lunes, 25 de febrero de 2019

Temporada de Premios: 91st Academy Awards


Muchos dirán lo contrario (como siempre) pero estos fueron los premios con los que más de acuerdo estuve con los galardones. ¡Los Oscars no me desfraudaron con sus elecciones a ganadores. Y entre la ausencia de un presentador que solo hacía el evento innecesariamente largo, besos inesperados, serenatas románticas, discursos ridiculamente adorables y lagrimas de alegría, los Oscars cierran la temporada de premios del 2019 con broche de oro.

Green Book se llevó la estatuilla a Mejor Película, además de Mejor Guión Original y Mejor Actor de Reparto, mientras que Roma recibió los galardones a Mejor Director, Mejor Cinematografía y Mejor Película de Habla no Inglesa. Además, Bohemian Rhapsody se fue a casa con cuatro estatuillas de las categorías Mejor Actor, Mejor Montaje, Mejor Mezcla de Sonido y Mejor Edición de Sonido.

A continuación, el resto de los ganadores de la noche:


Mejor Película
GREEN BOOK

Mejor Director
ALFONSO CUARON, ROMA

Mejor Actriz Principal
OLIVIA COLMAN, THE FAVOURITE

Mejor Actor Principal
RAMI MALEK, BOHEMIAN RHAPSODY

Mejor Actriz de Reparto
REGINA KING, IF BEALE STREET COULD TALK

Mejor Actor de Reparto
MAHERSHALA ALI, GREEN BOOK

Mejor Guión Original
GREEN BOOK

Mejor Guión Adaptado
BLACKKKLANSMAN

Mejor Cinematografía
ROMA

Mejor Montaje
BOHEMIAN RHAPSODY

Mejor Película de Habla no Inglesa
ROMA

Mejor Película Animada
SPIDER-MAN: INTO THE SPIDER-VERSE

Mejor Documental
FREE SOLO

Mejor Canción Original
SHALLOWS, A STAR IS BORN

Mejor Banda Sonora
BLACK PANTHER

Mejor Diseño de Producción
BLACK PANTHER

Mejor Diseño de Vestuario
BLACK PANTHER

Mejor Maquillaje y Peinado
VICE

Mejor Edición de Sonido
BOHEMIAN RHAPSODY

Mejor Mezcla de Sonido
BOHEMIAN RHAPSODY

Mejor Efectos Visuales
FIRST MAN

Mejor Corto de Live Action
SKIN

Mejor Corto Animado
BAO

Mejor Corto Documental
PERIOD. END OF SENTENCE

sábado, 23 de febrero de 2019

Crónicas de California: Pasión al crear


Como diría el buen dominicano, "se acabó la chercha". 

Después de un par de semanas despejando la mente ya es tiempo de sentarse y hacer un resumen de lo que estoy viviendo ahora mismo: me gradué, lo cual es muy emocionante, pero a la vez aterrador (y a parte que todavía me falta hacer la pasantía); comencé un nuevo proyecto de YouTube con una querida amiga, 5 Feet Tall; estoy reescribiendo algunos guiones y buscando productores para pitchearles ideas -por cierto, estoy buscando un productor dominicano en RD para hablarle de una propuesta para TV, si conocen a alguno interesado, me dejan saber-, estoy escribiendo nuevos episodios para mi serie web, de la que pronto les hablaré más. Más muchos otros proyectos que se han ido sumando.

En conclusión, estoy ocupada como siempre. Ustedes me conocen, soy una workoholic (no es que me estoy poniendo gringa, es que así suena mejor...).

Pero mientras todo esto va pasando, también estoy sentando cabeza en otros aspectos que ya, unos años después de estudiar y escribir guiones, es hora de determinar: ¿de qué quiero escribir?

Hace unos días, un amigo compartió una conversación en twitter donde una persona preguntaba qué películas les recomendaban ver para ampliar su conocimiento cinematográfico y, sobretodo, para aprender más como cineasta en crecimiento, y uno de los consejos que más me gustó fue "mira las películas que te gustan", sin importar si son exitosas o clásicas. Y creo que el consejo es completamente certero. La gente se apasiona tanto por ver clásicos, a veces ni entendiendo de que tratan o solo por decir que los vieron, y simplemente no encuentran que es lo que realmente les apasiona ver, y en el caso de los futuros cineastas, se estancan copiando otros estilos y simplemente no saben que quieren contar.

En mi caso, desde el primer semestre sabía lo que me gustaba contar. Estaba clara de que no quería hacer géneros de acción o ciencia ficción, pues no soy fanática de ellos. Solo me atraían las historias que me hicieran sentir "viva", y así encontré lo que me apasionaba. 

Hoy les quiero compartir lo que me funcionó, y que a muchos les podría funcionar para escribir (o producir/dirigir) historias que realmente les apasionan:

1. Crea tu propio top. Y no me refiero a películas clásicas que para ti son genialidades, sino aquellas que no te cansarías de ver porque simplemente las amas. Por ejemplo, mi top está liderado por: Pan's Labyrinth, Mother, Get Out, Spirited Away, One Flew Over the Cuckoo's Nest y Harry Potter and the Prisoner of Azkaban. Son géneros completamente diferentes, pero todos tienen algo en común (incluyendo la de Harry Potter): tratan sobre situaciones sociales desde diferentes puntos de vista. Haz una lista de películas que son tus favoritas y encuentra el común denominador entre ellas. Y después de que tengas esto, escribe historias con temáticas, situaciones y/o moralejas similares a tu top.

2. Ten un diario de ideas. Si eres cineasta o guionista, esto es necesario, porque nunca sabes en qué momento una idea llegará a ti. Pero una vez pasa el primer mes, chequealas y elige un top de ideas, cuáles deberían crearse ya porque te emociona hacerlas. Esas son las ideas que disfrutarás el proceso y te apasionará presentarlas al mundo.

