martes, 31 de diciembre de 2019

Crónicas de California: 19 lecciones del 2019


No paro de decirlo: qué rápido se fue el año, casi ni lo pude saborear. Es increíble como, no bien llega Enero, ya se siente que los días pasan volando y de repente ya estamos en navidad otra vez. Sin embargo, lo que ocurrió en este año fueron momentos que llevaré conmigo como importantes lecciones de vida. No solo fue un año de logros muy importantes, también fue un año de mucho entendimiento personal y profesional.

Seguro muchos se habrán quejado del año, dirán que fue una galleta sin mano, y que se pasó de agresivo... pero este 2019 fue una moneda de doble cara para mí. Tuvo sus buenos momentos así como sus situaciones de crisis, pero lo más importante es que fue un constante aprendizaje. 

Lo fui apuntando durante todos sus meses y aquí les dejo mi recopilación final, las 19 lecciones de este 2019:

1. Un día libre a la semana es necesario
Algunos recordarán una publicación que hice hace unos meses sobre cómo me encanta estar ocupada todos los días, pero mi cerebro y cuerpo me han dicho desde hace varios meses que, a veces, hacer nada durante todo un día es necesario. Ya he hecho la prueba, y es verdad: a veces es necesario darse un respiro.

2. La regla de "escribir tres horas por día" es fundamental
No obstante a la lección #1, es necesario cultivar la creatividad, y ya que no estoy en la maestría ni debo entregarle páginas a ningún profesor, escribir 3 horas al día es necesario para mantener una buena rutina como guionista.

3. Hay que tener (por lo menos) un mentor
Digo uno, pero es necesario tres: uno a nivel profesional, otro a nivel espiritual, y un último que sea tu psicólogo/a.

4. No se puede seguir todas las series que todo el mundo sigue
Cometí este error varias veces durante el año, y se lo digo a todos: la serie que le gustará a la masa no siempre será la mejor para todas, mucho menos para esta persona completamente selectiva hasta para los calcetines que usa.

5. Cuidado con los crafties de los rodajes
Me encanta cuando la gente dice "yo nada más quiero ir a los rodajes a comer", y es verdad. Siempre hay comida (o por lo menos, siempre debe haber). Sin embargo, no siempre será saludable; por lo que mi mayor consejo es que no te comas la mesa... nadie está apostando que lo puedes hacer.

6. Aprende a delegar
A mí me resulta muy difícil delegar trabajo. Corrección: me resulta muy difícil confiar mis proyectos a otros. Por lo que, cuando finalmente delego es porque ya entiendo que esa persona lo va a hacer bien. Pero este año aprendí algo bien importante: él que está en esta industria es porque quiere, y aunque no todos son tan perfeccionistas como yo, harán su trabajo. Así que hay que aprender a cederlos (y no hacerlo uno mismo por falta de confianza).

7. Conoce bien a las personas antes de involucrarlos en tus proyectos
Pero lo anterior definitivamente va conectado con esto. Es verdad que muchas personas se están uniendo a la industria para ganarse un título en específico, pero el hecho de que ya tenga un par de créditos, no lo hace bueno en ese rol. Así que investiga antes de contratar.

8. No todos los guiones se limitan a su formato original
Esta enseñanza viene en una publicación más larga. Para mis amigos/as guionistas: se cuanto desean que ese guión se convierta en la película o serie de sus sueños, pero si no pasa, recuerden que también pueden hacer un comic, un libro, un juego de cartas o una serie web. No se estanquen porque no han obtenido la "gran oportunidad". 

9. Tu agenda es tu verdadera mejor amiga
Mucha gente me preguntó este año cómo llevaba tantos proyectos a la vez (en Julio estaba produciendo 5 rodajes al mismo tiempo), y esto es gracias a "la controladora" -así le llamo a mi agenda-. Una grande para llevar todo mi calendario de la semana y una de bolsillo para recordatorios importantes.

10. Algunas personas no nacieron para hacer algunos oficios.
Esto va para todo el mundo, desde actores que simplemente no se dejan llevar de sus directores hasta productores que simplemente no tienen la paciencia del papeleo. Por más que ames a lo que quieres dedicarte en esta vida, no significa que tienes que serlo sí o sí. Esto me costó entenderlo, pero ya lo superé. Aprende a superarlo tú también.

11. Un viaje al año es importante para la creatividad
Este año viaje a 5 lugares/ciudades que nunca había ido y me llevé cosas de gran valor: historias, personajes e ideas que definitivamente, algún día, estarán en algún formato. Sin embargo, además de la razón profesional, es necesario viajar y conocer el mundo. ¡No te estanques a una sola ciudad o país!

12. Se un alma libre, sin depender de las opiniones de los demás
Independientemente de las ideas de los demás o los consejos que te puedan llegar, al final del día tú conoces tu proyecto y tu vida mejor que nadie. Es verdad que a veces las opiniones de otros ayudan, pero no tienen que ser lo definitivo. Aprende a decidir por tí mismo.

13. La rutina es necesaria
Esto se lo explique a varias personas este año. No importa tu carrera u horario, debes de tener una rutina de vida. Sino y si solo vives de lo que llegue, pues siempre estarás dependiendo del futuro. Yo tendré las rutina más extraña, pero sé como son mis días y (más o menos) las horas de trabajo.

14. No todas las películas tienen que verse 
Este año hubo muy buenas películas, y muy malas películas. He aprendido a sacrificar las que no me dan buena espina, pero aún así, vi algunas que sentí que perdí horas valiosas de mi vida. 2020 no será igual... o así espero.

15. No es lo mismo trabajar para un productor que trabajar para una productora
Esto también merece una publicación a parte, pero en resumen: los productores se diferencian hasta en su género. Ninguno es mejor que el otro, pero es una rutina diferente, y hay que entenderla para saber con quién te ves mayormente trabajando.

16. Jugar es un derecho hasta de adultos
No solo es una forma de desconectarse del trabajo, sino también para llevar la vida más relajada. ¡Definitivamente el próximo año voy a establecer un game night por mes! Y cuidado...

17. No tengas miedo a arriesgarte a hacer las cosas porque nadie lo ha hecho aún
Alguien me dijo que hacer series en RD no es buena idea porque la ley no lo incluye... bueno, esto no es un impedimento real para mí. Así que "Exorcismo 101" va porque va. 

18. Suéltate más el cabello
Lo tenía que poner. Ruben Peralta me lo dijo, y ha tenido mucho efecto en las últimas semanas.

19. No se pueden tomar todos los proyectos que te llegan de frente
La lección más importante del año. En este 2019 produje alrededor de 15 cortometrajes, dos series web, y trabajé en la producción de 4 largometrajes. Sin embargo, no puedo decir que todos fueron increíbles. Algunos fueron verdaderas pesadillas, y esto se debe a que, antes de pensar en el guión o el concepto, pensaba en el crédito. Ya no será así. Ya me voy a cotizar. Porque, por más lindo que se vea ese crédito en mi IMDb, eso no es suficiente para mi salud mental.


Esas son mis lecciones del año (muy importantes, lo sé). ¿Cuáles son las tuyas?

domingo, 29 de diciembre de 2019

Crítica Cinéfila: Cats

Adaptación del famoso musical de Andrew Lloyd Webber, 'Cats'. La trama gira en torno a una tribu de gatos -los Jellicles- durante la noche del año en que toman su más trascendente elección: la de decidir cuál de ellos renacerá en una nueva existencia.



Comenzaré diciendo con que no me pareció una película terrible... por el contrario, la encuentro entretenida y hasta pegajosa. No es perfecta, tiene inconsistencias de guión y un rompimiento inesperado de la cuarta pared al final que llega sin sentido. Pero aún así, no es una mala película.

En general, hay dos tipos de musicales exitosos: los que son complacientes de la multitud y accesible para una amplia audiencia, y los que son extraños éxitos de culto que atraen a una multitud de nicho. Es lo que hace que todo el fenómeno de Cats sea ​​una excepción tan única a la regla. El caprichoso megamusical de Broadway de los años 80 de Andrew Lloyd Webber se basa en una fuente igualmente fantasiosa (la colección de poesía Libro de gatos prácticos de Old Possum de TS Eliot), la cual tiene poca trama real y es conocida por su estética y marco polarizantes. Agregue a esto el director Tom Hooper a la mezcla, obteniendo la receta perfecta para una adaptación de película maravillosamente loca. Cats da vida a la sensación de Broadway de Webber como un espectáculo audazmente extraño que seguramente deleitará y dividirá tanto como el musical original.

