jueves, 31 de agosto de 2017

Death Note

Un día, cuando Light termina las clases, un cuaderno negro le cae del cielo, llamado «Death Note», un cuaderno sobrenatural que es capaz de matar personas si se escriben los nombres en él y si el portador visualiza mentalmente la cara de quien quiere asesinar. (FILMAFFINITY)



Una vez más, Netflix advierte y el público se amotina. Apuesto que a estas alturas, la gran mayoría ya vio Death Note, pues no solo se convirtió en "la sensación del bloque" cuando salió el famoso trailer, prometió ser el regreso de un clásico manga aparentemente intocable. La historia de este anime, de un joven que encuentra una libreta capaz de asesinar a toda persona cuyo nombre estuviese en ella, fue un éxito en su época (y según lo que he escuchado, lo sigue siendo). Pero a pesar de las expectativas, la película no me emocionó tanto como pensé.

Comenzando por el dato de que esta adaptación ni siquiera utiliza actores japoneses, la historia cambia muchos detalles de la versión original, desde la forma en que Light encuentra la libreta hasta sus primeros asesinatos y el encuentro con Ryuk, el ángel de la muerte. El guionista decidió readaptar los personajes y el contenido del Death Note al nuevo contexto y el ambiente en que se desarrollaría.


El personaje de Light se ve muy caricaturizado: sus emociones son poco realistas y su interpretación es confusa. En vez de proyectar la idea de "querer utilizar la libreta para salvar al mundo de los malos", su comportamiento diría como que quiere matar a todo el mundo, porque está cansado de la vida. Del mismo modo, sus compañeros de reparto se ven exagerados y poco desarrollados durante todo su trayecto en esta película, principalmente los personajes de Mia y L. El único que sí sale a flote y logra distinguirse de los demás es Ryuk (interpretado por Willem Dafoe), quien con tan solo aparecer podía darle un sentido totalmente diferente a la escena, a parte de la apariencia física del personaje.


Por otro lado, el desarrollo de la historia se limita a los aspectos básicos de este drama y deja a un lado los detalles moralistas que fueron parte fundamental del anime, la lucha intensa entre Light y L, y la verdadera intención de Death Note. Lo poco llamativo es la colorización y la fotografía empleada en las escenas que, si hubiesen mantenido tal cual como la narraba la versión original, hubiese sido bastante interesante.

Diálogos poco cautivadores, personajes vacíos y la ausencia de los sentimientos adecuados para esta historia hacen de esta película una adaptación más que nunca le ganará a la original y desconoce totalmente la esencia del anime.


Annabelle 2: La Creación (Annabelle: creation)

Varios años después del trágico fallecimiento de su hija, un juguetero que crea muñecas y su mujer, acogen en su casa a una enfermera y un grupo de chicas tratando de convertir su casa en un cálido orfanato. Sin embargo, los nuevos inquilinos se convertirán en el objetivo de Annabelle, una muñeca poseída por un ser demoníaco. (FILMAFFINITY)



¿Quién compraría una muñeca como Annabelle? Y no me refiero a la de trapo, sino a la de madera, de ojos saltones y sonrisa sarcástica. Desde su introducción en The Conjuring (2013), la muñeca fue un atractivo que prometía mucho más que una corta aparición en esta película de James Wan. De modo que David F. Sandberg se hizo la tarea de desarrollar una primera historia sobre la muñeca poseída... y no le fue bien. La versión no cumplió con las exigencias del público o la crítica y parecía que quedaría en el olvido como un intento fallido de terror. Pero Sandberg no se dió por vencido y decidió hacer una segunda parte, que es en realidad una precuela de la primera película y que envuelve al espectador en una atmósfera totalmente incomparable a la trama del 2014.


En esta ocasión, la historia se centra en principio en una familia, que trágicamente pierden a su hija en un accidente automovilístico. 12 años después, la pareja decide convertir su hogar en un orfanato donde reciben a sus primeras seis inquilinas y una monja que las supervisa y educa. Todo iba aparentemente bien, hasta que una de las niñas, Janice, entra a la habitación que estaba prohibida. Allí encuentra a la muñeca Annabelle y deja salir el ser demoníaco que estaba resguardado en el armario. El demonio pone sus ojos sobre Janice y le hace la vida imposible hasta finalmente poseerla.