3. No te lleves de todas las ideas que los demás quieran darte. Todas las personas con las que me relaciono SIEMPRE tienen algo que contarme que, según ellos, es una buena idea para llevar a la pantalla. Algunas son buenas, pero otras simplemente no terminan de engancharme. Y no es porque la idea no sea interesante o buena (BUENO... no todas las ideas que me dan son piezas de arte, pero ¡ustedes me entienden!), pero simplemente no me siento conectada con ellas. Y cuando esto sucede, es una señal de que esta historia no puede ser hecha por mí, porque odiaría el proceso. Si vas a escribir una idea que alguien más te sugirió, hazlo porque estás enamorada de ella, no por hacerle el favor a nadie. Recuerda que llevará tu nombre, y que se nota cuando alguien hace algo que no le gusta hacer.

4. Encuentra tu estilo. Similar a mi primer consejo, haz un análisis de los aspectos de películas que te llaman la atención. ¿Te gustan las películas objetivas, análogicas, antalógicas, lentas, rápidas, sin final, con twist, con antagonistas más interesantes que los protagonistas, sin antagonistas físicos? HAY TANTOS ESTILOS, pero no se trata de la cantidad, sino del que te atraiga como espectador y que te identifique como creador. A mi me gustá escribir con subjetividad, humor negro, antagonistas que se odien a muerte pero que tengan un buen punto, y finales inesperados. La idea es que te concentres en un estilo con el que te sientas cómodo, establezcas tu marca, pero a la vez te apasione crear historias con ellas. No lo hagas porque a los otros les gusta o es una "chulería".

5. Habla de tí mismo. Y no me refiero a que cuentes tu vida en tus películas, sino a que encuentres situaciones en tu vida que sientas son interesantes y te gustaría compartirlas al mundo. Puede ser un evento o una reacción a algo. Puede no ser algo que te pasó a ti, sino a tu herman@, padre, madre, prim@, o mejor amig@. Pero tiene que ser algo con lo que te sientas identificado, y puedas tener la libertad de contar con seguridad. Ahora... recuerda respetar tu propia privacidad y la de tu familia o amistades. No te estoy aconsejando a que cuentes lo que exactamente le pasó, con nombres reales y todo lo demás. Alfonso Cuarón hizo Roma como una semi-autobiografía de su familia, y a pesar de que lo dijo claro y directo que era sobre su niñez y su nana, ni siquiera utilizó los nombres reales y seguro cambió muchos eventos que pudieron haber pasado de una manera distinta en vida real.

Después de que entiendas y apliques estos aspectos, estás list@ para crear tu mejor película. Crear historias puede llegar a ser complicado. Pero si lo haces no prestando atención a lo que la industria quiere sino lo que a ti te gusta, será un trabajo mucho más placentero. Llévate de mi :)

jueves, 21 de febrero de 2019

Crítica Cinéfila: A Private War

La historia de la periodista de guerra Marie Colvin, quien consiguió adentrarse el invierno de 2012 en Siria para cubrir la guerra civil. Colvin y el fotógrafo Rémi Ochlik fueron asesinados por un artefacto explosivo improvisado, mientras los medios de comunicación oficiales huían ante el bombardeo del ejército sirio.



Así como cubrir noticias o eventos sobre guerras y batallas puede ser difícil para el periodista, así mismo realizar este tipo de películas puede ser brutal para su director y/o guionista. Debe estar de acuerdo con sumergirse en una historia donde la sangre y el sufrimiento es constante, y la paz humana es escasa. Por suerte, Matthew Heineman junto al guionista Arash Amel lograron entender esto, dándose la tarea de contar la historia de Marie Colvin, una de las periodistas más importantes de estos últimas décadas, y con esto no solo logran retratar sus trabajos más destacados, sino también presentar el lado amargo de la humanidad, y cómo muchos le dan la espalda a esto, mientras que la minoría (los que verdaderamente están interesados) arriesgan sus vidas con tal de dar una pizca de esperanza y/o ayuda.

En 1986, Marie Colvin comenzó una carrera como corresponsal de guerra, teniendo que vivirlos desde el punto de batalla, y en casi cada uno de los conflictos desde la guerra de Iraq hasta Afganistan y Siria. Ella fue una reconocida periodista del diario The Sunday Times, quién cubría las historias de guerras de países tercermundistas. Ganó diversos premios de periodismo por su dedicación a la hora de hacer eco de las situaciones que ocurrían en diversos países del mundo, perdió la visión y movilidad de su ojo derecho al ser blanco de los enemigos mientras cubría la pobreza extrema que aún se vive en Sri Lanka en medio de una guerrilla indocumentada, enfrentó a Gaddafi durante una entrevista exclusiva que le hizo momentos antes de que este fuese asesinado, y no se puede dejar de mencionar ser la única periodista que se atrevió a transmitir en vivo en medio del “campo de batalla” que acontecía en Homs, Siria. Falleció en el año 2012, junto al fotógrafo Remi Ochlik, mientras los medios de comunicación oficiales huían ante el bombardeo del ejército sirio. Y aún así, en sus últimos reportajes, ella se preguntaba si estaba logrando algún tipo de referencia mientras cubría las guerras.


Una vez más, la actriz Rosamund Pike deja a la audiencia sin aliento con su increíble interpretación de Marie Colvin. No solo supo encarnar las características físicas del personaje, donde a la vez debe reconocerse el trabajo de maquillaje, peinado y vestuario, pero también en cuanto a su actitud determinada y arriesgada, donde el miedo era mayor cuando no se veía a sí misma en ese tipo de situaciones. Pike asume la personalidad tan específica de Colvin, y se apodera de la atención de cualquiera con tan solo sus lentas narraciones mientras escribía sus artículos, con sus decisiones tan determinadas pero a la vez peligrosas, e incluso cuando finalmente encontraba algo de placer en un nuevo hombre. 

Se puede decir con seguridad que la actriz se enfocó en establecer los miedos de Colvin de una manera casi indirecta, pero en realidad este mérito se lleva el guionista Arash Amel, quien además de describir al detalle cada uno de los escenarios bélicos donde Colvin estuvo, también se enfocó en sus guerras internas, haciéndole honor al nombre de la película, y especificando que, a pesar de ver tantas muertes, la verdadera guerra que vive constantemente es el miedo de no ser capaz de hacer más de lo que ya hace. Por esa misma razón, las historias de Colvin se enfocaban en las personas y no en la situación, buscando siempre un protagonista de sus coberturas, y no una víctima.

