viernes, 29 de marzo de 2019

Crítica Cinéfila: Dumbo

Holt Farrier (Colin Farrel) cuenta con la ayuda de sus hijos Milly (Nico Parker) y Joe (Finley Hobbins) para cuidar a un elefante recién nacido cuyas orejas gigantes le hacer ser el hazmerreír en un Circo que no pasa por su mejor momento. Max Medici (Danny DeVito) dueño del circo, se decepciona al saber sobre las enormes orejas del pequeño paquidermo hasta que descubre que es capaz de volar, llevando al circo de regreso a la prosperidad. 



La imagen clave de " Dumbo " de Walt Disney en 1941 es algo que se asemeja a un sueño de cuento de hadas: Dumbo, el bebé elefante con ojos saltones de largas pestañas, una sonrisa cariñosa y orejas tan largas y flojas como alas, batiendo esas orejas para volar alrededor de una gran parte superior del circo, volando sobre la multitud con una libertad tan conmovedora como inexplicable. . Es una de las imágenes más puras de las películas. "Dumbo" fue la cuarta película animada de Disney (después de "Blancanieves y los siete enanitos", "Pinocho" y "Fantasía"). 

Una de los aspectos más notables es que Dumbo, después de haber sido separado cruelmente de su madre (un giro primordial que anticipa a "Bambi"), no descubre su capacidad de volar hasta los últimos seis minutos de la película. Cuando lo hace se convierte en una criatura tan encantada en su anhelo y se escapa. En "Dumbo", la magia de la capacidad de Dumbo para volar llega a la audiencia como una ocurrencia celestial, una que nos lanza a lo sublime y nos deja allí.

Las secuencias de vuelo en "Dumbo" de Tim Burton, una nueva versión del clásico de Disney, tienen un toque de la misma calidad de maravilla. Dumbo, ahora creado con efectos animatrónicos y digitales, sigue siendo una criatura linda y solitaria con orejas de disquete increíblemente grandes que nos habla con sus suplicantes ojos para pararse en lo alto de una imponente plataforma circense; su miedo y humillación son palpables. Luego, después de ingerir una pluma en su trompa (el ritual supersticioso que le da la fe para volar), se lanza hacia abajo y toma alas, y por unos momentos siente que su corazón se eleva junto con el suyo.


Pero en el nuevo "Dumbo", los divertidos y felices vuelos de nuestro héroe no son la culminación emocional de la película; empiezan temprano y ocurren periódicamente, con un efecto gradualmente menor. Dumbo, cuyo nombre real es Baby Jumbo, nace en un circo Barnstorming administrado por Max Medici, un ladrón cariñoso que fue comprado por Vandevere. El año es 1919, y su "circo" es realmente el primer parque temático del mundo, un lugar llamado Dreamland que está tan lleno de atracciones, exhibiciones y chicanery como una pequeña ciudad. Él no es un showman; es un explotador que mira a Dumbo y ve una mina de oro, y no entrega el regalo del elefante en toda su gloria agrietada, sino que exprime la maravilla a través de su empaque.

Y eso es lo que este remake demasiado ansioso y cómico pero en última instancia bastante triste, le hace a "Dumbo". Transforma una historia suave y milagrosa en una historia de rutina, pesándola con un montón de tuercas y tornillos que no necesita. El personaje de Dumbo sigue tocando, pero el relato de atrapamiento y rescate que lo rodea no lo es. Es arduo y olvidable, y aparte de ese elefante FX, la película no tiene un solo personaje que nos enganche emocionalmente.

"Dumbo" tiene el aspecto y la atmósfera de un éxito de taquilla "sincero" que se está esforzando demasiado. Lo que está tratando de hacer, por supuesto, es justificar su existencia como otra versión en vivo de una legendaria historieta de Disney. ¿Hay alguna razón para hacer un Dumbo de acción en vivo? Como narración, no, pero la razón detrás de todas estas películas se reduce a una novedad adictiva: ¿Cómo se verá un "Dumbo" de acción en vivo? Hay una gran curiosidad en esa pregunta, y también un factor de nostalgia, combinado con el hecho de que incluso las personas que nunca han visto la película original (en este caso, puede ser un segmento considerable de la audiencia) pueden sentir que conocen al personaje. En sus huesos, porque es parte de nuestra imaginación pop colectiva. Así que una película como "Dumbo" tiene esa receta antigua, pero modificada, de cantidad conocida, pero nueva, en la que gran parte de la economía de Hollywood se basa ahora.


