viernes, 11 de diciembre de 2020

Crítica Cinéfila: Papi

Sonia, una niña de nueve años espera a su padre, un mafioso dominicano que le ha prometido llevarla a la playa. Papi la deja esperando, porque el tráfico de carros, dólares, mercancías y novias entre el Miami y el Santo Domingo de los años 80 lo mantienen muy ocupado.



Papi se sintió como una versión local de The Florida Project. Una hermosa sorpresa de final de año sobre nuestro cine nacional presentando propuestas de autor. Por distintas razones se convierte en una de mis favoritas en lo que va del año: la primera es que la historia es tan atractiva e interesante que uno no puede dejar de pensar en la creatividad narrativa detrás de cada escena, y la segunda es porque demuestra que el talento dramático va más allá de lo que la sinopsis nos vende.

Papi sigue dos puntos de vista. El más importante es el de Sonia (Avril Alcantara), una niña de nueve años que espera de manera ansiosa a que su padre la recoja para ir a la playa. Mientras hace esto debe distraerse de alguna manera, desde jugar Yas y con sus barbies, imaginarse como la host de un programa de charadas para TV, hasta recordar cuando Papi la ha visitado en años anteriores y ella tenía la oportunidad de pasar todo el tiempo a su lado, sin importar los delincuentes, armerías, mujeres con supuestos hijos y malos negocios que hubiesen de por medio. Al final del día, no tratan de vender a Papi como un santo, sino como lo que es, y cómo su hija lo ama incondicionalmente sabiendo muchas de estas cosas.

El segundo es el punto de vista de Cili (Olga Bucarelli), la mamá de Papi y una mujer muy supersticiosa que tiene la sensación de que algo le ha ocurrido a su hijo. Al igual que su nieta, espera ansiosamente por que él le devuelva las llamadas mientras le hecha agua bendita y santos a su casa, con la esperanza de escuchar buenas noticias.

Si han visto The Florida Project entenderán que Papi sigue mucho la visión de Sonia, incluso en momentos cuando está con su abuela Cili, y esto es importante para la historia pues se enfoca más que todo en la inocencia e ingenuidad de la niña frente a situaciones delicadas e incluso peligrosas donde su padre la expone; pero a pesar de todo esto, más fácil ve el agotamiento y repetidas pastillas de migrañas constantes de su madre como algo malo que todo lo que su padre hace frente a ella, lo cual en la mayoría son hasta ilegales.

Después de 12 años de la última vez que vimos algún audiovisual de su autoría, Noelia Quintero regresa como directora y guionista de su primer largometraje de ficción, basado en la novela del 2005 de Rita Indiana. No es de dudar que la novela debe ser una obra maestra por tratarse de una de las artistas más ambiciosas y dedicadas de la República Dominicana; pero Noelia hace una ardua labor con ese sumergimiento constante en la mentalidad de una niña observando la mafiosidad y malicia de su padre. Por momentos se siente como si estuviésemos en un videojuego creado por su imaginación, donde ella trata de resolver acertijos de adultos que para su corta edad quizás sean muy complejos, y en otras ocasiones resultan mini videclips, con la musicalización creativa de Rita Indiana y Luis Amed Irizarry. 

The Florida Project tenía una tonalidad mucho más natural en su cinematografía, pero la cámara y juego de iluminación de Pedro Juan López le hace honor al juego mental en el que nos teletransporta con cada momento narrativo. Cada salto de escena se sentía como un viaje intergaláctico dentro de la imaginación de Sonia, quien claramente entendía aspectos de la vida de su familia y sobretodo de su padre, con un adherido infantil a cada detalle; uno de los mejores debe ser la fila eterna de mujeres con niños pendientes a ser chequeados por Cili para que confirme la autenticidad del gen de Papi o el closet mafioso en tamaño reducido para un niño de 10 años. La mayoría de estos momentos se resumen en la simple idea de que Sonia no tiene mentalidad de una niña; socializar con niños parece ser una tarea mucho más compleja y por ende prefiere estar rodeada de adultos que le dicen que todavía es muy joven para ciertas cosas.

Papi le hace honor a una vida dominicana que todavía sigue muy latente: la exposición temprana al sexo, las drogas y el alcohol, la vida del inmigrante, la constante preocupación sobre la delincuencia y la devoción hacia la familia y la religión. Con esta historia, Rita Indiana aprecia de manera positiva y negativa aspectos culturales del dominicano; pero más importante Noelia en compañía de su cast nos dan la oportunidad de apreciar el cine local con otra visión y otro corazón. Es simplemente un viaje agridulce a recordar por un buen tiempo.


Papi

Ficha técnica

Dirección: Noelia Quintero
Producción: Rita Indiana, Esteban Martin, Albert Martinez Martin, Rafael Elias Munoz
Guión: Noelia Quintero
Basado en Papi de Rita Indiana
Música: Rita Indiana y Luis Amed Irizarry
Cinematografía: Pedro Juan López
Montaje: Nino Martínez Sosa
Reparto: Avril Alcantara, Amauris Pérez, Olga Bucarelli, Hony Estrella, Yubo Fernandez, Rita Indiana, Soraya Pina, Vanessa Torres, Roger Wasserman

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