Del mismo modo, hay que reconocer el diseño de producción de las diferentes escenografías, que retrataban a la perfección esas ciudades del tercer mundo donde ella cubrió guerras, casi cuestionando si estos fueron construídos en su totalidad, o si son imágenes de archivo utilizadas para complementar la película. Pero sin importar cual de los dos, logra dejar la impresión que estos hechos lograron causar en miles de personas que leían y veían estas noticias a través de los distintos medios, e incluso de aquellos que estuvieron cerca de esos sucesos. Así mismo, se complementa por una banda sonora que deja la piel de gallina a cualquiera, compuesta por Scott Salinas quien además de hacer honor a la sensibilidad del tema, crea himnos de luchas para esas sociedades que fueron afectadas mientras hechos acontecían.

Es una decepción que A Private War no ha recibido mayor reconocimiento cinematográfico, pues el equipo detrás de cámara y el elenco hacen un increíble trabajo técnico y narrativo para lograr transmitir esos sentimientos de decepción humana y tristeza que la misma historia de la humanidad ha marcado a través de los años.


Crítica Cinéfila: The Prodigy

Una madre preocupada por el comportamiento perturbador de su hijo está convencida de que algo sobrenatural está transformando la vida del pequeño y de quienes lo rodean, poniéndolos en peligro.



¿Crees en la reencarnación? De seguro alguna vez en tu vida has sentido curiosidad sobre esta creencia en más de una ocasión, pero aún más te aseguro que comenzarás a sentir curiosidad y querrás leer más sobre esta después de que veas The Prodigy.

Sarah y John se preparan para la llegada de su hijo, la misma noche que un asesino en serie es asesinado a balazos. Su último suspiro de vida se conecta con el primer llanto del recién nacido. Y a partir de ese momento, la película va revelando que Miles no es un niño común corriente. Mientras crece, demuestra ser mucho más inteligente de los demás niños de su edad, pero a la vez vive aislado de ellos. 

Solo es cercano a su madre, a sus herramientas de ciencia y a una voz en su cabeza que, según él, “le hace hacer cosas que él no quiere hacer”, sin dejar de mencionar las pesadillas donde él deja su cuerpo y alguien más se apodera de este. Lo que Sarah pensaba que era un problema de personalidad y debilidades de su propio intelecto, se tratan en realidad de un caso de reencarnación, donde el alma de otra persona está atrapada en el cuerpo de Miles, tratando de culminar lo que había dejado sin terminar cuando murió. Pero a diferencia de otros casos inocentes, el alma de la persona dentro de Miles es mucho más peligrosa de lo que aparenta ser.


A primera vista, The Prodigy tiene una estructura muy simple: establece las reglas de la historia, los momentos oscuros de los personajes y sus debilidades, y los puntos de realización. No deja casi nada de sorpresa, y evita a toda costa dejar dudas sobre el antagonista y cómo este funciona. En pocas palabras, es predecible. Y funciona en ocasiones, gracias a toda la tensión que van sembrando en esos momentos menos esperados. Pero no obstante a esto, funciona casi igual a otros thrillers psicológicos donde los protagonistas resuelven todo de manera casi instantánea y muy al final, sin permitirle a la audiencia entender que está ocurriendo, respirar con la trama o razonar las opciones. 

El verdadero premio mayor se lo lleva Jackson Robert Scott, quien interpreta a Miles, y sabe darle esa personalidad terrorífica en que idealizas que, por más tierno que parezca, no es normal y nunca lo será. A su corta edad, tener que interpretar casi dos personajes dentro de uno (casi como Split, con las multiples identidades, pero enfocada en la reencarnación), parece ser una tarea mucho más complicada de lo que muchos pensarían; no obstante, es en realidad notorio el trabajo a profundidad que el joven actor tuvo que interioridad para poder entrar en la personalidad de dos seres completamente diferentes uno del otro.


Y con excepción de la actuación de este joven actor, el empleo de efectos especiales fueron una gran ventaja para establecer lo que realmente debería aterrorizar a la audiencia, complementada por los efectos de sonido que permitía entender cuales eran los verdaderos momentos de tensión de la película, aquellos que debían poner todos los sentidos de la audiencia a funcionar. 

Por otro lado, Taylor Schilling es casi dejada a su olvido, con un personaje al que le resuelven todo, y que cuando finalmente debe actuar por sí misma, no es capaz de lograrlo a tiempo. La culpa la tienen el guionista Jeff Buhler, quien además de otorgar una historia completamente predecible, busca romper el hielo con un final que seguramente nadie se espera pero que dejarán un sabor amargo en todos los que esperaban victoria de parte de alguien.

Sin ánimos de ofender a sus creadores, el mérito se lo llevan los editores del trailer, que vendieron The Prodigy como una auténtica película de terror que pretendía romper con los clichés de las historias de este género, pero que terminó siendo un thriller y, no obstante a esto, no habla lo suficiente sobre la reencarnación.


Crítica Cinéfila: Miss Bala

La historia gira en torno a los sueños rotos de Gloria, una joven que visita Tijuana para ayudar a una amiga a concursar en un certamen de bellza, pero termina en manos de una banda que tiene aterrorizado a todo el norte de México.



El narcotráfico y el tráfico de personas son dos aspectos de la realidad que afectan al mundo cada día. Por más que se trate de escapar de estas y otras malicias de la humanidad, acosa en las esquinas, sobretodo en los lugares que menos se esperan. Pero, ¿qué sucede si ocurre en el lugar que siempre pasa, pero las personas no están preparadas para esto, o se han hecho los ciegos sobre la situación y ahora son víctimas de esta? Es básicamente lo que sucede en Miss Bala, realizada por la directora Catherine Hardwicke; sin embargo, y para la desilusión personal, lo hacen victimizando a la mujer, casi diciendo que esta siempre será frágil y dominada.