La trama se reduce a esto: una noche, una ingenua gata joven llamada Victoria (Francesca Hayward) es abandonada en un callejón, enfrentándose cara a cara con los miembros de la tribu de gatos Jellicles. Resulta que esta noche es la noche de Jellicle Ball, un evento en el que la vieja y sabia Deuteronomia (Judi Dench) tomará "la elección de Jellicle" y decidirá cuál de ellos es digno de ascender a la Capa Heaviside y regresar en una nueva vida. Pero a medida que los diversos gatos Jellicles se preparan para las festividades de la noche, el astuto y mágico Macavity (Idris Elba) conspira para derrotar a su competencia.


Aquellos familiarizados con el musical de Broadway saben que Cats es una prueba de fuego adecuada para saber cuánto se ama el arte del teatro musical en sí mismo, y la versión de la película no es diferente. En todo caso, Hooper y su coguionista Lee Hall (Rocketman) se apoyan en la rareza de la obra y lo duplican con su adaptación. Esta es una película donde los gatos usan abrigos de piel, la gata mimada Jennyanydots (Rebel Wilson) realiza un número de baile al estilo de Busby Berkeley con otras criaturas que tienen rostros humanos, y la coqueta Bombalurina (Taylor Swift) muestra qué hacer para poner a todos los gatos drogados con la pólvora mágica que los felinos aman. Cualquiera que esté deprimido por este tipo de locura debería verse arrastrado a ver el musical de Broadway, un viaje increíblemente demente e impulsado por el puro carácter pegadizo de las melodías fuera de ritmo de Webber, las cuales tienen sus encantos. Bendícelos, el elenco está tan comprometido con esta locura como su director, y no hay ni rastro de autoconciencia mientras se pelean, silban, acarician o lanzan juegos de palabras.

Al igual que el espectáculo en el escenario, Cats tiene un mensaje básico (la amabilidad y la aceptación son buenas, el tribalismo y el comportamiento egoísta son malos), y su historia es una preocupación secundaria de su artesanía. Para la película, Hooper tomó la audaz elección de transformar su elenco en gatos humanoides de aspecto muy extraño del tamaño de felinos reales (con sets prácticos construidos a escala) utilizando la llamada "tecnología de pelaje digital". Pero tan fácil como burlarse del engaño CGI, tiene el efecto deseado, permitiendo que los gatos transporten a la audiencia a un mundo que se siente tan alejado de la realidad como sea posible, a pesar de estar en Inglaterra. Si Hooper fue demasiado lejos con el naturalismo en Les Misérables, él va al extremo opuesto aquí, y por una buena razón. No hay nada ni remotamente "real" en esta configuración, por lo que el artificio de las apariciones del elenco solo se suma a la calidad de sueño febril de todo el asunto. Y debido a que hay mucha coreografía de baile (además del espléndido diseño de producción de Eve Stewart), Hooper y su cinematógrafo Christopher Ross se ven obligados a filmar la mayor parte de la película en tomas fluidas y de gran angular, tomas que, sin duda, tienden a editarse juntos de manera no rítmica, lo que resta valor a los números musicales más que a mejorarlos.


Cats combina perfectamente a sus actores con sus respectivos roles. A pesar de que Hayward no tiene una buena actuación, Victoria se caracteriza más por el baile y la canción (su canción solista, "Beautiful Ghosts", fue escrita para la película por Swift y Webber), permitiendo que la bailarina brille por sí sola. Wilson, Swift, James Corden (como Bustopher Jones) y Jason Derulo (como Rum Tum Tugger) también aportan sus talentos musicales a la mesa, dando a cada uno de sus grandes números un sonido distintivo y ambiente de género. Dench e Ian McKellen (como Gus, el viejo gato de teatro) adoptan un enfoque más de cantar y hablar de sus canciones, pero la pareja es cálida y cariñosa, y el Deuteronomio de intercambio de género resulta ser un movimiento para mejor. Y aunque Elba es extrañamente carismático como el Macavity intrigante, la destacada jugadora de apoyo es fácilmente Jennifer Hudson como la solitaria y decrépita Grizabella; su poderosa interpretación de la encantadora "Memory" es inolvidable.

El único gran problema de esta película es el desvío constante del rol protagónico, el cual se baila entre todos los felinos, de momento enfocado en Victoria y su exploración alrededor de los gatos Jellicles, pero constantemente yéndose a las manos (o patas) de los demás personajes. Otro aspecto es el final, con la canción del personaje de Judi Dench); pero no es tanto la canción sino cómo esta fue presentada, casi imitando la idea de la obra de teatro y olvidándose que este es un medio diferente. Pero ni esto o el hecho de que el 95% de los diálogos son cantados hacen que la película caiga en un puntaje negativo desde mi punto de vista. Creo más bien que quienes la han calificado como una "mala película", lo hace por el problema de la edición de sonido o porque simplemente no le gustan los musicales.

Quizás más que cualquier otra película lanzada este año, Cats es una que puedes juzgar de manera justa por su comercialización. Si ver los trailers de la película te dejó con poco o ningún deseo de ver todo, entonces es seguro asumir que los gatos no te gustarán. Pero si los avances te dejaron emocionado por descubrir cuán ridícula es realmente la adaptación cinematográfica de Hooper, usted es un fanáticoa de la megamusical original de Broadway que espera que la versión de pantalla grande capture su excentricidad inspirada en forma cinematográfica, entonces vale la pena echarle un vistazo. Quién sabe: esto aún puede pasar a ser la obra maestra de la locura musical que Hooper tuvo dentro de él todo el tiempo.


Mis 5 series favoritas del 2019


Mientras muchos tienen a Chernobyl, Watchmen y The Mandalorian como las mejores series del 2019, yo vengo con mi lista personalizada. 

Este año vi más de 10 series nuevas, y exploré 20 series viejas, viendolas desde el principio. Además de las cientos de películas que vi durante los 12 meses, decidí dedicar un buen tiempo a la televisión ya que, como les insisto a muchos dentro y fuera de la industria, la televisión es una de las grandes potencias del mundo del entretenimiento, donde hay más entradas, oportunidades y donde se tiene más libertad como guionista.

Sin embargo, este año solo cinco lograron impresionarme. Da la casualidad que estas cinco tienen personajes femeninos principales, historias que claman la libertad de expresión y, muy importante, temáticas de empoderamiento. 

Aquí les traigo mi cinco series favoritas del año:

The Marvelous Mrs. Maisel (Tercera Temporada)


¿Por qué está en mi lista? Esta serie me encanta desde la primera vez que la vi, pero esta temporada fue muy especial, pues se ve como una mujer de los años 60 logra escapar de esa vida de ama de casa para tener una carrera de verdad, viajar y conocer personas, el sueño de todo millenial.



The Crown (Tercera Temporada) 

¿Por qué está en mi lista? Además del hecho de tener a Olivia Colman una vez más como una reina de Inglaterra, el creador de la serie Peter Morgan me recuerda las versatilidades que se pueden lograr al crear para la televisión.


The Handmaid's Tale (Tercera Temporada)

¿Por qué está en mi lista? No tengo que tener muchas razones para esta, pero ya que estamos respondiendo la misma pregunta para todas las series, me limitaré a una corta respuesta: "Blessed be the fight."


Fleabag (Segunda Temporada)

¿Por qué está en mi lista? Me da risa como tantas personas apenas descubren esta serie y dicen que nunca habían visto una serie tan buena, cuando tiene en pantalla aproximadamente 3 años. Pero la verdad es que esta temporada se destacó mucho más, y todo gracias al rompimiento de la cuarta pared. Phoebe Waller-Bridge obviamente es una de las otras razones.


The End of the F***ing World (Segunda Temporada)

¿Por qué está en mi lista? Esperaba el regreso de esta serie con ansias; no solo porque es uno de mis comics favoritos, sino por su estructura y cómo, a pesar de que cada episodio toma lugar en una única locación, cada trama es simplemente una pieza imperdible.

Crítica Cinéfila: Little Women

Cuatro hermanas llegan a la mayoría de edad en los Estados Unidos después de la Guerra de Secesión.