Lo que diferencia esta precuela de la primera Annabelle que nos presentó Sandberg es el ambiente en donde se desarrolla y todo el proceso narrativo que le faltó a la otra película. Nos hablan de un pasado, de cómo surge la muñeca y de cómo esta terminó siendo un objeto demoníaco. Lo mejor de toda esta historia es la manera en que conectan todas las películas de James Wan a través de los más minúsculos detalles: en un momento se ve la monja endemoniada de The Conjuring 2, utilizan a la muñeca original que los esposos Warrer trataron de exorcisar, y enlazaron el final de esta trama con el principio de la primera película de Annabelle, dejando claro de dónde salió la mujer que entró a la casa de Mia y John, por qué mató a la pareja de vecinos y por qué Annabelle (en este caso, la mujer que trató de matar a Mia) murió con la muñeca en manos.


Obviamente, los efectos de terror ya están cayendo en el cliché, sobretodo la música tenue, los ruidos repentinos y las puertas abriéndose y cerrándose, pero no deja de sorprender algunos otros que evitaron caer en lo repetitivo y que causan una buena impresión. La imagen del demonio utilizado tiene un parecido al de Jeepers Creepers, y el hecho de que utilizaran luego un espantapájaros para asustar a parte del elenco son más detalles para recordar esa película de terror, pero fue un parecido que no afecta el hilo de la historia, y que solo aquellos que vieron esa película podrán notarlo.

A nivel general, los personajes tuvieron un desarrollo regular, pero en comparación a la primera película, se nota que hubo un mejor trabajo con los actores para que se notara un mejor tratamiento en la interpretación. La que (para mí) no sobresale es Janice (Talitha Bateman) quien desde antes de subir a la casa ya tenía miedo, o su cara decía eso.

Annabelle: the creation supera a su antecesora, toma con mayor cuidado cada uno de sus elementos para causar la suficiente impresión y tratar de llevar al olvido lo que fue una gran decepción para el cine de terror. En esta ocasión, hay que respetar la maldición de la muñeca y aplaudir el esfuerzo de su director.


domingo, 27 de agosto de 2017

Everything everything: 7 diferencias entre el libro y la película

Madeline es una joven con grandes deseos de conocer el mundo: su único impedimento es una enfermedad llamada SCID que la ata a estar encerrada en su casa, bajo la protección de su madre y una enfermera. Todo cambia cuando conoce a Olly y sus deseos por salir aumentan.



Cada año, la industria del cine decide llevar novelas románticas populares a la pantalla grande, con las expectativas de atraer al público joven a las salas. Pero lo más impresionante de este dato es que todos los años, una novela romántica tiene el mismo patrón: un personaje enfermo se enamora de otro (que puede estar enfermo o no) y decide romper con la conducta que ya había establecido por su salud, para lograr la pizca de felicidad que le hacía falta a su vida. 

En este 2017, le tocó a Everything Everything, una novela de Nicola Yoon, que se centra en la vida de Maddy, quien debido a su enfermedad no conoce el mundo exterior, y parece no querer conocerlo hasta que Olly se muda en la casa de al lado. El amor a primera vista que nace entre ambos la motiva a querer salir, conocer el mundo y estar junto a él.

Como siempre sucede, la adaptación se maneja a un ritmo y un estilo distinto al que plantea el libro. Pero en esta ocasión, las diferencias no solo están en la historia: aunque mantiene el mismo hilo secuencial de la trama original, hay varios aspectos que no terminarán de convencer a la audiencia, si leyó el libro.

Vienen spoilers en 3, 2, 1...

Maddy



Maddy toma clases virtuales de arquitectura, que son supervisadas por un tutor; pero, nunca lo vimos en la película. A parte, según el libro, Maddy no tiene contacto con más nadie, a parte de su madre, su enfermera y su tutor; mientras que en la película, ella está en un grupo de apoyo con personas que tienen la misma enfermedad e incluso es "super amiga" de la hija de su enfermera.

Olly



Nuestro Olly, que vive haciendo volteretas y handstands, es una persona mucho más tranquila en la película. Incluso, las peleas que tiene con su padre (planteadas en el libro), solo ocurren una vez, que es cuando Maddy sale al exterior por primera vez. También, la película nunca presenta el escondite en el techo de Olly que el libro cuenta.

La química entre Maddy y Olly



Mientras que la relación entre Maddy y Olly era auténtica y natural en el libro, la película presenta dos protagonistas con una química nula, que en ocasiones parecían forzadas y sincronizadas con los diálogos más emblemáticos que nos dieron en el libro. Por otro lado, mientras que en el libro se comunicaban a través de un chat parecido a Messenger, en la película se comunican por mensajes de texto a través de los celulares, que eran complementados con la imaginación de Maddy, pues los llevaba a la realidad como si estuviesen uno frente al otro en algunas de sus maquetas. A pesar de que no había tanta química, en la película interactuaban y se encontraban más.