Cuando observas lo que separa una buena película de Tim Burton de una que se suma en su portafolio más de lo que lo hace en la pantalla, hay un criterio elemental: una película de Burton que se gelifica casi siempre en torno a una personalidad lo suficientemente salvaje y lanuda como para ser irresistible. Es por eso que "Ed Wood" fue una obra maestra agrietada, por qué "Beetlejuice" y "Edward Scissorhands" siguen siendo delicias oscuras, por qué "Batman", impulsado por la bravura de palmas de Jack Nicholson, te dejó sorprendido mientras "Batman Returns", con su galería conceptual de pícaros, no, y por qué "Charlie y la fábrica de chocolate" era un remake delirante y "El planeta de los simios" era un fracaso.
 
En "Dumbo", Burton parece estar atrapado entre el entusiasmo de Colin Farrell como Holt Farrier, un jinete de caballos que regresa al Circo Medici Bros. de la Primera Guerra Mundial sin su brazo izquierdo y con un par de niños para cuidar después que su esposa murió de influenza durante la guerra, y la amplitud apenas simpática de Danny DeVito como Medici, un showman desaliñado que oscila entre dos modos: a todo volumen.


El desempeño de Keaton como el malvado Vandevere es decepcionantemente delgado: es un tipo malo sin capas. Y Eva Green como Colette, su amante del artista trapecio parisino, tiene toques de dinamismo y un aura simpática, pero eso es todo. Sorprendentemente, los artistas del circo de los Medici casi no tienen personalidad, simplemente los comparan con los de "The Greatest Showman", un concurso de tres anillos de una película que desborda el sentimiento de inadaptación de los heridos. Se podría decir que el problema reside en el guión de Ehren Kruger, pero el problema mayor es que Tim Burton está usando estos personajes para completar su historia. No hay sensación de obsesión en "Dumbo". Burton debería haberse sumergido mucho más profundamente en el masoquismo expresionista del mundo del circo que estaba allí en el Dumbo original. Pero eso fue en Disney cuando la compañía estaba abriendo caminos en el arte popular. Ahora está ardiendo las sinergias corporativas.

Burton usa la canción de cuna melancólica "Baby Mine" de la película original, y rinde homenaje a la secuencia más descolgada de "Dumbo": el "Pink Elephants On Parade", número musical surrealista, una especie de viaje de película en miniatura que puede verse reflejado en todo. Burton lo menciona realizando una fanfarria con gigantescas burbujas de jabón que se convierten en elefantes, un efecto agradable, pero la secuencia no se desarrolla ni lleva a ninguna parte. Es sólo un relleno de ojos dulces. Y mientras Dumbo sigue siendo un personaje conmovedor, quería que la reunión en la que está trabajando la película sea desgarradora. "Dumbo" no es una locura; no te deja sentir engañado, pero tampoco es emocionante. Ocupa un terreno intermedio cuidadosamente adaptado y poco imaginado donde incluso un elefante que vuela puede parecer, para el final, una figura de extravagante precaución.


jueves, 28 de marzo de 2019

Crítica Cinéfila: Us

Adelaide Wilson es una mujer que vuelve al hogar de su infancia en la costa junto a su marido, Gabe, y sus dos hijos, para una idílica escapada veraniega. Después de un tenso día en la playa con sus amigos, Adelaide y su familia vuelven a la casa donde están pasando las vacaciones. Cuando cae la noche, los Wilson descubren la silueta de cuatro figuras cogidas de la mano y en pie delante de la vivienda. 