Yo crecí leyendo Little Women. Fue, y todavía es uno de mis libros favoritos. Pero, a pesar de mi gran amor por su historia, he detestado todas las adaptaciones. Entre el sexismo de la época y actuaciones pobres, ninguna había llegado a subir a mi pedestal... hasta que Greta le echó manos al libro, y pasó algo que nunca me había pasado antes: noté el parecido que existe entre Jo March y yo.

Con una transición de retrato íntimo del paso de la adolescencia femenina contemporánea a una pieza de conjunto a gran escala que representa el camino hacia la madurez de cuatro hermanas en Massachussets del siglo XIX, Greta Gerwig muestra que su propia transición a escritora-directora con Lady Bird no fue casualidad. Su gratificante interpretación de Little Women de Louisa May Alcott aporta frescura, vitalidad y matices emocionales al material original que ha sido grabado durante generaciones en la imaginación popular, moviendo piezas cronológicas para revitalizar los ritmos familiares de la trama. La película debería ser un potente atractivo familiar, especialmente para el público femenino joven, ya sea descubriendo la historia por primera vez o volviendo a ella con placer.

Gerwig navega hábilmente por la línea entre respetar los huesos pasados ​​de moda de la historia mientras ilumina la modernidad de su perspectiva proto-feminista, ocasionalmente inclinándose hacia la defensa abierta del derecho de una mujer a la autorrealización más allá del matrimonio. Su elenco puede estar ligeramente vinculado por sus tipos de personajes canónicos, pero aquí hay un trabajo de conjunto encantador, capitaneado con una Saoirse Ronan como Jo.


El guión de Gerwig comienza con Jo ya viviendo independientemente en una pensión de Nueva York, enviando dinero a su familia de sus trabajos de tutoría. El punto de inflexión que dará forma a su futuro se produce cuando vende su primera historia al Sr. Dashwood (Tracy Letts), editor del Volcán Semanal, aunque a pesar de sus dedos manchados de tinta, Jo insiste en que está enviando el trabajo "por una amiga" y pide que se publique de forma anónima. Ella acepta las "alteraciones" de Dashwood, y acepta transmitir el consejo de que si su amiga tiene la intención de escribir más historias con una protagonista femenina, debe asegurarse de que esté casada para el final, "o muerta". En la entrega completamente seca de Letts, es como si la ambición de Jo fuera recompensada y castigada al mismo tiempo.

La hermana menor de Jo, Amy (Florence Pugh, perfección) también se introduce bien en su desarrollo, estudiando pintura en París mientras sirve como acompañante de su adinerada tía March (Meryl Streep). Envuelta en adornos imponentes, incluidas las joyas antiguas de Fred Leighton, no menos, Streep claramente se está divirtiendo como la narcisista tía que resopla con desaprobación sobre cómo "las décadas han arruinado a París" y hace todo lo posible para ocultar su afecto por sus sobrinas detrás de su mirada entrecerrada y su desdén general. Amy está siendo cortejada por un británico adinerado, pero un encuentro casual con el amigo de la familia, Theodore Laurence (Timothée Chalamet), conocido como "Laurie", sugiere que su enamoramiento de la infancia por él no ha disminuido, a pesar de su muestra de simpatía por el rechazo de Jo a su propuesta de matrimonio.

La hermana mayor Meg (Emma Watson) también se encuentra no como una niña sino como una mujer joven, ya casada y viviendo en una cabaña por medios modestos con su esposo, el maestro de escuela John Brooke (James Norton), ex tutor de Laurie. Además de una breve visión de ella tocando el piano, la delicada cuarta hermana, Beth (Eliza Scanlen), permanece relativamente inexplorada en las primeras partes de la película, por razones que serán claras para cualquier persona familiarizada con la novela.


Antes de retroceder siete años para comparar la experiencia de las hermanas como jóvenes adultas con su adolescencia en Concord, Gerwig planta las semillas del romance entre Jo y su conocido en la pensión, Friedrich Bhaer (Louis Garrel), un profesor de idiomas de Francia. Pero esa floreciente atracción mutua se interrumpe cuando critica sin rodeos una de sus historias de duelos y aventuras, diciéndole que escriba sobre algo que ella sabe. Su reacción hostil muestra lo poco acostumbrada que está Jo al rechazo del mundo real, pero la honestidad de Friedrich finalmente le servirá bien.

La mezcla volátil de buen humor, camaradería y celos en el hogar femenino March está muy bien dibujada, con la madre de las niñas Marmee (Laura Dern) presidiendo con paciencia y amor mientras su padre (Bob Odenkirk) está fuera sirviendo como capellán en la Guerra Civil. Tía March está muy dispuesta a señalar cómo su mal manejo de sus finanzas los ha dejado en circunstancias reducidas, instando a las hermanas a casarse bien. Pero Marmee está más decidida a dar el ejemplo de la caridad, alentando a sus hijas a dar a los menos afortunados.

Algunas escenas de las hermanas haciendo payasadas interpretando obras escritas por Jo bordean la preciosidad tensa. Pero los lazos de una familia muy unida se juegan con una intimidad infecciosa, mientras que las explosiones de ira se sienten tremendamente fieles a la vida, especialmente una la muy recordada cuando Jo toma represalias contra un rencoroso acto de rebelión de Amy. Gerwig identifica los diferentes grados en que las ideas de romance consumen a las March, desde la emoción convencional del amor en los libros de cuentos hasta los aspectos prácticos de la expectativa social, todo lo cual se deja de lado a medida que cada hermana sigue su corazón.


Todos los episodios más queridos de la historia tienen un espacio respiratorio acorde y un manejo seguro: el manuscrito quemado, el casi ahogo de Amy, el elegante baile al que asiste Meg, la salida alarmada de Marmee hacia Washington cuando su esposo se enferma.

El arco más devastador es el destino de Beth, cuya naturaleza dulce y gentil es interpretada con subestimación y afectando la serenidad, incluso en su punto más bajo, por Eliza Scanlen. Esos acontecimientos más tristes se ven atenuados por algunas escenas hermosas, mientras vemos al abuelo viudo de Laurie, el Sr. Laurence (Chris Cooper) responder con ternura a Beth, invitándola a tocar el piano en su majestuoso salón cuando lo desee, y luego presentarle el instrumento en un gesto de generosidad conmovedora. Cooper es maravilloso al exponer la humanidad apagada de este hombre intensamente privado que ha sufrido una pérdida terrible. El actor lo abre en grados infinitos, comenzando con un disparo intensamente en movimiento mientras el Sr. Laurence se sienta en las escaleras sin ser observado, llorando en silencio mientras Beth toca.

Gerwig realmente muestra su profundo sentimiento por el material en la escena de la propuesta de Laurie a Jo, capturada por el cinematógrafo francés Yorick Le Saux contra los verdes crujientes de una ladera ondulada, con una clásica iglesia blanca de Nueva Inglaterra, estratégicamente la única estructura visible.

La química entre Ronan y Chalamet (quienes aparecieron juntos en Lady Bird) es encantadora en todo momento: invierte los tipos de género tradicionales, avanzando con certeza y determinación. Cuando finalmente él se declara, sentimos dolor por Laurie, observando su rostro y su postura desmoronarse mientras pronuncia desesperadamente palabras inútiles, defendiendo su caso antes de absorber el golpe aplastante de la negativa diplomática de Jo. Sin faltarle el respeto a las mujeres que dan actuaciones vividamente habitadas, las sorprendentes elecciones de Chalamet lo convierten en el verdadero destacado aquí.


Es un testimonio de la afinidad de Gerwig por los personajes de Alcott y la artesanía inteligente de su ensamblaje narrativo que, por mucho que alentamos a Jo y Laurie a cimentar lo que claramente es una combinación de mentes y temperamentos contrastantes, los retorcidos resultados románticos de la historia se sienten perfectos - aunque suavemente cepillados con melancolía por lo que podría haber sido. Aún más importante para este recuento es la aparición de Jo como escritora, con su incipiente carrera dada una forma tangible mientras observa las imprentas y las carpetas de libros produciendo la primera edición de la novela que da título a la película. La cronología de doble pista también deja más claro que nunca que los recuerdos de Jo de su educación alimentan el descubrimiento de su verdadera voz como artista.

