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viernes, 23 de noviembre de 2018

Creed II

Adonis Creed se debate entre las obligaciones personales y el entrenamiento para su próxima gran pelea, con el desafío de su vida por delante. Enfrentarse a un oponente que tiene vínculos con el pasado de su familia solo intensifica su inminente batalla en el ring. Afortunadamente Rocky Balboa está a su lado a lo largo de todo el camino, y juntos se cuestionarán por lo que vale la pena luchar y descubrirán que nada es más importante que la familia.



"No quiero que cometas los mismos errores que yo", dice Rocky Balboa a mitad de camino de "Creed II". Pero en ese momento de esta película predeciblemente conmovedora y emocionalmente generosa, su advertencia, pronunciada por Sylvester Stallone llega bastante tarde. Adonis Creed, interpretado una vez más por un sensacional Michael B. Jordan, ya ha cometido algunos de esos mismos errores, el peor de los cuales le ha costado caro en el ring frente a un oponente más grande, más rápido y más duro.

Sin esos errores, por supuesto, no habría película. Y si la historia cinematográfica está condenada a repetirse, es reconfortante recordar que la igualdad es una de las razones por las que vamos a una imagen de boxeo en primer lugar, donde incluso los clichés más bellos de este estilo de películas se parecen mucho a un swing bien practicado o un puñetazo que todavía puede aterrizar con fuerza y sentimientos devastadores. En "Creed" (2015) y "Creed II", la lógica narrativa se ve subrayada aún más por un parentesco profundo y permanente con "Rocky" y sus cinco secuelas que se pueden observar de manera variable, un legado desigual que los cineastas de aquí tratan como algo que es querida, saludada, explotada y, a veces, corregida.

Dirigido por Steven Caple Jr., con un guión escrito por Stallone y Juel Taylor, "Creed II" allanó los libros de jugadas estándar con una mezcla astuta de seriedad y autoconciencia. La trama fusiona efectivamente el arco de caída y subida de "Rocky III" con la villanía de la Guerra Fría de "Rocky IV". El oponente de Adonis esta vez es el intimidadamente abultado Viktor Drago (boxeador rumano Florian Munteanu), hijo de Ivan Drago (Dolph Lundgren), el ex-boxeador soviético que derribó a Apollo Creed con un fatal golpe de gracia décadas antes.


El espectro del padre de Adonis, por lo tanto, se pone pesadamente sobre los procedimientos, lo que plantea la sombría posibilidad de que no sea solo Rocky cuyos errores Adonis pueda estar repitiendo. A su vez,seguimos a los antagonistas Viktor e Ivan y su relación de padre e hijo, cuyas vidas nunca han sido las mismas desde la derrota de Ivan a manos de Rocky. Los Drago han luchado desde entonces para reclamar su lugar entre la elite cultural y atlética de Rusia, que es lo que impulsa a Viktor a desafiar a Adonis a una pelea, no mucho después de que en Filadelfia, Adonis fuese coronado campeón mundial de peso pesado.

La madre de Adonis, Mary Anne (Phylicia Rashad), que ya no se interpone en el camino de sus sueños de boxeo, pero expresa su desaprobación tan comprensible de su último enfrentamiento, y la prometida de Adonis, Bianca, una cantante emergente que no quiere quedar igual de sola con un bebé recién nacido, pero es la que siempre está en primera fila para dar apoyo moral, están allí para recordarle que no debe repetir la misma historia que su padre, mientras Rocky, después de haberlo entrenado para la victoria en la película anterior, comparte las reservas de Mary Anne y se aleja del rincón de Adonis, literal y figurativamente, un golpe mental y emocional que parece afectar a Adonis incluso más que sus obvias desventajas físicas frente a Viktor. 


Nuestro héroe recurre a la experiencia de entrenamiento y administración de Little Duke (Wood Harris), quien se levanta temporalmente pero solo puede empujarlo hasta ahora. Pero el mayor apoyo de Adonis sigue siendo su novia amorosa, Bianca (Tessa Thompson), quien, como lo hizo en la primera película, de manera casual, si no, subvierte por completo el papel del interés amoroso de apoyo. Parte de esto es a través de una gran fuerza de personalidad - Thompson y Jordan comparten una química sin esfuerzo, persuasivamente espinosa - y parte de ello es el interés al menos pasajero de la película en la propia carrera de Bianca como músico, incluso si lo que vemos de ella la capacidad de interpretación se limita principalmente a una elaborada introducción de combate de boxeo que presenta para su compañero.

Adonis, por supuesto, sigue siendo en gran medida la estrella del espectáculo, ya que las convenciones de la fórmula y la propia demanda inagotable de estrellas de Jordan. Esta es la segunda actuación cinematográfica más importante del año para el actor, después de su giro villano como Erik Killmonger en “Black Panther”, dirigida por Coogler, y aunque los dos papeles apenas podrían parecer más diferentes en la superficie, también representan dos lados fascinantes de la misma premisa: un joven huérfano que dedica su vida a realizar una nueva visión singular del sueño de su difunto padre.

