El príncipe de Botsuana Seretse Khama causa un revuelo internacional cuando, a finales de la década de los 40, se enamora y casa con una mujer blanca, la trabajadora británica Ruth Williams. Su matrimonio desafía las convenciones sociales, teniendo que hacer frente a sus familias, los gobiernos de sus países y al apartheid. (Sensacine)
1947. Un estudiante de derecho conoce a una joven en un baile de misioneros. Se enamoran a primera vista y comienzan a salir juntos, hasta que le pide matrimonio un año después. Esto sería una preciosa película romántica si no se tratara de una historia llena de injusticias y prejuicios debido a un tema que todavía se mantiene latente en la sociedad actual.
Este filme se une a la ola de protestas que ya se ha generado en la industria del cine a nivel mundial para demostrar el racismo que arrastra la historia de la humanidad.
Este filme se une a la ola de protestas que ya se ha generado en la industria del cine a nivel mundial para demostrar el racismo que arrastra la historia de la humanidad.
Aunque se ha convertido en un hábito contar historias sobre esta temática, no me deja de sorprender la trama y la intensa representación actoral que encarnan cada uno de sus personajes. Específicamente me refiero al rol protagónico de David Oyelowo, quien ya ha tenido antecedentes bajo esta misma línea, como en The Help, Selma, La Reina de Katwe y Nina; pero, lo que más me gustó en esta ocasión es el discurso que da a lo largo de la película, caracterizado por el alto toque de humanización y bondad bajo un momento de tensión como el que vivió su personaje (y no solo me refiero a sus diálogos). Rosamund Pike se destaca porque en estos últimos años se había presentado en tramas de suspensos; de repente verla en este filme no solo me sorprende sino también que me permite conocer mejor otra de sus facetas actorales.
En la parte técnica, se presenta una fotografía que ya la había visto en "Loving", con un destacado interés de presentar en plano amplio los escenarios donde se desarrolla la historia. No es lo que más se puede apreciar de esta película, pero se respeta el trabajo del director fotográfico McCurdy, principalmente en la sutileza de los movimientos de cámara que mantienen la calidez y romanticismo de la trama.
Lo que más me llamó la atención fueron las intenciones del guion de contar la historia de un matrimonio interracial entre dos naciones que se les prohibía, por el tema de lo establecido en el apartheid; y aunque fueron aplastados por el sistema y humillados a nivel internacional, se hizo justicia.
De una manera simple, Amma Asante mezcla el romance de sus protagonistas con la situación política que acontecía en aquel entonces, sin dejar atrás ningún detalle de esta trama y haciendo gran énfasis en sus personajes principales y en lo que era más importante para ellos: estar juntos.
De una manera simple, Amma Asante mezcla el romance de sus protagonistas con la situación política que acontecía en aquel entonces, sin dejar atrás ningún detalle de esta trama y haciendo gran énfasis en sus personajes principales y en lo que era más importante para ellos: estar juntos.
Son muchas las historias de este tipo que salen a flote a medida que la industria del cine las despolva de los libros y novelas. Son más aún las que salen de voces que, a pesar de las grandes diferencias, gritan con impotencia su furia y sus necesidades.
A United Kingdom
Título: Un Reino Unido
Ficha técnica
Dirección: Amma Asante
Producción: Brunson Green, Charlie Mason, Rick McCallum, Cameron McCracken, Justin Moore-Lewy y David Oyelowo
Guion: Guy Hibbert
Basado en: Colour Bar de Susan Williams
Música: Patrick Doyle
Fotografía: Sam McCurdy
Montaje: Jonathan Amos
Protagonistas: David Oyelowo, Rosamund Pike, Terry Pheto, Jack Davenport, Tom Felton, Abena Ayivor y Vusi Kunene
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