jueves, 29 de noviembre de 2018

Roma

Cleo (Yalitza Aparicio) es una joven sirvienta de una familia que vive en la Colonia Roma, barrio de clase media de Ciudad de México. En esta carta de amor a las mujeres que lo criaron, Cuarón se inspira en su propia infancia para pintar un retrato realista y emotivo de los conflictos domésticos y las jerarquías sociales durante la agitación política de la década de 1970. (FILMAFFINITY)



¿Hace cuánto una película no te deja sin palabras? ¿Hace cuánto que no te dejas llevar de una historia? ¿Hace cuánto que te dejas envolver por una trama, perdiendo la noción del tiempo y lloramdo aunque no sea triste? Si hace mucho de todo eso, de seguro podrás confirmar todas estas preguntas una vez veas Roma, la última película dirigida y escrita por el director mexicano Alfonso Cuarón.

Esta trama se divide en dos situaciones: el punto de vista de una sirvienta de hogar, quien ya es parte de la familia gracias al amor incondicional de los niños, la confianza de sus patrones y el hecho de tener que vivir y ser testigo de todos los conflictos dentro de la familia; y las guerrillas urbanas y los movimientos armados  durante el régimen de Luis Echeverría en México, los cuales fueron afectando a toda la nación poco a poco.

Cleo es una joven inocente y dedicada a su trabajo como sirvienta, quien después de descubrir que está embarazada, teme con perder su trabajo, pero por el rol que ocupa en la casa, es una situación en la que todo el mundo la apoya y la cuida. Mientras sigue haciendo todos los trabajos que conllevan servin en un hogar, trata de localizar al padre de su bebé, quien no ha dado la cara desde que ella le avisó de su embarazo. A su vez, tiene que callar las situaciones del hogar, como las peleas inagotables de los hermanos, el hecho de que el padre de la familia se fue a vivir con otra mujer y prefirió mentirle a sus hijos que decir la verdad, y cómo la madre fue reaccionando a esa ausencia.


La historia inspirada en la niñez de Alfonso Cuarón y la nana que lo crió le habla a la audiencia de tres temas: dependencia, amor verdadero y aceptación, tres ideas que la vemos en casi todos los personajes, con el propósito de retratar el realismo de la época, tanto en sus aspectos históricos como en el día a día que toda familia podría vivir. La empatía que se crean con esas situaciones, que  a algunos les parecerán "comúnes", hace eco a la necesidad de contar historias tan reales como esta. El día a día llega a ser rutinario, pero solo para hacer énfasis en que, sin importar lo que cada uno esté viviendo en el momento, las rutinas son las que obligan a todo el mundo a seguir adelante.

Solo dos actores de este elenco eran conocidos previo a entrar en este cast, lo cual significa que Alfonso Cuarón prefirió utilizar personas "comunes y corrientes" para encarnar su historia. Yalitza Aparicio, quien se dedicaría a ser maestra antes de formar parte del elenco de Roma, hace su debut en  la pantalla grande como Cleo, una joven inocente e ingenua que debe aprender a las malas que la vida nunca será color rosa. Para ser su primera actuación, lo hace con una sutileza y entrega que podría anunciarse como el final de otros actores y su inicio en el mundo del espectáculo. Así mismo, la química que crea con el resto de los personajes es orgánico y natural. La preparación de cada una de estas personas demuestra la relación y cercanía que tuvo Cuarón con estos, guiándolos a dejarse llevar por cada uno de los eventos que resumían sus años de infancia.


La opción de contar la película en blanco y negro se debe a dos razones: para enfocar la historia y su tono en las angustias e injusticias que sus personajes vivían; o para acercarla aún más a la época que narra. La verdad es que aún filmada en blanco y negro, está llena del colorido de la Ciudad de México al mostrar sus personajes cotidianos, como el afilador, los vendedores ambulantes, el cine Metropolitano y muchos rincones que han desaparecido pero que la memoria (y la maestría) de Alfonso rescatan.

En esta ocasión, Alfonso deja descansar a Enmanuel Lubeski, y es acompañado en la dirección de fotografía por Galo Olivares, quienes se encargan de crear arte en cada una de las escenas, con una paciencia y sencillez inexplicable, pero sobretodo un manejo bien limpio y establecido de las tomas, enfocados en mostrar la cultura y las reacciones de los personajes. Principalmente, habla a través de sus imágenes, particularmente el trabajo de cámara que articula alternativamente sus puntos de vista y los de Cleo. Usted ve lo que ve y también la ve desde lejos, pero a veces, como en una escena en la que se sumerge en olas violentas, la cámara se mueve paralelamente a ella, la película parece encarnar su ser. Esta es una secuencia sorprendente que es visceralmente aterradora y emocionalmente abrumadora.

Sin embargo, también invoca el sentimiento oceánico de un ser en armonía con el universo que encaja con un viaje por carretera familiar. Sientes tanto la presencia de Cuarón como la de Cleo en esta visión de ella, que empuja con determinación contra las olas amenazadoras, una imagen que ha quedado grabado en el pasado y que ha cobrado vida a través de la memoria. "Roma" está dedicada a Liboria Rodríguez ("por Libo"), la mujer que crió a Alfonso Cuarón en una casa como la que se encuentra en esta película, donde de vez en cuando se puede ver un avión que pasa por encima de su cabeza, una visión que apunta a una distancia, una visión llena de sueños e ilusiones, y que sugiere que Cuarón nunca abandonó su hogar, sus mujeres y su amor por ellas.






Roma

Ficha técnica

Dirección
Alfonso Cuarón
Producción: Alfonso Cuarón, Gabriela Rodríguez, Nicolás Celis
Guion: Alfonso Cuarón
Música: Steven Price
Fotografía: Alfonso Cuarón, Galo Olivares
Montaje: Alfonso Cuarón, Adam Gough
Protagonistas: Yalitza Aparicio, Nancy García García, Marina de Tavira, Daniela Demesa, Enoc Leaño, Marco Graf

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