Pero además de toda la tensión para desarrollar la pelea y el conflicto interno/externo de Creed por lograr su cometido, también se presenta la temática de la relación padre-hijo, no solo desde el punto de vista de Creed y su difunto padre, sino también entre él mismo y su bebé recién nacida que podría nacer sorda como herencia de su madre, la precaria relación entre Rocky y su hijo Robert, y la presión mental que Ivan ha metido en Viktor, convirtiéndolo no solo en una máquina de pelea, sino también en unn ser que solo busca aprobación de su propia familia que nunca le ha dado un honesto amor.


Creed vs. Drago, Ronda 2: es, como varios expertos de los deportes en pantalla nos recuerdan sin aliento: el enfrentamiento que el mundo ha estado esperando ver. Pero "Creed II" parece muy consciente de que, a pesar del resurgimiento de las hostilidades rusas en los últimos titulares, el entusiasmo mundial puede no ser compartido por la audiencia de cine en general. De manera crucial, nos preocupamos por Adonis no por la amplitud de su base de admiradores o la grandeza de su mitología, sino porque él y los otros personajes en su órbita han sido dibujados con tanto encanto y especificidad. Mientras que Viktor es un antagonista que muy pocas veces sabe dirigir palabras a los demás personajes, y todo se debe a la manera en que ha sido criado.

Dejando a un lado la historia, la musicalización y el montaje de esta película fue lo que de verdad la llevó a ese nivel de drama deportivo, modernizando cada puñetazo, entrenamiento y movimiento coreografiado. Parecía un video musical para amantes del boxeo y la lucha libre, con escenas especiales de los pensamientos más profundos de los protagonistas, pero logrando su cometido con enseñar ese cambio que da un atleta cuando está entrenando para la siguiente batalla. No solo resulta ser los momentos más entretenidos sino también los mejores elaborados de toda la película, con una dedicación y puntualidad increíble.

Esas cualidades se pueden remontar a las bases emocionales establecidas por Ryan Coogler, quien dirigió el primer "Creed" y escribió su guión con Aaron Covington. Coogler está acreditado como productor ejecutivo en "Creed II", y si carece del sentido emocional del descubrimiento emocional de su predecesor, aún así comprende y recrea de manera impresionante la fuente principal del deleite de esa película: un grupo de personajes que, a pesar de todo, el estrés y las luchas fueron un placer cálido y tranquilo para pasar el tiempo.

La manera en que Adonis Creed cumple esa misión, una que lo lleva de Filadelfia a Los Ángeles, al desierto del sudoeste a Moscú, no puede ser realmente estropeada. Sin embargo, hay algunos desarrollos melodramáticos satisfactorios, un nuevo conjunto de desafíos inesperados, un rostro brevemente conocido pero sorprendentemente familiar en el reparto, que merecen ser descubiertos por sí mismos. Al igual que "Creed II", la rara secuela que no termina sintiéndose como el mismo viejo error. Es más, parece la venganza de Rocky IV.



Widows

Cuatro mujeres con nada en común excepto una deuda heredada por las actividades criminales de sus difuntos maridos, deciden tomar las riendas de su destino y conspiran para forjarse un futuro con sus propias reglas. 



Steve McQueen regresa con una historia que él comenta hacía mucho tiempo tenía en planes de producción y finalmente lo ve realizado, con un elenco que llama la atención de cualquier buen seguidor del cine, sea o no amante de los thrillers.

En Widows, seguimos a tres mujeres que acaban de perder a sus esposos mientras ellos eran parte de robos planificados. Al poco tiempo, una de ellas recibe el memorandum de que tiene que devolver 3 millones de dólares a los últimos que resultaron afectados por el robo. Después de enterarse de más datos de la vida de su fallecido esposo, decide reclutar a las demás viudas y agregar una mujer que igual necesita el trabajo y dinero, para robar 10 millones de dólares de la casa del actual Concejal de la ciudad. Mientras tanto, dos candidatos compiten para ser concejales del distrito, enseñando el contraste entre el poder y la verdadera cercanía con el pueblo.


La genialidad de esta película es el contraste de los personajes, los cuales tienen las mismas necesidades, pero desde situaciones distintas y con personalidades completamente diferentes. Este es el aspecto fundamental que hace que su plan en conjunto funcione, porque cada una se complementa de una manera increíble. El hecho de tener estas cuatro mujeres encarnadas por Viola Davis, Michelle Rodríguez, Elizabeth Debicki y Cynthia Erivo es un punto a favor de la historia, pues son cuatro mujeres que se han destacado bastante desde los inicios de su carrera. 

