viernes, 27 de octubre de 2017

Crónicas de California: Escribir en inglés, no traducir


Cuando inició el semestre, uno de mis mayores temores era que mis profesores no entendiesen lo que escribiera. No lo digo porque no supiese escribir oraciones adecuadamente en inglés. Ocho años estudiando el idioma, más el resto practicándolo con películas, series de televisión, libros, canciones y viajes: puedo decir con firmeza que soy bilingüe. Y quizás no tengo acento de hispana cuando lo hablo, me sé manejar bien en conversaciones y podría servir de traductora, pero eso no quiere decir que escribir textos en inglés también es fácil para mi.

Desde antes de entrar a la maestría sabía que no iba a ser algo sencillo, pues no estaba acostumbrada a escribir tanto en este idioma, pero el reto ya estaba asumido. Además, ¿quién iba a dejar de aprovechar la oportunidad de venir a Los Ángeles, a estudiar guión en una de las mejores academias de cine en Estados Unidos, por el hecho de no escribir siempre en inglés?

Y no me refiero a traducir ideas completas, sino crear esas ideas bajo los criterios de este idioma. Porque cuando traduces, en la gran mayoría de las ocasiones, lo que quieres decir se puede malinterpretar o perder el sentido.  Por eso es mejor escribirlo en inglés, reconociendo que, así como hay distintos verbos para describir la palabra caminar, así también los hay en demás idiomas.

Cuando comencé a escribir mi primera historia en la segunda semana de clases, el esfuerzo fue mayor (Struggle is real se convirtió en mi frase de todos los días). Y duré horas tratando de sacar textos concisos y entendibles. Para mi mayor sorpresa, todo andaba bien con mis oraciones, la única recomendación del profesor fue el uso de las palabras: ampliar mi vocabulario y seguir utilizando el idioma inglés hasta que me acostumbre.

Y el reto continúa bajo exploración: en vez de traducir las palabras con Google translate (lo cual no está permitido en la escuela), me compré un thesaurus tradicional (diccionario de sinónimos y antónimos) y un thesaurus para escritores; en vez de pensar que estoy escribiendo adecuadamente en inglés, estoy tomando tutorías con el centro de idiomas de la escuela; en vez de avergonzarme cuando no entiendo una palabra y quedarme en silencio, simplemente pregunto qué significa, ¡porque no es mi lengua materna! y mis compañeros y profesores lo saben. Gracias a Dios, también respetan esto, porque sé que en otros lugares esto podría ser tema de burla.

Escribir historias en formato de guión tiene que ser como si estuviéramos describiendo sucesos de la vida. Nada de tecnicismos, a menos que sean requeridos, y con una cultura de detalle que no deje en duda nada que deba ser plasmado en imágenes. Es menos que desarrollar una novela, y mucho más que hacer un reportaje, crónica o crítica. Hay que mantener un lenguaje llano y entendible para cualquier lector. Entonces, cuando toca hacerlo en un idioma que no es al que acostumbramos escribir, toca hacerlo por partes. Oraciones pequeñas, que se conviertan en textos más amplios. Descripciones simples, que luego sean más detalladas. Nombres de personajes que signifiquen algo para nosotros, pero que también se utilicen en este país. Pero no traduciéndolo de español, sino simplemente escribiéndolo en el idioma inglés.

Uno de mis tutores me dijo que con el tiempo las palabras saldrán natural, que quizás no necesitaré utilizar el thesaurus y que tendré mejor conocimiento del idioma, pero que no debería preocuparme tanto porque mi inglés está "bien". Yo le respeto su opinión, pero difiero en algo: mi inglés estará "bien" dentro de lo intermedio, pero siempre es bueno seguir practicando. Mi meta ahora es abandonar totalmente los traductores y enamorarme de este lenguaje, porque al final del día no es más complejo que el español. Y no he comenzado a escribir este blog en inglés porque respeto a mis lectores y sé que no sería lo mismo; pero fuera de Cinéfila en RD y de mis conversaciones con mis amigos, mi otro idioma es el inglés. 

jueves, 26 de octubre de 2017

Wind River

Una agente del FBI se alía con un veterano rastreador local para investigar un asesinato ocurrido en una reserva de nativos americanos. (FILMAFFINITY)



Taylor Sheridan (guionista de Hell or High Water y Sicario) hace su debut como director con este thriller policíaco sobre un cazador de coyotes y una inexperta agente del FBI, que se unen para descubrir quién es el responsable del asesinato de una joven nativa americana. La película se enfoca en las constantes desapariciones que hay de personas pertenecientes a este grupo social de Estados Unidos y cómo no se tiene un conteo específico de cuántas personas desaparecidas hay actualmente.

Jeremy Renner, quien retrata a este cazador, frustrado por la muerte de su hija, no solo intenta vengarla, sino también quiere que estas desapariciones no continúen. Por eso se enfoca en encontrar a la persona y asesinarla. Mientras, la agente, encarnada por Elizabeth Olsen, solo quiere resolver el misterio para poder regresar a casa en Las Vegas. No obstante, las necesidades de ambos frente a este asesinato, harán que trabajen en conjunto y reunir todas las pistas que puedan llevarlos hasta el verdadero culpable.


