¿Cuántas cosas raras pueden pasar en la habitación de una cabaña?
Si las paredes de los moteles hablarán, ya uno pudiese imaginarse la cantidad de historias que delatarían. En la República Dominicana, la habitación de un motel (o cabaña, como son conocidas de manera popular) se le da mucho más uso que una habitación matrimonial. Con la posibilidad de acceder por algunas horas o estar de paso toda la noche, la cantidad de personas que acceden allí, no solo a la semana, incluso por día, seguro es mucho más impresionante que un hotel más formal. Por eso no cabe duda que esta antología titulada por Alan Nadal Piantini como "Motel: Cuentos de la vida, la muerte y otras celebraciones" recorra no solo una gran variedad de personajes y situaciones, sino incluso una diversidad de géneros y estilos cinematográficos en su puesta en escena.
Cada capítulo está vinculado a un tono en específico, donde sus personajes retratan algunos conflictos desarrollados en esa habitación del motel: desde fetiches violentos, muertes inesperadas, anuncios de embarazos y hasta visitas recurrentes con empleados del mismo motel, su enfoque ronda alrededor de qué tanto pueden ocurrir entre esas cuatro paredes de la cabaña. Cada capítulo, incluyendo el prólogo, ha sido dirigido y escrito por un conjunto de cineastas locales que presentan sus puntos de vista en la estética de la escena pero incluso en la estética de la cinematografía.
Entre algunas historias destacadas de preferencia, están la de una pareja de jóvenes que parece no poder consumar su relación hasta que se revela la razón por la que no pueden tener relaciones, dos hermanos que deben recoger el cadáver de su padre quien ha fallecido de un ataque cardíaco luego de haberse bebido una pastilla de viagra, y un señor y su esposa quienes deciden pasar hasta el último segundo de sus vidas juntos y él decide que eso será en la habitación de un motel.
El concepto es muy atractivo y la dedicación de todos los actores es muy notable (sobretodo Héctor Anibal, Hony Estrella y Freddy Ginebra quienes resaltan), pero el mayor conflicto es en que, a pesar que todas las historias toman lugar en la misma habitación del motel, se sienten muy diferentes, y este problema yace en el inmenso listado de guionistas y directores vinculados a este proyecto.
Gustavo López, Johanne Gómez, Amelia del Mar Hernández, Ernesto Alemany, Francisco Valdéz, Luichy Guzmán, Daniel Aurelio, Valeria Valentina, Ico Abreu, Diego Muziak, Emmanuel Galán & Ramón Monsanto, Adrian Pucheu y Alan Nadal Piantini, son solo los nombres de quienes dirigieron cada capítulo, y debido a la gran diversidad de estilos, las historias se sienten muy particulares; no conectan en estilo narrativo ni mucho menos en la presencia de los personajes. Desde un punto de vista de apreciación al mismo concepto de la antología de historias, quizás este detalle funcione a la perfección, pero han existido otros proyectos antológicos (Amores Perros, Relatos Salvajes, New York Stories, Pulp Fiction) que logran crear un equilibrio narrativo entre todos los personajes proyectados.
Pero dejando a un lado el tema narrativo, desde un punto de vista visual, el mayor desequilibrio cae en la variedad cinematográfica, donde en un intento de retratar cada género bajo un empleo específico de colores, cada episodio se sintió aún más como un universo muy particular de los demás. La antología de "un escenario, muchas historias" se pierde en los estilos tan individualistas de sus directores de fotografía, donde aparentemente conscientes hay uno asignado para cada acto. Esto crea un desbalance en la posibilidad de comparar un capítulo con otro.
Es verdad que uno encuentra muchas historias en la habitación de un motel, y que tanto la señora de limpieza como el dueño de esa cabaña son en sí testigos de primera fila ante aquellas situaciones; sin embargo, la forma en que Motel lo plasma pudo elevarse aún más si hubiese existido una mayor colaboración entre la docena de personas involucradas en su desarrollo directorial y cinematógrafo. Es una muy buena propuesta, pero con un resultado que pudo destacarse mejor.