Pasar de comediante a cineasta de terror psicológico no debería ser fácil, pero Jordan Peele lo ha hecho parecer tan sencillo, sorprendiéndonos con su opera prima, Get Out, readaptando la serie The Twilight Zone, y ahora con Us. Si esperabas una película llena de jumpscares, ya a estas alturas deberías saber que ese no es el estilo de Peele, y que su terror es más manipulativo.

En Us, conocemos a Adelaide, quién había pasado por una experiencia traumatizante cuando era niña, en la cual se encontró con su Doppelgänger en un Parque de Atracciones, y desde aquel entonces le aterroriza ese lugar y protege a sus hijos con toda su alma. Pero cuando visita la misma ciudad donde tuvo el encuentro con su doble, sabe que algo anda mal con el lugar a nivel general. Y en su primera noche de vacaciones, su Doppelgänger viene a visitarla junto con los dobles de su familia, con el plan de asesinarlos. Al escapar una primera vez, se enteran que no es solo a ellos sino a todas las demás personas en los Estados Unidos, donde todos los Doppelgängers tinen la meta de crear la primera línea humana que atraviese el país completo.

Peele crea una historia basándose en mitologías y leyendas de este país, pero evitando acercarse a los tradicionales momentos de querer explicar de qué se trata. Deja todo a decisión y entendimiento de la audiencia y simplemente se enfoca en crear conflicto y situaciones que solamente provocan cuestionarnos qué pasaría si nos vieramos en una situación similar. Pero a pesar de que no lo dicen de manera directa, aquí les explico de qué trata: la película inicia con indicaciones de túneles bajo Estados Unidos que parecen tener ningún propósito en específico. Y luego pasa a una toma de conejos en jaulas, queriendo establecer algún experimento científico. Así se dirige a tratar el tema ficticio de una sociedad de Doppelgänger, clones de quienes viven arriba, con la idea de que los originales y los clones tienen la misma alma pero los clones crecen sin emociones propias, y después de vivir en las sombras de los túneles por tanto tiempo, deciden salir a "luchar" por su propia causa, lo cual culmina creando una línea humana que parece ser su única razón de subir a la superficie, pues al crecer sin entendimiento propio, no tienen más objetivos en su vida.


Del mismo modo, se basa en el "Heroine's journey", una estructura cinematográfica que habla sobre como un personaje se motiva por sí solo a querer lograr algo por sí misma, a pesar que los demás no están de acuerdo con ella. En el caso de esta película, se logra desde la perspectiva de la villana, Red, quien justifica sus razones para subir a la superficie como una sed de venganza tras no pertenecer en realidad a las sombras.

Si hay algo de gran peso que ayuda a la película a encontrar su lógica son las interpretaciones de todos los actores, sobretodo Lupita Nyongo, quien cautiva con las debilidades de su personaje, y otorga esas reacciones que se convierten en un flashback de Get Out. El personaje se siente tan atrapado pero sabe reaccionar rápidamente y logra su arco justo a tiempo donde se logra la mayor revelación de todas (la cual no quiero decir porque no quiero arruinar la sorpresa). 

Pero su mayor logro es el hecho de tener que representar dos personajes tan opuestos, y que a pesar de los diálogos tan limitados, sus lenguajes no verbales es lo que permite reconocer las diferencias entre un personaje y otro. Así mismo, las interacciones de los personajes es lo que permite explicar las reacciones de sus dobles y por qué se comportan de tal manera. No solo imitan a su original, sino que tratan de mantener la misma esencia, sin percatarse de que no han copiado la mentalidad del original. En cada uno de los personajes, Jordan Peele prepara los elementos de lógica que trata de mantener resguardados entre escenas.


Por supuesto, su película no está completa sin el juego de violines que juega con el suspenso y llena de ansiedad a la audiencia, sobretodo al inicio después del prólogo donde mientras un coro canta al compás tratando de advertir a todos que esto no será tu típica historia de terror. Del mismo modo, tiene una cinematografía (en estilos de las tomas y color) muy parecida a Get Out, en la que las reacciones de los personajes tienen un rol protagonista en momentos específicos.

