Las películas sangrientas no me entretenían... hasta que vi The Purge 3
El término Purge (en español Purga) significa la expulsión de los miembros, considerados indeseables de una sociedad, debido a causas políticas. Esta definición se confirma en cada una de las historias de The Purge que han llegado a la pantalla grande; sin embargo, la última marca la diferencia.
Election Year, como se titula el tercer capítulo de la saga, cuenta las historias de una senadora que busca la anulación del día de la Purga, y tres ciudadanos que tienen el objetivo de proteger y protegerse durante la noche más sangrienta de un Estados Unidos distópico. Ambos grupos se unen y presentan el otro lado de la Purga: la desprotección de la clase baja, principal víctima de los locos sueltos durante 12 horas. La otra cara de esta película es demostrar como la decisión de acabar con la pobreza de una nación significa masacrar a todo aquel que se encuentre indefenso en las calles.
Una vez más, DeMonaco demuestra el gran ojo creativo que posee, mostrando las muertes de una manera artística y entretenida; colocando entre las pistolas y machetes, las líneas más poéticas, satíricas e irónicas continuadas con los actos más macabros y sangrientos. Rompiendo con el esquema de terror de las dos primeras entregas, en esta trama el subgénero gore compitió con la presencia de la acción y dramatismo que sus protagonistas le dieron a la historia desde el primer minuto hasta el final con las elecciones.
No me extraña saber que The Purge 3 se posicionó en su primera semana en Estados Unidos en el primer puesto del ranking taquillero.
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