Viola Davis siempre ha sido increíble con papeles igual de "fuertes"; mientras tanto Michelle Rodríguez hace un cambio drástico de su tipo de personaje y se convierte en una ama de casa que no sabe mucho de peleas (ay, si Letty la viera); Elizabeth Debicki encarna el personaje con el arco más reconocible, representando ese tipo de mujer que debe seguir sobreviviendo sin importar el tipo de trabajo que eso requiera; por otro lado, Cynthia Erivo suma un crédito más a su lista de películas, una actriz que se ha destacado más por sus presentaciones en musicales y obras de teatro.

Del mismo modo, los actores masculinos, liderados por Colin Farrell, André Holland, Daniel Kaluuya, Brian Tyree Henry y Liam Neeson, representan el lado antagonista de esta película y la subtrama sobre los conflictos políticos. Al igual, son la representación de los twists de la historia, desde personalidades que no habíamos visto antes hasta las revelaciones más inesperadas de que ciertas personas no están muertas. 


El buen trabajo de personajes se debe a un guion que sabe utilizar todos sus elementos en conjunto y crear una excelente obra para la audiencia. Se debe reconocer que ambos guionistas se preocuparon por darle a la audiencia suficiente información como para entender por qué sucede lo que sucede en esta historia.

Por otro lado, la ambientación de la trama es lo que mantiene el tono de la película de manera general. El uso de cada uno de los escenarios, complementados con una cinematografía muy parecida a clásicos del thriller, le recuerdan a la audiencia cómo deben sentirse mientras sigan esta historia. No sólo se trata de apoyar a las protagonistas, sino también de simpatizar con sus situaciones y decisiones, y esto está muy bien establecido con el uso de pequeños detalles dentro de la trama. Todo el diseño de producción y la fotografía es bien apoyado por una musicalización que igual hace honor al thriller.

Widows es el equivalente ideal de poder femenino, donde la diferencia de género no es un impedimento y muy por el contrario saben utilizarlo en contra de los hombres estereotipados. Es una historia sobre abuso de poder y pobreza vs. riqueza, y termina siendo una buena moraleja de que, para resolver un problema sobre hombres no tienes que ser uno.




jueves, 3 de mayo de 2018

I Feel Pretty

Una chica corriente (Amy Schumer), que se enfrenta cada día a sus inseguridades, despierta de una caída creyendo que de repente es la mujer más bella y capaz del planeta. Con esta nueva confianza en sí misma se siente capaz de vivir su vida sin complejos ni limitaciones pero, ¿qué pasará cuando se dé cuenta de que su apariencia en realidad no ha cambiado?



Ninguna mujer está 100% conforme con su físico. Venimos programadas que en algún momento de nuestras vidas, nos sentiremos inseguras de nuestro aspecto, y esto afectará totalmente nuestro autoestima. Por eso siempre digo "nunca le digas gorda a una mujer, a menos que quieras perder su amistad o la vida". Y es interesante como el cine ha ido planteando esta ideología, como en Clueless (1995), Bridget Jones's Diary (2001), The Princess Diaries (2001), My Skinny Sister (2015)... Pero creo que, a pesar de que es un buen concepto, I Feel Pretty se debilita cuando el asunto se pone interesante.

Renee es una joven con un fuerte problema de autoestima: a pesar de trabajar en una compañía sobre cosméticos, su oficio en realidad se trata de vaciar data para los jefes. Pero su timidez no le permite atreverse a aplicar algo más de su talla. Del mismo modo, es tan insegura, que se inscribe en una clase de spinning, solo para fallar en el primer día. Tras no conseguir una pareja, convence a sus amigas de participar en una página de citas grupales. Pero nada va a cambiar hasta que ella logre respetar sus atributos... o por lo menos olvidarse de ellos. Todo cambia cuando sufre una concusión y al despertar dice que se ve "más delgada y hermosa"; sin embargo, solo ella se ve a sí misma de esa manera, lo cual crea la gran interrogante de ¿hasta cuando se verá así?


La película tiene una poderosa temática sobre autoestima, confianza en sí mismo y superación de los complejos, que es importante para todas las generaciones, pues son temas por los que muchas personas, sin importar el sexo, sufren día a día, sobretodo si se trata de querer verse de una manera, y pensar que, si no está de esa manera, nunca será feliz ni podrá lograr nada en el mundo.

Mi mayor problema no fue cuando el personaje comenzó a creerse que era más delgada, sino el hecho de que la audiencia nunca pudo ver cómo ella creía que se veía, porque entonces (además de creer que está loca) la audiencia no está segura de que es lo que ve. Hubiese sido mucho más interesante si todo fuese desde su punto de vista, y no desde los ojos de las personas que la rodeaban, porque así uno se lo cree.