Entre el gran elenco, Watson se desvanece un poco en el fondo, posiblemente porque la chica bonita y vivaz se abre paso tan temprano para la esposa completamente buena que se casó por amor, no por comodidad material. Dern a veces parece un poco contemporánea como Marmee, pero esto no le quita calidad al personaje. 

Como siempre, el personaje más complicado es Amy, una egoísta redimida por su incuestionable amor por sus hermanas. Pugh (también excelente este año en Midsommar) continúa demostrando ser un talento distintivo, manejando todas las contradicciones engañosas del papel con gracia desarmadora, humor y una racha deliberada que se convierte casi imperceptiblemente en sabiduría. También hay una buena percepción del personaje en su ausencia de autocompasión cuando Amy toma la decisión de abandonar la pintura después de darse cuenta de que nunca será una gran artista. Su negativa a hacer cualquier cosa a medias le da al personaje una fuerza innata que contrarresta sus cualidades más fugaces. E incluso en su momento más desagradable, ella sigue siendo entrañable, obteniendo la línea más divertida de la película cuando jadea por cabello cortado de Jo, exclamando: "¡Jo, tu única belleza!". A pesar de mi gran miedo por este personaje, hay una novedad en su encarnación, y es cómo la misma Amy explica lo cansada que está de ser una segunda opción en todo, incluyendo la elección de Laurie después del rechazo de Jo.


Sin embargo, nunca hay ninguna duda de que Ronan está al mando, tanto en términos de conducir la historia como de la posición exaltada que ocupa dentro de su familia. La costurera Jacqueline Durran la viste con elegantes camisas de época, corbatas, abrigos y chalecos, con sombreros tricorne y atuendos militares para las escenas de actuación. Está llena de fuego, con sus trenzas salvajes volando en la brisa, descaradamente despreocupada de las reglas que dicen que lo máximo a lo que una mujer joven debe aspirar es al amor y al matrimonio. Y hay un intercambio intergeneracional encantador en el que Marmee le confiesa a Jo que ella también tiene un temperamento que brota dentro de ella, pero que ha aprendido a controlarlo. En lugar de instar a Jo a hacer lo mismo, admira la franqueza sin filtro de su hija. Sin embargo, hay un momento muy importante para Jo que nunca había sido explorado, y es cómo esta temperamental y ambiciosa escritora sigue deseando cosas que para muchos de la audiencia parecerán extrañados, como ser amada o tener una familia. 

La dirección de Gerwig tiene un ritmo agradable a lo largo de su tiempo de ejecución de dos horas y cuarto, con un ágil trabajo de cámara y edición que sugiere el vigor de la juventud y la urgente sensación de descubrimiento que viene con la edad adulta. La exuberante composición de Alexandre Desplat es un poco grueso, pero incluso eso parece apropiado para una historia cuyos sentimientos siempre se basan en una emoción genuina.

Gerwig ha tomado un tesoro perenne de la literatura popular estadounidense y lo ha reformado para una nueva generación, lo que debería darle a la cautivadora película una larga vida útil, al punto que cuando hable de Little Women, ya no solo haré referencia del libro.


sábado, 28 de diciembre de 2019

Mis 19 películas favoritas del 2019


Se acaba el año y llega mi parte favorita: decirles que fue lo que más me gustó. Muchos tendrán las mismas que yo, otros dirán que estas no le gustaron, pero solo quiero que sepan que yo elijo las películas si sus historias y sus personajes me mueven, tal y como estas lo lograron. Hay algunas de terror, otras de drama, pero lo que más abunda son protagonistas con corazón y ambición. 2019 fue un gran año para el cine.

Sin ningún orden en específico, aquí van mis 19 películas favoritas del 2019:


1. Jojo Rabbit


¿Por qué está en mi lista? A pesar de la sátira, saben tocar el lado humano de la historia de una manera perfecta, sin obviar que todo debe ser visto desde la perspectiva de un alemán fanático de Hitler.


2. The Farewell
¿Por qué está en mi lista? Además de la hermosa relación entre los personajes, me hace recordar como nunca tuve la relación que muchos tienen con sus abuelos, al punto que hasta un poco de envidia siento.


3. Parasite
¿Por qué está en mi lista? La ironía de la historia, y cómo las riquezas de uno pueden ser las gran pesadillas de otros.


4. Midsommar
¿Por qué está en mi lista? Ari me calló la boca. Odié Hereditary, y con esta me demuestra que es un cineasta que sabe tocar temas de la sociedad en una película de terror.


5. Toy Story 4
¿Por qué está en mi lista? Es el final perfecto para una de mis sagas animadas favoritas. 


6. Joker
¿Por qué está en mi lista? Es la mejor películas de origen que he visto en mucho tiempo. No sera Heath Ledger, pero me hizo creer por qué el Joker es como es.


7. Queen & Slim
¿Por qué está en mi lista? Yo ni me tengo que explicar para esta. La amé de principio a fin, y punto.


8. Once Upon a Time in Hollywood
¿Por qué está en mi lista? Tres historias y un mismo problema: el conflicto de ser talentos en Hollywood. Tarantino demuestra que puede escribir buenos guiones. Ah, y por supuesto, Brad Pitt y Leonardo DiCaprio.


9. Uncut Gems
¿Por qué está en mi lista? Por Adam Sandler. Y el hecho de que esta película me sacó risas, suspiros y lagrimas a la vez.


10. Marriage Story
¿Por qué está en mi lista? Nunca he estado casada, mucho menos me he divorciado, pero me viví la trama como si fuese mi vida.


11. Booksmart
¿Por qué está en mi lista? Me recordó todo lo que nunca pude hacer cuando estaba en el bachillerato, y cuanto le insistiré a mis hijos que disfruten su adolescencia al máximo.


12. Waves
¿Por qué está en mi lista? A pesar de ser un guión poco común, funciona a la perfección. Es el perfecto ejemplo de cómo las reglas se pueden romper y aún así hacer una pieza maestra.


13. The Two Popes
¿Por qué está en mi lista? Independientemente si lo que vemos en la película es real o no, está muy bien contada, y la química entre los actores es uno de los mejores "bromance" del año.


14. Ford v Ferrari
¿Por qué está en mi lista? A pesar de mi super crush por Christian Bale, la verdad es que es el paquete completo. Historia completa, actores talentosos y unos complementos que deberían llevarla a las altas nominaciones.


15. Motherless Brooklyn
¿Por qué está en mi lista? La música me encantó, pero lo que me dejó hipnotizada fue la narración de Edward Northon en una historia que no esperaba fuese tan buena.


16. Judy
¿Por qué está en mi lista? Nunca fui fanática de Judy Garland hasta que Renée Zellweger me la presentó. Definitivamente uno de sus mejores papeles en mucho tiempo.


17. 1917
¿Por qué está en mi lista? No es lo que cuenta, sino cómo lo cuenta. Entre giros bien inesperados y una cinematografía IMPRESIONANTE, esta película me sorprendió de principio a fin.


18. Rocketman
¿Por qué está en mi lista? Esto fue lo que realmente esperaba de Bohemian Rhapsody, pero nunca fue, una gran leyenda versión musical. 


19. Little Women
¿Por qué está en mi lista? Nunca en mi vida me había sentido tan identificada con un personaje como lo hice con Jo March, y esto es gracias a la dirección de Greta. Es uno de los grandes talentos cinematográficos de nuestra generación.


jueves, 26 de diciembre de 2019

Crítica Cinéfila: Star Wars Episode IX, the Rise of Skywalker

Un año después de los eventos de "Los últimos Jedi", los restos de la Resistencia se enfrentarán una vez más a la Primera Orden, involucrando conflictos del pasado y del presente. Mientras tanto, el antiguo conflicto entre los Jedi y los Sith llegará a su clímax, lo que llevará a la saga de los Skywalker a un final definitivo. Final de la trilogía iniciada con "El despertar de la Fuerza".