La historia sigue a Gloria, una maquilladora profesional, hija de mexicanos pero criada en los Estados Unidos. Ella vive en Los Angeles y después de un largo día de trabajo, visita Tijuana para ayudar a su amiga Susu a prepararse para que asista al certamen de belleza de Miss Baja California. A pesar de no haber crecido en México, está alerta de las situaciones que se dan allí, pero esto no es impedimento para que esa misma noche de su llegada saliese a celebrar con su amiga. Ahí, en medio de la discoteca, miembros de una banda conocido como Los Estrellas, entran por los ventiladores de aire y atacan el lugar con planes de matar al jefe de la Policía. Allí, Gloria logra salir con vida, pero solo para darse cuenta que su amiga está desaparecida. Mientras trata de encontrarla, ella es raptada por Los Estrellas, quienes la obligan a cometer una serie de delitos, con la condición de que la ayudarán a encontrar a su amiga.


Entre corrupción policíaca, tráfico de mujeres inocentes y dominio ilegal de armas de fuego, Miss Bala se enfoca en representar los puntos más angustiantes que se viven en la frontera entre México y Estados Unidos, desde una locación, pero que involucra ambas. Mientras parecería que el nombre le haría honor a una mujer que tiene un poder oculto en toda esta situación, realmente es sobre una mujer que le permite a todo hombre que se le cruza por su camino tomar control de su vida. A pesar de que Gloria tiene una única y complicada meta (encontrar a su amiga), en el camino debe enfrentarse a una serie de machos que la obligan a hacer una serie de cosas que ella en su vida se imaginó que debería ser víctima de esto. No solo se trata de lo que la banda la obliga a hacer, pero también la misma DEA, la policía y hasta la CIA. 

Por otro lado, el resto del elenco, sobretodo el equipo de los Estrellas y los agentes de la CIA en secreto, se apoderan del principal entretenimiento de la película, retratando a honestidad como la guerra de la policía y las bandas narcotraficantes es la verdadera problemática de este escenario, que mantienen a un personaje como pelota de Ping Pong, saltando de un territorio/bando a otro, únicamente porque teme por su vida. La gran lástima es que esta temática se debilita por un personaje principal escasamente construido, casi enterrado en el machismo de la sociedad en que esta historia se desarrolla.


A pesar del talento de Gina Rodríguez, quien ya ha demostrado ser capaz de poder encarnar cualquier tipo de personaje (de Jane the Virgin a Annihilation hay más de 7 diferencias); no obstante, las cualidades y debilidades del personaje de Gloria la estancan en la categoría de personajes pasivos, que no hace más que recibir órdenes y cumplirlas. Al final, encuentra a su amiga porque el líder de la banda la ayuda, todos los hombres que han prometido ayudarla la traicionan, y mata al único hombre que supuestamente ha estado ayudándola porque todo este tiempo sabía dónde estaba su amiga. Y mucho peor a esto, la presentan como un personaje que no sabe tomar decisiones por sí misma a lo largo de la historia, y que entre jipidos y súplicas es que evita ser asesinada.

La directora Catherine Hardwicke quiso tomar referencias de la historia original, pero en vez de mantener la misma estructura, o incluso los mismos tipos de personajes, ella junto con el guionista Gareth Dunnnett-Alcocer se desentendieron de esta y construyeron una historia antifeminista, que a pesar de querer decir a gritos que las mujeres viven esto en realidad, no busca en ninguna ocasión darle empoderamiento a su protagonista más que al final donde definitivamente debe jalar el gatillo si quiere vivir.

Como mujer, me resulta incómodo y casi poco creíble que quisieron darle tan poca toma de decisión a un personaje que en principio se mostraba rebelde y hasta rompedor de clichés, pero que resultó ser una víctima más del sistema.


viernes, 15 de febrero de 2019

Crítica Cinéfila: What men want

Una mujer que se dedica al mundo de las agencias deportivas se siente menospreciada por los hombres en un mundo que considera machista. Cuando un día adquiere la habilidad de escuchar sus pensamientos, descubre cómo manipularlos para beneficio propio. 



Si has visto What women want, podrías decir que has visto casi la misma película al ver What men want, solo que desde el punto de vista de una mujer de color.

Esta historia sigue a Ali, interpretada por Taraji Henson. Ella es una mujer en un mundo de hombres, pero esto nunca la ha intimidado porque su personalidad y la manera como se comporta con sus compañeros la convierten en una más del grupo de chicos. No obstante, el hecho de ser mujer es una limitante para ella, pues la mantienen esquineada de las oportunidades que podría lograr. No solo le cuesta poder convertirse en socia de la agencia, pues alguien vive votando en su contra constantemente; también le cuesta poder relacionarse con hombres fuera de su entorno de trabajo porque la juzgan por su físico, o la crítican por su comportamiento. Pero la verdad es que mientras ella sea una dominante en todos los aspectos de su vida o golpee como hombre, en vez de miedo la considerarán una arrogante.

Pero después de que anuncian al nuevo socio y el nuevo atleta que posiblemente pudiese agregarse a la lista de la agencia, Ali finalmente se da cuenta de la realidad que la rodea: ella simplemente no tiene buena química con los hombres. Cuando una psíquica le da a beber un té cuyo contenido no especifica al momento, y sale de fiesta donde gravemente se golpea la cabeza, se despierta en una cama del hospital con un moretón en la frente y la habilidad de leerle el pensamiento a los hombres.


Cuando a Mel Gibson le tocó tener que leerle la mente a las mujeres, se enteró de muchas cosas que siempre deben tragarse porque la realidad no les permite decirlas en voz alta. Ahora, a Taraji le tocó la otra cara de la moneda: sí es lo que los hombres piensan pero en su lado grotesco y machista (en muchas ocasiones). Mientras a las mujeres la presentaron como "locas", aquí los hombres solo siguen sonando como macho-men que todo lo pueden y aún en pensamiento, todo lo quieren. En pocas ocasiones dejan ver las debilidades de los hombres, y solo los siguen enseñando como los dominantes mientras que Ali intenta dominarlos a ellos. No obstante a esto, los hombres parecen caricaturas, donde sus reacciones son para causar risa pero en muchas ocasiones ridiculizandosé entre ellos mismos. 