Otro punto en su contra es el personaje de Renee, quien no tenía una personalidad completamente definida. Sí, era tímida, pero cambiaba de actitud con mucha facilidad. En un momento se sentía insegura de pedir unos zapatos de su talla, y en otro estaba motivando a sus amigas de entrar a una página de citas en grupo. Era muy cambiante, y uno no sabía como iba a reaccionar. Además... había algo del personaje que lo utilizaron incorrectamente: aunque no estuviese en la talla que quería, no era un personaje que se veía mal. Incluso, hay frases que ella se las expresa a otras personas, que debería aplicarlas en sí misma. No obstante, es importante aplaudirle a estos guionistas el arco del personaje, que pasó de ser superficial y obsesionada por querer adelgazar o verse de una cierta manera, a aceptación de su realidad y aprender a usar esto como arma de empoderamiento a su favor.

También se le debe reconocer que quisieron crear comedia en las decisiones y acciones de su personaje, y no en aspectos desagradables o totalmente grotescos (como suele utilizar el cine de comedia americano). Supieron aprovechar la situación de Renee, sin exageraciones, y darle una tonalidad cómica y entretenida, complementándose con una fotografía de pasarela que resaltaba otro de los conceptos de la película de "qué es la mujer perfecta".


Así mismo, la película utiliza un playlist de música moderna a su favor, para captar la atención de su público, pero a la vez lo explota con la temática, en los momentos más adecuados, ya sea para crear empatía con el personaje de Renee, o para crear momentos graciosos con sus ocurrencias y decisiones.

Marc Silverstein y Abby Kohn lograron una película divertida y, sobretodo, algo para reflexionar. Está bien intencionada y es principalmente dirigida a mujeres con la aspiración de hacer sentir el resto del mundo bien. No obstante, para conseguirlo pone a su protagonista completamente insegura, en una serie de situaciones sociales vergonzosas, y con reacciones completamente inesperadas.



jueves, 12 de abril de 2018

Veronica

Madrid, años 90. Barrio de Vallecas. Después de jugar con una ouija con sus compañeras, Verónica comienza a sufrir amenazas por elementos sobrenaturales en su casa, que quieren hacerle daño a ella y a los suyos.



Hay juegos que deberían estar prohibidos para la humanidad, y uno de ellos es la ouija, pues por más reglas que leas y sigas, siempre algo va a salir mal. A esto se le suma el hecho de quienes no creen o no conocen a plenitud las religiones y por mera curiosidad lo hacen, sin imaginarse lo que han desatado.

Año 1991. Verónica es una joven de 15 años que vive con sus tres hermanos menores y su madre, que casi nunca está en casa y vive en duelo por el fallecimiento de su esposo. Por esta razón, Veronica debe hacerse cargo de sus hermanos en un rol maternal. No obstante, ella sufre sus propios demonios en silencio: es una joven solitaria, nunca ha tenido la menstruación, pero sobretodo, extraña con locura a su padre. Por eso, decide utilizar la ouija con sus amigas para hacer contacto con su padre. Lo que no se imaginan es que al jugarlo, no solo se comunica con el alma equivocada, también desata una criatura sobrenatural que la va a asediar por tres días, hasta que ella se de por vencida.


A pesar de que la película no sigue los hechos exactos de la historia real, Paco Plaza (REC) se ha inspirado de ella, y ha creado personajes y una situación muy particular, que es lo suficientemente creíble para dejarse envolver con el terror que desata. En tres días, va desarrollando un horror que comienza con pequeños moretones en la piel y se va desencadenando como un cancer de carne y hueso atrás de su víctima principal. Sin embargo, y a pesar de que el ser paranormal es el principal foco de la película, una de las principales temáticas que desarrolla es el cambio de niña a adolescente y las grandes dificultades de la pubertad.

El debut de Sandra Escacena, como Verónica, es sin duda uno de los mejores aspectos de esta historia, donde la joven demuestra su talento y se deja llevar por cada uno de los síntomas del asedio paranormal, al punto de que el director y los productores han confesado que se sintieron aterrorizados con la manera tan creíble en que ella personificaba a Verónica.


Por otro lado, los momentos en que el ser la ataca son incontables e incomparables, incluso cuando parecía que terminaría siendo como las demás películas de posesión demoniaca, te daban una verdadera razón por la que los moretones aparecían, por qué se iba en transe, el significado de sus sueños y las verdaderas intenciones del ser.

Otro aspecto a destacar es el uso de la fotografía para introducir poco a poco al ser demoníaco, en el que no delataban su físico, sino que lo fueron dejando hasta la última confrontación. Pero a su vez, gracias a esa tonalidad azul, la película te da una sensación de eterna oscuridad, miedo y frío. 

Verónica es un terror que no busca enfocarse en las posesiones demoníacas, sino en la búsqueda de respuestas y en cómo combatir el mal, aún cuando todo está perdido. Pero principalmente, habla sobre los males que existen en el mundo que hay que evitar a toda costa, aunque se trate de un juego con reglas y un libro de amuletos.