Us es una película que logra superar aspectos que Get Out no pudo, de principio a final. No se molesta en ayudarnos a entender, solo en entregar un conflicto psicológico que va más allá de explicar lo que sucede. Sin embargo, esto no significa que la lógica del conflicto esté ausente: cada uno de los elementos están presentes en los diálogos, situaciones y hasta reacciones para explicar cada momento que "no se entiende".


jueves, 21 de marzo de 2019

Crítica Cinéfila: Five Feet Apart

Dos adolescentes que se encuentran en el hospital, ambos con enfermedades muy graves que amenazan sus vidas, se conocen y comienzan a enamorarse el uno del otro.



"Five Feet Apart", el primer largometraje del director Justin Baldoni, es un romance que se centra en torno a dos adolescentes que viven con fibrosis quística. En última instancia, no es más que un tratamiento de la banda de cobertura de "The Fault in Our Stars", pero al menos tiene un infierno de primera línea en Haley Lu Richardson. Recién salida de "The Edge of Seventeen" y "Support the Girls", Richardson le da un giro de estrella tan carismático y seguro, ya que la película es formulable y olvidable, aportando alma, estilo y matices a un personaje que ya hemos visto antes.

Richardson, un talento excepcional en un mar de adecuación bien intencionada, interpreta a Stella, una estudiante de secundaria brillante y muy optimista que ha estado lidiando con la fibrosis quística desde su infancia. El inicio de la película la situa ingresando en el hospital para otra estadía prolongada, y no pierde el tiempo decorando cada centímetro de su habitación, organizando sus píldoras en filas con códigos de colores perfectos y armando listas detalladas de tareas para cada día, diseñando aplicaciones desde la cama y transmitiendo en vivo sus sesiones de tratamiento mientras espera un trasplante de pulmón; convirtió su rincón del hospital en una especie de segundo hogar, manteniendo un diálogo continuo con la enfermera jefa materna Barb (Kimberly Hebert Gregory) y su mejor amigo Poe (Moises Arias), un paciente de larga estancia.


Pero esta vez, hay un nuevo niño en la sala: Will (Cole Sprouse), sarcástico, vagamente rebelde, humeante y "guapo", quien ha llegado para someterse a un ensayo clínico experimental, y su actitud arrogante hacia su propio tratamiento eleva los problemas de la exagerada disciplina de Stella. Por supuesto, la película conspira para juntarlos casi de inmediato, y se calientan entre sí a través de un cortejo apresurado de nuevo, golpeando acuerdos de quid-pro-quo, FaceTiming entre sí durante la noche, e inevitablemente golpeando los topes de velocidad cuando se rozan con los secretos y traumas de cada uno.

Sin embargo, existe un obstáculo mucho más grande para su relación que las típicas crisis de las comedias románticas: los "CFers", como se refieren los personajes a sí mismos, se les dice constantemente que observen la "regla de los seis pies", manteniendo una distancia segura de otras personas con fibrosis quística para evitar la infección cruzada. Esta es una preocupación particular cuando se trata de Will, que está infectado con la peligrosa bacteria B cepacia, y aumenta enormemente el riesgo para Stella si se acerca demasiado a él. Así que no solo su romance en ciernes es perseguido por el espectro muy real de la mortalidad temprana, sino que ni siquiera pueden tomarse de las manos, y mucho menos besarse.

Muchos se preguntarán entonces por qué se llama Five Feet apart, si la regla es de 6 pies. Pero es más bien una ruptura del personaje principal que, cuando se da cuenta de sus sentimientos hacia su "amado" querrá romper la regla, bajo su propio riesgo, y tratar de acercarse a este con una diferencia de 5 pies... que románticos.