Hace dos años, mi gran amigo, mentor y molleto Rubén Peralta me avisaba que tenía dos entradas para ver Star Wars The Last Jedi en el screening para prensa. Que conste: no soy ni nunca seré fanática de esta saga. A pesar que sus personajes principales (o por lo menos los de la trilogía original) son muy interesantes, y que todo el universo creado por George Lucas ha sido bien pensado, no crecí conociéndolo, y por lo tanto, habiendo tantas otras sagas, ahora no me llama la atención. Pero ya que tenía la entrada, pues me sumé a verlas. Las primeras tres fueron geniales, la trilogía/precuela fue terrible, y ya la séptima me pareció interesante a pesar de que asesinaron a mi Han Solo (mi único gran amor, después de Adam Driver/Kylo Ren). The Last Jedi fue buena, pero no nada del otro mundo. Sin embargo, y después de haber visto todas las películas, una detrás de otra, hay un aspecto que se mantiene y esta última película me lo confirma: Star Wars es demasiado inconsistente.

Dirigida por JJ Abrams, quien inició este último conjunto de películas con The Force Awakens, gran ganadora de multiples premios y nominaciones en 2015, se trataba de un mínimo enfoque a la trayectoria de Luke Skywalker, que ya tenía una pista bastante bien establecida, pero que a la vez quería rescatar una de las ideas originales de Star Wars: "cualquiera puede ser un Jedi". Sin embargoo, es así como The Rise of Skywalker se dedica a una doble tarea agotadora: atar los hilos de una serie dispersa de una manera satisfactoria mientras también atiende los últimos pleitos entre Jedis de los fanáticos más molestos. Abrams es un talento, pero no es rival para un mandato corporativo tan pesado: su elegante fantasía caprichosa de Spielberg no es suficiente para cortar todo el mantenimiento torturado de la marca. Pero de todos modos se aleja, llenando The Rise of Skywalker con un millón de partes entrecortadas, y una carrera turbia hacia una conclusión que no creo que nadie quisiera.

Cuando se abre la película, Rey (Daisy Ridley) continúa su entrenamiento Jedi mientras que sus amigos Finn (John Boyega) y Poe (Oscar Isaac) están dando vueltas por la galaxia para obtener información sobre la temida Primera Orden de un informante secreto dentro de esa organización fascista. En otra parte, Kylo Ren (Adam Driver) está en busca de algo bastante serio, algo que sería la clave para desbloquear el pasado y el futuro de todo este melodrama dinástico.


La película está demasiado decidida en su curso sudoroso, sin prestar atención al interés real de la audiencia en su búsqueda con visión de túnel para ser ampliamente amada o, al menos, aprobada por Internet. Los juegos de acción: una persecución en el desierto durante una versión alienígena de Burning Man, una misión de rescate en un bergantín de naves espaciales (que recuerda desfavorablemente al de la primera película), un combate cuerpo a cuerpo y explosiones de más, todos se apresuran junto con sencillez superficial. Todas las escenas, incluyendo las que son guiadas por diálogos, se sienten cortadas, apresuradas, o una mezcla de ambas. Y peor aún, hay una pasión que falta en las grandes escenas de la película (y, en realidad, en las pequeñas también).

De esa manera, la película es un estudio interesante sobre cómo los megaestudios reaccionan a los comentarios de los fanáticos. No parece haber ninguna idea orgánica real que anime a Rise of Skywalker; en cambio, se siente improvisada a partir de notas de Twitter, lo cual es terriblemente cínico.

Es incuestionable en cada decisión, sobretodo con los personajes, y cómo no se arriesga a tomar decisiones que realmente empujen a los protagonistas al abismo, casi delimitando la historia a tener una gran muerte por película, lo cual en este tipo de género se siente muy extra. Rey se siente corta, no es aquella conocimos en la VII, pero tampoco parece alguien que va camino a descubrir una gran verdad de sí misma. Cuando llega a su batalla final, se siente tan apresurada que hasta uno espera más. Mientras tanto, la relación de Finn y Poe toma un giro completamente inexplicable, cuando ya había desarrollado un bromance bien natural en las dos anteriores. Otros personajes secundarios vuelven, pero se sienten innecesarios en la historia que hasta te olvidas de que siguen con vida, mientras los androides son empujados a decisiones demasiado humanas y un poco tontas.


Esta entrega también es triste, todo este bombardeo sin vida, hecho para apaciguar alguna idea vaga de un fanático de Star Wars puro. No creo que Rise of Skywalker tenga malas intenciones, exactamente, no es malévolo como lo son algunas películas de carpa sin alegría. Pero no se complace en su propia existencia, agregando débilmente un poco de ternura aquí y allá para animar las cosas, pero de otra manera arrastrando los pies malhumoradamente mientras hace lo que cree que necesita, lamentablemente inconsciente de que no tenía que ser así. 

Pero con todo esto, no quiere decir que la película sea completamente mala. En una secuencia, aparece el descomunal naufragio de la Estrella de la Muerte de Return of the Jedi, que se avecina en la distancia como un recordatorio potente y conmovedor de todas las estrellas y todas las guerras que han sucedido antes. También reaparecen importantes personajes así como se despiden algunos con gran valentía y altura. Hay muchos momentos rescatados desde la primera trilogía, lo cual funciona como un buen vistazo atrás de lo mejor de la saga. Y por supuesto no se puede dejar de mencionar el juego de luces y sonido, complementados por una edición y efectos especiales que es obvio que llegará a nominaciones.

En fin, así termina. Nunca me atrajo, aunque lo mejor que me llevo de la saga son las anécdotas de personajes que ya no están, así como todo un universo que parece sacado de un libro fantasioso intergaláctico. Pero esta última entrega se preocupa tanto por gustar y alagar a grandes fanáticos que no se toma los riesgos necesarios y simplemente confunde más a aquellos que están tratando de entender la saga, como yo.

Y un consejo para J.J. Abrams: a veces las escenas deberían durar más de dos minutos. ¡Deja de cortar películas a la mitad de la conversación!


lunes, 23 de diciembre de 2019

Crítica Cinéfila: Marriage Story

Un director de teatro y su mujer, actriz, luchan por superar un divorcio que les lleva al extremo tanto en lo personal como en lo creativo.



Marriage Story comienza con una falsificación. A través de la voz en off, los cónyuges Charlie (Adam Driver) y Nicole (Scarlett Johansson) enumeran las cosas, grandes y pequeñas, que adoran el uno del otro: ella es una oyente incomparable, una experta en dar los regalos perfectos, una bailarina "infecciosa"; él es genuino con su hijo, un aparador sorprendentemente genial, llorador en el cine. Todo es cálidamente romántico de una manera adulta y sólida.

Por desgracia, esas listas no son tarjetas del Día de San Valentín que Charlie y Nicole han escrito el uno para el otro, o un ejercicio de intimidad destinado a acercarlas. Son algo que un mediador le ha pedido a la pareja que improvisen para separarse en buena fe. En la superficie, esta no es una historia de amor, sino de creciente hostilidad mutua, aunque, cómo argumenta la nueva y magistral película de Noah Baumbach, la línea entre esos sentimientos puede ser muy borrosa.

Los espectadores que cavaron la relativa suavidad del último proyecto de Baumbach, The Meyerowitz Stories (New and Selected) de 2017, deben prepararse: este es un trabajo duro, lleno de dolor que se siente sorprendentemente real (se basa en el propio divorcio de Baumbach de la actriz Jennifer Jason Leigh) y sin disimulo en su disposición a observar, a veces sorprendentemente con una proximidad emocional a las buenas personas en su peor momento.


También es divertido y, cuando menos lo esperas (y la mayoría de las veces lo necesitas), casi insoportablemente tierno, gracias en gran parte a los protagonistas sensacionales, que ofrecen las actuaciones más profundas, vivas y sintonizadas de sus carreras. Marriage Story te pone al revés, pero te deja entusiasmado por haber sido testigo de un cineasta y sus actores se superan a sí mismos.

La yuxtaposición del montaje de apertura de la película con la escena de mediación tensa que sigue genera suspenso: ¿Qué salió mal entre Charlie y Nicole? Pero Marriage Story encuentra a Baumbach en un estado de ánimo que confunde las expectativas; en lugar de una melancólica autopsia de un romance fallido a la Annie Hall, la película ofrece una crónica de conflicto y de cómo cambia una relación en el transcurso del proceso de divorcio. En el camino, captamos la dinámica que condujo a este colapso matrimonial en particular, pero ese no es el punto de Baumbach ni su propósito.