El viaje a Hawaii



Como todo "libro llevado a la película que no toma todas las escenas más importantes", la adaptación cortó momentos del viaje a Hawaii que el libro cuenta, como el reencuentro de Carla y Maddy que sucedía minutos antes de tomar el avión, o el amigo con quien Olly se encuentra en Hawaii. Al parecer la escapada era más corta de lo que el libro planteaba.

La escena de sexo



Según el libro, Maddy parece que estaba preparada para este momento, pues hasta una caja de condones tenía; muy distinto a la película, donde no tienen diálogos, y todo transcurre rápido sin entrar en detalles y sin condones.

Como Maddy se entera de que no tiene SCID (y nunca lo ha tenido)



Uno de los puntos de giro más inesperados de la película es el hecho de que Maddy nunca había estado enferma y que su madre se lo hizo creer porque seguía sufriendo la muerte de su esposo y otro hijo, de modo que (para "proteger a su única hija") le hizo creer que estaba enferma. El libro explica que Maddy recibió un correo electrónico de la doctora que la había atendido en Hawaii, con unos resultados de análisis donde no se veía la existencia de su enfermedad; al enseñárselo a su mamá, ella dijo que la doctora se equivocaba, y todo quedó ahí hasta unos días después que Maddy decidió entrar a la oficina de su mamá y buscar su expediente. No obstante, la película lo plantea todo mucho más rápido: Maddy recibió una llamada de esta doctora y de inmediato fue a la oficina de su mamá, descubriendo que nunca ha sido diagnosticada con SCID. 

El reencuentro de Maddy y Olly



A todos los que leyeron el libro seguro les dolió la separación forzosa de los protagonistas, por voluntad propia de Maddy, quien después de la experiencia en Hawaii sacó su propia conclusión de que no debían estar juntos y dejó de responder los mensajes de Olly. Su reencuentro sucedió semanas después de ella enterarse que no tenía SCID, en una librería de New York. El libro lo simplifica con que Maddy se escondió entre los estantes, en espera de la llegada de Olly y dejó su libro de The Little Prince con una nota; Olly lo encuentra y termina diciendo: "encontré tu libro". Mientras que en la película, Olly ya estaba en la librería cuando Maddy llegó, y el reencuentro fue mucho más intenso (y romántico). Creo que el final de la película es mucho mejor.


Mientras que el libro estaba diseñado con dibujos supuestamente realizados por Maddy, la película parecía un video musical, principalmente por los movimientos de cámara y la constante música que tenían todas las escenas. 

Puntos a favor del libro
-Estaba ilustrado de una manera divertida
-La interacción de Olly y Maddy es más pura
-El blog de Maddy siempre fue parte de la historia

Puntos a favor de la película
-La musicalización es totalmente adecuada con lo que iba ocurriendo a lo largo de la historia
-Llevar las maquetas de Maddy a gran escala fue una buena idea
-El final

viernes, 25 de agosto de 2017

Crónicas de California: 5 datos cinéfilos sobre Burbank


Cuando llegan a una nueva ciudad, de mudanza o de paso, ¿cuál es el primer lugar que visitan? Al llegar a un nuevo lugar debería haber un mínimo interés por aprender cosas nuevas, y no me refiero a saber dónde está el supermercado o el banco, sino de su historia o de lo que la hace especial. 

Al llegar a California, sabía que conocer sería una experiencia diaria, pero ni me imaginaba lo que iba a conocer en Burbank, la ciudad donde vivo. Está ubicada a unas cuantas millas del Downtown de Los Ángeles y Hollywood, y es una ciudad con un interesante antecedente relacionado al cine. ¿Quién se lo imaginaría? Por esta razón les contaré de 5 datos cinéfilos que (para mi) son muy importantes conocer si visitan Burbank.

Ps.: si vienen a esta ciudad, deben ir al Gordon R. Howard Museum, que narra la historia de Burbank y sus orígenes en la industria del cine.

La casa de famosos estudios de cine y televisión



Si creyeron que todo el tema de "rodajes y castings" se concentra en Hollywood, les informo que no es así. En Burbank nace Warner Bros, Sony Pictures, Universal Studios, The Walt Disney Company, NBC y TBS. También ha recibido productoras que estaban ubicadas en otros estados y ciudades de Los Ángeles, como Cartoon Network, 20th Century Fox y Nickelodeon. Según fuentes del New York Film Academy, miles de personas vienen a esta ciudad todo el año, en busca de encontrar oportunidades de trabajo dentro de las producciones que se realizan aquí.