El guión, escrito por Mikki Daughtry y Tobias Iaconis, no puede evitar saturar las obras con artilugios y diálogos confusos. El manejo del personaje de Poe recae en algunos desafortunados tropos de "mejor amigo gay" que uno podría haber esperado que hubiéramos dejado atrás hace mucho tiempo, y su tercer acto de telenovela ofrece un montón de giros melodramáticos, que solamente hacen reír al éxtremo a toda la audiencia. Por supuesto, la audiencia pasa a llorar abiertamente ante el desenlace de la película, lo cual es un gran logro para el cineasta. Pero el pasaje intermedio de la película es capaz de generar una dulzura genuina, en gran parte debido al magnetismo discreto de Richardson y Sprouse.

Cuando la pareja finalmente se aleja para ir a una cita (manteniendo un taco de billar entre ellos para mantener su distancia, así como para servir como fuente de contacto sustituto) Baldoni cultiva algunas chispas reales, e incluso un toque de calor castamente sensual, a pesar de salir raramente del ámbito hospitalario. Es en estas escenas, mucho más que en sus secuencias bienintencionadas pero casi académicas que explican los desafíos de la fibrosis quística, que “Five Feet Apart” logra humanizar los efectos de la enfermedad de manera más tangible y afectiva. Si solo el resto de la película hubiera seguido su ejemplo, podría haberse elevado al nivel de su estrella.


viernes, 15 de marzo de 2019

Crítica Cinéfila: Greta

La joven Frances atraviesa una mala época: su madre acaba de fallecer y ella se acaba de mudar a Manhattan. Cuando devuelve el bolso a una anciana viuda llamada Greta, ambas congenian bastante bien. Pero las intenciones de la nueva amiga de Frances pronto se vuelven oscuras y la joven, con ayuda de su amiga Erica, lucha por escapar de ella. 



Los mejores villanos no son seres sobrenaturales, sino seres humanos con una personalidad o desorden mental que aterrorizan con tan solo darle razón a sus motivos de atacar y/o matar. Por eso Hannibal y el Joker siempre estarán en los top de villanos. Pero aún más inesperado es cuando se trata de una viuda, con aparente problema de soledad en el que su aspecto físico no intimida hasta que demuestra su capacidad de acoso.

Frances es una joven que está pasando por las etapas de duelo mientras trata de llevar una vida rutinaria en New York. Y entre sus muchas rutinas, está tomar el tren camino a casa. Pero cuando encuentra el bolso de Greta y decide llevárselo a su casa, su vida toma otro giro. Ella se da cuenta de la soledad de Greta y decide iniciar una inocente amistad con ella, no es hasta que descubre los demás bolsos y se aterroriza de cuál sería el plan de esta anciana. Lo que menos se imagina Frances es que Greta no se dará por vencida, al punto de acosarla a ella y todo el que se ponga en su camino para que nueva vez estén juntas.


Isabelle Huppert regresa a la pantalla grande interpretando a Greta, y lo hace trayendo una sonrisa sarcástica que ya se le conocía. Lo hace con una naturalidad que resulta terrorífica, sobretodo aquellas escenas de acoso donde solo tenía que pararse frente a una ventana por horas hasta que anocheciese o seguir a alguien mientras le hacía fotos y se las mandaba a otra persona. Es el tipo de personaje que demuestra que no se necesitan monstruos ni fantasmas para enseñarle a la audiencia a quien deberían tenerle aún más miedo. Por supuesto, es el tipo de actriz que sabe sonreir y bailar en la pantalla, pero que con un par de líneas bien elaboradas se transforma en un demonio de carne y hueso. 

Y las diabluras de Greta hacen contraste con la inocencia de Frances. Por supuesto, Chlöe Moretz no decepciona con su actuación, la cual también hemos visto en muchos tipos de géneros pero siempre tiene buena conexión con el terror y thriller. Aquí se transforma en una combinación de sus personajes en Carrie y Suspiria, y tiene la misma reacción que muchas otras personas tendrían, logrando una empatía y creando esa sensación de ansiedad y claustrofobia por entrar a la pantalla y ayudar al personaje.

