jueves, 26 de septiembre de 2019

Crítica Cinéfila: Brittany Runs a Marathon

Brittany (Jillian Bell) es una agradable y divertida chica de 27 años de Nueva York con un desastre de vida. Pero un día recibe una mala noticia por parte de su médico después de someterse a unos análisis. Dispuesta a hacer todo lo posible por enmendar esta situación, Britanny se pone como meta correr la maratón de Nueva York.



Hay dos tipos de personas: los que son extremadamente saludables y viven solo para verse bien, y los que viven sin darle mente a los prejuicios del mundo. El punto medio se le llama infelicidad, y casi el 56% de la raza humana se considera infeliz, lo cual, aunque no parezca mucho, es una cantidad reconocible. Y aunque menos lo parezca, Brittany creía que era feliz hasta que un doctor le dijo que debía perder 40 libras porque su cuerpo lo necesitaba.

Su historia se centra en cómo, la aspirante a 30 años, se da cuenta cómo, mientras ella se la ha pasado a su corta vida saltando de un trabajo a otro, sin ninguna relación amorosa fructífera, una amiga real  o una vida social saludable, debe decidir a hacer un cambio positivo antes de que su cuerpo se vengue de ella misma. Cuando su doctor le informa de la cantidad de problemas que sufre a su corta edad, Brittany decide cambiar su estilo de vida, comenzando por hacer ejercicio. Pero cuando la opción de una suscripción al gimnasio más cercano resulta la más costosa versión, correr es lo más barato y asequible. 

Al comenzar a notar los cambios en su cuerpo, lo fácil que puede llegar a ser correr si tu mente lo acepta y agregando una pequeña victoria en un maratón de 5K, Brittany decide motivar a sus nuevos amigos a formar parte del Maratón de Nueva York. Pero no serán sus falsos amigos o los momentos de malos hábitos que se pondrán en su camino, sino su propio autoestima que le recuerda cada vez que puede la chica que alguna vez fue. 


Paul Downs Colaizzo, escritor y director de Brittany Runs a Marathon, pasó solo unos años de sus años formativos en Voorhees, pero las leyendas locales dejaron una marca, y puedes sentir la huella de Rocky en su nueva película. Es, en esencia, la historia de una mujer que quiere probar algo principalmente para sí misma, y ​​aunque hay una competencia involucrada, no se trata de ganar, sino de solo recorrer 26.22 millas.

Lo que las dos películas también tienen en común es la actuación de un actor dando un gran salto en clase, en este caso Jillian Bell, que nos ha estado haciendo reír durante años con vívidos giros de apoyo en comedias como 22 Jump Street. Aquí, ella obtiene un formidable papel protagónico (está en cada escena) que requiere una abrumadora variedad de emociones y una impresionante invocación de oficio e instinto: realmente depende de Bell (quien perdió 40 libras por la parte transformadora) ayudar a guiar a la audiencia a través del peligroso territorio que viene con la historia de una mujer que quiere cambiar su vida, y con ella su cuerpo.

No tan rápido, una frase que también describe el tiempo de Brittany en el 5K. Colaizzo tiene una película mucho más ambiciosa en mente: una que mira penetrantemente la soledad y la infelicidad en el centro de la vida de Brittany (hay algunos momentos de fondo que dejaron a la audiencia de sorpresa), y estas son cosas que no hay cantidad de carreras logradas o pérdida de peso suficiente que puedan curarlo.


Bell registra todo esto maravillosamente, y logra hacernos reír mientras explora el enigma espinoso de la psique del personaje. La opinión de Brittany sobre sí misma va a la zaga de su transformación física, y a menudo es dura con las personas que están en su esquina: sus compañeros de carrera, su novio potencial (Utkarsh Ambudkar) y hasta sus únicos familiares. Obviamente, el hecho de venir de una familia con una madre ausente y un padre que falleció antes de disfrutarlo lo suficiente crea frustraciones internas bien dramáticas en ella, mientras choca con su compañera de cuarto obsesionada con las redes sociales (Alice Lee), quien no parece saber cómo reaccionar ante Brittany. 

Pero el alejamiento también es culpa de Brittany: no puede aceptar la ayuda de la gente. No de los nuevos amigos que intentan alentarla, ni siquiera del cuñado (Lil Rel Howery) que la deja quedarse en su casa, cuando ella llega de un camino lleno de baches y huecos sentimentales.

Colaizzo escribe esta película como una carta de amor a la verdadera Brittany, quien en la vida real es una de sus mejores amigas, pero lo hace con un hermoso mensaje de autovaloración y cariño, algo que al personaje de Brittany le cuesta aceptar. Durante años, el mundo le dijo que no valía la pena prestarle atención, y comenzó a creerlo. El camino de Brittany hacia un tipo diferente de creencia en sí misma es un poco maratónico y caótico. Es desordenado, pero a la vez realista. Se enfoca en sentimientos e inseguridades que todo el mundo siente en algún momento de su vida. La película le da una cachetada fuerte a la audiencia, avisando que, sin importar el size de tu ropa, lo más importante no solo es estar saludable, sino creer que llegar a la meta requiere de compañía y de mucha confianza personal.


Brittany runs a Marathon
Ficha técnica

Dirección: Paul Downs Colaizzo
Producción: Tobey Maguire, Matthew Plouffe, Margot Hand
Guion: Paul Downs Colaizzo
Música: Duncan Thum
Fotografía: Seamus Tierney
Montaje: Casey Brooks
Reparto: Jillian Bell, Michaela Watkins, Utkarsh Ambudkar, Lil Rel Howery, Micah Stock, Alice Lee, Peter Vack

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