jueves, 17 de agosto de 2017

Crónicas de California: Comenzar a soñar en vida


Cuando inicié este blog, lo menos que quería era hablar de mi, porque ¿cuántos blogueros no lo hacen? Sin embargo, sí tenía la idea de que quería narrarles algo que siempre será importante para mí: el antes y el después de esta cinéfila. Y aunque no prometo que mis escritos narrarán en algún momento una fama alcanzada o un premio obtenido (aunque nunca está demás soñar con eso), si les garantizo que vivirán esta experiencia como si estuviesen al lado mio.

Listos o no, aquí comienza todo... bueno, en teoría no. Comenzó cuando tenía 7 años y mi madrina María me llevó a ver Harry Potter y la Piedra Filosofal. Para ese entonces, no veía el cine como una carrera, sino como un hobbie. Pero comencé a "inventar", como dice el buen dominicano, grabando a mi hermana y sus amigas "inventando". De hobbie pasó a pasión, y de pasión a picoteos, y ahí vamos.

Al principio simplemente decía que quería ser productora; luego pensé que quería ser directora. Comencé a incursionar por la edición. Pero al final del día, me percaté que la mejor manera de comunicar mis ideas no serían captadas si no era en el lugar más importante de una producción: el guión (aparte de darme cuenta de lo poco tolerante que soy para trabajar en grupo, cuyo nivel de tolerancia es bastante reducido dependiendo de la cantidad de personas que trabajen en la filmación).

Después de estudiar Comunicación Social (mención en producción audiovisual), realizar una tesis que ha cambiado mi pensamiento y mi manera de ver el cine, y trabajar en diversos proyectos pequeños y grandes, aún sentía que faltaba todo un camino completo por recorrer, y quería pasar de ser una cinéfila a cineasta... o por lo menos guionista. Y gracias al apoyo de mis padres, familia, amigos y mi yo interno, les escribo desde mi nuevo (y temporal) hogar, en Los Angeles, a ley de un mes de entrar a realizar un Master en Guion de Cine en New York Film Academy del estado de California. 

Suena bastante lujoso y caprichoso decir que estoy en una ciudad donde podría lograr mucho (o echar a perderlo todo), pero NO fue fácil. Fueron muchas aplicaciones, traducciones de guiones, rodillazos al cielo y dinero invertido. Es un sacrificio que será divertido contarles semana tras semana, y que prometo será muy entretenido (aunque esté tratando de ser tolerante con un equipo de producción). 

Aquí comienzan las "Crónicas de California", cada semana en la vida de una cinéfila que no quiere ser para siempre cinéfila, y de una guionista con muchas historias por contar. Quien sabe, ahorita de esto sale un guion.

Stay tuned


Inesita

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