A pesar de algunas decisiones que tomaron los guionistas Ray Wright y Neil Jordan al final de la historia, concentraron su mejor energía en aspectos de la trama que resultan bien elaborados, como la tensión desarrollada para demostrar la psicosis de Greta y dejar a un lado querer explicar el por qué de su psicosis, dato que resulta completamente innecesario cuando ya se ha visto hasta donde puede llegar el personaje. Y apesar de que Frances no resulta ser protagonista principal en sus últimos minutos de confrontación, sí sabe mantener sus propios ideales, demostrando que quien tiene que cambiar para llegar a la meta no es protagonista, sino el sistema.


Las situaciones estuvieron complementadas por ese juego de violines que sabían los momentos ideales para crear ansiedad y una fotografía que se la jugó entre la realidad y los sueños de Frances, sin dejar a un lado esos momentos con puntos de vista bien específicos para establecer el miedo, terror y angustia de los personajes.

La temática de la película se enfocó en la maternidad y las cicatrices de esta cuando los hijos dejan el nido por razones inesperadas. Sin ánimos de defender las locuras de la antagonista, resulta aún más interesante su necesidad por dar amor y cuidar de alguien, haciendo evidentemente un interesante contraste con la necesidad de la protagonista por recuperar a su madre o tener una figura maternal que le ayude a superar su duelo. Al final, lo que resulta es un mensaje de que nadie podrá reemplazar a una madre o a un hijo, y que este amor es solo congeniable entre dos personas específicas.

Greta resulta un thriller sencillo e inquietante a la vez, sin temor a enseñar los verdaderos problemas que acorralan a las personas en duelo, pero con una tensión que solo le hacen desear a cualquiera no pasar por lo mismo.


Crítica Cinéfila: Isn't it Romantic?

Natalie (Rebel Wilson) es arquitecta y una escéptica en cuestiones de amor. Trabaja en un despacho de Nueva York donde, por mucho que se esfuerce, es más probable que le pidan traer el café a que le encarguen el diseño del próximo rascacielos de la ciudad. Por si fuera poco, un atracador la deja inconsciente. Cuando se despierta, descubre que su vida se ha convertido repentinamente en su peor pesadilla: una comedia romántica. ¡Y ella es la protagonista! 



En Isn't it Romantic?, Wilson interpreta a Natalie, una arquitecta australiana quien creció pensando que las comedias románticas son unas tonterías llenas de cliché (lo cual no es mentira), al punto que no cree en el amor a primera vista y mucho menos en el amor a nivel general. Y a pesar de que se sabe todos los clichés de memoria, es ciega a las señales románticas que la vida le pone en su camino. No es hasta que un atracador trata de robarle su cartera y se golpea, despertando en un universo paralelo que resulta ser una comedia romántica. Allí tiene la teoría de, si quiere regresar a su vida decrépita en un New York tóxico, debe enamorarse de un hombre y lograr que le diga que la ama. Sin embargo, este no es su verdadera ticket de regreso a su vida normal sino reconocer que el amor no está en ninguna otra persona sino en sí misma.

Rebel Wilson ha crecido como actriz: ya ha llegado a un punto de su carrera donde puede decir que tiene buenas y malas películas. Y ya era obvio que eventualmente iba a protagonizar una por sí sola. Pero es también ha llegado al nivel de que es difícil diferenciar si se está interpretando a sí misma o al personaje de la película... A pesar de que es una actriz de comedia, no se sale de la típica "hago reír cuando me ridiculizo física y emocionalmente".


Sin embargo, y a pesar de volver con su esterotipada personalidad, la personalidad de Natalie es muy particular y podría considerarse distintiva de sus interpretaciones anteriores: ella es una arquitecta, lo suficientemente talentosa por sí misma para tener su propia compañía y es inteligente (una cualidad que nunca le habían dado...). Se burla de las tonterías de los demás y las humillaciones que otros quieren hacerle hacen contraste con el sarcasmo que utiliza hacia ellos. Sus caídas están bien acompañadas de su plan por romper los estereotipos. Es verdaderamente su mejor personaje, pues a pesar de haber sido un trabajo de los guionistas, está claro el tiempo que la actriz lo interiorizó y se enfocó en darle una personalidad distintiva.