Antes de ser la famosa actriz, Debbie Reynolds fue Miss Burbank



No nació en esta ciudad, pero sí fue parte de ella cuando, en el 1948, se animó a participar en el certamen de belleza Miss Burbank, solo porque quería la blusa y la bufanda que daban por inscribirse. Sin embargo, al público y al jurado le encantó su personalidad y su interpretación de "I'm a Square in the Social Circle" en la prueba de talentos. Lo que inició como un relajo, terminó concediéndole la corona del certamen, un viaje a New York con todo incluido y un contrato de 7 años con Warner Bros.

El nacimiento de los clásicos del cine de animación


Como dije, muchas productoras nacen aquí, pero una de la que más sobresale es Walt Disney Studios. Después de su fundación oficial en esta ciudad en 1940, nacen muchos de los personajes y las historias que son parte de nuestra niñez, como Blancanieves y los siete enanitos, Pinocho, Dumbo, Bambi, La Sirenita, Cenicienta, Alicia en el país de las Maravillas y otros. Sus producciones se hicieron famosas entre el público y envidiadas por los demás estudios gracias a la creatividad en la producción de los guiones y el elemento de la "Multiplane camera" para darle movimiento y tridimensionalidad a los dibujos.

Escenarios de clásicos y taquilleras


Cientos de películas se han filmado en esta ciudad. Quienes gusten visitarla, seguro querrán visitar los lugares donde se grabaron Casablanca, Bonnie and Clyde, Mary Poppins, Back to the future, Memento, The Princess Diaries, The Hangover: part II, Jurassic Park y La la land. También, algunas series como Cold Case, The Gilmore Girls, ER y Desperate Housewives fueron y son filmadas en Burbank. 

No viven famosos, pero sí los de Backstage


Debido a la cercanía que se tiene con los estudios, este es el Beverly Hills de los empleados que trabajan en las producciones cinematográficas y televisivas de Los Ángeles, lo cual hace de esta área una de las más vigiladas y seguras del estado de California. Aún no me he topado con ningún director o productor...


Burbank es la verdadera ciudad del cine. Aquí hay cultura cinematográfica, hay ambiciones por crear nuevas historias y hay oportunidades. No... esto no quiere decir que ya tengo trabajo.

jueves, 24 de agosto de 2017

Crítica Cinéfila: What happened to Monday?

En un futuro distópico en el que la sobrepoblación y la hambruna han obligado al gobierno a implantar una política de un único hijo, siete hermanas, cada una con el nombre de un día de la semana, luchan por sobrevivir y pasar inadvertidas haciéndose pasar por una sola persona cuando salen a la calle: Karen Settman. Pero un día, Lunes desaparece sin dejar rastro. Las otras hermanas intentarán encontrarla... (FILMAFFINITY)



Este nuevo filme de la cartelera especial de Netflix había generado muchas expectativas desde su estreno en agosto. Y es verdad que la película mantiene un ritmo inquietante desde su primera escena, describiéndonos un mundo distópico (esta vez enfocado a la sobrepoblación), pero no fue lo suficiente.

En este universo, Noomi Rapace interpreta a siete hermanas, nacidas en un momento donde solo se permite un hijo por familia; aquellos que no cumplan con esta regla, el estado tiene el derecho de separar al hijo menor de su familia, con la promesa de que será congelado y despertado cuando ya no haya sobrepoblación en el mundo. Para evitar que esto les ocurra, las siete hermanas fueron nombradas como los siete días de la semana, y el día que tenga su nombre, cada cual tiene el deber de salir, y al retornar debe contarle a sus otras hermanas lo que vio y aprendió. Así mismo, lo que le ocurra a una, repercute en las demás (spoiler alert: una de ellas escapa de casa y se corta un trozo de un dedo por accidente; ya se imaginarán lo que las otras tuvieron que aguantar). Pero todo cambia cuando Lunes se desaparece; ahora no se trata de proteger la existencia de las hermanas, sino también encontrar a Lunes e ir descubriendo cada uno de los secretos que ella les fue ocultando.


Rapace desarrolla siete personajes que por momentos estuvieron poco profundizados, pero a la vez es el peso fuerte de toda la trama. A pesar de quedarse floja en algunas ocasiones, logra crear una distinción y personalidad en cada una de ellas, que cumplen con la promesa de crear empatía con el público. La mejor desarrollada de todas es Jueves, quién por su carácter y su autoestima podría identificarse como la protagonista de esta historia. A su vez, Lunes, a quién dabamos por muerta desde los primeros minutos de la historia, es el punto de giro más inesperado de toda la película, tras desenmascarar su verdadero ser y su verdadero propósito en la trama.