Ahora... aunque los cineastas casi prescinden de la mayoría de los detalles de la película original. Algunos dirían que eso es algo bueno, pero lo más importante es que es simplemente práctico y que permiten que esta lleve su propio ritmo. Ciertamente, la introducción del protagonista de Taraji P. Henson realinea de manera refrescante un concepto narrativo clásico, junto con el entorno de Atlanta dentro del mundo de los deportes profesionales. 

Aunque Ali puede escuchar los pensamientos de los hombres, en realidad no puede leer sus mentes y, en consecuencia, pierde las motivaciones cruciales que informan su comportamiento. Ella realmente está captando las señales de la superficie, y aunque la ayudan a obtener la ventaja en las negociaciones del contrato con el padre de Jamal, Joe "Dolla" Barry, se producen serios malentendidos cuando trate de decidir si debería seguir con el juego o usar sus poderes para otras cosas.


Con este clásico conflicto de cabeza contra corazón, los guionistas preparan a Ali para tomar algunas decisiones difíciles, y luego terminan dándole casi todo lo que quiere en una afirmación de que las lecciones de la vida pueden valer la pena si realmente se toman en serio. Es todo un poco para tomar, ya que sin su talento inusual es prácticamente sorda cuando se trata de entender a los hombres, pero después de todo, el viaje de Ali es más una fantasía de deseo que una autoevaluación realista.

Henson demuestra una capacidad tremendamente humorística y humana para captar la desesperación personal y la determinación profesional de Ali al forjarla en una estrategia de éxito semi-coherente. No tiene miedo en absoluto de sufrir las inevitables humillaciones que Ali debe enfrentar para avanzar en su carrera y ampliar sus horizontes románticos, incluso cuando eso signifique que los desarrollos de la trama tengan un giro tonto.

Y a pesar de que la historia termina tal cual como la venimos prediciendo desde el principio (se queda con el chico y consigue al atleta), nos deja con una pequeña sorpresa y un buen sabor de que hemos sido entretenido por una película que no necesita ser comparada con su antecesora, porque por sí misma está decentemente bien.


jueves, 14 de febrero de 2019

Crítica Cinéfila: Alita, the Battle Angel

Siglo XXVI. Alita (Rosa Salazar) es una cyborg semi-humana a la que rescata de entre la chatarra el Doctor Dyson Ido (Christoph Waltz), un científico que la reconstruye y la adopta como su hija. A medida que pasa el tiempo, queda patente que Alita posee unas habilidades de combate tan grandes como misteriosas. Incapaz de recordar su propio pasado, la joven cyborg se pondrá a prueba frente a situaciones que hagan florecer estas habilidades, de forma que pueda obtener respuestas sobre su origen. Se iniciará así una aventura por descubrir la verdad sobre quién es en una lucha para cambiar el mundo.



Como siempre, James Camerón se toma sus años de producción entre películas para traer un nuevo blockbuster que prometía ser una de las películas de acción más importantes del año. La adaptación del manga distópico "Battle Angel Alita" había creado una de las más grandes expectativas del año, y aunque sus ojos se veían muy extraños, el diseño de la misma Alita y los cyborgs creaban suficiente interés por la película.

Para mi gran sorpresa... o mejor dicho, mi gran decepción, no fue lo que esperaba.

La película inicia con la introducción de Dr. Dyson/Ido, un ingeniero que recolecta piezas de cyborgs en el depósito de basura (el scrapyard). Allí encuentra la cabeza y el tronco de uno en específico que está en buena forma. La lleva a su casa y decide ponerla en un cuerpo robot delicadamente diseñado. Cuando finalmente despierta, descubre que no recuerda nada de su vida pasada. La decide llamar Alita. 


En sus primeras horas despierta, Alita descubre que ahora vive bajo Zalem, la ciudad en el cielo que bota sus residuos sobre lo que queda de la Tierra, y que todos los ciudadanos que quedan entre estos residuos están mezclados entre las diferentes culturas, y hablando diferentes lenguas entre ellos. Mientras trata de recuperar su memoria, conoce a Hugo y se obsesiona con el motorball. Pero con el pasar de los días, su obsesión pasa a luchar contra los villanos de la ciudad, lo cual le ayuda a recordar que ella fue parte de un ejército de cyborgs, construidos con una fuerza inagotable capaz de acabar con cualquiera que se les interpusiera, pero una sensibilidad automotriz parecida a la de un ser humano.

Mi primera queja es el guión, escrito por James Cameron y Laeta Kalogridis. Además de que la película es increíblemente predecible en su totalidad, peor aún es el hecho de que no dejan nada para el suspenso de la audiencia. No bien un personaje se establecía una meta o se enteraba de un nuevo peligro, la siguiente escena resolvía esa meta o delataba el peligro. Y por más que Alita asumiera retos y peligros por sí sola (lo cual sabemos que lo puede hacer), la manera en que lo resuelve convierte a la película en una antalogía de pequeños plots dentro de la misma trama. Del mismo modo deja multiples preguntas sin responder, como cuál es el verdadero nombre de Alita, qué le pasa a Ido al final de la película, cuál era el real plan de Vector y quién es Nova. 

Y continuando con el desgloce del guión, otra de sus grandes debilidades es la construcción de los personajes; por un lado los hacen con muchos complejos, pero estos parecen solucionar sus debilidades y errores al instante y con mucha facilidad, mientras que a Alita la hacen muy perfecta, queriendo arrinconarla como una debilucha pero resultando más fuerte que el resto. Y aún peor es el romance entre Alita y Hugo, el cual se siente forzado y fuera de lugar. En vez de enfrentar a Nova porque está tratando de destruirla, lo hace por lo que le pasa a Hugo o lo que quiere Hugo. Esto la convierte en una sumisa de sus sentimientos por unn hombre, cayendo en los prejuicios sentimentales presentes en la sociedad actual. Pero algo que no se puede dejar de mencionar es el dialogo, el cual además de ser expositorio, también está lleno de clichés y estereótipos que resultan fuera de la época en la que se supone que la historia toma lugar.


