viernes, 8 de marzo de 2024

Crítica Cinéfila: Dune - Part Two

Tras los sucesos de la primera parte acontecidos en el planeta Arrakis, el joven Paul Atreides se une a la tribu de los Fremen y comienza un viaje espiritual y marcial para convertirse en mesías, mientras intenta evitar el horrible pero inevitable futuro que ha presenciado: una Guerra Santa en su nombre, que se extiende por todo el universo conocido.



En una de las secuencias dramáticas más decentes de "Dune: Part Two" de Denis Villeneuve, la luchadora Fremen Chani ( Zendaya ) le enseña al duque Atreides Paul (Timothée Chalamet) la forma correcta de caminar por la arena. Aunque a simple vista parecerá una burla, incluso un baile, tiene su lógica y uno se adentra a las reglas de Arrakis. Mientras arrastran los pies con delicadeza por ese árido terreno eterno, evitando el patrón rítmico que atrae a los gusanos de arena del desierto, hay una discreta dulzura en sus interacciones, una señal de la creciente intimidad de la pareja. Pero todo se cae cuando Paul insiste en los métodos que aprendió en un video antropológico y Chani responde con una mirada escéptica y exasperada. Desde los rituales Fremen hasta las tradiciones que son intercambiadas por miembros del grupo históricamente nómada van perdiendo peso narrativo a lo largo de esta secuela que, por alguna razón particular, se adentra más en un terreno de chistes fuera de lugar y un ritmo tan cercano como el anterior; quizás levemente mejorado en esta ocasión.

En gran parte se debe a que la sociedad Fremen y la relación de Paul con Chani se convierten en los hilos narrativos principales de esta segunda parte. "Dune: Part Two" mantiene el grandioso estilo visual introducido en su primera película y al mismo tiempo presta más atención a la historia y el desarrollo de los personajes, algo definitivamente mejorado en esta ocasión. 

La película, escrita entre Denis Villeneuve, Jon Spaihts y Craig Mazin, comienza horas después de los acontecimientos de la primera película. Paul y Lady Jessica (Rebecca Ferguson) se unieron al grupo Fremen de Chani, y su integración generó curiosidad y sospecha a partes iguales. Algunos miembros aceptan fácilmente a los nobles Atreides, mientras que otros se preguntan si son espías. Mientras tanto, los Harkonnen, liderados por el sanguinario barón Vladimir (Stellan Skarsgard), han recuperado el control de la producción de especias en Arrakis y han lanzado una guerra genocida contra los Fremen. 

Sin embargo, y a pesar de que la trama es aún más precisa en este encuentro, con una duración de cerca de tres horas, "Dune: Part Two" se mueve a un ritmo similar al paseo de arena de Paul y Chani por el desierto abierto. La narrativa se detiene en momentos inadecuados, conversaciones coincidentes y situaciones aparentemente chistosas;  un punto a favor es que la música de Hans Zimmer es aún más envolvente y la cinematografía de Greig Fraser ofrece perspectivas interesantes que profundizan nuestra comprensión del planeta fervientemente buscado. 

Y aún con esa impresionante cinematografía, esta segunda parte está plagada de una persistente superficialidad cuando se trata de retratar a los Fremen, un pueblo indígena que lucha por la autodeterminación dentro del imperio; la película tiene dificultades para abarcar plenamente los matices del texto antiimperial y ecológicamente distópico de Herbert. 

Parecería que Villeneuve no está interesado en los Fremen y se preocupa más por la integración de Paul con ellos, explorando cómo funciona su sociedad desde un punto de vista foráneo. Después de matar a Jamis (Babs Olusanmokun), Paul se gana el respeto de Stilgar (Javier Bardem), un líder religioso del ejército Fremen que espera al Mesías, y la tentativa aprobación de Chani. La pareja ayuda a Paul a aclimatarse a la vida en el desierto, enseñándole cómo tener una relación con la tierra. A través de sus lecciones, Paul ve el planeta como más que un lugar del cual extraer la mezcla psicotrópica conocida como Spice. Aprende a trabajar con el terreno árido en lugar de intentar dominarlo, un enfoque que mejora sus habilidades de combate. Y de repente, en menos de 10 minutos, ya se acostumbró, todos lo han aceptado y hasta nuevo nombre tiene.