El problema de esta película radica específicamente en el argumento y el ritmo que quiere mantener, que se acelera y desacelera de manera totalmente inesperada. Aunque no lo parezca, es el propósito de su director, Tommy Wirkola, que crea unos escenarios de peleas, caracterizados específicamente por los gritos de Karen/las hermanas septillizas y las constantes persecusiones de quienes quieren acabar con ellas. Sin embargo, este estilo genera confusión por momentos y da la percepción de estar viendo un humor negro con asesinatos bastante crudos y tonalidades de género distópico. Se rescata gracias a la fotografía, que nos recuerda en ocasiones el tipo de película que se supone estamos viendo, y al increíble montaje, que multiplicó a Noomi de una manera tal, que parecían ser verdaderas septillizas.

What happened to Monday es un thriller que quiso ser como algunos clásicos distópicos muy reconocidos; sin embargo, se queda corta por el poco tratamiento a su historia, la definición limitada de sus personajes y la ausencia de un significado sólido en la trama y su finalidad.


Dunkerque (Dunkirk)

Año 1940, en plena II Guerra Mundial. En las playas de Dunkerque, cientos de miles de soldados de las tropas británicas y francesas se encuentran rodeados por el avance del ejército alemán, que ha invadido Francia. Atrapados en la playa, con el mar cortándoles el paso, las tropas se enfrentan a una situación angustiosa que empeora a medida que el enemigo se acerca. (FILMAFFINITY)



La Segunda Guerra Mundial siempre será un escenario con muchas historias por contar. Y mientras pasa el tiempo, más tramas salen a la luz gracias al cine. Pero debo reconocer que cada quien tendrá su estilo para contarlas, y hasta ahora, pocos superan o podrán superar la forma en que Christopher Nolan decidió escribir y proyectar a Dunkirk.

Esta película narra el momento en que soldados británicos y franceses se encontraban varados en las costas de Dunkerque (Francia), en espera de rescate, mientras los alemanes llevaban la delantera en la guerra. La historia narra lo que ocurría horas antes de que fuesen rescatados por los civiles de ciudades aledañas a Dunkerque, desde tres puntos de vista distintos. Es en ese preciso detalle que Nolan juega con el elemento cinematográfico que ha caracterizado su estilo: el tiempo. 


En vez de estar contada de una forma lineal, Dunkirk es narrada en tres tiempos distintos: una hora (los pilotos), un día (los navegantes) y una semana (los soldados), que aunque a primera vista parezca una historia sin objetivo, en realidad son tres puntos que se irán conectando y entrelazando a medida que avanza la película. Una vez más, este director británico pone en práctica nuestro nivel de atención y nos hace preguntarnos: ¿quiénes son nuestros verdaderos aliados, en situaciones de crisis? No hace falta diálogos, identificar roles protagónicos o que los personajes nos contaran las razones que los llevaron a estar en Dunkerque, lo importante era lo que ocurría en ese corto lapso de tiempo que los alineó a todos en un mismo lugar.

De una manera sencilla, pero muy bien pensada, este filme posiciona el tema bélico en un subgénero distinto, en el que no le vemos la cara al enemigo, pero sí nos mantiene en suspenso, a la espera de los bombardeos que saldrán de repente, por cielo, mar y tierra, generando una buena carga de tensión gracias a la perfecta combinación de los close-ups claustrofóbicos y una banda sonora de violines que saca a cualquiera del sillón.


Sin embargo, y a pesar de que la fotografía y la musicalización son los aspectos más aplaudidos de Dunkirk, me atrevo a decir que es la narrativa y el montaje los que se ganan todos los puntos, pues se va desarrollando de una manera poco común para lo que ya se ha visto, pero atractiva, diferente e inquietante; que no nos hace preguntarnos cuál es el pasado o el futuro, y nos mantiene en el presente de ese momento en las costas de Dunkerque.

Una vez más, Christopher Nolan y su equipo de producción, compuesto por el cinematógrafo Hoyte van Hoytema y el compositor Hans Zimmer, nos envuelven en una historia en la que el tiempo es el verdadero protagonista y que, con el sonido constante del reloj, nos obligan a quedarnos hasta el final, hasta que cada soldado haya sido rescatado.


jueves, 17 de agosto de 2017

Crónicas de California: Comenzar a soñar en vida


Cuando inicié este blog, lo menos que quería era hablar de mi, porque ¿cuántos blogueros no lo hacen? Sin embargo, sí tenía la idea de que quería narrarles algo que siempre será importante para mí: el antes y el después de esta cinéfila. Y aunque no prometo que mis escritos narrarán en algún momento una fama alcanzada o un premio obtenido (aunque nunca está demás soñar con eso), si les garantizo que vivirán esta experiencia como si estuviesen al lado mio.