Lo que más se salva de la película es el diseño de producción que usa de buena referencia el manga y recrea el scrapyard y Zalem. Pero a la vez, convirtiendo a la Tierra en un universo distópico casi aterrorizador, pero sumamente interesante al ver tantas culturas y lenguajes unidos en un mismo lugar. Al igual, el diseño de vestuario y el diseño de los cyborgs hacen de la historia más entretenida. La gran excepción es Alita, la cual la quisieron crear parecida a la imagen de la original del manga, pero resulta muy extraña para poder mirarla por más de unos minutos. Mientras estuviese peleando o jugando motorball, se veía bien natural, pero durante el resto de la película se veía... rara.

Si estás pensando ver Alita porque eres fanático del manga y esperas las referencias, adelante; pero eso no significa que la película realmente sea lo que las expectativas crearon. Es una historia narrativamente pobre, salvable por los efectos especiales y una fotografía que le recordaba a la audiencia en los momentos más necesarios que esto es en realidad una película de acción scifi. Robert Rodríguez hace su mejor intento como director y trata de salvar la historia de Alita, pero ni su experiencia previa en scifi, ni la reproducción de los personajes futurísticos me convencen de recomendar a Alita.

lunes, 11 de febrero de 2019

Temporada de Premios: 72nd BAFTA Awards


La industria cinematográfica británica celebró su noche más importante con la 72ª edición de los Premios BAFTA que se celebraron en el Royal Albert Hall de Londres y Joanna Lumley regresó una vez más como presentadora (haciendo una pequeña incursión en los Oscar en su primera línea: "Gracias a Dios, BAFTA en realidad tiene un anfitrión").

Como era de esperarse, la comedia de la época oscura de Yorgos Lanthimos, The Favorite, que entró en la noche con 12 nominaciones, dominó el proceso con siete victorias, incluso para la actriz principal (Olivia Colman), la actriz de reparto (Rachel Weisz) y la destacada película británica. Pero los romaníes de Alfonso Cuarón lograron alterar la fiesta real, reclamando el primer premio a la mejor película, junto con los premios a Mejor Director y Mejor Cinematografía de Cuarón.

En otros lugares, las victorias se repartieron en varios títulos: Rami Malek, de Bohemian Rhapsody, fue elegido como el mejor actor principal; Mahershala Ali de Green Book fue nombrado mejor actor de reparto; Spike Lee obtuvo los honores de mejor guión adaptado para BlacKkKlansman; y A Star Is Born se llevó a casa el mejor premio de la canción original. 

Vea la lista completa de ganadores a continuación.


Mejor Película
ROMA

Mejor Actriz principal
OLIVIA COLMAN - THE FAVOURITE

Mejor Actor principal
RAMI MALEK - BOHEMIAN RHAPSODY

Mejor Estrella naciente
LETITIA WRIGHT - BLACK PANTHER

Mejor Actriz de Reparto
RACHEL WEISZ - THE FAVOURITE

Mejor Actor de Reparto
MAHERSHALA ALI - GREEN BOOK

Director
ALFONSO CUARON - ROMA

Mejor Cinematografía
ROMA

Mejor Guión original
THE FAVOURITE

Mejor Guion adaptado
BLACKKKLANSMAN

Mejor Película animada
SPIDER-MAN: INTO THE SPIDER-VERSE

Mejor película británica
THE FAVOURITE

Mejor Diseño de producción
THE FAVOURITE

Mejor Diseño de vestuario
THE FAVOURITE

Mejor Maquillaje y Peinado
THE FAVOURITE

Mejor Película en idioma extranjero
ROMA

Mejor Efectos visuales especiales
BLACK PANTHER

Mejor Debut destacado de un escritor, director o productor británico
BEAST

Mejor Documental
FREE SOLO

Mejor Edición
VICE

Mejor Musica original
A STAR IS BORN

Mejor Sonido
BOHEMIAN RHAPSODY

Mejor Cortometraje británico
73 COWS

sábado, 9 de febrero de 2019

Crónicas de California: Creando una franquicia (Parte 1)


Todas mis historias parten de cosas que conozco. Ya sea de algo personal, mi familia, mis amigos, aquellos innombrables, y sobretodo mi país. Y para cada clase de la universidad, mientras muchos solo querían hacer cosas de fantasía, o thrillers, o incluso acción, yo me la pasaba haciendo dramas de comedia, porque era lo que mejor entendía para escribir. Así que, cuando llegué a la clase de Transmedia, elegir una historia fue mucho más difícil, porque ya no era algo en específico, sino crear una franquicia.

Para los que no lo saben, una franquicia es una propiedad intelectual (mejor conocido como IP) en la que personajes de diferentes historias están en un mismo universo, lo cual significa que eventualmente harán un crossover. Muchas de las más conocidas son Harry Potter, Buffy the Vampire Slayer, Transformers, Star Wars, y muchas más. No solo significa crear películas y series con este IP, también crear una marca de juegos, comics, libros, y cualquier mercancia que pueda ser presentada a la audiencia y le interese a su grupo de fans. Las franquicias crecen gracias a la audiencia que los sigue, y mientras más fanáticos detrás de esta, más lanzamientos de material realizan.

Cuando me tocó, la pasé difícil, porque tenía que encontrar un tema o idea que fuese lo suficientemente interesante para llamar la atención, pero a la vez, que pudiese hacer diferentes materiales audiovisuales con este. 

Pero pasó algo interesante en una de mis clases de tesis: yo tenía que presentar tres ideas al comité de tesis, y una de ellas era sobre un hombre que había tenido 100 hijos alrededor de Estados Unidos. La historia está inspirada en mi abuelo (¡no! él no tuvo 100... solo la mitad). El trabajó alrededor de la República Dominicana como camionero (me parece...) y en cada ciudad que iba, o por lo menos donde conocía a alguien, dejaba su marca embarazando a alguien. Se casó varias veces, y siguió procreando hasta después que yo nací. La más joven es quizás un año menor que yo. Actualmente tiene 94 años y está "vivito y coleando" en Navarrete.

