domingo, 30 de agosto de 2015

Preparando un guión, parte I: La premisa

Según distintos cineastas y críticos reconocidos, tanto en República Dominicana como en otros países de América Latina, el guión cinematográfico representa una de las principales debilidades de la industria filmica latina. Es lamentable que, a pesar de los avances tecnológicos para la producción y post-producción de un filme, las historias no presentan un desarrollo similar, y se debe a que los "guionistas" (y la comilla se debe a que muchos de ellos no son certificados) no conocen los pasos, las etapas y los elementos que titulan un guión como tal.

Creo que una de las ventajas de hacer una tesis sobre análisis de guión es conocer todos estos detalles y tener una capacidad básica para poder crear uno. Por lo que hablaremos de cómo "cocinar" un guión. Ingredientes: una historia, personajes, un conflicto, tres actos y por lo menos, un género cinematográfico.

Para todo esto, se debe tener muy claro un aspecto, que ya se había tratado en una de las notas anteriores: la idea a narrar.

Después de concebir esa idea, lo siguiente es obtener la premisa. En el mundo del periodismo, la premisa actúa como el precedente que introduce una noticia, reportaje u otro género periodístico informativo. En el caso del cine, es la historia en una sola frase. ¿Diferente? Realmente no. Al igual que en una noticia, es dar la idea principal en una sola oración.

¿Complicado? Hagamos la prueba.

"Un hombre trata de recordarle a su esposa su historia de amor". Esa es la premisa de The Notebook. Más tarde, cuando se inicie la redacción más profunda, con el argumento, se sabrán los detalles, pero al momento de crearla lo importante es tener claro cuál es el mensaje principal de la historia, cuál es la idea clave de la trama.

Aspectos a tomar en cuenta de una premisa


John Truby, otro genio de la escritura de guión, indica en su libro Anatomía del guión que para escribir una premisa:

1. Lo escrito no puede ser algo tradicional, debe causar un cambio, tanto en la vida de quien lo escribe como en el espectador que vaya a ver la película ya producida.
2. Pero a su vez, debe tener algo de realismo, hasta lo más ficticio tiene algo que se relaciona a lo real. ¿Cómo se logra? Investiga sobre lo que cuentas.
3. Dale retos a los personajes para que tenga una razón de ser, y dale obstáculos, para que no los consiga tan fácil. La vida no es tan simple.
4. Descubrir la lógica interna que tendrá la historia; cómo esta estará organizada a lo largo de la trama.
5. Buscar el personaje ideal (ya después conoceremos los tipos de personajes).
6. Darle sentido de ser al conflicto principal de la historia. Defínelo y dale forma.
7. ¿Cuál es la causa de que ocurre lo que ocurre? ¿Qué pasará si continúa así?
8. Decidir qué cambio tendrá el personaje.
9. ¿Cuál decisión tomará tu protagonista?
10. Evaluar si le gustará al público: Lee tu premisa a (por lo menos) 10 personas. Si te preguntan cómo sigue, dale al siguiente paso: El argumento.

Continuará...

domingo, 23 de agosto de 2015

Cine que inspira: Historias de la Segunda Guerra Mundial

Hace unos días se conmemoró el 70 aniversario de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, hecho que marcó a la humanidad que la vivió y a sus descendientes. Con un aproximado de 14 millones de militares y civiles fallecidos, Hiroshima y Nagasaki destruidas y Japón rendida a la Unión Soviética, la guerra había terminado; pero, además de los desastres ambientales y demográficos que dejó este acontecimiento histórico a su paso, su impacto fue notorio para la industria del entreteminiento. 

La sociedad comenzaba a recuperarse de lo que había ocurrido días atrás; no obstante, los artistas observaban lo acontecido como un medio de inspiración para nuevas historias, principalmente en el ámbito cinematográfico.
Rodaje de “Muerte en Venecia”, de L. Visconti (1971).
Los creativos eran recolectores de historias, contando tragicomedias de las distintas experiencias que ocultaron los muros caídos y las bombas explotadas de la Segunda Guerra Mundial.
Los avances tecnológicos permitieron que la industria fílmica avanzara, tanto en ideología como en los aspectos económicos y sociales. 

Por otro lado, y gracias a las facilidades de las nuevas tecnologías de la época, los cineastas no se salieron de la realidad, y utilizaron los escenarios destruidos para recrear los guiones producidos, logrando contar temas de la transformación social de ese tiempo, con su propio toque natural.

Una idea cinematográfica que continúa

Años después de la guerra, el cine seguía inspirándose de estas historias. Parecía que aún existían historias tras las cenizas sin contar. 

Los cineastas de hoy en día demuestran que no es necesario haber estado allí para poder contar una buena historia sobre la Guerra que dividió naciones y territorios.


Todavía en el siglo XXI, se tratan temas que reviven aquellos sentimientos de aquella época. Actualmente se pudo observar The Imitation Game (2014), pero también ya hace unos años se pudo apreciar esta realidad en películas como Diario de una pasión (2004), El niño del Pijama de Rayas  (2008) y Malditos Bastardos (2009).

Cada país lo asimila a su manera


Lo más interesante en el cine no es tanto la tecnología empleada o los actores involucrados (aunque influye), es la forma en que se cuentan cada historia. Grandes potencias se vieron afectadas, positiva o negativamente, de este suceso. He aquí cinco historias de la época en base a la visión de cinco países protagonistas del acontecimiento.


