jueves, 21 de febrero de 2019

Crítica Cinéfila: The Prodigy

Una madre preocupada por el comportamiento perturbador de su hijo está convencida de que algo sobrenatural está transformando la vida del pequeño y de quienes lo rodean, poniéndolos en peligro.



¿Crees en la reencarnación? De seguro alguna vez en tu vida has sentido curiosidad sobre esta creencia en más de una ocasión, pero aún más te aseguro que comenzarás a sentir curiosidad y querrás leer más sobre esta después de que veas The Prodigy.

Sarah y John se preparan para la llegada de su hijo, la misma noche que un asesino en serie es asesinado a balazos. Su último suspiro de vida se conecta con el primer llanto del recién nacido. Y a partir de ese momento, la película va revelando que Miles no es un niño común corriente. Mientras crece, demuestra ser mucho más inteligente de los demás niños de su edad, pero a la vez vive aislado de ellos. 

Solo es cercano a su madre, a sus herramientas de ciencia y a una voz en su cabeza que, según él, “le hace hacer cosas que él no quiere hacer”, sin dejar de mencionar las pesadillas donde él deja su cuerpo y alguien más se apodera de este. Lo que Sarah pensaba que era un problema de personalidad y debilidades de su propio intelecto, se tratan en realidad de un caso de reencarnación, donde el alma de otra persona está atrapada en el cuerpo de Miles, tratando de culminar lo que había dejado sin terminar cuando murió. Pero a diferencia de otros casos inocentes, el alma de la persona dentro de Miles es mucho más peligrosa de lo que aparenta ser.


A primera vista, The Prodigy tiene una estructura muy simple: establece las reglas de la historia, los momentos oscuros de los personajes y sus debilidades, y los puntos de realización. No deja casi nada de sorpresa, y evita a toda costa dejar dudas sobre el antagonista y cómo este funciona. En pocas palabras, es predecible. Y funciona en ocasiones, gracias a toda la tensión que van sembrando en esos momentos menos esperados. Pero no obstante a esto, funciona casi igual a otros thrillers psicológicos donde los protagonistas resuelven todo de manera casi instantánea y muy al final, sin permitirle a la audiencia entender que está ocurriendo, respirar con la trama o razonar las opciones. 

El verdadero premio mayor se lo lleva Jackson Robert Scott, quien interpreta a Miles, y sabe darle esa personalidad terrorífica en que idealizas que, por más tierno que parezca, no es normal y nunca lo será. A su corta edad, tener que interpretar casi dos personajes dentro de uno (casi como Split, con las multiples identidades, pero enfocada en la reencarnación), parece ser una tarea mucho más complicada de lo que muchos pensarían; no obstante, es en realidad notorio el trabajo a profundidad que el joven actor tuvo que interioridad para poder entrar en la personalidad de dos seres completamente diferentes uno del otro.


Y con excepción de la actuación de este joven actor, el empleo de efectos especiales fueron una gran ventaja para establecer lo que realmente debería aterrorizar a la audiencia, complementada por los efectos de sonido que permitía entender cuales eran los verdaderos momentos de tensión de la película, aquellos que debían poner todos los sentidos de la audiencia a funcionar. 

Por otro lado, Taylor Schilling es casi dejada a su olvido, con un personaje al que le resuelven todo, y que cuando finalmente debe actuar por sí misma, no es capaz de lograrlo a tiempo. La culpa la tienen el guionista Jeff Buhler, quien además de otorgar una historia completamente predecible, busca romper el hielo con un final que seguramente nadie se espera pero que dejarán un sabor amargo en todos los que esperaban victoria de parte de alguien.

Sin ánimos de ofender a sus creadores, el mérito se lo llevan los editores del trailer, que vendieron The Prodigy como una auténtica película de terror que pretendía romper con los clichés de las historias de este género, pero que terminó siendo un thriller y, no obstante a esto, no habla lo suficiente sobre la reencarnación.


The Prodigy
Título en español: Maligno

Ficha técnica

Dirección: Nicholas McCarthy
Producción: Tara Farney, Tripp Vinson
Guion: Jeff Buhler
Música: Joseph Bishara
Fotografía: Bridger Nielson
Montaje: Tom Elkins, Brian Ufberg
Reparto: Taylor Schilling, Colm Feore, Brittany Allen, Peter Mooney, Jackson Robert Scott, Olunike Adeliyi

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