Listos o no, aquí comienza todo... bueno, en teoría no. Comenzó cuando tenía 7 años y mi madrina María me llevó a ver Harry Potter y la Piedra Filosofal. Para ese entonces, no veía el cine como una carrera, sino como un hobbie. Pero comencé a "inventar", como dice el buen dominicano, grabando a mi hermana y sus amigas "inventando". De hobbie pasó a pasión, y de pasión a picoteos, y ahí vamos.

Al principio simplemente decía que quería ser productora; luego pensé que quería ser directora. Comencé a incursionar por la edición. Pero al final del día, me percaté que la mejor manera de comunicar mis ideas no serían captadas si no era en el lugar más importante de una producción: el guión (aparte de darme cuenta de lo poco tolerante que soy para trabajar en grupo, cuyo nivel de tolerancia es bastante reducido dependiendo de la cantidad de personas que trabajen en la filmación).

Después de estudiar Comunicación Social (mención en producción audiovisual), realizar una tesis que ha cambiado mi pensamiento y mi manera de ver el cine, y trabajar en diversos proyectos pequeños y grandes, aún sentía que faltaba todo un camino completo por recorrer, y quería pasar de ser una cinéfila a cineasta... o por lo menos guionista. Y gracias al apoyo de mis padres, familia, amigos y mi yo interno, les escribo desde mi nuevo (y temporal) hogar, en Los Angeles, a ley de un mes de entrar a realizar un Master en Guion de Cine en New York Film Academy del estado de California. 

Suena bastante lujoso y caprichoso decir que estoy en una ciudad donde podría lograr mucho (o echar a perderlo todo), pero NO fue fácil. Fueron muchas aplicaciones, traducciones de guiones, rodillazos al cielo y dinero invertido. Es un sacrificio que será divertido contarles semana tras semana, y que prometo será muy entretenido (aunque esté tratando de ser tolerante con un equipo de producción). 

Aquí comienzan las "Crónicas de California", cada semana en la vida de una cinéfila que no quiere ser para siempre cinéfila, y de una guionista con muchas historias por contar. Quien sabe, ahorita de esto sale un guion.

Stay tuned


Inesita

Un Golpe con Estilo (Going in Style)

Willie (Morgan Freeman), Joe (Michael Caine) y Al (Alan Arkin) son tres amigos jubilados a los que el sistema les ha congelado su plan de pensiones. Desesperados porque no pueden pagar las facturas, están decididos a recuperar su dinero. Los tres ancianos deciden entonces arriesgarlo todo y embarcarse en un temerario plan que consiste en atracar al mismísimo banco que se quedó con su dinero.



¿Quién no ama a los abuelitos? Incluso los ajenos, son seres que inspiran tantas ganas de seguir aprendiendo, explorando y experimentando cosas, porque parecen haberlo vivido todo. Quizás esta fue la referencia que tomó Zach Braff y Theodore Melfi para dirigir y escribir esta película, junto con el hecho de ser un remake de Going in Style (1979) de Martin Brest.

La historia se basa en tres señores mayores de los 60 que están en proceso de iniciar su pensión; pero para su mala suerte, la compañía donde trabajan anuncian que estará cerrando dentro de poco tiempo y sin promesas de una pensión garantizada a sus empleados más antiguos. Dado esta situación y que uno de ellos pronto perderá su casa, han decidido robar el mismo banco que le está tratando de quitar la casa a Joe.


Entre momentos bastante originales y otros bastante incómodos, Going in Style parece inspirarse de Hell or High Water (la idea de que están robando el banco que le quiere quitar la casa), La gran Estafa (las estrategias de robo) y otras tantas películas sobre asaltos, robos y locuras durante el acto. Estos aspectos llevan en desventaja a la historia, pues aún siendo la adaptación de un versión de los 70, ahora luce poco original, convencional en los tecnicismos de fotografía y con un listado de diálogos y chistes demás que iban disminuyendo el ritmo de la película.

Es en ocasiones rescatada por la química convincente y orgánica entre Morgan Freeman, Michael Caine y Alan Arkin, y sus verdaderos momentos hilarantes, a parte del complemento añadido por otros personajes que nunca fueron demás para que la historia pudiese fluir con estilo. A su vez, la película tiene una producción gráfica interesante del robo durante y después, que aunque les parecería repetitiva, nunca dejará de ser interesante para el público general que no tiene expectativas ni exigencias a la hora de ver este tipo de filmes.


