miércoles, 30 de julio de 2025

Crítica Cinéfila: Chespirito, Sin Querer Queriendo

'Chespirito: Sin querer queriendo' es la historia de un hombre que lo sacrificó todo en la búsqueda por ser amado y reconocido y convertirse en un éxito del entretenimiento. Esta bioserie permite conocer a lo largo de más de tres décadas (desde los años 50’s hasta principio de los 80’s) la magia e inspiración de donde surgen los personajes icónicos de las series El Chavo y El Chapulín Colorado. 



Chavo, Chapulín, Chespirito... no importa cómo lo haya conocido, el sentimiento de cariño, nostalgia y hasta tristeza le invaden a cualquier persona que vea la serie de HBO Max "Chespirito" y que haya crecido viendo a los personajes de Roberto Gómez Bolaños. Por 50 años, este genio estuvo activamente creando múltiples proyectos con el principal objetivo de hacer reír a su público. Esto resultó en 690 episodios de televisión, 20 películas, 3 obras de teatro, 3 telenovelas y 3 libros. Más allá de los chismes que ha ocasionado la bioserie sobre su vida, la serie sirve como un análisis de un personaje fundamental para la cultura popular de la segunda mitad del siglo XX en el continente americano.

"Chespirito: Sin querer queriendo" es una miniserie basada en la vida personal y profesional de uno de los más grandes creativos de la televisión mexicana. Roberto Gómez Bolaños (interpretados por Dante Aguilar, Iván Aragón y Pablo Cruz respectivamente) pasó su juventud soñando con escribir e interpretar comedia física como Charlie Chaplin y Buster Keaton. Pero su madre (Karina Gidi) no le apoyó, temiendo que su futuro fuera tan difícil como el de su difunto padre y artista Francisco Linares (Roberto Gómez Fernández). No obstante, en la década de 1950, el compromiso de Gómez Bolaños con el oficio y su disposición a correr riesgos lo ayudaron a pasar de ser un trabajador de fábrica y el fundador de un club de actuación local a convertirse en redactor publicitario para un medio relativamente nuevo llamado televisión. 

Pronto hizo la transición a la escritura de guiones, lo que le valió lograr su nombre artístico de 'Chespirito' (un juego de palabras con el nombre 'Little Shakespeare') gracias a su talento e ingenio rápido. Mientras Chespirito forjaba una carrera como guionista y productor, también presentaba ideas originales para programas basados en personajes que creaba a sus jefes con la esperanza de que fueran elegidas, lo que le daba la oportunidad de tener mayor control creativo y ganar más dinero para mantener a su paciente esposa Graciela Fernández (Paulina Dávila) y a sus seis hijos. Hubo muchas decepciones en el camino, pero para 1973, Chespirito creó y protagonizó con éxito las ahora clásicas series El Chapulín Colorado (1973-1979) y El Chavo (1973-1980), convirtiéndolo a él y a sus compañeros actores en figuras reconocidas. El éxito profesional es maravilloso, pero la presión constante por crear nuevas ideas para historias y mantener a los talentos contentos requiere muchas horas de trabajo y crea situaciones que pueden descarrilar las relaciones fuera del estudio. Sin embargo, Chespirito nunca perdió su espíritu creativo y dejó un legado espectacular en el mundo del entretenimiento mexicano.

Roberto Gómez Bolaños y el fenómeno que representa trasciende lo supuestamente poco intelectual que representa y se eleva con sus situaciones filosóficas y autoanálisis sociales que posee. Como personaje mediático fue uno de los pilares de exportación en la industria mexicana. Un ejemplo en el que se puede ver reflejado lo que a nivel colectivo representó “Chespirito” y de manera especial su personaje del “Chavo del Ocho”, es la mirada social, la psique que como país y ciudadanos se tiene de uno mismo, incluso de forma individual. De algún modo representa un espejo de la madurez colectiva sin afán de sobre interpretar. La serie, con la producción de Roberto Gómez Fernández y de Bruce Boren, también es un reflejo de cómo funcionaba la industria de la televisión en décadas anteriores. Un medio siempre vinculado con el poder establecido. 

Por supuesto, no es una sorpresa que parte fundamental de la historia sea el triángulo amoroso del Chespirito con su esposa Graciela y su compañera de serie Florinda. Lo que sí es sorpresa es cómo los hijos de Roberto Gómez no mostraron sentimentalismo ni debilidad para mostrar el verdadero rostro imperfecto de su padre, obligando a la audiencia a separar el querido personaje del Chavo de su intérprete/autor. En adición a esto, cuentan la historia desde tres líneas de tiempo distintas: la historia detrás de cómo Chespirito se convirtió en quién hoy es y cómo creó sus famosas series, la producción del programa especial del Chavo en Acapulco, y los flashbacks de la niñez de Chespirito para entender de donde venían sus ideas.

Protagoniza la bioserie Pablo Cruz Guerrero, que está excepcional en el papel de “Chespirito”, Bárbara López en el rol de Florinda-Margarita Ruiz, Andrea Noli, Eugenio Bartilotti y sí, un gran elenco enfundado sobre todo en el cuadro de actores de Gómez Bolaños. Destaca el antagonista Juan Lecanda, como Marcos Barragán, pues sí en el inefable “Quico”. Las actuaciones son un punto fuerte de la serie, tanto por la exactitud en la selección de los talentos (no se puede negar el parecido sorprendente de Pablo Cruz con Roberto Gómez) como por sus interpretaciones y el trabajo de retratarlos en sus distintas formas y caracteres. 

Otro aspecto a destacar es todo el trabajo técnico que, no solo tenía la ardua tarea de retratar una época a través de la dirección de arte, vestuario y maquillaje, sino también debía mostrar los aspectos de cómo se veía trabajar detrás de cámara en un estudio, cómo se construían los escenarios que crean la magia de las producciones.

“Sin querer queriendo”, es una radiografía de una sociedad que desmitifica a sus ídolos populares y de una industria del entretenimiento que está lejos de tener la jugada de hace algunos años con novelas históricas, que tenían una razón política, toma historias de ídolos mediáticos y les saca jugo. Si usted no era fan de la serie que duró más de dos décadas en la televisión mexicana, seguro que hasta tendrá curiosidad de verla; es una manera de ver una época, cómo era la televisión antes y cómo lo es ahora.


Chespirito: Sin Querer Queriendo

Ficha técnica

Creación: Roberto Gómez Fernández
Dirección: Rodrigo Santos, David «Leche» Ruíz, Julián de Tavira
Producción: Roberto Gómez Fernández, Paulina Gómez Fernández
Guión: Roberto Gómez Fernández, Paulina Gómez Fernández
Música: Camilo Froideval
Cinematografía: Marc Beliver, Diana Garay
Montaje:  Sam Baixauli
Reparto:  Pablo Cruz, Paulina Dávila, Bárbara López, Arturo Barba, Andrea Noli, Miguel Islas, Juan Lecanda, Eugenio Bartilotti, Paola Montes de Oca
No. de episodios: 8
Género: Drama biográfico, Dramedia, Biopic

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