sábado, 30 de septiembre de 2017

Crónicas de California: "Live from Hollywood, is Dancing with the Stars"


Tengo aproximadamente 10 años viendo Dancing with the Stars. Los lunes y martes en la noche son sagrados y dedicados exclusivamente a este show. Tengo mis bailarines favoritos y voto por ellos aunque sea a través de las redes sociales. He llorado y me he engranojado con muchas de sus presentaciones. En pocas palabras: "me lo vivo". Ahora... imaginen lo que sentí cuando recibí la entrada para ir al programa en vivo.

Una de las grandes ventajas de vivir en esta ciudad, así como en muchas otras ciudades del mundo, son los diversos shows que se puede visitar como invitados o audiencia. Lo que nunca pensé es que sus entradas son gratuitas, aunque sí sabía que eran difíciles de conseguir. Así que ahí estaba el sábado pasado, viendo una película (como siempre), cuando recibí el email que cambió mi noche.

Tres días después me dirigía en taxi con una amiga de la academia al estudio de CBS, lo cual nos resultó extraño a ambas, porque el programa es transmitido a través de ABC. Pero era una pregunta para mis profesores de clase, no para ese momento. Cuando nos desmontamos del taxi, nuestra primera reacción fue la fila... INTENSAMENTE LARGA. Y eso que fuimos dos horas antes. Pero fanáticas al fin, obedecimos a ella, y nos pasamos las siguientes dos horas discutiendo sobre los mejores bailarines, quién podría ganar y cuáles eran las mejores parejas. Incluso otras personas de la fila se unieron a nuestra discusión.

Entrar al estudio y estar durante el show tiene sus reglas: debe vestirse formal, no teléfonos celulares dentro, nada de "saludar a la cámara", aplaudir mucho y estar parados hasta que pasen a los anuncios. Es fácil si estás yendo porque quieres, como mi amiga y yo que salimos sin voz de ahí, ya ustedes se imaginarán por qué.

La audiencia estaba guiada por un presentador especial para los invitados, quien indicaba cuando debíamos aplaudir, sentarnos, pararnos y animar a los bailarines. También se encargaba de entretenernos mientras ocurrían los anuncios.

Una vez entramos, ubicamos nuestros asientos, le pedimos a una chica de seguridad que nos hiciera una foto (¡desde su celular!), esperamos a que entraran los bailarines (mejor conocidos como los "pros") y las estrellas de la temporada. Resumiendo ese corto lapso de tiempo antes de que anunciaran que estábamos en vivo: Val se nos arrodilló y nos lanzó un beso, pudimos ver el ensayo general del baile de entrada y Sharna nos reclamó porque le dijimos a Cheryl que era nuestra favorita, cuando unos minutos antes le habíamos dicho a ella que era nuestra favorita (que en mi caso, prefiero a Sharna).

Entró la mesa de los jueces, se presenta el baile de entrada y comenzaron los bailes: Latin Night! tema que hizo que me sintiera mucho más entusiasmada con todo el episodio de bailes del que iba a ser testigo. Samba, salsa, rumba, cha-cha y tango fueron los seleccionados de la noche y las parejas simplemente dieron las mejores coreografías que he visto en toda la temporada. Influye mucho el hecho de que estaba en vivo y que mi adrenalina estaba a tope.

Mis preguntas sobre qué sucedía detrás de los anuncios fue respondida mientras iban pasando las presentaciones. Este momento era el indicado para que el equipo técnico saliera, desmontara la escenografía y la adaptara a la siguiente pareja que iba a bailar, todo esto en menos de 4 minutos. Es sorprendente la rapidez con la que instalaban cables y luces, y convertían el salón en una atmósfera totalmente distinta a la anterior.

Mi pareja favorita de la noche fue Lindsey Stirling & Mark Ballas, pero esto no es porque es el momento en que aparezco en cámara (así es, leíste bien), sino porque fue una salsa de salón completa, entretenida y moderna.


Ir a Dancing With The Stars en vivo representa un cambio en la forma en que lo continuaré viendo. Por la educación que he recibido en el área, desde antes sabía lo que significaba producir un programa de televisión. Pero es muy distinto verlo ahí de cerca, los momentos en que el crew también entraba en escena a cumplir con sus funciones y los juegos de cámara que hacen para que uno (desde casa) no se dé cuenta de los detalles que pueden ocurrir en el escenario, que tratan de evitar que sea grabado.

Ya quiero repetir la visita...

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