Es muy drástico decir que es una película mala. Sí, quizás tiene sus momentos de decepción en el guión poco desarrollado, y quizás sea una idea que (con excepción de que son abuelitos robando) ya se ha expuesto en diferentes alternativas y estilos. Pero no deja de recordarnos e inculcarnos el tema de la familia, la justicia y las jerarquías de la vida, que de una manera u otra son siempre preferidas por el público más amplio que tiene el cine: el familiar.

Es momentáneamente divertida y cuenta con un elenco que simplemente nos da ganas de querer entrarnos en la historia y ayudarlos a alcanzar su robo maestro.


jueves, 10 de agosto de 2017

Dirty Dancing: 1987 vs. 2017

¿Cómo un remake compite con uno de los mejores clásicos musicales del siglo XX?



En el 1987, se estrenó el drama musical Dirty Dancing y fue un éxito en su género, principalmente por la química que hubo entre los protagonistas, la banda sonora que todavía hoy es pegajosa y ese aire de "amor de verano". Obtuvo nominaciones y galardones en las distintas premiaciones, y siempre quedará marcada como una de las mejores películas románticas de la historia del cine... entonces, ¿por qué hacer un remake? Las aparentes razones son mejorar la original en algunos aspectos que quizás no dio suficiente y responder cuestionantes que dejó. 

Es verdad que la fotografía y la calidad de la musicalización varía notoriamente entre una película y otra, pero son aspectos técnicos incomparables dado a la diferencia de tiempos en que ambos filmes fueron realizados. A pesar de que la adaptación realizada por ABC recrea cada escena clave del clásico, hay muchos detalles que demuestran las grandes diferencias entre la original y su remake. ¿Cuál es mejor? Aquí les traigo las comparaciones.

SPOILER ALERT!

Sus protagonistas


La versión original fue protagonizada por Patrick Swayze y Jennifer Grey, una pareja con una atracción física y sentimental envidiable; desde su primer momento juntos, se notaba la química que existía entre los dos, tanto en los bailes como en las demás escenas. La versión reciente está protagonizada por Colt Prattes y Abigail Breslin, y son (casi) todo lo contrario al Johnny y Baby originales; se ven toscos en casi todas las escenas que tienen, y no solo me refiero al momento en que Baby aprendía a bailar.

Baby


Sonará cruel, pero Baby 2017 no está en forma. Sí tiene esa inocencia y ese deseo de progresar similar a Baby 1987, pero cuando las pones a las dos juntas (volverá a sonar cruel), es obvio a cuál van a elegir. Además, la Baby original quería estudiar economía y trabajar en el Cuerpo de Paz, mientras que la Baby actual quiere estudiar medicina y especializarse en cirugía... un cambio bastante drástico.

Johnny


Otra vez, puntos para 1987, pues este Johnny es mucho más maduro y natural en sus pasos de baile que el de 2017, a parte de verse muchísimo mejor...

Adicional a la historia de amor de Johnny y Baby

Escena de la presentación de Lisa en el Talent Show de Kellerman

Mientras que la versión original se enfocaba específicamente (y casi únicamente) en Johnny y Baby, la versión más reciente se enfoca en casi todos los personajes: nos muestra qué pasó después de que Robbie no logró tener una relación con Lisa, la hermana de Baby y cómo esta encontró el amor en otro empleado de Kellerman. También nos habla de la complicada relación entre los padres de Baby. Y Lisa pudo cantar su canción en el famoso Talent Show.

La cargada


La cargada (tanto en el lago, como en el último baile) son momentos muy importantes de Dirty Dancing, pues representan el antes y el después de Baby como bailarina. La gran diferencia de estas dos películas radica en ese momento. Como dije anteriormente, Baby 2017 no está tan en forma como Baby 1987 y las cargadas lo demuestran (¿o no, Colt Prattes?). Pero además de lo forzada que se veía una en comparación a la otra, también es el ángulo desde donde fueron captadas. En la versión 1987, se nota que los actores entrenaron más para esa escena y el director de fotografía pensó muy bien de qué manera se podía ver bien... mientras que en la versión 2017 parece que lo importante era que fuese captada y nada más.

Escena final


Como mencioné anteriormente, la versión 2017 es algo más que el romance entre Baby y Johnny. En la escena final, la adaptación nos traslada a 10 años después del verano en Kellerman, donde nos enteramos que Johnny decidió seguir enseñando a otros bailarines, como coreógrafo en New York, y Baby decidió dedicarse a escribir. Se vuelven a reencontrar cuando Baby asiste a un musical donde trabaja Johnny, solo que esta vez acompañada de su esposo y su hija... ¡oh sí! Solo fue un amor de verano en verdad.

