Peanut Butter Falcon" podría haber sido fácilmente una receta para un twee excesivo y irritante. Al mantener el humor arraigado en las actuaciones y solo dejando que el sentimentalismo se filtre cuando sea necesario, Nelson y Schwartz han creado una película que se siente refrescante, única y emocional, pues entre momentos bien emocionales hasta risas a carcajadas, crean la sensación perfecta para decir para hacernos olvidar de los malos ratos del momento, incluyendo los que cierto actor pudo haber provocado en el pasado.

Quizás es motivación suficiente para sacarlo de mi lista negra.


sábado, 7 de septiembre de 2019

Crítica Cinéfila: It Chapter Two

Esta secuela nos sitúa 27 años después de los acontecimientos del primer filme, cuando los integrantes del llamado "club de los Perdedores" se ven obligados a cumplir con aquella promesa que hicieron al final de la misma.



Pennywise está de regreso. Y junto con él, trajo a los que soñó, ansió y extraño por 27 años. La maldición de Derry se rompe cuando ellos regresan y recuerdan todos aquellos traumas de su niñez, causados por un payaso que ahora viene con sed de venganza.

Año 2016. Han pasado casi 30 años desde que el Club de los Perdedores formado por Bill, Beverly, Richie, Ben, Eddie, Mike y Stanley se enfrentaran al macabro y despiadado Pennywise. En cuanto tuvieron oportunidad abandonaron el pueblo de Derry, en el estado de Maine, que tantos problemas les había ocasionado. Sin embargo, ahora de adultos parece que no pueden escapar de su pasado debido al pacto que se prometieron. En medio del festival de verano, ellos deberán enfrentarse de nuevo al temible payaso y descubrir si de verdad están preparados para superar sus traumas de la infancia, o agregar nuevas pesadillas a su lista.

Desde revisitar sentimientos viejos, hasta aclarar algunos momentos que nunca se contaron en la primera película, It vuelve como una película y media, para responder todas las preguntas que la versión anterior pudo haber dejado atrás. 169 minutos de largo parecería una exageración, pero cuando se trata de cerrar capítulos, mientras más largo, mejor se admira la trama. Aquí, la historia se ha inspirado en la estructura de aquella It de 1990, donde los flashbacks son un elemento importante para aclarar las situaciones que los llevaron a donde están en ese momento, pero también es un componente necesario para demostrar que las tortuosas escenas que vimos en el primer capítulo no fueron todos los enfrentamientos que Pennywise tuvo contra los niños durante el verano de 1988.


Sin embargo, el diseño de producción de los flashbacks deja interrogantes, como posters de películas que no concuerdan con el año en que realmente la película toma lugar, videojuegos, tipos de tecnologías y demás. Lo que parecía inspirarse de populares series como Stranger Things, no termina siendo completamente correcto con el año en que se supone se desarrolla. No obstante, los flashbacks no resultan del todo negativo, también se continúan explorando algunas temáticas sobre la juventud que en la primera historia se omitieron, como la homosexualidad, el miedo a los cambios, las inseguridades y los traumas físicos, esto siendo utilizado por el famoso payaso para tener bajo su control a los niños de Derry. Lamentablemente para él, esto pronto será utilizado en contra suya.

El cast se multiplica, presentando como lo mucho que el Club de los Perdedores ha cambiado, demostrando como algunos han arrastrado tras de sí mismos los mismos problemas que enfrentaban cuando eran niños, mientras que otros han logrado tratar de superarse a pesar de las adversidades de su pasado. Lo aún más interesante son las decisiones de personajes, aclarando que aquí todos son protagonistas de sus propias tramas y confrontando sus propios conflictos que han sido traídos desde la primera película y que aquí regresan para darle punto final. Los mejores desarrollados son Beverly y Eddy, quienes no solo continúan con los mismos traumas, sino también que logran superarlo a pesar de las consecuencias que esto trae al final.


Uno de los aspectos característicos del libro de Stephen King son las diferentes formas como Pennywise se presenta a sus atacantes: va desde sus peores pesadillas hasta criaturas fuera de este mundo. Pero algo que estuvo aún más presente en esta historia fue el uso de cuerpos ambulantes, personas que ya no son parte del universo de Derry pero que alguna vez sí lo fueron. Sin embargo, este parece ser el mayor atractivo, dejando a un lado el uso terrorífico de objetos inanimados como estatuas asesinas y escondites que se encogen (lo cual resulta aún más interesante) que unas docenas de zombies sin una razón específica más que revivir a los muertos de su pasado. Mientras más referencia hacia la primera película con un par de muertos deambulantes que eran personas de aquel entonces, más interrogantes deja la lógica del guión a nivel general, sobretodo por la doble trama que desarrolla.

Por supuesto, Pennywise es la atracción principal, y lo hace a su altura en cada uno de sus ataques. Aquí resulta aún más específico cómo se enfoca hacia los más débiles, aquellos que andan inocentes sin imaginarse que serán mutilados en cualquier momento. Cada niño/adolescente víctima de esta película estaba destinado a morir por razones lógicas. Es solo cuando el club de los Perdedores se une y dejan atrás estos miedos cuando realmente se puede apreciar la verdadera cara de Pennywise. Pero a propósito del famoso payaso, un increíble e no tan inesperado cameo fue el de Stephen King, el que al igual que al inolvidable Stan Lee, siempre lo convierte en un momento memorable de la película, independientemente si se relaciona al género.

Algunos dirán que no da miedo, otros dirán que los jumpscares están casi al mismo nivel que las risas, pero nadie podrá negarle la capacidad de hacernos retorcer en el asiento que It Chapter two logra en cada segundo de la película. La ciudad de Derry resulta la perfecta escenografía para este antagonista, sobretodo con todas las referencias a payasos que le rodean y sin dejar de mencionar el aclamado festival temático que esta vez tuvo como uno de los principales sets.

It Chapter two es entretenida, siniestra por momentos y nostálgica, dándonos motivaciones suficientes para leer el libro o recordar a aquellos con los que ya no compartimos. Sin importar la edad de los perdedores, Muschietti entiende y captura inherentemente lo que King hace en cada página no importan las cabezas cortadas con patas de araña, los gigantes demoníacos o el malvado Pennywise, lo que importa es el poder de la fe y la amistad.