A Quiet Place

En un futuro apocalíptico, una extraña presencia se cierne sobre una familia en una granja desolada. ¿Qué presencia? No se deja ver, pero para mantenerla al margen, la familia no debe hacer ningún tipo de ruido.



Uno de los mayores temores de la humanidad es Lo Desconocido; no importa si es algo sobrenatural o algo común de la naturaleza con el que nunca has tenido contacto, el miedo es mucho más poderoso que la cordura. Por eso, la iniciativa de una amenaza que ataca cuando hay ruido, convierte cada mínimo detalle en problemas.

En una zona donde no se puede determinar cuantas personas aún habitan allí, una familia asume el modo de supervivencia y vive en un completo silencio. Al tener una hija sordomuda, se comunican por señas; caminan descalzos a través de los caminos de arena; no emiten ningún sonido, ni siquiera los más mínimos, como un suspiro. Todo, para evitar ser atacados por una criatura alienígena con una super audición. No obstante, en un día que parecía ser otro más en su conteo progresivo de "no ataques", una serie de situaciones los llevarán a enfrentarse a la criatura y finalmente descubrir lo que nadie hasta ese momento había determinado: su debilidad.


El mayor fuerte de esta historia es su guion y el desarrollo de personajes, donde cada uno tiene una misión y debilidad: el padre quiere proteger a sus hijos, pero dada a su obsesión por encontrar respuestas, se ha vuelto renuente a una relación más cercana con su familia; la madre quiere que sus hijos sobrevivan, pero el hecho de estar embarazada, la hace una víctima fácil de atrapar; la hija quiere recuperar su relación con su padre, tras la muerte de uno de sus hermanos, pero es sordomuda y no se da cuenta del peligro hasta que ya es muy tarde; el hijo quiere hacer cosas de niños, pero el hecho de que una criatura está al acecho, lo mantienen con un terror a salir de la casa, incluso cuando se trata de encontrar comida y suministros.

Cada una de las debilidades de los personajes, más todo los problemas que se vayan sumando a lo largo de su historia, simplemente irán aumentando tensión en la película... y eso es lo que queremos. Porque si fuese "ellos viven en silencio, la criatura aparece y ellos se salen con la suya", no es una película de terror, es fantasía.


Otro punto a favor de la historia es que es una verdadera película muda: solo con la gran excepción de dos conversaciones (entre padre e hijo, y entre padre y madre), el resto de la película son acciones y reacciones; se aprende las técnicas de supervivencia que han adoptado en caso de que la criatura ataque, cómo enterarse si hay otros sobrevivientes en los alrededores y cómo se van preparando para el parto de la madre; pero así mismo, también la audiencia va comprendiendo la mentalidad de cada personaje, lo que quieren y cómo todos giran bajo la temática de supervivencia, pero bajo sus propios parámetros.

Así mismo, la película cuenta con un diseño de producción y musicalización que hacen del escenario aún más terrorífico y angustiante, porque a pesar de que en principios no vemos la criatura, sabemos que está por ahí, al acecho de cualquier ruido, por lo que la incertidumbre del silencio y la soledad, es aún más insoportable cada día. Por otro lado, el diseño de la criatura parece una inspiración del monstruo de Stranger Things, con excepción del superoido y tentáculos, en vez de garras, con lo que desgarran a sus víctimas (spoiler: estos monstruos no se comen lo que escuchan, sino que lo destruyen como un acto de defensa).


El miedo parece eterno cuando ves esta película, pues no hay descanso en ninguna de sus escenas, ni siquiera cuando crees que están completamente a salvo. La mejor escena de la película es cuando el personaje de Emily Blunt está dando a luz, principalmente por la circunstancia del dolor natural que está sintiendo, el miedo de ser encontrada y el hecho de que más de una criatura podrían estar en los alrededores. Es una escena llena de emociones y de tensión, donde el terror se eleva en su máxima expresión y se apodera de la audiencia hasta que el alarido de impotencia y dolor es inevitable.

Realmente, no hay nada malo que decir de A Quiet Place; sin importar que no hay ningún diálogo expositorio, las explicaciones están allí, en el ambiente y en las acciones de sus personajes, que hacen lo que sea para proteger a sus seres queridos, incluso si esto se tratara de sacrificar su propia vida para salvarlos. John Krasinski ha dirigido y escrito una pieza que será imposible de olvidar, incluyendo cuando sales del cine y piensas que deberías andar en silencio, porque te podrían atacar.


jueves, 7 de diciembre de 2017

La Forma del Agua (The Shape of Water)

Elisa (Sally Hawkins) es una joven muda que trabaja como conserje en un laboratorio en 1963, en plena Guerra Fría, donde se enamorará de un hombre anfibio (Doug Jones) que se encuentra ahí recluido. (FILMAFFINITY)



Desde hace meses, los festivales de cine avisaban que esta película no solo sería una de las mejores del año, sino también que también sería considerada como una de las obras maestras de Guillermo del Toro, quien es de esos cineastas que cuando hace un filme, termina siendo una de las más comentadas y predilectas por la crítica y la audiencia. 

