Varios años después del trágico fallecimiento de su hija, un juguetero que crea muñecas y su mujer, acogen en su casa a una enfermera y un grupo de chicas tratando de convertir su casa en un cálido orfanato. Sin embargo, los nuevos inquilinos se convertirán en el objetivo de Annabelle, una muñeca poseída por un ser demoníaco. (FILMAFFINITY)
¿Quién compraría una muñeca como Annabelle? Y no me refiero a la de trapo, sino a la de madera, de ojos saltones y sonrisa sarcástica. Desde su introducción en The Conjuring (2013), la muñeca fue un atractivo que prometía mucho más que una corta aparición en esta película de James Wan. De modo que David F. Sandberg se hizo la tarea de desarrollar una primera historia sobre la muñeca poseída... y no le fue bien. La versión no cumplió con las exigencias del público o la crítica y parecía que quedaría en el olvido como un intento fallido de terror. Pero Sandberg no se dió por vencido y decidió hacer una segunda parte, que es en realidad una precuela de la primera película y que envuelve al espectador en una atmósfera totalmente incomparable a la trama del 2014.
En esta ocasión, la historia se centra en principio en una familia, que trágicamente pierden a su hija en un accidente automovilístico. 12 años después, la pareja decide convertir su hogar en un orfanato donde reciben a sus primeras seis inquilinas y una monja que las supervisa y educa. Todo iba aparentemente bien, hasta que una de las niñas, Janice, entra a la habitación que estaba prohibida. Allí encuentra a la muñeca Annabelle y deja salir el ser demoníaco que estaba resguardado en el armario. El demonio pone sus ojos sobre Janice y le hace la vida imposible hasta finalmente poseerla.
Lo que diferencia esta precuela de la primera Annabelle que nos presentó Sandberg es el ambiente en donde se desarrolla y todo el proceso narrativo que le faltó a la otra película. Nos hablan de un pasado, de cómo surge la muñeca y de cómo esta terminó siendo un objeto demoníaco. Lo mejor de toda esta historia es la manera en que conectan todas las películas de James Wan a través de los más minúsculos detalles: en un momento se ve la monja endemoniada de The Conjuring 2, utilizan a la muñeca original que los esposos Warrer trataron de exorcisar, y enlazaron el final de esta trama con el principio de la primera película de Annabelle, dejando claro de dónde salió la mujer que entró a la casa de Mia y John, por qué mató a la pareja de vecinos y por qué Annabelle (en este caso, la mujer que trató de matar a Mia) murió con la muñeca en manos.
Obviamente, los efectos de terror ya están cayendo en el cliché, sobretodo la música tenue, los ruidos repentinos y las puertas abriéndose y cerrándose, pero no deja de sorprender algunos otros que evitaron caer en lo repetitivo y que causan una buena impresión. La imagen del demonio utilizado tiene un parecido al de Jeepers Creepers, y el hecho de que utilizaran luego un espantapájaros para asustar a parte del elenco son más detalles para recordar esa película de terror, pero fue un parecido que no afecta el hilo de la historia, y que solo aquellos que vieron esa película podrán notarlo.
A nivel general, los personajes tuvieron un desarrollo regular, pero en comparación a la primera película, se nota que hubo un mejor trabajo con los actores para que se notara un mejor tratamiento en la interpretación. La que (para mí) no sobresale es Janice (Talitha Bateman) quien desde antes de subir a la casa ya tenía miedo, o su cara decía eso.
Annabelle: the creation supera a su antecesora, toma con mayor cuidado cada uno de sus elementos para causar la suficiente impresión y tratar de llevar al olvido lo que fue una gran decepción para el cine de terror. En esta ocasión, hay que respetar la maldición de la muñeca y aplaudir el esfuerzo de su director.
Annabelle: the creation
Título en español: Annabelle, la creación
Ficha técnica
Dirección: David F. Sandberg
Producción: Peter Safran y James Wan
Guion: Gary Dauberman
Música: Benjamin Wallfisch
Fotografía: Maxime Alexandre
Montaje: Michel Aller
Protagonistas: Stephanie Sigman, Talitha Bateman, Anthony LaPaglia y Miranda Otto
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