¿Drama con música romántica o musical romántico?


Esto es un aspecto un poco cuestionable de la adaptación, pues la versión de 1987 no es un musical: en ningún momento los personajes interpretan las canciones que bailan (con excepción de la mímica que hicieron en Love is Strange). No obstante, en la versión 2017, hasta el clásico de The Time of my Life es interpretado por Johnny y Baby...

En conclusión... me quedo con el Dirty Dancing original. Por más respuestas que nos respondió la adaptación, esta nunca va a superar al clásico, que le gana por la organicidad en los bailes, la naturalidad en las escenas y la química entre Johnny y Baby.


Y ustedes, ¿con cuál se quedan?

Baby Driver

Baby (Ansel Elgort), un joven y talentoso conductor especializado en fugas, depende del ritmo de su banda sonora personal para ser el mejor en lo suyo. Cuando conoce a la chica de sus sueños (Lily James), Baby ve una oportunidad de abandonar su vida criminal y realizar una huida limpia. Pero después de ser forzado a trabajar para un jefe de una banda criminal (Kevin Spacey), deberá dar la cara cuando un golpe malogrado amenaza su vida, su amor y su libertad. (FILMAFFINITY)



Las películas de persecuciones son las que le han dado sentido y verdadero éxito taquillero a Hollywood. La gran mayoría de sus filmes de acción incluyen una que otra escena maratónica de buenos contra malos, o viceversa. Y créanme cuando les digo que no soy la mejor referencia para decirle cuáles son las más sobresalientes; aunque, a veces me mata la curiosidad, la atracción a un actor o actriz, o el trailer. En el caso de Baby Driver, me atrajeron todos los aspectos anticipativos a su estreno, y lo mejor es que superó todas las expectativas que tenía.

Baby (Ansel Elgort) es un adolescente que se dedica a ser "chofer" de asaltantes. Su talento es escapar de los policías a través de sus maniobras frente al volante. Después de cada asalto, él junto al equipo se dirigen hacia donde Doc, quien es el líder y es quien decide dónde y cuándo será el siguiente. Para la mala suerte de Baby, él es el amuleto de suerte de que cada fuga sea exitosa y cada día es más difícil que pueda salirse de esta vida criminal que lleva para poder saldar una cuenta pendiente. 


Ansel Elgort se encarga de darle vida a un personaje que, después de un accidente automovilístico en donde sus padres perdieron la vida, sufre de tinnitus (percepción de ruidos en la cabeza) y vive aislado de toda la sociedad que lo rodea, a excepción de su padrastro sordomudo Joe (CJ Jones), y envuelto en lo único que lo rescata de sus zumbidos internos: la música. Esta es una de las mejores interpretaciones de Ansel, saliéndose del estereotipo de personaje que ya había establecido en The Fault in Our Stars y la saga Divergente. A parte del atractivo que le da al personaje (que seguro a todas las chicas les encantará), hace de Baby un chico simpático, divertido y auténtico. Además la química que tiene Baby con Debora (Lily James) es envidiable y sobresaliente.


El elenco es complementado por Kevin Spacey como Doc (a quien siempre le quedará bien el papel de "malo", pero con un giro interesante al final), Jon Hamm como Buddy (otro giro bastante interesante cuando la situación cambia totalmente para el personaje) y Jamie Foxx como el psicópata de Bats, que me recordó su papel en Django Unchainned, pero con una dosis adicional de locura.


Lo mejor de esta película está básicamente en la interesante coreografía creada entre la banda sonora y las acciones de cada personaje, donde cada uno tiene el rol de medir sus líneas y movimientos acorde a la música, que es en muchas ocasiones dirigida por los iPods de Baby. A su vez, cada persecusión y cada escena tiene su canción, que determinará el ritmo de las secuencias y el final de cada una. Aquí se ve el trabajo de montaje que hubo y unos juegos con la fotografía que logran mantener arriba el nivel de entretenimiento de la película. Todo estuvo muy bien pensado, incluso los diálogos más sencillos de los personajes.


Edgar Wright, su director y escritor, demuestra con este último filme, que la música forma parte fundamental de su creatividad cinematográfica, pero aún más destacable y necesaria en esta última producción, la cual es, para mi, su mejor obra hasta ahora.

El trabajo de todos los elementos de esta película, que logró crear una sinfonía interesantísima entre las acciones, los puntos de giro y la banda sonora, hace de Baby Driver un filme sumamente divertido, creativo y entretenido, donde se nota un derroche interesante de talento, tanto en sus actores como en su producción.