Sheridan logra un guion muy interesante, lleno de tensiones, escenas de acción disfrutables y detonaciones de momentums claves para cada parte de la trama. Cada personaje tiene muy bien establecido cuál es su rol dentro de la historia, y denotan un interesante trabajo en los diálogos, que complementan y contrastan con las acciones de cada uno de ellos. Los momentos más íntimos de la historia son sus conversaciones que terminan siendo frases emblemáticas para recordar a cada protagonista. 

A pesar de que la trama se enfoca principalmente en el asesinato de una joven perteneciente a este grupo cultural, uno de sus enganches es Cory (Jeremy Renner) y la incógnita detrás de lo que le sucedió a su hija, que se irá desarrollando a lo largo de la historia y se interconectará con el conflicto principal.


Por otro lado, está el excelente trabajo de la fotografía y la iluminación, complementada por una musicalización muy inclinada a las personas de origen nativo americana, lo cual se acerca aún más a los hechos reales que se identifican en ella.

Sheridan sigue contando historias de thriller relacionados a la policía, con personajes únicos y conflictos internos que terminan tomando la trama, pero esta vez con una tonalidad más íntima y oscura, que envuelve a la audiencia en esta crítica ante la realidad social que vive este grupo.

Wonderstruck

Ben y Rose son niños de dos épocas distintas, que desean en secreto que sus vidas sean diferentes. Ben sueña con el padre que nunca conoció, mientras Rose lo hace con una misteriosa actriz cuya vida narra en un libro de recuerdos. Cuando Ben descubre una pista en casa y Rose lee un tentador titular en el periódico, ambos comienzan una búsqueda que se desarrollará con una fascinante simetría. (FILMAFFINITY)



Wonderstruck no es una película para verse una sola vez. Incluso, me atrevería a verla dos veces en una noche. 

Se enfoca en la historia de dos personajes, Rose está en el 1927 y Ben en el 1977. Sin embargo, tienen mucho en común: son niños con grandes deseos de una mejor vida, pero extraños para el resto del mundo por la condición física que tienen. Ella nació sordomuda; él quedó sordo cuando un rayo cayó en su casa. Los dos tienen la misma misión de encontrar a las personas que representan el origen de sus vidas en un New York muy alocado para sus cortas edades; y a pesar de estar en tiempos distintos, New York parece ser el mismo en términos de adrenalina. 


Ambas historias se narran de manera simétrica, en casi los mismos escenarios y conflictos similares, lo cual hace que uno no se sienta perdido mientras se van contando de manera simultánea. La audiencia se sentirá cautivada por los dos, deseará saber hacia dónde llegarán y si lograrán cumplir sus objetivos antes del final, momento en que de manera inesperada, ambos protagonistas se encuentran uno frente a otro e interactúan en un solo tiempo. Me gusta la idea de que las historias se conecten pues crea empatía con el público y un sentimiento más profundo con los personajes.

Esta producción tiene el lujo de contar con Julianne Moore y Michelle Williams, pero sus verdaderas estrellas son los más jóvenes en escena: Oakes Fegley, Millicent Simmonds y Jaden Michael, que le dan una tonalidad de inocencia, juventud y deseo de saber cuál será su próxima aventura. Son quienes le dan el verdadero conflicto a la trama y los que provocarán que uno se sienta motivado por la película a nivel general.


El guión y la forma en la que está desarrollado es muy interesante, pues tiene muy claro hacia donde quiere llegar con la historia, sus personajes y las situaciones que están viviendo, pero deja algunas interrogantes: ¿qué pasa con la tía de Ben: nunca vuelve a encontrarlo? ¿qué pasa con el papá y la mamá de Rose, después de que ella se encuentra con su hermano? ¿el papá de Jaime nunca se preocupa por él después de dos días andando por su cuenta? ¿Ben recuperará la audición? ¿Por qué Rose nunca intentó contactar a Ben antes? ¿por qué la mamá de Ben nunca le habló de su padre? Quizás para algunos no sean prioritarias para que la película siga su curso, pero es importante no dejar ninguna duda sobre la trama o quienes están en ella. 


Las ambientaciones de ambas épocas son uno de los puntos más fuertes de la trama, pues se enfocan en que la audiencia tenga bien claro que son de tiempos distintos. Por eso, cuando nos encontramos con Rose, la vemos en blanco y negro, sin audio en los diálogos, con movimientos sutiles de cámara, similar a las películas del cine mudo, por el hecho de está desarrollado a finales de los años 20, cuando el cine hacía su transición a sonoro. Mientras que a Ben lo conocemos en los años 70, con imágenes colorizadas en los tonos más brillantes, movimientos acelerados y musicalización más ruidosa. 

Todd Haynes (Carol, Far from Heaven, Velvet Goldmine) logra a través de Wonderstruck una historia llena de magia e inocencia, que logrará ablandar más de un corazón en una sola noche. El final es simplemente hermoso e inesperado.

sábado, 21 de octubre de 2017

Crónicas de California: Creación de Pennywise, desde la voz de sus maquillistas


Halloween se aproxima, algo que nunca ha sido motivo de celebración para mi, pero para la comunidad americana es una festividad "importante", especialmente para los habitantes de Los Angeles, donde las actividades se concentran en fiestas de disfraces, de terror o ambas combinadas. De modo que la visita de los diseñadores de los efectos de maquillaje de Pennywise (uno de los personajes favoritos de este año) llega en buena época.