El éxito en taquilla y premiaciones de The Shape of Water está garantizado.


La historia se desarrolla en Baltimore, donde conocemos a Elisa, una joven que puede escuchar mas no puede hablar, y se dedica a limpiar el Centro de Investigación Occam Aerospace, en el cual se realizan experimentos. Es allí donde, de una manera totalmente prohibida para el estatus que tiene en la compañía, conoce al hombre anfibio, una criatura secuestrada de algún país de Suramérica con la ideología que podría ser utilizada para los estudios de viaje al espacio.

Después de varias ocasiones haciendo contacto con la criatura, Elisa decide escabullirse dentro del laboratorio y comenzar una relación sentimental con él. Pero al escuchar los posibles y desastrosos planes que tienen para el hombre anfibio, Elisa planea sacarlo de allí, junto a su vecino, y esconderlo en su apartamento hasta que puedan liberarlo el día que se ha predicho habrá una intensa lluvia y la marea subirá.


Esta película resulta ser un homenaje a las técnicas que el director utilizó en El Laberinto del Fauno, en cuanto al contraste de la fantasía de un personaje con la perversidad de otro. Además del romance "imposible", se desarrollan los temas de la homosexualidad, la discriminación, la existencia de espias rusos en Estados Unidos, entre otros. Se analiza desde las distintas perspectivas de los personajes y da la oportunidad de conocer mejor a los protagonistas, sus debilidades, objetivos en la historia y sus necesidades.

En el caso de Elisa, permite conocer las razones por las que ella decide ayudar a esta criatura, que además de que se siente atraído hacía ella, es un ser que la ve "completa". Pero antes de esto, nos permite entender la rutina de Elisa, las convivencias que tiene en este laboratorio, y con sus únicos amigos (una mujer afroamericana -en medio del racismo de los años 60- y su vecino -quien es homosexual-). También, desarrolla las subtramas, con el pasado del antagonista y el científico que ayuda a Elisa con el escape del hombre anfibio.


Otro personaje, y uno de los más importantes, que se ganará el cariño y la curiosidad de la audiencia, es el hombre anfibio, pues resulta ser una criatura interesante, y a quién nos permiten conocer su pasado y las razones por las que está en este laboratorio. La química entre él y Elisa resulta ser divertida, romántica y genuina, principalmente en los momentos bajo el agua y la escena fantasiosa de Elisa bailando con él.

Por otro lado, el escenario está ambientado de una manera brillante y atractiva, donde no solo se refleja el tiempo en que se desarrolla la trama, sino también que crea atmósferas cómicas y de suspenso para cada momento de la historia. La colorización es uno de los mejores aspectos, pues siempre retoman al tema del agua y la importancia que este elemento tiene para los personajes. Lo mismo sucede con la musicalización, que ayuda a identificar el tono de la película y hacia que camino el director busca encaminar la historia.


El twist al final retoma la estructura de El Laberinto del Fauno, pero con una tonalidad más adulta y que permite darle la resolución que la historia merece.

Guillermo del Toro puede seguir haciendo películas de fantasía/thriller/drama, pues además de que funcionan, son tramas que logran captar incontables emociones y envuelven a la audiencia en una historia completa donde no dejan ningún detalle al aire y las explicaciones tienen sentido.



jueves, 9 de noviembre de 2017

My friend Dahmer

Narra la vida del asesino en serie en sus años de secundaria, previo a su primer asesinato.



Jeff Dahmer fue un adolescente fuera de lugar, luchando por sobrevivir a la preparatoria con una vida familiar en ruinas. Recoge animales atropellados, se fija en un corredor de barrio y se enfrenta a su inestable madre y su decepcionante padre. Pronto comienza a portarse mal en la escuela y sus estupideces ganan popularidad hasta crear una banda llamada The Dahmer Fan Club, dirigida por Derf Backderf . Pero esta camaradería no puede ocultar su creciente depravación. Al acercarse a la graduación, Jeff se mueve en espiral hacia la pérdida de control, acercándose cada vez más a la locura.

Es imposible no crear empatía con el personaje de Dahmer, quien además de tener "daddy issues", sufrió una vida totalmente caótica que no le permitió ser "normal", a parte de ser un antisocial por naturaleza. Creo que no seré la única que "entiende" en cierta forma por qué terminó siendo un asesino en serie y se conmoverá de lo que tuvo que vivir, que lo terminó arrastrando a sus crímenes.