Cuando los conocemos, Charlie es director de un teatro de Brooklyn y Nicole, que rechazó algunas ofertas lucrativas en Hollywood, la actriz principal de su compañía. Después de separarse, Nicole toma a su hijo de 8 años, Henry (Azhy Robertson), y regresa a su ciudad natal, Los Ángeles, para actuar en una serie de televisión. Ella pasa tiempo con su deslumbrante madre (Julie Hagerty), y su hermana (Merritt Wever). Una nueva vida comienza a tomar forma.


El desafío es descubrir dónde encaja Charlie. Decidiendo hacer oficial su separación, Nicole consulta con la abogada de divorcios de alto poder, Nora Fanshaw (Laura Dern). Mantenerse amiga de su ex marido es la prioridad, insiste Nicole. "Lo haremos lo más gentilmente posible", Nora le tranquiliza. 

Nicole le cuenta a Nora su versión de la historia, relatando cómo su identidad, sus ideas, personalidad y ambiciones, gradualmente se volvieron secundarias y absorbidas por las de Charlie. La sustancia del monólogo es familiar: una mujer que se encuentra encogida en la sombra del ego y las necesidades de su esposo. Pero Baumbach lo enseña en algunas tomas largas, la cámara acercándose lentamente a Nicole y el torbellino de sentimientos que Johansson evoca resultando asombroso.

Aprendemos que el deseo de Nicole de pasar más tiempo en Los Ángeles fue un punto importante de discusión durante el matrimonio, y lo sigue siendo durante el divorcio. Aunque su trabajo todavía está en Nueva York, Charlie renta una residencia de medio tiempo cerca de Nicole para negociar la custodia compartida de Henry. Se establece una nueva normalidad, con recogidas y devoluciones, honorarios legales exorbitantes y conversaciones incómodas.


Los ex todavía se preocupan el uno por el otro, como lo ilustran dos momentos de gentil desamor: uno en el que Nicole recorta el cabello de Charlie, otro en el que le ordena el almuerzo en una conferencia de conciliación. Una de las ideas más penetrantes de la película es que el divorcio, incluso cuando es necesario, no siempre es intuitivo; a veces es un acto de abnegación, contrario a lo que el corazón quiere y que requiere un grado casi cruel de disciplina.

También puede acumularse, tomando proporciones de desagrado que empequeñecen o oscurecen las razones por las que se persiguió en primer lugar. Otras películas estadounidenses sobre el divorcio ( Kramer vs. Kramer, Shoot the Moon, The War of the Roses) han retratado este fenómeno, el proceso legal que impulsa y da forma a los sentimientos de la pareja en lugar de viceversa, pero ninguno con la fuerza y ​​claridad de Marriage Story.

Con los abogados empujándolos hacia posturas más agresivas, Charlie y Nicole se enfrentan en una discusión que conmociona el alma, sus quejas surgiendo como lava abrasadora. A medida que se ponen al descubierto los problemas de su matrimonio (su egoísmo reflexivo y su infidelidad, su tendencia a convertirse en una víctima), la escena se capta angustiosamente, recordando cuán fácilmente el amor puede convertirse en odio.

Todo esto hace que Marriage Story suene más sombrío de lo que es. Baumbach siempre ha sido un maestro de la comedia tintineante, y hay risas que animan el ambiente aquí. Una secuencia en la que la madre y la hermana de Nicole la ayudan a entregar los documentos de divorcio de Charlie se ejecuta con un vertiginoso chasquido. Y cuando una trabajadora social (Martha Kelly) visita a Charlie y Henry, el resultado es una pieza de comedia furtiva que, en su forma desconcertante, es aún más un acto de alto perfil. 


En colaboración con el cinematógrafo Robbie Ryan, emplea un estilo visual ágil y flexible, entrelazando primeros planos que capturan cambios sutiles en sus actores con ángulos más amplios que llaman la atención sobre la distancia física entre Charlie y Nicole, así como sus movimientos y lenguaje corporal alrededor del otro. El encuadre, la puesta en escena y el control sobre el flujo de la acción son seguros, a veces deslumbrantes. Los objetos, los gestos y los momentos (una puerta cerrada, un cordón de zapatos atado, un estallido inesperado en la canción) están persuadidos. Este es el trabajo de un cineasta al mando de sus poderes.

Si ha habido una limitación en las películas de Baumbach, es en la concepción de ciertos personajes. Sin embargo, Charlie y Nicole son tremendamente complicados, escritos con una sensación generosa del caos y la contradicción de las emociones humanas. Johansson te hace sentir los impulsos e instintos en conflicto (ira y anhelo, desafío y culpa, audacia y temor) en cada paso de la transición de Nicole a la vida sin Charlie. Mientras tanto, Charlie no es un narcisista ostentoso como los padres interpretados por Jeff Daniels y Dustin Hoffman en The Squid and the Whale y The Meyerowitz Stories de Baumbach, respectivamente. El es afable, cariñoso y consciente de sí mismo. Pero Charlie ha tenido un efecto eclipsante en la mujer que ama, y ​​Driver ofrece un retrato brillantemente habitado y sombreado de un hombre que se ve obligado a considerar esa realidad.

Algunos dirán que Marriage Story favorece a Charlie. Es el sustituto del cineasta, y la segunda mitad, en particular, se centra en su perspectiva y experiencia. Pero Baumbach es duro a la vez con Charlie, y al final perdona a los dos personajes. Es un testimonio de la película que cuando llega a su delicada conclusión, a pesar de todo lo que Charlie y Nicole se han dicho y hecho, el enloquecedor desastre que han hecho de las cosas, hemos llegado a amarlos a ambos.


domingo, 22 de diciembre de 2019

Crítica Cinéfila: Jumanji, the next level

En esta ocasión, los 'jugadores' vuelven al juego, pero sus personajes se han intercambiado entre sí, lo que ofrece un curioso plantel: los mismos héroes con distinta apariencia. Pero, ¿dónde está el resto de la gente? Los participantes sólo tienen una opción: jugar una vez más a esta peligrosa partida para descubrir qué es realmente lo que está sucediendo. 



La película de 2017 Jumanji: Welcome to the Jungle terminó definitivamente para una extensión de marca. Un cuarteto de héroes adolescentes, después de haber sobrevivido a la experiencia de ser absorbidos por la versión de videojuego del misterioso y malévolo Jumanji, lanzan una bola de boliche sobre el cartucho del juego de la era de los 90 con la esperanza de asegurarse de que nunca más les moleste. Pero Welcome to the Jungle fue un éxito inesperado, recaudando casi mil millones de dólares en todo el mundo. Por supuesto, Sony ha traído de vuelta al mundo de Jumanji para una película de seguimiento, Jumanji:  The Next Level. Sin embargo, lo que se sintió sorprendentemente encantador hace dos años ahora se siente mucho más desesperado.

Tres de los cuatro adolescentes de la experiencia Jumanji se sienten bastante cómodos en sus vidas. Fridge (Ser'Darius Blain) persigue el fútbol, ​​Bethany (Madison Iseman) realiza obras de caridad en todo el mundo, y Martha (Morgan Turner) se ha vuelto más extrovertida en su vida universitaria. Pero el pobre Spencer (Alex Wolff) todavía se siente muy incómodo en la Universidad de Nueva York, hasta el punto de que sabemos que mantuvo las partes rotas de Jumanji en su hogar de infancia. Al regresar a casa para las vacaciones, Spencer lo vuelve a armar, y cuando desaparece, sus amigos intentan volver a ingresar al juego para salvarlo. Solo Martha y Fridge regresan a Jumanji, con dos visitantes inesperados: el abuelo malhumorado de Spencer, Eddie (Danny DeVito), y un viejo enemigo del abuelo, Milo (Danny Glover). 


Como probablemente pueda notar, dado que la mecánica de la trama anterior ni siquiera explica por qué estos adolescentes han sido traídos de regreso a Jumanji o la amenaza vagamente definida que tienen que anular, hay muchas cosas sucediendo en The Next Level. Desafortunadamente, el subproducto de toda esta historia enrevesada no tiene ningún sentido. Incluso una premisa ridícula como esta necesita tener alguna lógica interna, como por ejemplo, crear un giro en el que dos personajes puedan ingresar a un charco de agua inexplicablemente encantado para cambiar de cuerpo. La única razón insondable para este giro es que el guión se había quedado sin buenas ideas. Los escritores acreditados de la película, el director Jake Kasdan, así como Scott Rosenberg y Jeff Pinkner, parecen haber arrojado un puñado de ideas como esta a la pared y esperaban que bastaran.