El Q&A junto a los creadores de Pennywise (versión 2017), Tom Woodruff, Jr. y Alec Gillis fue una buena oportunidad para responder muchas de las interrogantes que tenía sobre la criatura, sobre todo "por qué deciden darle vida a este payaso con esos efectos en específicos".

La cita fue en Creatures Features, una tienda/biblioteca de criaturas fantásticas y de terror. Este espacio ha sido una de las fuentes más completas para creadores y coleccionistas de historias de ciencia ficción, fantasía y terror desde hace 30 años, así que, si buscan inspiración para un disfraz o para desarrollar personajes que ya han sido utilizados o que podrían ser totalmente novedosos para la industria del entretenimiento, las novelas literarias, video juegos o comics, este es el lugar ideal.


Para mi gran sorpresa, había una gran audiencia esperando a este dúo. Tanto así que tuvieron que hacer dos tandas para poder conocerlos, lo cual le dio oportunidad a los fanáticos de poder interactuar de manera más orgánica con ellos. Otra gran sorpresa (porque no leí bien la invitación) fue que Bart Mixon, el diseñador de los efectos de maquillaje del primer Pennywise (1990), también estaba ahí.

Si comienzo a hablarle de cada uno de estos sujetos, no acabo nunca, pues sus portafolios abarcan desde clásicos del cine moderno de terror y acción hasta famosas series de televisión que involucran prótesis, maquillajes excesivamente elaborados y criaturas inimaginables, o por lo menos solamente imaginables para estos artistas.

El punto más interesante del encuentro fueron sus anécdotas: cómo surgió cada diseño, cómo llegaron a la conclusión de que ese era el look ideal para Pennywise y las impresiones que querían causar, no solo en la audiencia sino también en el elenco y el equipo de producción.


En el caso del Pennywise de los 90, Mixon creó sus efectos de maquillaje en base a la breve descripción del payaso que tenía el libro y el guión; mientras que Woodruff y Gillis trabajaron el personaje en base a los bocetos que el director les había hecho, pues ya tenía una idea de cómo quería que se viera. Mixon trabajó muy de cerca con Tim Curry y él estuvo encargado de montar su maquillaje cada día, lo cual fue hasta 3 horas de maquillaje; Woodruff y Gillis no trabajaron en el rodaje, pero sí están conscientes de que la preparación de Bill Skarsgård se podía tomar entre 2 y 3 horas. Ambosi personajes pasaron por muchas pruebas antes de dar el producto final, tanto en la apariencia, como en las prótesis de la cabeza y la dentadura.

Como el Pennywise de los 90 tenía una apariencia más clásica de payaso, Woodruff explica que la idea de Andy Muschietti no podía compararse con el original, porque era totalmente diferente. "Nunca nos dijeron 'no hagan lo mismo que la primera versión', pero sí nos pidieron que su aspecto fuese más poderoso y tenebroso".

Sabemos que Tim Curry y Bill Skarsgård son unos actores profesionales, que dieron todo de sí para hacer posible el personaje de Pennywise; sin embargo, estas personas fueron las encargadas de crear al verdadero monstruo, así que se llevan mucha parte del mérito.

Es bueno reconocerles este trabajo que no es fácil, pero al que le ponen mucha pasión aunque no todos se lo celebren. Ahora... después de la actividad de la semana pasada, sí pueden darse el lujo de decir "sin mi, no hubiese quedado igual".

viernes, 20 de octubre de 2017

Gerald's game

Jessie (Carla Gugino) y Gerald (Bruce Greenwood) son un matrimonio maduro que viaja a una remota cabaña con la esperanza de revitalizar su deteriorada relación en un sitio apartado y tranquilo. Allí Gerald propone a su mujer un juego sexual: esposarla a la cama para incrementar las sensaciones. Pero cuando éste muere de un infarto, Jessie tendrá que luchar por su supervivencia. (FILMAFFINITY)



2017 es el regreso de Stephen King al mundo del entretenimiento. A estas alturas, ya se han presentado 3 películas y una serie de televisión basados en sus libros. Pero en el caso de Gerald's Game, la historia va más allá. A pesar de ya tener 25 años de su publicación, nadie se había motivado en producir esta trama, quizás por no ser el clásico terror o porque no sabían cómo llevar este terror psicológico a la gran pantalla. Mike Flanagan (Oculus, Hush, Ouija: origin of evil) toma las riendas de esta nueva adaptación de King y le entrega a la audiencia una película cargada de tensión, suspenso y confusión. 

Su protagonista, Jessie (interpretada por Carla Gugino) ha tenido una vida difícil y su matrimonio no va por buen camino; por eso, su esposo decide hacer una escapada romántica y sorprenderla con algunos "juegos". Pero lo que se iba a convertir en la recuperación de su relación, terminó con ella esposada a la cama, su esposo muerto de un infarto en el piso y un perro del bosque alimentándose de su cuerpo.


En medio de su agonía, su mente comienza a jugar con ella y con todo el público. Es difícil determinar qué es real y que es ficticio, y esto es lo que verdaderamente asusta de la historia. A pesar de que la presencia del perro asusta un poco (y de lo que podría intentar hacer cuando el cuerpo de Gerald esté lo suficientemente podrido y busque carne fresca), lo que más preocupa son las figuras que aparecen alrededor de ella, intentando aconsejarla de cómo escapar de las esposas, antes de que "el fantasma de la muerte" vaya por ella durante la noche, además de los demás demonios del pasado que la persiguen en este momento.