Un aspecto que podría generar confusión a principio de la historia es la obsesión de Dahmer con el doctor, lo cual no se entiende si es ganas de matarlo o es una fantasía sexual. Además, hay mucha exposición en palabras de Dahmer y de los demás personajes, que pudieron ser transmitidos con éxito en acciones de cada uno.

Esta es la primera vez que veo la actuación de Ross Lynch, lo cual me impresionó, tanto en su encarnación de Dahmer, como en toda la evolución que le dio al personaje, dando la oportunidad de entender cada una de sus etapas y cómo las fue sufriendo en silencio. Quizás lo más repugnante de la trama es el hecho de que recogía animales muertos, pero esto no le resta al morbo y las perturbaciones que transmitió el personaje, especialmente gracias a los ángulos y movimientos de cámara que lo capturaron en cada una de sus acciones.


Del mismo modo, el resto del elenco supo llenar las expectativas y requerimientos de cada uno de sus personajes, especialmente quienes tuvieron el rol de los padres de Dahmer, su hermano y su único amigo. En cuanto a eso, no me pareció adecuado que los dejarán en el aire; es decir, los desaparecieron antes de que la película estuviese en su tercer acto. Deja la gran cuestionante de qué pasó con ellos y por qué se alejaron totalmente de Dahmer. Lo mismo sucede con el doctor, el drogadicto y los demás chicos del fan club de Dahmer, que ni siquiera los vimos en la graduación de la escuela.

De todas formas, Marc Meyers logra con eficacia y autenticidad transmitirnos y provocarnos conmoción en torno a este personaje, que fue un desentendido de toda la sociedad que lo rodeaba y que esto fue creando más razones para que terminará siendo el "Caníbal de Milwaukee".


jueves, 26 de octubre de 2017

Wonderstruck

Ben y Rose son niños de dos épocas distintas, que desean en secreto que sus vidas sean diferentes. Ben sueña con el padre que nunca conoció, mientras Rose lo hace con una misteriosa actriz cuya vida narra en un libro de recuerdos. Cuando Ben descubre una pista en casa y Rose lee un tentador titular en el periódico, ambos comienzan una búsqueda que se desarrollará con una fascinante simetría. (FILMAFFINITY)



Wonderstruck no es una película para verse una sola vez. Incluso, me atrevería a verla dos veces en una noche. 

Se enfoca en la historia de dos personajes, Rose está en el 1927 y Ben en el 1977. Sin embargo, tienen mucho en común: son niños con grandes deseos de una mejor vida, pero extraños para el resto del mundo por la condición física que tienen. Ella nació sordomuda; él quedó sordo cuando un rayo cayó en su casa. Los dos tienen la misma misión de encontrar a las personas que representan el origen de sus vidas en un New York muy alocado para sus cortas edades; y a pesar de estar en tiempos distintos, New York parece ser el mismo en términos de adrenalina. 


Ambas historias se narran de manera simétrica, en casi los mismos escenarios y conflictos similares, lo cual hace que uno no se sienta perdido mientras se van contando de manera simultánea. La audiencia se sentirá cautivada por los dos, deseará saber hacia dónde llegarán y si lograrán cumplir sus objetivos antes del final, momento en que de manera inesperada, ambos protagonistas se encuentran uno frente a otro e interactúan en un solo tiempo. Me gusta la idea de que las historias se conecten pues crea empatía con el público y un sentimiento más profundo con los personajes.

Esta producción tiene el lujo de contar con Julianne Moore y Michelle Williams, pero sus verdaderas estrellas son los más jóvenes en escena: Oakes Fegley, Millicent Simmonds y Jaden Michael, que le dan una tonalidad de inocencia, juventud y deseo de saber cuál será su próxima aventura. Son quienes le dan el verdadero conflicto a la trama y los que provocarán que uno se sienta motivado por la película a nivel general.


El guión y la forma en la que está desarrollado es muy interesante, pues tiene muy claro hacia donde quiere llegar con la historia, sus personajes y las situaciones que están viviendo, pero deja algunas interrogantes: ¿qué pasa con la tía de Ben: nunca vuelve a encontrarlo? ¿qué pasa con el papá y la mamá de Rose, después de que ella se encuentra con su hermano? ¿el papá de Jaime nunca se preocupa por él después de dos días andando por su cuenta? ¿Ben recuperará la audición? ¿Por qué Rose nunca intentó contactar a Ben antes? ¿por qué la mamá de Ben nunca le habló de su padre? Quizás para algunos no sean prioritarias para que la película siga su curso, pero es importante no dejar ninguna duda sobre la trama o quienes están en ella. 


Las ambientaciones de ambas épocas son uno de los puntos más fuertes de la trama, pues se enfocan en que la audiencia tenga bien claro que son de tiempos distintos. Por eso, cuando nos encontramos con Rose, la vemos en blanco y negro, sin audio en los diálogos, con movimientos sutiles de cámara, similar a las películas del cine mudo, por el hecho de está desarrollado a finales de los años 20, cuando el cine hacía su transición a sonoro. Mientras que a Ben lo conocemos en los años 70, con imágenes colorizadas en los tonos más brillantes, movimientos acelerados y musicalización más ruidosa. 