Hay que reconocer que hay dos ideas legítimamente buenas en The Next Level que hacen que la mayoría de los primeros 75 minutos de la película sean divertidos. Es tan simple como esto: ¿qué pasa si Dwayne Johnson tenía que actuar como Danny DeVito, y qué si Kevin Hart tenía que actuar como Danny Glover? Sí, estos son conceptos de una sola nota, pero Johnson y Hart se sumergen en sus roles reinventados con tanta alegría. Hart, en particular, es realmente hilarante como el locuaz, lento y desconcertado Milo. Ambos hombres tienen que interpretar personajes que se sienten completamente perdidos: cuando los cuatro habitantes del mundo real aterrizan en Jumanji, los siguientes 10 minutos se dedican a explicar la premisa de la película a DeVito-aka-Johnson y Glover-aka-Hart, pero de una manera sorprendentemente divertida.


Las sorpresas van en ambos sentidos, por supuesto. Bienvenido a la jungla fue, como se mencionó, un gran éxito. Del mismo modo, tiene sentido comercial lógico para Sony agregar una secuela de la película, y parece lógico que el presupuesto para esta película aumente en conjunto.

Aunque el siguiente nivel tiene un grupo de secuencias de acción, que incluye una persecución con avestruces viciosas y una carrera loca a través de puentes de madera móviles mientras los protagonistas están acosados ​​por mandriles sedientos de sangre, no tiene el presupuesto CGI para igualar. La caza del avestruz, en particular, es una escena deslumbrante para la vista. Los efectos recuerdan a los de otro vehículo de Dwayne Johnson: su primer papel protagónico en The Scorpion King. Esa película tenía un CGI terrible debido a un bajo presupuesto y porque la tecnología CGI solo había avanzado a principios de la década de 2000. Es difícil descubrir cuál es la excusa de esta película.

Jumanji: The Next Level fue inevitable tan pronto como quedó claro que Welcome to the Jungle serviría como una sólida competencia de temporada de vacaciones en la taquilla. Sin embargo, el problema es que la inevitabilidad de esta película no generó inspiración creativa para sus cineastas. Los actores principales son indudablemente un juego, Dwayne Johnson y Kevin Hart son muy divertidos cuando llegan a hablar de personalidades tan diferentes, y debido a que hay tantas ideas descartadas, la película rara vez es aburrida. Pero The Next Level está complicada en sus intentos de hacer que sus personajes del mundo real y sus elecciones sean remotamente convincentes. Si hay una tercera película, deberían por lo menos hacer un mayor intento en la historia, para comenzar.



sábado, 21 de diciembre de 2019

Crítica Cinéfila: Bombshell

Deconstrucción de la caída de uno de los imperios mediáticos más poderosos y controvertidos de las últimas décadas, Fox News, y de cómo un grupo de explosivas mujeres logró acabar con el hombre responsable de él: Roger Ailes.



La palabra Bombshell tiene dos significados: puede ser una noticia impactante, ya sea positiva o negativa; puede también ser una mujer (normalmente rubia) sumamente atractiva. Así, cuando Jay Roach se sentó a descifrar el nombre de su próxima gran película, el título se lo dió la misma historia y su temática.

Este es un tema tan jugoso que los cineastas simplemente no pueden mantenerse alejados de él, especialmente los adictos políticos como Roach y Charles Randolph. El director de  Recount, Game Change, The Campaign, y Trumbo,  y el escritor de The Big Short, han puesto su mirada en un viejo y poderoso golpe y han generado un gran placer al dramatizar su derribo. Este hilo conductor sobre la caída deslumbrante del fallecido déspota de Fox News, Roger Ailes, no puede afirmar que ofrece temas nuevos, pues ya lo hemos visto en una miniserie de televisión reciente (Showtime's The Loudest Voice) y un documental muy bueno (Divide and Conquer: The Story of Roger Ailes). Pero las actuaciones, mejoradas por las transformaciones físicas de Charlize Theron, Nicole Kidman y John Lithgow que son asombrosamente convincentes, entregan los productos de una manera muy atractiva. Cualquiera que haya estado siguiendo las noticias durante los últimos tres años no pudo evitar sentirse intrigado por este petardo de película.

Sin preámbulos, la película arroja al espectador directamente a la alta presión de los preparativos finales para el primer debate televisado de la campaña presidencial de 2016, que será transmitido por Fox News y moderado por Megyn Kelly (Theron); está inquieta por las preguntas que no le ha formulado a Donald Trump y se siente desesperadamente enferma en el trato. Pero espera, esta es una película y la mujer que estamos viendo realmente se parece exactamente a Megyn Kelly. El realismo es asombroso.


Kidman interpreta a otra de las estrellas de la cadena desde hace mucho tiempo, Gretchen Carlson, que tiene su propio programa. La tercera rubia en la parte superior del boleto no se parece a nadie más que a Margot Robbie, pero tiene la excusa de interpretar a un personaje compuesto, una recién llegada hermosa e ingenua llamada Kayla, que en poco tiempo sufre la desgracia de atraer la atención de Ailes. Como lo representa Lithgow, Ailes tiene la distinción de verse más gordo, asqueroso y mucho más parecido al tipo real que Russell Crowe a principios de este año en  The Loudest Voice.

Si los atributos físicos de los directores exigen que se los considere con cierta extensión, es porque se destacan en el esquema de las cosas de Fox, una construcción que  Bombshell  disecciona y examina con considerable vigor. Después de décadas durante las cuales se esperaba que las noticias transmitidas por los Estados Unidos mantuvieran un cierto equilibrio y no se entregaran a un partidismo absoluto (había una cosa llamada doctrina de la justicia), Fox cambió este decoro con su descarada defensa de posiciones conservadoras y un servicio público abierto de derecha, a menudo dispensado por rubias atractivas. En el momento de las elecciones de 2016, la red era más poderosa que nunca y puso toda su fuerza considerable para defender a Trump como presidente.

Cuando Kayla aparece en las oficinas de Fox en Nueva York, parece una candidata ideal en el aire, tanto físicamente como políticamente, ya que proviene de una familia cristiana evangélica. También es ingenua y ansiosa por complacer, pero está paralizada por Ailes, quien le ofrece a las mujeres que le interesan dos frases para prosperar: "Para salir adelante tienes que dar un poco de cabeza" y "Si quieres jugar con los grandes, tienes que acostarte con los chicos grandes". 


Bombshell, su doble sentido plenamente justificado, se sumerge directamente en este turbulento pozo negro de sexo y política con confianza, entusiasmo e inteligencia. Como demostró en su guión ganador del Oscar (con Adam McKay) para  The Big Short,  Randolph es experto en agitar eventos y sistemas reales complicados y combustibles (economía, política, juegos de azar, presión sexual) y usarlos para impulsar la narrativa hacia adelante. El Director Roach complementa esto manteniéndose alerta todo el tiempo, a menudo usando disparos rápidos que parecen atrapados sobre la marcha, como corresponde a figuras de poder que saben lo que quieren, no pierden el tiempo y siempre tienen hambre de más poder, no importa qué tan bien alimentados están.

Todos los personajes principales aquí están obsesionados con el poder; si no lo fueran, no estarían en este negocio. El propio Trump no figura personalmente en los eventos de  Bombshell  y las elecciones aún faltan cuatro meses. Pero Fox News en este punto se ve en la transición de un corredor de poder a un poder importante en sí mismo, muy probablemente capaz de influir decisivamente en el resultado de las próximas elecciones. 

Roach y Randolph usan esta energía e intención maligna que se transmite de Ailes, o Jabba the Hut, como se le llama, para beneficio considerable de la película. Ailes tiene un facilitador que todo lo sabe, una mujer mayor (Holland Taylor) que organiza discretamente todas las idas y venidas de la oficina del gran hombre. También aprendemos la fórmula mágica de la red para el éxito: "Asustar y excitar", un enfoque que Ailes ha transformado en una forma de arte. Pero, ¿qué es lo más importante para Ailes cuando se trata de una excelente cobertura de noticias de televisión?