Carla Gugino hace un trabajo interesante y sorprendente como Jessie, pues su agonía y su vulnerabilidad la transmite, al punto de que uno simplemente quiere que ella sobreviva, a parte de que se adentra totalmente en su personaje, logrando que la audiencia se sienta totalmente confundida sobre qué es lo que realmente estamos viendo y qué es producto de la imaginación de Jessie.

El hecho de haber realizado esta película con tan pocos personajes y con un reducido número de locaciones, concentrándose básicamente en la habitación y Jessie esposada a la cama, puede ser un reto y puede caer en lo aburrido, pero la trama, sus conflictos, su pasado y la tensión de querer saber si saldrá de ahí con vida es lo que lleva a querernos quedar hasta el final. Está es la tercera película de Flanagan que se desarrolla dentro de un solo escenario, y está muy bien logrado, incluso mejor que sus dos anteriores.


De igual modo, la fotografía juega con la mente del espectador y está desarrollada en planos secuenciales que te dan la sensación de estar encerrado en un único lugar. La colorización de las escenas se conecta con la tensión del personaje y con los sentimientos que transmite en cada momento de desesperación.

Es importante resaltar que, aunque Gerald's game se enfoca más en un terror psicológico que visual, tiene una de las escenas más dolorosas y sangrientas que he visto en este año. Por más fanático del cine gore que sea, es imposible no desviar la mirada mientras ella pone en maniobra su escape de las esposas.

Las películas basadas en historias de Stephen King siempre son interesantes e intensas, pero esta nueva adaptación ofrece una visión distinta a lo que él normalmente cuenta y le da a su audiencia una nueva experiencia en un terror que podría ser el siguiente más utilizado, si aprenden a saber cómo explotarlo. 


jueves, 19 de octubre de 2017

The Beguiled

Año 1864. Durante la guerra civil norteamericana, la tranquilidad de una escuela femenina de Virginia donde sólo viven mujeres se ve alterada con la llegada de un apuesto soldado confederado herido... Remake de "El seductor", dirigida por Don Siegel y protagonizada por Clint Eastwood. (FILMAFFINITY)



Sofia Coppola regresa al puesto de directora con este remake de The Beguiled (1971) y unos cambios bastante notorios en el argumento de la historia.

Cerca de un internado para niñas en el Sur de Virginia, una estudiante encuentra al cabo yankee ,John McBurney (interpretado por Colin Farrell) malherido y decide llevarlo a la escuela para que se recupere allí. Al principio, ninguna de sus demás compañeras o sus maestras desean tenerlo dentro de la casa, pues representa un peligro para ellas. Pero su superior, la señorita Martha Farnsworth (interpretada por Nicole Kidman), decide curarle la herida y dejarlo preso dentro del salón de música, con la precaución de que este no vaya a hacerle algún daño.


Los momentos de tensión se fueron apaciguando entre cada uno de sus personajes y, por otro lado, crecía una tensión sentimental entre las estudiantes y el cabo, dejando al aire la gran interrogante de qué pretendía él con todas ellas, con quién se quedaría al final y cómo ellas tomarían su decisión. Los errores se pagaron con sangre y tomando la vida de uno de sus personajes, para poder darle paz al resto del grupo.

Coppola (Lost in translation, Marie Antoinette, The Bling Ring) se enfoca principalmente en los personajes de esta historia y logra que cada uno pueda ser distinguido de acuerdo a la personalidad que encarnan y los sentimientos que provocan. No hay manera de identificar cuál es más importante que el otro, pues todos son importantes para que la trama fluya y llegue a su final de manera ágil. 

A pesar de que no cuenta exactamente el punto fuerte de la película del 1971, esta versión se enfoca más en las debilidades y el pasado doloroso que cada uno de sus mujeres cuentan, y cómo la presencia de este hombre les afecta y provoca deseos que van en contra de lo que la sociedad (incluso la de estos tiempos) establece como lo adecuado para una "dama". Pero aquí no sabemos quién es el más débil en realidad: si este hombre en manos de todas las mujeres, o ellas que, a consecuencia de las tentaciones que el mundo les prohíbe, terminan desquitandose con él.


La fotografía de los filmes de Coppola son distintivos por su detallismo en los aspectos que complementan a los personajes; no obstante, aquí se basa más en mostrarnos este escenario de mediados de 1800, alejado pero a la vez bien cerca de la guerra, y cómo sus protagonistas tienen que tratar de ignorar este factor para seguir adelante con sus vidas.

La directora nos otorga una puesta en escena con sutileza, elegancia y belleza lírica, complementados por un elenco bien acertado y una fuerza visual que llama al espectador a dejarse llevar por la historia y a admitir que los tiempos no han cambiado: las mujeres seguimos siendo reprimidas del mundo en distintas circunstancias, cuando en realidad somos capaces de tomar al enemigo por donde más le duele y acabar con él, aunque esto nos afecte emocional o físicamente.


sábado, 14 de octubre de 2017

Crónicas de California: Press Screening en Hollywood


El frío de hace unos días se había escapado a otra ciudad, concediéndome disfrutar una noche en Hollywood con una temperatura agradable. En esta ocasión, mi destino no era un museo, restaurante o show de televisión; se trataba de algo que había hecho por un tiempo en República Dominicana y no sabía si volvería a hacerlo en otro país. Entrada y palomitas gratis no se consiguen todos los días, y mucho menos si es para una película que desde el momento que vi su trailer dije que quería verla, aunque estuviese clara de lo mala que podría resultar al final.