Cuando conté esta historia en el comité de tesis, la profesora que me enseñaba franquicia me miró y me dijo que esa debía ser mi historia para la franquicia. Al principio me cuadraba más para una serie de televisión o para una película... pero con el tiempo, me di cuenta que la idea era lo suficientemente interesante y amplia para una franquicia. 

Y así cree Route 100. El IP es este hombre que tiene 100 hijos alrededor de Estados Unidos, y en base a esto cree una serie web, un comic, un juego de cartas, una propuesta de videojuegos y propuesta de documental. Cree personajes, y encontré lugares donde las diferentes historias podrían tomar lugar. Encontré los puntos donde se haría el crossover, los spinoffs y hasta precuelas de la historia. Sería un viaje en el tiempo durante 40 años de la vida de este hombre, desde su primer romance, la razón por la que tuvo tantos hijos y lo que hace luego cuando decide reencontrarse con ellos. 

¿Y entonces que creé primero en mi franquicia? Les contaré en la siguiente crónica.

viernes, 8 de febrero de 2019

Crítica Cinéfila: Can You Ever Forgive Me?

Sigue la historia de Lee Israel, una respetada biógrafa en decadencia que comienza a falsificar cartas de escritores y celebridades fallecidas con el fin de pagar el alquiler. Cuando las falsificaciones empiezan a levantar sospechas, Israel roba y vende las verdaderas cartas de los archivos sin saber que el FBI está investigando el asunto.



Todo comediante necesita al menos un rol "serio" en su carrera para obtener respeto, y aunque Melissa McCarthy ganó una nominación al Oscar por su actuación en "Bridesmaids" y ha sido una estrella crítica desde entonces, ella también lo ameritaba. Nos la ganamos con "Can You Ever Forgive Me?", un drama inesperadamente profundo e increíblemente verdadero en el que interpreta a Lee Israel, una miserable escritora de Manhattan que recurrió a la falsificación de cartas de escritores famosos para pagar el alquiler y sus deudas, y donde encontró la base de su libro más exitoso en el proceso. 

Aún así, dotada y con el ceño fruncido durante casi todo el tiempo de carrera, McCarthy gana casi tantas risas interpretando a esta malhumorada escritora como lo hace en su parte de comediante más irreprimible. Pero, por supuesto, es el lado humano del personaje el que hace la mejor actuación de McCarthy hasta la fecha, revelando ideas inquietantes sobre la amistad, la soledad y la inseguridad creativa. Que lo haga desde una perspectiva únicamente femenina es una ventaja en este momento en particular.


La historia comienza con Lee llegando al lujoso apartamento de su agente en Nueva York. Allí, en el centro de la sala, está Tom Clancy, quien se da cuenta de que "el bloqueo del escritor" es un término inventado por la comunidad de escritores para justificar su pereza. Lee se burla de ella cuando pasa pero es un momento revelador. Como dice el dicho: "Señor, dame la confianza de un hombre blanco mediocre". Aunque nunca se enfoca en nada, esta película, coescrita por una mujer (Nicole Holofcener) y dirigida por una también (Marielle Heller), recuerda de manera conmovedora que los hombres nunca parecen apreciar las ventajas que todavía tienen, incluso si nadie hizo las cosas más difíciles para Lee Israel que Lee Israel las hizo para ella misma.

Antes de 1991, la autora de 51 años disfrutó de algunos éxitos editoriales y escribió biografías de artistas como Tallulah Bankhead, Dorothy Kilgallen y Estée Lauder. Pero nadie quería su próximo libro, que iba a ser sobre la comediante de vodevil Fanny Brice, y se estaba desesperando, lo que en el caso de Lee significaba que su comportamiento ya desagradable se volvió aún más combativo con las pocas personas que estaban a su alrededor.

En un giro que parece un poco demasiado fortuito cuando se encuentra con un par de cartas escritas por Brice mientras investiga su tema, las roba de la biblioteca y las vende a una dueña de una librería local (Dolly Wells) por una buena suma: aún más agradable es cuando logra vender una segunda carta a la cual le ha agregado una ingeniosa posdata de su propia invención. Y así comienza un pasatiempo lucrativo de componer letras "escritas por" sus figuras literarias favoritas, cartas cuyo valor se escala en proporción directa a su contenido.

 

Como la propia Lee era una escritora frustrada, canalizó su ingenio en su trabajo, permitiendo que la difunta Noël Coward, Lillian Hellman y Dorothy Parker se hicieran cargo de algunos de sus mejores zingers (como el que le da a la película su título). Sea cierto o no, se dice que Hunter S. Thompson ha vuelto a escribir "The Great Gatsby" de F. Scott Fitzgerald para tener una idea de cómo se sentía escribir una obra maestra. Quizás Lee Israel tuvo una experiencia similar en canalizar las voces de sus ídolos. En muchos sentidos, su libro más famoso es el que escribió sobre el período de tres años, durante el cual falsificó más de 400 cartas (incluso llegando a robar y copiar algunas de los archivos).

Pero eso es ignorar el beneficio más inmediato que McCarthy transmite en la película: Lee era una persona increíblemente solitaria, ya que había alienado a su antiguo amante (quien aparece al final de la película en una escena que sugiere que la amarga Lee había reescrito su propia historia), y sin embargo, se abrió un poco durante sus días de escribir cartas. Fue entonces cuando Jack Hock (Richard E. Grant, crepitante en su papel más escandaloso desde "Withnail & I"), un alcohólico y artífice de Nueva York que se convirtió en amigo y cómplice durante este período, ayudando a Lee a vender sus cartas después de que los distribuidores empezaron a sospechar.

