domingo, 28 de abril de 2019

Crónicas de California: Creatividad vs. Carrera


Muchos seguro ya lo sabrán, pero James Cameron, el director de Terminator (1984), Titanic (1997) y Avatar (2009) era un conductor de camiones. Dejó esto para lanzarse a una aventura con el cine después de haber visto Star Wars (1977). Ya para aquel entonces dedicarse al cine no era una completa locura, aunque tampoco era una carrera estable... y todavía no lo es. Tengo amigos que se dedican a filmación, actuación, fotografía, diseño y otras áreas creativas, y a la vez deben ser conductores de uber, trabajar en restaurantes o en las boleterías del cine. 

El que entra a trabajar en cine pensando que encontrará estabilidad económica, le aconsejo que cambie de carrera o se olvide de ese pensamiento por los primeros 5-7 años, porque es el tipo de espacio que te ofrecerá libertad laboral al precio de un salario inestable. Mientras tanto, una carrera, ya sea educación, economía y derecho, te ofrece estabilidad salarial, al precio de una menor libertad laboral y, (el más popular) disgusto laboral. Y no lo digo porque sea una experta, sino porque lo he visto y escuchado de amigos y familiares en posiciones similares: es elegir una o la otra. 

Pero, ¿cuál es mejor? Aquí hago una comparación de ambos: 

1. Posiciones: hay carreras que la posibilidad de crecimiento que te brindan son muy mínimas o a muy largo tiempo (es muy poco probable saltar de profesor a director o dueño de una escuela); mientras tanto, en el área creativa, creces a la velocidad que entiendas o tengas la oportunidad, así es como muchas diseñadoras de ropa comenzaron sus propias marcas. 

2. Retiro y jubilación: son términos ausentes y probablemente considerados como mitos en trabajos creativos (nadie se retira a menos que esté enfermo o a punto de morir, y no recibes dinero a menos que sean residuos de un proyecto exitoso que todavía cobra); mientras tanto, las carreras normalmente ofrecen plan de pensión y jubilación a sus empleados, probablemente desde el momento en que comienzan a trabajar.

3. Rutina de trabajo: un banquero, un profesor y un abogado saben sus rutinas del día a día; sin embargo, mi rutina depende del día (hoy puedo estar en una oficina todo el día, mañana en rodaje, pasadomañana en una sesión de fotos, el siguiente día en rodaje de 1PM a 1AM... y así).

4. Salud: Así como las personas de carrera tienen una rutina establecida, así también tienen un plan de salud bien específico, y no me refiero a tener seguro médico (porque nosotros también tenemos eso...), sino a una rutina de salud, como ir al médico, beber medicamentos, y tener una dieta. En el caso de las áreas creativas, a menos que tú mismo te comprometas o creas tu rutina, es muy fácil descuidarse con las dietas de rodaje, o el hecho de pasarse 15 horas corridas en un set, para luego tener que ir a una oficina. Mis profesores siempre insistían que, en el momento que nos graduáramos, dedicáramos al menos una hora del día a ejercitar.

5. Ahorro: esta será breve. Las personas de carrera ahorran para una casa, un carro o viajar, la mayoría de los artistas ahorramos para el siguiente proyecto.

Yo conozco mi realidad. Cuando elegí esta carrera, no lo hice pensando en los beneficios económicos que otras carreras me ofrecerían, lo hice pensando en que no me visualizo en más nada que no sea cine. Y quizás podría trabajar dando clases de cine, cubriendo eventos, o cómo crítica en un medio, pero no hay mayor satisfacción que la que me ofrece estar en un rodaje o escribiendo. Sonará masoquista... pero tengo toda una vida para ahorrar para el siguiente gran proyecto. Mis hijos lo entenderán.

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