Gracias a mi amiguito Cocalecas/Ruben Peralta/El Molleto, volví a ponerme el carnet imaginario de periodista/colaboradora y fui al press screening de Happy Death Day en ArcLight Cinemas, ubicado en Hollywood. Esta ciudad de noche es tan luminosa como New York, pero menos gente común y más cinéfilos en medio. La gran mayoría de los que andan en la noche, van a una muestra de cine, un festival, un grupo de screening o simplemente al cine, y los cines tienen la suficiente cantidad de tandas para saciar al público que visita sus salas.

Al llegar al lugar, me di cuenta de que había varios periodistas... y una alfombra roja... y peridiotas reunidos en la entrada. ¿Acaso iba a conocer al cast y crew de HDD? ¿Era una premiere en realidad? En mi querida isla, los press screening cuentan casi siempre con la presencia de los actores, director y productores, pero aquí es diferente.


No entiendo el punto de la alfombra, pero en realidad no se trataba de una alfombra por la película que iba a ver. Incluso, no se trataba de alguna premiere importante ni nada de eso. Simplemente estaba allí, "llamando la atención": la entrada oficial del cinema.

Pero, aunque me hubiese encantado conocer a parte del elenco de esta película, tuve el honor de estar cerca de otras personalidades importantes: los críticos de Los Ángeles. Y créanme, esto tiene un valor aún mayor en mi. Pues como crítica en crecimiento, el hecho de estar rodeada de algunos de los mejores comentaristas cinéfilos de esta ciudad es una oportunidad que solo se tiene en este tipo de eventos y hay que aprovecharla, aunque no me pueda sentar a conversar con ninguno de ellos.

Lo más interesante fue escuchar de qué hablaban antes de ver la película: su crítica anterior, la última película que vieron, lo que esperan de la que íbamos a ver, sus grandes decepciones de los últimos meses. Era como si solo pudiesen hablar de cine. Y mientras más los escuchaba, más me quería acercar a ellos, pues la filosofía y análisis que teorizaban estas personas eran tan profundas como lo que leo en sus páginas digitales, las revistas o los periódicos.

La noche se fue "poniendo buena" cuando comenzó la película. Quizás eran sus risas o lo que le gritaban a la pantalla por momentos, pero a medida que avanzaba, notaba como ahí mismo dejaban claro si esta película funcionaba o no en ellos.

Click aquí para leer mi crítica de Happy Death Day

Mientras salían, ya sabían lo que dirían en sus críticas, y si los reconocía, pues ya tenía una idea de lo que iba a leer. Muchos decían lo divertidas que fueron cada una de sus muertes, otras hicieron referencia a Scary Movie y algunos reiteraron lo cansados que estaban y lo desesperante que fue llegar hasta el final.

¿Qué se aprende de otros críticos?

Principalmente, reconoces cuáles son los aspectos que pueden y no pueden ser criticados en una película; como criticar dependiendo del nivel de conocimiento que tengas en cada elemento cinematográfico; como determinar si un personaje funciona o no para una historia; qué fue lo mejor y qué fue lo peor de una película; y lo más importante, decir por qué te gustó y por qué no te gustó.

Creo que no soy la única que comenzó leyendo opiniones de otros escritores para saber cómo escribir las mías, pero después de 2 años de comentarios constructivos y destructivos, entrevistas a otros críticos dominicanos y entender bien cuál es mi principal enfoque en una película, me di cuenta de lo apasionada que me sentía cuando llegaban los miércoles y jueves para escribirles mis críticas de la semana.

Hay dos cosas que quiero hacer y seguir haciendo mientras mis ojos, mi juicio y mi corazón me lo permitan: escribir historias y críticas de historias. Lo demás es complementario.

jueves, 12 de octubre de 2017

Feliz día de tu muerte (Happy Death Day)

Thriller en el que una estudiante universitaria (Jessica Rothe) reconstruye el día de su asesinato reviviendo tanto los detalles cotidianos como su aterrador final hasta descubrir la identidad de su asesino. (FILMAFFINITY)



Este tipo de películas existen y son realizadas con el propósito de entretener a su audiencia y tener éxito en las taquillas por varios días, quién sabe si por meses o años. A Scary Movie le fue muy bien en su momento, así que Happy Death Day pretende seguir sus pasos.

La trama se concentra en Tree, una estudiante de medicina, que pertenece a una fraternidad, parece ser "popular" en su universidad, envidiada por sus compañeras, deseada por los hombres: el gancho perfecto para una película humorística de terror. Todo parece indicar que su día de cumpleaños tendrá que celebrarlo como si fuese un tumor cerebral que va creciendo poco a poco: se despierta en la habitación de una persona que no conoce, pasea por la universidad en ropa de fiesta, tiene uno que otro encuentros desagradables con personas que no debería ver, se escabulle en la oficina de su profesor/romance universitario y casi es descubierta por su esposa, ignora las 20,000 llamadas de su padre durante todo el día y se prepara para su "fiesta sorpresa" no deseada. Pero lo más interesante ocurre en el momento exacto que va hacia su fiesta, donde sale el enmascarado asesino que la perseguirá por este eterno día sin final feliz.