Viendo el tráiler de "¿Me puedes perdonar alguna vez?", uno tiene la impresión de que Fox Searchlight está tratando de ocultar (o al menos restar importancia) al lado homosexual de esta historia: Lee era lesbiana, mientras que el abiertamente gay Jack no puede pasar una boca de incendios sin pedir su número de teléfono. Juntos, hacen un dúo fabuloso, un par de forasteros que emite hilarantemente un juicio sobre la sociedad educada, que se consienten platonamente con la compañía del otro, que iban a bares y se divertían haciendo llamadas maliciosas a las personas que odiaban, en lugar de exponerse románticamente. (aunque Jack disfruta de sus lanzamientos, el viejo rapscallion). McCarthy hace que el deseo de compañía de Lee se sienta en una serie de visitas a su librería favorita, que culmina en una cita con el personaje de Wells que ella, con bastante dolor, logra sabotear (el marido de la vida real de McCarthy, Ben Falcone,

Ciertamente, Heller muestra un enorme afecto por Lee, a quien la mayoría de nosotros probablemente no podríamos soportar si nos encontramos con ella en la calle. Tampoco querríamos pasar dos minutos en su apartamento: un paraíso para las ratas, repleto de archivadores y lleno de moscas, donde se han acumulado años de excrementos de gatos debajo de la cama. Confeccionados casi completamente de marrones de color polilla y telas grises con apariencia de picazón, el vestuario y el diseño de producción contribuyen enormemente a la definición del personaje de McCarthy (uno quiere desesperadamente abrir las ventanas de la película para que entre un poco de aire fresco), aunque toma a una actriz tan encantadora como ella para hacer que una mujer así no solo sea perdonable sino que sea absolutamente amable.

domingo, 3 de febrero de 2019

Crónicas de California: El miedo a graduarse


Estar en la universidad es una experiencia increíble. Te enseña tanto de tu carrera como de la vida; te da los amigos que realmente perduran por más tiempo; te dice que acumular honores es muy importante pero igual aprenderse el proceso y ponerlo en práctica tan pronto puedas. Es, sin lugar a dudas, uno de las etapas que todo joven adulto debería vivir. Pero, aún más importante es el logro que viene después de un par de años: graduarse.

Y sí, ese debería ser considerado uno de los eventos más importantes de tu vida profesional, pues demuestra que has llegado a la meta y que finalmente has culminado ese proceso, ya sea licenciatura, maestría o doctorado... pero muchos lo considerarán de otra manera: "el miedo a graduarse".

Dirán que graduarse es como una bofetada que la vida nos da de gratis para que terminemos de caer en cuenta que el próximo paso es conseguir un trabajo del que puedas vivir y salir adelante, de que ya debes dejar de depender de tus padres o del Estado y debes finalmente convertirte en adulto. Otros dirán que graduarse es percatarse de que ya no será lo mismo y es un miedo a no saber lo que sigue, y a tener que durar semanas sin encontrar que hacer, sin tener un horario o calendario de tareas que cumplir, hasta que al final decidas procrastinar; pero esto se relaciona más cuando no tienes un trabajo.

Cuando te graduas y vas rápido por un trabajo, la vida te da todos los retos en primera fila: las incontables entrevistas que no prometen nada, el cambio de imagen que no querías tener pero lo necesitas para poder convencer a los directores de Recursos Humanos. Y eso sin contar lo que viene cuando ya tienes el trabajo: tolerar abusos de jefes porque son los jefes, tener que aceptar salarios miserables porque es lo único que ha aparecido en el momento, tener horas de llegada pero nunca de salida, tener que hacer un sinnúmero de tareas que (en vez de pasar una asignatura) son las que dictan a final de mes si realmente mereces estar trabajando en la posición que te has ganado o no.

Quizás el miedo a graduarse de una licenciatura no es el mismo que el de una maestría: cuando te graduas de una licenciatura, sabes que eventualmente regresarás a la universidad a seguir estudiando, ya sea para un postgrado, maestría o hacer otra carrera; pero cuando te graduas de una maestría, ya no vale esa excusa (a menos que digas de estudiar un doctorado). Tener un título de maestría significa que tu salario y posición debería ser más prometedor, y que aspiras a una o ambas cosas; significa que muchas personas estarán apostando a que tu profesionalidad es aún más superior, y que no cometes los errores que un recien graduado de grado cometería. Exige aún más conocimiento aprendido y cuestionamientos de lo que sigue después.

Y cuando eres estudiante internacional, el miedo parece ser aún mayor: si estás pensando regresar inmediatamente a tu país, significa volverse a acostumbrar a lo que habías dejado atrás, y tratar de conseguir un trabajo mucho mejor del que habías tenido; si estás pensando en quedarte más tiempo en el país donde estudiaste, significa vivir las complicaciones de ser estudiante internacional y no tener la facilidad de conseguir un trabajo, ya sea por tu idioma, porque teman de que no podrás hacer el trabajo eficientemente porque el inglés no es tu lengua natal, o porque temen en los prejuicios de tu país.

Graduarse es el momento en que la puerta de una aventura a lo desconocido se abre; es un momento que resulta ser muy excitante, pero lo siguiente es lo que puede llenar de terror a cualquiera. Pero lo que verdaderamente les aterra a muchos es el miedo al fracaso: a que esas noches trabajando hasta que terminaras tus proyectos, o todo ese dinero invertido haya sido en vano, y no puedas demostrar que aprendiste algo en los años dentro de la universidad.

Sí, graduarse suena aterrador. Pero... nada de esto me aterra. Soy de las que cree que la universidad es un capítulo y que todo capítulo debe ser culminado. Estoy convencida de que por más extraño que se sienta el no volver a tener tareas o tener una fecha límite para entregar proyectos para ganarse esa a, no significa que debas convertirte en un hermitraño y no ser capaz de crear una nueva estrategia para seguir progresando, o aún más importante, para CONSEGUIR UN TRABAJO DE VERDAD.

Creo que es normal sentirse inquiet@ por el hecho de perder una rutina, de no poder ver esas personas con las que compartiste tu día a día de la misma manera constante, pero este no es el fin del mundo. ¡Tu mejor vida comienza después! Y yo estoy segura de eso. Me siento más preparada que nunca para salir a las puertas de los estudios y decirles "Ey, contrátenme, que no se van a arrepentir". Así que ahora toca disfrutar mucho esta celebración, que lo que viene después será intenso, pero promete ser algo aún más inolvidable... claro, si luchas por eso. Yo ya lo estoy haciendo.

Próximo camino: Práctica Profesional. Y quien sabe, quizás vender un par de guiones.

P.s.: puedes llamarme Magister.