El impulso dinámico y el ritmo de la película pueden atribuirse en parte simplemente al hecho de que el escenario principal es una sala de redacción, donde los escritores con plazos fijos están constantemente bajo presión; infundido con energía y tensión constantes, la sede de Fox está hecha para parecer el segundo lugar más importante en la Tierra, justo por debajo de la Casa Blanca. Se menciona de pasada que en el año anterior los Murdochs obtuvieron una ganancia de $15 mil millones solo de Fox News, por lo que es fácil ver por qué el jefe está bien protegido.

Pero aún así tiene una gran caída. Es provocado por el despido de la periodista Carlson, mientras le dice: "Eres sexy, pero eres demasiado trabajo". A pesar de un gran pago, ella toma represalias con una demanda de acoso sexual contra el propio Ailes, contratando a los mejores abogados e inspirando a muchas otras mujeres, incluida Kelly, a presentar demandas contra el gran jefe. El abogado de Ailes, Rudy Giuliani (la única figura famosa en el reparto que no tiene un físico ideal, aunque su primera aparición genera una gran risa bajo las circunstancias) entra en el conflicto, seguido por el propio Rupert Murdoch (Malcolm McDowell) y sus dos hijos. En poco tiempo, los grandes jefes emiten el edicto: Jabba se debe ir.


Los actores se lanzan a sus roles con un celo excelente, animados por el diálogo a menudo contundente y los temas en juego. Las tres mujeres pasan por extenuantes pruebas personales y pruebas de fuerza en el período de tiempo muy comprimido, todas emergiendo más fuertes de lo que eran antes, incluso si la lucha no tuviera nada que hubieran elegido voluntariamente. Kelly de Theron y Carlson de Kidman están en lugares claramente diferentes en el espectro de la carrera, con Kelly en el centro de las cosas al rojo vivo y Carlson quizás superando su pico. Por su parte, la joven y ficticia Kayla de Robbie se encuentra en el trampolín, lista para saltar, o ser empujada, hacia el fondo.

Lithgow es memorablemente asqueroso y depredador como el mejor jefe de malas noticias en lo que respecta a las mujeres. Lo único que puedes decir de Ailes como se muestra aquí es que él es sincero; él es bastante claro sobre el precio de la entrada, y cada mujer decide si pagarlo o no. Se exhibe suficiente comportamiento groseramente abusivo de Ailes para dejar en claro que el precio es muy alto.

Bombshell no ofrece un análisis profundo de la televisión moderna, las actividades corporativas o las prácticas de explotación a puerta cerrada que han estado ocurriendo desde el principio de los tiempos. Pero más allá de crear una imagen dinámica de una entidad mediática famosa en acción, respalda firmemente la noción de que, si las personas se ponen de pie con valentía y se pronuncian contra la impropiedad y la ilegalidad, incluso contra los ricos y los más privilegiados, se puede hacer justicia y se puede progresar.


Crítica Cinéfila: Uncut Gems

Howard Ratner es el propietario de una joyería ubicada en el barrio de los diamantes de la ciudad de Nueva York que vende en exclusiva a ricos y famosos. Un día se produce un importante robo que le obliga a tener que afrontar una deuda económica que no está preparado para pagar. 



"Creo que eres la persona más molesta del planeta", comenta alguien a Howard Ratner, un negociante en el distrito de diamantes de Nueva York. La pregunta es si este frenético, sudoroso, maníaco, desorganizado, poco confiable y con frecuencia desesperado; un hombre de mediana edad surgirá como una figura de repulsión o fascinación para el público. Por lo tanto, es un homenaje a los guionistas y directores Josh y Benny Safdie, y a Adam Sandler, que interpreta a Howard, del que Uncut Gems emerge como una verdadera joya en sí misma, una chispeante comedia dramática sobre un jugador compulsivo y un tomador de riesgos que nunca sabe cuándo dejar de apostar. Muchos estarán de acuerdo en que esta es la mejor actuación de Sandler, y los hermanos Safdie finalmente se moverán de la periferia de la escena del cine comercial a un lugar más cercano al centro.

Esto no se debe a que los Safdie hayan hecho una película adorable, ni mucho menos. Desde el principio, en una escena sangrienta en una mina de diamantes hasta la prolongada e intensa escena en la joyería de la calle 47 de Howard, el cual con su comportamiento de gritos, regateos y confrontamientos es monumental. Es posible sentir que este es el último lugar en la Tierra en el que te gustaría estar. Por otro lado, algunas personas se dan cuenta de esto, y para Howard es el núcleo de su existencia.

En un breve prólogo ambientado en Etiopía, se extrae un pedazo de roca del tamaño de una pelota de fútbol de una mina, y numerosas gemas incrustadas son claramente de gran valor. Recién adquirido y en contra de sus mejores instintos, Howard permite que uno de sus clientes más valiosos, el titán de baloncesto Kevin Garnett, tome prestada la pieza, un juicio erróneo que pone en marcha un sinfín de crisis y desgracias.


Howard, quien se enteró de una valiosa (y aparentemente mágica) joya obtenida en Etiopia, ha esperado 17 meses para poder tenerla entre sus manos y poder pagar una grandiosa deuda con lo que pueda obtener de la joya. Por supuesto, Howard no recupera su valioso pedazo de roca cuando lo espera, y esto es solo el comienzo de las promesas no cumplidas; las deudas pendientes de pago se acumulan para cubrir las deficiencias y todos se enojan más y más. Sin embargo, por su parte, Howard casi siempre tiene un ángulo, otra carta para jugar; seguro estará pensando "¿qué es un nuevo día sin un nuevo fuego para apagar?

Los escritores han inventado cualquier cantidad de incidentes escandalosos que, de hecho, se sienten reales y no bromas inventadas. Lo que debería ser una noche tranquila para la familia Ratner con motivo de una presentación de teatro escolar se transforma en un conjunto de eventos locos que dejan a Howard encerrado desnudo en la cajuela de un automóvil. Su esposa Dinah (Idina Menzel), que bien sabe cómo tratar con su esposo, está naturalmente furiosa.

Por supuesto, Howard tiene una mujer en el lado, Julia (Julia Fox), que trabaja en su joyería y para quien proporciona un departamento. Esta relación golpea las rocas durante este período cuando Howard está sudando por los puntajes de baloncesto en los que ha apostado fuerte y si alguna vez recuperará la gran gema. 


Las gemas sin cortar tendrían que estar en cualquier lista final de la película en la que se gritó el mayor porcentaje de diálogo. Y sin embargo, los Safdies y el elenco profundizan lo suficiente aquí para hacer la película verdaderamente humano; puede que no sea un estilo de vida que la mayoría de la gente reconocerá, pero la dinámica, los deseos y las ansiedades se sienten reales, gracias a la forma en que los escritores directores superan los obvios adornos dramáticos para aprovechar sentimientos creíbles.

Esto también es cierto para todo el elenco de arriba a abajo, pero Sandler lidera el camino. Las pasiones de Howard por los negocios, el dinero, el juego, las mujeres y los deportes son completamente normales, pero no parece haber aprendido mucho sobre sus propias deficiencias a lo largo de los años. El desempeño de Sandler muestra que el tiempo puede haberlo hecho echar un vistazo a los errores de sus formas, pero el hecho de que haya continuado con las cosas le da la confianza para continuar, sin lecciones aprendidas. Es una parte infernal, y Sandler la asesina.

Como su mujer al lado, Fox al principio parece destinada a seguir siendo la mera víctima del abuso y la falta de atención de su jefe/amante, pero la actuación se abre lentamente como una flor de una manera hermosa que uno no espera. No hay un actor en el reparto que no presente un trabajo bullicioso y con mucho cuerpo, y eso incluye a Garnett, quien, además de sus numerosas escenas, se vislumbra en los juegos de televisión.

Las ubicaciones en el área de Nueva York brindan excelentes y variados fondos, y la cinematografía de Darius Khondji los evoca vívidamente de una manera nítida y naturalista. La composición grande y audaz de Daniel Lopatin a veces va un poco por encima para ser demasiado notable en comparación con lo que acompaña en la pantalla, pero también sirve adecuadamente para los grandiosos esquemas y emociones de los personajes.

Los Safdies sumergen al público en lo más profundo de este mundo, y es fácil sentirse abrumado y desanimado por la vulgaridad del mismo; todos son descarados, es la norma que las promesas y expectativas no se cumplan, los gritos febriles son el modo aceptado de comunicación y ningún día está completo sin un nuevo incidente no deseado.