Como mencioné anteriormente, esta película está realizada con la intención de entretener y sin ningún seguimiento artístico o filosófico de vida, por lo que si se evalúa la trama y la estructura cómo fue desarrollada, encontraremos un sinnúmero de errores. Sin embargo, y para una gran sorpresa, el punto fuerte está en los personajes, quienes tienen un tratamiento lógico y tienen bien claro cuál es su rol dentro de la historia. A pesar de ser estereotipados, son los que le dan verdadero sentido a la trama y crean la sensación de que ellos son los que están guiando la historia, y no lo contrario.

El montaje de escenas mientras Tree trata de descubrir quién está intentando matarla resulta entretenido, divertido y acertado, pues en ocasiones el personaje ataca a su asesino en más de una ocasión, lo cual es irónico porque casi siempre las víctimas de películas no responden violentamente y crean una disconformidad en la audiencia. Sin embargo, Tree lo enfrenta y nos dice "esto es lo que se hace cuando te encuentras con alguien que quiere matarte". A parte, cada muerte siempre será diferente, dándole un motivo más de encontrar quién es y por qué lo hace.


Lo malo de este tipo de películas que están "encerradas en un solo día" es que muchas veces tienen un final forzado y que la hacen eternamente largas por razones contrarias a los verdaderos resultados que causan. Se vuelve cansona la idea de que despierta y vive lo mismo una y otra vez, que en este caso tuvo que vivirlo más de 10 veces. Y aunque el asesino es quién menos esperaba, cada ocasión es una nueva lección y es bastante entretenida toda la situación que está viviendo, llega un momento en que uno simplemente quiere ver el final y este termina siendo empujado y desesperante.

De que conseguirá público, lo hará. De que entretiene, lo hace. ¿De qué es buena? Para los gustos, los colores, y cada quién la verá desde su propia perspectiva y con intenciones distintas.


Blade Runner 2049

Treinta años después de los eventos del primer film, un nuevo blade runner, K (Ryan Gosling) descubre un secreto largamente oculto que podría acabar con el caos que impera en la sociedad. El descubrimiento de K le lleva a iniciar la búsqueda de Rick Deckard (Harrison Ford), un blade runner al que se le perdió la pista hace 30 años. (FILMAFFINITY)



Una de mis mayores preocupaciones con el cine moderno son las secuelas, porque en su gran mayoría están precediendo a clásicos o películas taquilleras extremadamente exitosas, y en otras ocasiones están buscando alcanzar el éxito que sus antecesoras no lograron conseguir. Ambas situaciones son retantes, porque el camino para llegar a la meta de las taquillas y buena crítica no sólo dependerá en qué tanto varíe la imagen para impresionar al público.

Para mi gran decepción, Blade Runner 2049 no cumplió con las expectativas que el trailer y los comentarios de otras personas habían generado en mí. Y mi desencanto no tiene nada que ver con los aspectos técnicos que son los únicos atractivos de la película, para mi. Sino de toda la parte narrativa que la compone.


La historia se desarrolla 30 años después de que Rick Deckard desapareciera junto a Rachael, en una ciudad de Los Angeles devastada por la destrucción medioambiental, envuelta en el desequilibrio químico y consumida por las avanzadas tecnologías. El protagonista, conocido como K o Joe, es un replicante que trabaja y obedece los oficios de la policía local, ubicando y eliminando modelos de replicantes clandestinos más viejos. Después de acabar con uno de sus casos, encuentra por accidente una caja con huesos de una antigua replicante y un descubrimiento que podría "cambiar la sociedad humana y de replicantes como ya es conocida": esta mujer/replicante tuvo un bebé, lo cual era considerado imposible para ese grupo de seres. A partir de ese momento, Joe debe investigar quién fue, dónde está esa criatura, quién fue su padre y cómo esto cambiará al resto del mundo, si es que logra cambiarlo antes de que la película se acabe.

La situación que más me preocupa con esta trama es que sus personajes son apáticos. Y es injustificable que digan que lo son porque no son humanos reales y naturales, cuando en la historia del 1982 nos mostraron que tienen sentimientos y son capaces de sufrir.


Aún con que la película cuenta con actores de fuerte calibre, estos no lograron llenar las interpretaciones como debían: Joe o K (Ryan Gosling) fue un objeto sin sentimientos ni una muestra de interés, ni siquiera cuando creyó que él era ese bebé de replicante y humano; hay otros personajes que se ven muy sobreactuados y otros poco coordinados; el personaje de Jared Leto no le sacaron el provecho y el máximo de lo que sé que hubiese dado y lo convirtieron en un villano pasivo, otorgándole importancia a Luv (Sylvia Hoeks), quién es el único personaje que sí tiene un desarrollo, aun cuando su cambio no es tan notorio. La entrada de Harrison Ford le dio un poco de fuerza a los demás, pero su aparición no es hasta la segunda parte de la película, cuando el ritmo duerme a la mitad de la audiencia con un paso extremadamente lento para lo que en realidad prometía la historia.

La trama no deja de ser interesante, pero está narrada en un tono flojo, falto de carisma y de la intensidad que solamente fueron logradas en las escasas escenas de acción que tuvo. Incluso algunas de ellas no tuvieron la fuerza que ameritaban.


