Este documental retrata cómo los prejuicios y sobre todo el miedo, nos impiden celebrar quiénes somos y de dónde venimos. Que como sociedad, aún somos niños en conflicto, en negación, y que debemos hacer las paces con eso, que es parte de la evolución y que toma tiempo aceptar nuestro pasado sin rechazo. El documental expone cómo se construye una identidad colectiva de nación... e invita a dar un paso valiente hacia la validación no sólo colectiva, también personal.
A simple instancia, previo a leer el origen de esta historia, su título se delata como un ring de pelea. Un espacio para reprimir los ataques que el mundo lanza de vez en cuando, sobre todo a las personas que son conocidas o reconocidas. En el caso de Nashla Bogaert, quien es una actriz ya establecida desde hace muchos años, con una alta trayectoria en los medios de comunicación y en el arte, es muy válido que ella sea la que lance la frase. A pesar de que seguro 5 de cada 10 dominicanos la siguen, ven sus videos y sus películas, o incluso la recuerdan de sus primeros programas de TV como presentadora, realmente no conocemos el origen más íntimo de ella. Y sin embargo, la historia no se trata de ella.
La película comienza como una visibilización de los aspectos que la gente no reconoce lo suficiente de la dominicanidad, como la diversidad que late en nuestra sociedad o las características propias que personas de fuera no conocen de nosotros. Mientras avanza, la historia se convierte en una evaluación de la identidad personal y el ejercicio de encontrarse a sí mismo para poder mostrarse propiamente a los otros.
"No me conoces" es una exploración a la idiosincrasia dominicana. Es un análisis continuo que deconstruye lo que para uno significa ser dominicano (una persona indica que la palabra Quisqueya realmente no es dominicana y seguramente se sentirá como una negación a toda la ideología que uno ya tiene de su país). Esta pieza retoma un tema muy importante sobre la dominicanidad, y es el hecho de que este es un país multiracial, multicultural y multisocial. Multiracial, porque el dominicano no tiene un estilo físico específico, y aquí varios entrevistados resaltan como otros se sorprenden cuando dicen que son dominicanos porque no se ven o suenan como un dominicano. Multicultural, porque nuestro país ya está mezclado con características de distintas culturas que se han ido adoptando en la propia, lo cual indica la misma evolución y sistema de adaptación que vive dentro de uno. Multisocial, porque somos una sociedad muy diversa, enriquecida y con una historia que nos recuerda y a la vez reprime los sentimientos.
La primera mitad de esta película se enfoca en analizar al dominicano como tal, pero la segunda mitad se enfoca en la gran cuestionante de si realmente conocemos a las personas que nos rodean, tanto desde el punto de vista de la identidad y aceptación de la diversidad de personas que habitan en nuestro círculo, como de su pasado y la historia que se desarrolla en sus vidas. Es un ejercicio propio para motivar a la observación más profunda hacia esas personas de nuestros círculos y reconocerles que, a pesar de todo, son personas que en gran parte, no cambiarían mucho de su vida, más allá de romper con perjuicios que la sociedad ha tratado de empujarles.
Aunque la gran riqueza del documental yace en la relación entre los entrevistados y la directora (Nashla Bogaert en su debut como directora), la grata sorpresa y adición fueron las propias anécdotas de Nashla, autoanalizándose y su vida como tal. Esas narraciones en off mientras observamos la cámara de Israel Cárdenas andar por calles, pasillos, espacios de exteriores e interiores que formaron parte de la vida de la directora, le dan una exposición propia que va en total sinergia con las emociones y la trama que el documental está llevando a lo largo de la historia con gran corazón.
Pero el balance perfecto se logra cuando la reflexión de su historia pasa de lo nacional a lo personal, y cómo esa introspección de uno mismo nos permite reconocer aún más los aspectos que no solo nos hacen ser dominicanos, también "humanos". El desborde de talentos locales, como José Duluc, Xiomara Fortuna, Freddy Ginebra, Quisqueya Lora, Zoila Luna, Carmen Rosario y Vicente Santos permite enfatizar en esta última expresión, y resalta cómo ellos, a pesar del reconocimiento y el lugar que han logrado alcanzar, también son humanos.
El poema de Pedro Mir, "Hay un país en el mundo" se asienta mejor con nuestra historia cuando nos autoevaluamos y aceptamos las grandes fortalezas y debilidades que nos hacen ser la persona que somos. "No me conoces" es un ejercicio bien logrado y necesario, que si se visualiza en función a la era moderna donde las redes sociales claman saber todo de todo el mundo, le da un recordatorio de que detrás de cada pantalla, hay una galaxia de anécdotas dentro de una persona.
Ficha técnica
Dirección: Nashla Bogaert
Producción: Nashla Bogaert, Carlos Germán, David Maler, Gilberto Morillo
Música: Carlos Zouain
Cinematografía: Israel Cárdenas
Montaje: Israel Cárdenas
Reparto: Stephanie Bauger, Nashla Bogaert, José Duluc, Xiomara Fortuna, Freddy Ginebra, Quisqueya Lora, Zoila Luna, Pablo Mella, Boynayel Mota, Alfonso Peralta, Amaury Pérez, Michelle Ricardo, Carmen Rosario, Vicente Santos, Dagoberto Tejeda Ortiz, Tahira Vargas
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