Dirigida y escrita por Isao Takahata, cuenta la historia de Seita y Setsuko, hijos de un oficial de la marina japonesa que viven en Kobe. Un día, durante un bombardeo, no consiguen llegar a tiempo al búnker donde su madre los espera. Cuando después buscan a su madre, la encuentran malherida en la escuela, que ha sido convertida en un hospital de urgencia.


En 1939, a punto de estallar la Segunda Guerra Mundial, Guido llega a Toscana con la intención de abrir una librería. Allí conoce a Dora y, a pesar de que es la prometida de Ferruccio, se casa con ella y tiene un hijo. Al estallar la guerra, los tres son internados en un campo de exterminio, donde Guido hará lo imposible para hacer creer a su hijo que la terrible situación que está padeciendo es sólo un juego. Dirigida y escrita por Roberto Benigni.


Dirigida por Roman Polanski. Wladyslaw Szpilman, un brillante pianista polaco de origen judío, vive con su familia en el ghetto de Varsovia. Cuando, en 1939, los alemanes invaden Polonia, consigue evitar la deportación gracias a la ayuda de algunos amigos. Pero tendrá que vivir escondido y completamente aislado durante mucho tiempo, y para sobrevivir tendrá que afrontar constantes peligros.

La Caída - 2004 (Alemania)

En las calles de Berlín se libra una encarnizada batalla. Hitler y sus fieles se han atrincherado en un búnker. Entre ellos se encuentra Traudl Junge, la secretaria personal del Führer. En el exterior, la situación se recrudece. A pesar de que Berlín ya no puede resistir más, Hitler se niega a abandonar la ciudad y, acompañado de Eva Braun, prepara su despedida. Dirigida por Oliver Hirschbiegel.

La ladrona de libros - 2013 (Estados Unidos)

Narra la historia de una animosa y valerosa jovencita llamada Liesel, que transforma las vidas de todas las personas de su entorno cuando la envían a vivir con una familia de acogida en la Alemania de la II Guerra Mundial. Para Liesel, el poder de las palabras y de la imaginación se convierte en una forma de escapar de los tumultuosos eventos que la rodean, tanto a ella como a toda la gente que conoce y quiere. Dirigida por Brian Percival.


Hay muchas más películas, desde Ladrones de Bicicleta a Memorias de una Geisha, que aunque no hagan mención de la guerra, reflejan la realidad de la época en sus personajes, los sentimientos y el escenario adaptado u original.

jueves, 13 de agosto de 2015

La Gunguna

ATENCIÓN: 

(1) TODO LO QUE LEERÁ AQUÍ ES MI OPINIÓN. NO NECESARIAMENTE DEBE ESTAR DE ACUERDO CON ESTO. 

(2) SPOILERS

Gracias Ernesto Alemany, por demostrar que aún existen formas creativas de contar historias. Por demostrar que aún Dominicana puede tener un cine menos comercial y más de autor. Por darle importancia a cada detalle visual y narrativo en la peícula La Gunguna.

No quisiera tener que contar la historia, porque apuesto a que todavía hay algunos que están pensando: "¿en serio? ¿otra película dominicana que promete ser la mejor de todas?", pero realmente es una que vale la pena y el riesgo contar.

Con una forma totalmente aleatoria de ir narrando los distintos sucesos dentro de la historia, es la proyección de los diversos personajes que podemos encontrar en nuestra sociedad, como la gran comunidad china en Dominicana, los que viven en la línea fronteriza, el rico, el pobre, los vinculados a alguna persona de poder en el gobierno y los que, de por sí, tienen mucho poder. Así mismo, es una crítica a la situación social nacional, como la corrupción de la policía, el tráfico de mujeres dominicanas al extranjero, la discriminación a los haitianos y la pobreza en la que viven algunos sectores de la ciudad y que muchos de los que no han explorado esas zonas desconocen totalmente.


Lo que la mayoría de los espectadores tradicionales no están entendiendo es que quien importa aquí no es el chino, ni el boricua, ni el gago ni el pobre obrero de la construcción, quien importa es esta diminuta pistola calibre 22 que guarda unos antecedentes bien interesantes (Mussolini, Franco y Trujillo) y algunos relatos bien escondidos (para quienes quieren saber más, busquen el libro Montás del guionista de esta película, Miguel Yarull, y si lo encuentran, favor compartir). 

No podemos dejar de resaltar la dirección fotográfica, que le suma muchos puntos a esta historia (reconozco que este aspecto es uno de los que menos aqueja al cine dominicano, pero esta es aún más admirable y profesional, e incluso cuestionable: ¿cómo el dron atravesó el techo al final? aún me lo pregunto) y el montaje, que obligan al espectador a prestar atención a cada detalle y cada escena. 

[SPOILER] Para los que sí la vieron y no entendieron: la gunguna salió de la frontera en manos de un sargento, paso a manos del gago, del gago al chino, del chino al prestamista, del prestamista al pobre, del pobre a un basurero, del basurero a un indigente, del indigente a manos de una compraventa, y de la compraventa a la frontera otra vez. Por eso la frase al final de "todo regresa blablabla", que la encuentro innecesaria, y me excusa el guionista, porque ya la escena de la compraventa lo explica todo. No obstante, este es uno de los pocos aspectos narrativos que para mi no eran los acordes.

Simplemente, véanla. Soy de las que aún creen que un guión se puede escribir bien y una película se puede producir bien, como lo hicieron el guionista, el director y el productor de este filme. Soy de las que creen que el cine, a parte de ser un negocio, es un entretenimiento que debe enseñar al espectador y debe crear conciencia; la Gunguna lo logra. O por lo menos lo logró conmigo.

Inesita.-