Si le otorgo puntos a favor de esa fotografía colorida que me da la sensación de un tiempo distópico aparentemente creíble, pues da esa tensión en su atmósfera nublada y dañada. A su vez, los efectos especiales de los vehículos, las armas y las tecnologías futuristas fueron otra novedad que lograron lo que quizás la primera Blade Runner intentó hacer (y que en cierta forma, también lo hizo de una manera increíble, en comparación a la fecha en que fue desarrollada). Otro aspecto que me compró fue la musicalización, compuesta por una banda sonora de violines que complementaban el suspenso que trataban de crear en cada escena de la película.

Blade Runner 2049 no es una secuela terrible, pero no es (para mi) una obra de arte, porque aunque haya cumplido con dar una impresionante cinematografía y un elenco envidiable, se queda corta en términos narrativos y de personajes, y tiene la decepcionante capacidad de dormir a su público, si no logra enbobarlo con los aspectos técnicos que sé que muchos les aplaudirán y no le darán importancia a lo que verdaderamente es importante cuando se hace una continuación de una película: darle sentido coherente y entretenido a su historia.


sábado, 7 de octubre de 2017

Crónicas de California: 35 cosas que debes saber si quieres ser guionista


En la primera semana de clases de la maestría, casi todos los profesores hicieron la misma pregunta: "¿cómo te visualizas después de terminar el programa?" Obviamente, la respuesta tiene que ser "como una guionista profesional y capaz de escribir cualquier tipo de historia que me proponga". Pero si solo fuese eso, ahora mismo saldría diciéndolo sin siquiera recibir el diploma. Esta es una carrera de pasos y detalles.

¿Quieres ser guionista? Y no uno regular, sino uno muy bueno. Estas son las 35 cosas que debes saber para poder lograr ganarte ese título.

1. Saber resumir en una oración de qué se trata tu historia es un arte.
2. El guión se vende con el título y la premisa.
3. No es lo mismo un guión de película que uno de televisión o de documental.
4. La ironía es el gancho para que las personas se interesen por tu historia.
5. Comienza a escribir respondiendo: qué, quién, cómo, cuándo y por qué.
6. La trama casi siempre estará acompañada de subtramas.
7. Hay que darle un tiempo tope a la historia o se hará eterna terminarla.
8. Comenzar por el final es un buen truco.
9. Debes encontrar el personaje perfecto para tu historia. No cualquiera es el ideal para una situación en específico.
10. Guía al personaje a las pruebas más riesgosas que pueda experimentar.
11. El protagonista debe crear empatía con la audiencia; siempre queremos que gane.
12. Tu personaje nunca sabrá lo que le pasará luego, pero la audiencia sí.
13. El protagonista es el que lleva la historia, no la historia al protagonista.
14. El antagonista siempre será más poderoso que el protagonista.
15. Sin conflicto no hay historia, y sin historia no hay guión.
16. La fórmula perfecta: obstáculo + meta = conflicto.
17. No confundas conflicto con situaciones emocionales.
18. La meta principal del protagonista es el conflicto principal de la historia.
19. El protagonista no siempre estará involucrado en toda la película.
20. Hay que aprenderse todos los tipos de estructura: los tres actos, el viaje del héroe o de la heroína, las ocho secuencias, entre otros.
21. Los diálogos del primer acto deben conectarse y darle sentido al resto de la trama.
22. Cada género cinematográfico tiene su estilo de contar historias.
23. Cada guionista tiene su estilo particular de contar historias.
24. Reconocer cuál género cinematográfico se asemeja a lo que te gusta escribir es lo ideal.
25. Más exposición en acciones, y menos en diálogos.
26. No todas las historias son ideales para secuelas.
27. Lanza la bomba (o twist) en el momento que nadie se lo espere.
28. Los giros llevan la historia a nuevas direcciones.
29. Las emociones guían a las acciones, y las acciones mueven emociones.
30. Debes saber enganchar la audiencia con el futuro de tu protagonista, aunque no vaya a haber una "parte 2".
31. Si vas a escribir guiones basados en novelas, comienza comprando los derechos de las que no sean "bestsellers".
32. Antes de escribir el tratamiento, debes ser capaz de ver la película completa en imágenes (el trailer incluído).
33. Léele tu historia a un extraño y logra que se interese por ella.
34. La historia tiene que ser una experiencia pura de emociones.
35. Si escribir fuese fácil, todo el mundo lo haría.

Como les dije al principio, el título de "guionista" no se gana tan rápido. Y mucho menos escribiendo un solo guión.

Sueña, crea, escribe, descansa y sigue escribiendo. Sino, cambia de carrera.

jueves, 5 de octubre de 2017

A Ghost Story

Un músico muere en un accidente de coche y vuelve como un fantasma a la casa en la que vivía con su mujer. (FILMAFFINITY)



¿Qué sucede si nuestro protagonista no encuentra la forma de salir adelante y se queda estancado en el pasado? Esa es la cuestión principal de A Ghost Story, donde un fantasma trata de permanecer en un presente del que ya no forma parte y trata de mantener vivos los recuerdos de sí mismo en las personas que estuvieron cerca de él. Lo triste y desesperante de la historia es la tonalidad en la que la cuentan, en el buen sentido de la palabra.

Casey Affleck le da "vida" a un ser espectral que trata de seguir siendo parte de un espacio al que, simplemente, ya no pertenece. Sin embargo, para poder entender ese detalle, tendrá que experimentar distintas etapas: la superación del dolor de su pareja, la llegada de nuevos integrantes a la casa que una vez fue suya, el viaje en el tiempo del que no se percata, los cambios del espacio y lo agotador que es la eterna espera de que llegue algo. A parte de la incansable curiosidad por saber qué dice una nota que su ex esposa ha dejado escondida en un lugar de la casa. Es quizás este aspecto el que finalmente le traerá paz a su alma.