A Villeneuve no se le puede menospreciar las secuencias de lucha, que muestran cómo el pequeño ejército de los Fremen burla constantemente la fuerza tecnológica de los Harkonnen. Desde montar gusanos extraterrestres hasta usar las tormentas de arena como cobertura, recurren a su mundo natural para mantener la ventaja. En algunas escenas, los alrededores de arena brillante y blanqueada quedan envueltos en profundas nubes de polvo casi como sangre, que desorientan a los enemigos. Mientras los antagonistas intentan encontrarse a sí mismos, los Fremen se mueven rápidamente para desarmarlos y desmembrarlos.

Cuando la película va más allá de las escenas de lucha, el acercamiento a las tradiciones Fremen es bastante inestable. Mientras Paul genera confianza entre el ejército Fremen, su madre siembra rumores entre la gente en las cuevas de que su hijo es el Mesías. A pesar de las protestas de Paul, Lady Jessica y su feto "no nacido" quieren cumplir la misión del todopoderoso grupo religioso matriarcal Bene Gesserit; es bastante confuso comprender si son parte del mismo grupo o no.

Las actuaciones de Chalamet y Ferguson son más fuertes cuando madre e hijo discuten sobre qué hacer. A través de estos argumentos, Chalamet se deshace de la inocencia juvenil de la primera película por una personalidad más oscura y complicada, pero por momentos con una actitud casi satírica y picarona que no encaja. El personaje de Ferguson es el que verdaderamente se pierde cuando entra en un terreno moralmente más ambiguo y los Fremen le piden que se convierta en la Reverenda Madre del grupo. Aceptar el papel significa heredar los recuerdos de los Fremen. Es aquí donde la película de Villeneuve podría haber aprovechado la oportunidad para interrogar la razón de que Paul y Jessica, dos forasteros conectados al régimen imperial, heredaran los secretos y tradiciones de los indígenas Arrakis. 

En cambio, "Dune: Part Two" se hunde aún más en los intentos de explicar mientras complica la comprensión más texturizada del imperialismo al jugar repetida y sutilmente con la religiosidad de los Fremen para reír. Habría sido mucho más interesante analizar, aunque sea brevemente, por qué existen divisiones dentro de los Fremen sobre la existencia de un Mesías en primer lugar. ¿Por qué Chani lucha con vehemencia contra la creciente popularidad de Paul, mientras que Stilgar se desespera por abrazarla? ¿Se pueden atribuir estas facciones a algo más que a las maquinaciones Bene Gesserit? La película de Villeneuve es mucho mejor al mostrar la violencia más obvia del poder imperial y escenificar una batalla más familiar y básica entre el bien y el mal. 

La segunda parte  amplía el imperio Dune, introduciendo junto al Emperador (Christopher Walken) a su hija, la Princesa Irulan (Florence Pugh), así como al sobrino sociópata del Barón, Feyd (un loquísimo Austin Butler). A través de estos personajes, Villeneuve construye nuestra comprensión de los vínculos políticos y personales en juego y establece la absorbente narrativa de venganza de Paul. Ambos decentes en sus roles pero no necesariamente memorables.

Mientras el Duque aprende de los Fremen, lucha con la crisis existencial de someterse a la profecía Bene Gesserit y se enamora de Chani, mantiene a su padre cerca de su corazón. Gran parte del viaje personal y del desarrollo del carácter de Paul están ligados al deseo de vengar a su padre y al pueblo. Esa misma crisis existencial es lo que pasaba dentro de mí mientras observaba otra película de Villenueve que queda en mi lista negra, donde realmente se siente lo que está en juego en las preguntas más interesantes de la segunda parte sobre el destino y la lealtad, los agravios individuales y el bien común, y el futuro de Arrakis en general, pero que son literalmente abandonadas por rescatar otros ideales y momentos, seguramente por la impresión visual que causarían más que su comprensión e interés narrativo.


Dune: Part Two
Título en español: Duna: Parte Dos

Ficha técnica

Dirección: Denis Villeneuve
Producción: Mary Parent, Cale Boyter, Patrick McCormick, Denis Villeneuve, Tanya Lapointe
Guion: Denis Villeneuve, Jon Spaihts, Craig Mazin
Basada en Dune de Frank Herbert
Música: Hans Zimmer
Cinematografía: Greig Fraser
Montaje: Joe Walker
Reparto: Timothée Chalamet, Zendaya, Rebecca Ferguson, Josh Brolin, Austin Butler, Florence Pugh, Dave Bautista, Christopher Walken, Stephen McKinley Henderson, Léa Seydoux, Souheila Yacoub, Stellan Skarsgård, Charlotte Rampling, Javier Bardem

No hay comentarios.:

Publicar un comentario