viernes, 6 de julio de 2018

Sicario: Day of the Soldado

La guerra contra los cárteles de la droga se ha intensificado en la frontera entre EE.UU. y México a medida que éstos se han metido en el negocio de tráfico de personas, introduciendo en suelo americano a terroristas islámicos. Para hacer frente a esta nueva guerra sucia, el agente federal Matt Graver (Josh Brolin) planea una idea para que los carteles se enfrenten entre ellos. Para ello volverá a reclutar para la peligrosa misión al volátil mercenario Alejandro Gillick (Benicio del Toro). (FILMAFFINITY)



Sicario significa "asesino a sueldo". Por lo que no puede ser sorpresa para nadie la cantidad de muertos que habrán en esta película. Y me atrevo a discutir con cualquiera que en esta hubo más que en la primera.

Matt y Alejandro vuelven a cruzar caminos cuando diversos ataques islámicos en Estados Unidos son relacionados al tráfico ilegal de personas por los carteles mexicanos. Pero cuando el trabajo significa crear una guerra entre dos poderosos carteles de drogas, su atención se enfocará en el secuestro de la hija de uno de los líderes, lo cual los aislará de su principal objetivo y creará más caos del que debía causar. Ahora, los dos sicarios deben decidir si seguir las órdenes finales o volver a sus métodos ilícitos, así como lo hicieron en la primera película.


A pesar de que este tipo de historias trata más de cuantos muertos acumula cada persona, el guionista Taylor Sheridan se encarga de darle un "lado amable" a sus protagonistas, humanizándolos y convirtiéndolos en personajes tridimensionales. Mientras la primera se enfocó en mostrar dos hombres que hacen lo que sea a su manera y sin ser acusados, en esta entrega la audiencia tiene la oportunidad de conocer la otra cara de los sicarios. Mientras la primera solo mostraba su violencia y el sadismo de Matt y Alejandro, aquí también se aprecia sus debilidades, y cómo se logran salir con la suya, por más balas que hayan recibido en el camino.

Josh Brolin/Matt será parte importante del plan que se ejecuta, pero el verdadero protagonista es Benicio del Toro/Alejandro, quien no solo se enfrenta a los enemigos que van creando por sus decisiones, sino también a un grupo jóven de transportistas ilegales de inmigrantes mexicanos quienes intentarán asesinarlo para lograr quedarse con la niña que él protege. La interacción que se desarrolla entre Alejandro e Isabela (interpretado por Isabela Moner) enseñan ese lado paterno del protagonista que en la primera entrega de Sicario buscaron introducir, dándole más de una razón de por qué debía defenderla antes de que alguien la reconociera. 


Spoiler alert: algo que no logró esta película en comparación a la primera fue el desarrollo de la subtrama con el niño que se introduce a la banda como transportista. Se muestra como un personaje innecesario y vacío, sobretodo porque no le dieron excusas suficientes de por qué se estaba metiendo en este grupo (no pueden decir que es porque su familia la iban a matar o porque tenía una mala situación económica). Es un personaje que lo único que suma es que reconoce a Alejandro y lo delata, para luego intentar matarlo y ser encontrado por él un año después. Honestamente, espero que lo haya matado.

Por otro lado, la esencia de Sicario se mantiene en esta película, y no me refiero a toda la sangre derramada, sino por el inicio tan intenso y realista con las situaciones de hoy en día, la banda sonora penetrante que también fue parte de Sicario I (compuesta por el fallecido Jóhann Jóhannsson) y el uso de tomas aereas para darle un tono más militar a la película.

A pesar de que hubo varias preguntas sin responder de la trama, Sicario 2 invierte todo lo que la primera hizo, sin dejar a un lado la frialdad, intensidad y violencia asfixiante de su antecesora. Es una película que no abandona el realismo de nuestra época pero a su vez quiere darle ese toque humano que a la primera le falto en muchas ocasiones.



Sicario: Day of the Soldado
Título en español: Sicario: Día del Soldado

Ficha técnica

Dirección: Stefano Sollima
Producción: Basil Iwanyk y Erica Lee
Guion: Taylor Sheridan
Música: Hildur Guðnadóttir
Fotografía: Dariusz Wolski
Montaje: Marisa Frantz, Meg Everist y Daniela Rojas
Protagonistas: Benicio del Toro, Josh Brolin, Jeffrey Donovan, Manuel Garcia-Rulfo, Isabela Moner, Catherine Keener, Matthew Modine, David Castaneda, Ian Bohen y Bruno Bichir

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