La película está narrada en un tono y una velocidad que le pedirá paciencia a sus espectadores. No se trata de algo sencillo de explicar, pues no es algo común de apreciar, pero sí busca enviarle a la audiencia un mensaje figurativo sobre el sentido de la vida, que tan rápido se mueve alrededor de nosotros y qué tan fácil se puede escapar de nuestras manos. El fantasma nunca se da cuenta de la velocidad que toma su alrededor, ni siquiera cuando su ambiente va cambiando, envejeciendo o renovándose. Sin embargo, el ritmo en que irá narrando su historia será totalmente lo contrario y rogará que terminemos la historia por completo, pues cada detalle irá tomando sentido una vez lleguemos al climax de la trama.


El juego de la colorización de la imagen y el formato 4:3 con los bordes redondeados es el mayor atractivo de la película, porque da la sensación de estar viendo algo vintage, y en cierta forma se conecta con el fín de la historia, que es tratar de preservar algo que no lo tenemos en el momento, pero que fue parte de nuestras vidas. La ausencia de los diálogos es otro atractivo de la trama, porque obliga a que uno se concentre únicamente en lo que está sucediendo para poder entender de qué trata y cuál es el verdadero objetivo de este fantasma que ronda por el mundo imaginario de la película.

Paciencia: eso es todo lo que se necesita para ver esta película, que te permitirá apreciar la estructura orgánica de su historia, la simplicidad y naturalidad de sus personajes, y el sentimiento profundo de un autor que busca mostrarnos cómo estos seres quieren seguir siendo parte de la vida.



Flatliners

Cinco estudiantes de medicina, con la esperanza de desentrañar el misterio de lo que aguarda más allá de los confines de la vida, emprenden un atrevido y peligroso experimento. A base de detener su corazón durante un breve lapso de tiempo, cada uno de ellos sufre una experiencia cercana a la muerte clínica. A medida que la investigación se vuelve cada vez más peligrosa, se verán obligados a afrontar los pecados de su pasado, además de vérselas con las consecuencias paranormales de sus incursiones en el más allá.... Remake de "Línea mortal" (1990). (FILMAFFINITY)



En 1990, Julia Roberts, Kiefer Sutherland y Kevin Bacon protagonizaron una película en la que estudiantes de medicina detenían su corazón por mínimos minutos para experimentar que se siente estar al borde de la muerte, antes de causarse un daño cerebral. 27 años después, el director Niels Arden Oplev trata de revivir esta trama, pero con la decisión de hacer diversos cambios a la historia original.

En esta ocasión, son cinco residentes médicos, y una del grupo (Ellen Page) les pide que hagan el mismo experimento en ella, mientras su computadora va grabando cómo el cerebro va percibiendo esos primeros minutos de muerte. Lo que parecía una investigación personal, se convirtió en un juego para el grupo, cuando sus personajes comenzaron a apreciar los beneficios de estar al filo de la muerte: recordar una receta de la abuela, volver a tocar el piano, ser más hábiles e inteligentes durante las prácticas médicas... y traer todos los pecados del pasado.


La película pasó de "ciencia ficción médica" a "encuentro sobrenatural". Lo que parecían alucinaciones de los protagonistas, en realidad eran viejos fantasmas que buscaban venganza. Y la única manera de resolverlo antes de que los mataran, era corrigiendo sus errores y pidiendo perdón.

En un mundo perfecto, lo ideal hubiese sido que la película fuese tal como el trailer prometía... pero no fue así. Empezando por la historia, la cual cambió mucho frente a la original, deja muchas preguntas al aire: ¿quiénes son estos chicos? ¿cómo es que viven con los lujos que tienen? ¿por qué todos no pasaron por el experimento? ¿por qué mataron a un solo personaje y por qué específicamente a la protagonista? ¿cómo es eso de que una persona, que recién acaba de morir por minutos, puede salir corriendo como si nada? ¿cómo es que nadie del hospital se da cuenta de lo que están haciendo? (aunque haya sido en el sótano, para algo están las cámaras de vigilancia).


La película comenzó con buena fuerza y antes de sus primeros 15 minutos prometía ser interesante y entretenida, pero todo cambió cuando comenzaron a salir a flote los errores de continuidad, de confusión en la realidad sobrenatural que plantean y de diálogos. Al principio, la audiencia podía deducir cuál había sido el pecado de cada personaje; pero más tarde, ellos se delataban y decían lo que habían hecho. En algunas ocasiones fue necesario, pero en la gran mayoría no. Esta situación de "exposición a través de palabras" dañó muchas escenas que pudieron haber sido mejores y más atractivas. 

Donde reconozco hubo un buen trabajo de producción fue en la recreación de los escenarios: el momento en que los protagonistas sienten la muerte por unos breves minutos, las alucinaciones y sus pecados. La fotografía, el montaje y el diseño de producción jugaron en conjunto para crear la sensación de estos espacios y situaciones.

Al final, la historia me dejó dos mensajes: "dejar que la muerte llegue sola a cada uno" y "siempre habrá un personaje que sobrará en el grupo, por eso lo matan". Lo siento, Ellen Page.