Todd Haynes (Carol, Far from Heaven, Velvet Goldmine) logra a través de Wonderstruck una historia llena de magia e inocencia, que logrará ablandar más de un corazón en una sola noche. El final es simplemente hermoso e inesperado.

sábado, 14 de octubre de 2017

Crónicas de California: Press Screening en Hollywood


El frío de hace unos días se había escapado a otra ciudad, concediéndome disfrutar una noche en Hollywood con una temperatura agradable. En esta ocasión, mi destino no era un museo, restaurante o show de televisión; se trataba de algo que había hecho por un tiempo en República Dominicana y no sabía si volvería a hacerlo en otro país. Entrada y palomitas gratis no se consiguen todos los días, y mucho menos si es para una película que desde el momento que vi su trailer dije que quería verla, aunque estuviese clara de lo mala que podría resultar al final.

Gracias a mi amiguito Cocalecas/Ruben Peralta/El Molleto, volví a ponerme el carnet imaginario de periodista/colaboradora y fui al press screening de Happy Death Day en ArcLight Cinemas, ubicado en Hollywood. Esta ciudad de noche es tan luminosa como New York, pero menos gente común y más cinéfilos en medio. La gran mayoría de los que andan en la noche, van a una muestra de cine, un festival, un grupo de screening o simplemente al cine, y los cines tienen la suficiente cantidad de tandas para saciar al público que visita sus salas.

Al llegar al lugar, me di cuenta de que había varios periodistas... y una alfombra roja... y peridiotas reunidos en la entrada. ¿Acaso iba a conocer al cast y crew de HDD? ¿Era una premiere en realidad? En mi querida isla, los press screening cuentan casi siempre con la presencia de los actores, director y productores, pero aquí es diferente.


No entiendo el punto de la alfombra, pero en realidad no se trataba de una alfombra por la película que iba a ver. Incluso, no se trataba de alguna premiere importante ni nada de eso. Simplemente estaba allí, "llamando la atención": la entrada oficial del cinema.

Pero, aunque me hubiese encantado conocer a parte del elenco de esta película, tuve el honor de estar cerca de otras personalidades importantes: los críticos de Los Ángeles. Y créanme, esto tiene un valor aún mayor en mi. Pues como crítica en crecimiento, el hecho de estar rodeada de algunos de los mejores comentaristas cinéfilos de esta ciudad es una oportunidad que solo se tiene en este tipo de eventos y hay que aprovecharla, aunque no me pueda sentar a conversar con ninguno de ellos.

Lo más interesante fue escuchar de qué hablaban antes de ver la película: su crítica anterior, la última película que vieron, lo que esperan de la que íbamos a ver, sus grandes decepciones de los últimos meses. Era como si solo pudiesen hablar de cine. Y mientras más los escuchaba, más me quería acercar a ellos, pues la filosofía y análisis que teorizaban estas personas eran tan profundas como lo que leo en sus páginas digitales, las revistas o los periódicos.

La noche se fue "poniendo buena" cuando comenzó la película. Quizás eran sus risas o lo que le gritaban a la pantalla por momentos, pero a medida que avanzaba, notaba como ahí mismo dejaban claro si esta película funcionaba o no en ellos.

Click aquí para leer mi crítica de Happy Death Day

Mientras salían, ya sabían lo que dirían en sus críticas, y si los reconocía, pues ya tenía una idea de lo que iba a leer. Muchos decían lo divertidas que fueron cada una de sus muertes, otras hicieron referencia a Scary Movie y algunos reiteraron lo cansados que estaban y lo desesperante que fue llegar hasta el final.

¿Qué se aprende de otros críticos?

Principalmente, reconoces cuáles son los aspectos que pueden y no pueden ser criticados en una película; como criticar dependiendo del nivel de conocimiento que tengas en cada elemento cinematográfico; como determinar si un personaje funciona o no para una historia; qué fue lo mejor y qué fue lo peor de una película; y lo más importante, decir por qué te gustó y por qué no te gustó.

Creo que no soy la única que comenzó leyendo opiniones de otros escritores para saber cómo escribir las mías, pero después de 2 años de comentarios constructivos y destructivos, entrevistas a otros críticos dominicanos y entender bien cuál es mi principal enfoque en una película, me di cuenta de lo apasionada que me sentía cuando llegaban los miércoles y jueves para escribirles mis críticas de la semana.

Hay dos cosas que quiero hacer y seguir haciendo mientras mis ojos, mi juicio y mi corazón me lo permitan: escribir historias y críticas de historias. Lo demás es complementario.