Pero, no importa que tan buen personaje haya sido desarrollado en una película, si la historia es ridiculizada, daña todo lo demás. La trama se dedicó a plantear cliché tras cliché para hacer énfasis en la idea de que las comedias románticas están formulizadas, lo cual no tiene nada de malo pues así son todos los géneros; sin embargo, la película solo termina contradiciéndose a sí misma, con personajes llevados al extremo, montajes mal elaborados y momentos innecesarios.

Con excepción de Wilson, el resto de las actuaciones fueron de mal a peor con el transcurso de la trama, donde no fue la historia lo que los arruinaba sino la manera tan extremista en que presentaron sus personajes, donde el malo tenía que ser obviamente malo, el mejor amigo tenía que ser extra bueno, y las únicas dos otras mujeres de la historia debían obligatoriamente ir en contra de la protagonista principal.


Si esto no fuese poco, la película casí logra tener un final que podría romper con todos los clichés que estableció durante 70 minutos, queriendo dejar entre dicho que la protagonista no tiene que terminar con nadie para ser feliz... hasta que regresó a la realidad y terminó con su mejor amigo. Así es que arruinan un buen momento de la película.

Y entre errores de continuidad que solo se le perdona a los programas de televisión, lo único visualmente destacable de la película es la fotografía particular que adquirió en donde introducía cada secuencia con un giro de 180º a la cámara, complementado con el juego de los colores e iluminación para diferenciar el universo paralelo/comedia romántica de la vida real de Natalie.

Isn't it Romantic? es de esas películas que las ves una vez y no la vuelves a ver a menos que estes en tu casa buscando que ver en Netflix. Tiene sus momentos divertidos y otros entretenidos, pero esto no significa que sea extrañable. Se puede vivir sanamente sin verla... También es un recordatorio que Liam Hemsworth nunca se verá como su hermano Chris.



domingo, 10 de marzo de 2019

Crónicas de California: 5 Feet Tall


En el momento en que me interesé en ser parte de la industria del cine, hubo un medio que siempre me dio la libertad de publicar mis primeras creaciones: YouTube. Pero no solo era la vía de compartir mis proyectos, sino también me educaba sobre que tipo de videos que a las personas les llamaba la atención. 

Y ahí fue que descubrí que quería tener un canal de YouTube... pero no quería hablar de belleza, videojuegos, cocina o tutoriales. Ni siquiera me interesaba hablar de cine, porque a pesar de que sepa de cine, me siento más cómoda escribiendo que hablando frente a una cámara. Y así fue que por años, siempre me prometía que crearía un canal de YouTube, pero el tema estaba todavía en discusión. Y fueron muchas las ocasiones que pensé que quizás el cine era la mejor opción, hasta que me daba cuenta de la cantidad de personas que ya hacen eso; no quería ser una más del montón. 

Ya han pasado años desde que comencé a anhelar un canal de YouTube. Pero sabía que, si de verdad quería crear el canal, la idea llegaría de la nada, y probablemente acompañada de algo... o alguien.

Hace dos años conocí a Andi en la clase de baile de la universidad. Ella es de Puerto Rico, y a pesar de los tabús que existen sobre la supuesta "tiradera" entre los dominicanos y los puertorriqueños, era la única persona con la que tenía temas en común. Y con el pasar del tiempo me di cuenta de, no lo mucho que tenemos en común, sino también de las aspiraciones en común. Al punto que ella también quería un canal de YouTube pero no sabía sobre qué. Y mientras más tiempo pasábamos juntas, más me daba cuenta que nos gustaba hablar de nuestros países, la comida, la cultura, las costumbres, y demás. 

Un día, después de mi graduación, y en medio de mi ardua búsqueda de pasantías, le mando un audio diciéndole: "hey Andi, ¿recuerdas que te dije que quería hacer un sketch sobre Amazon?... ¿qué te parece si creamos más contenidos así?" Un par de notas de voz más y ya teníamos ideas, temáticas y tipos de videos. Y en una tarde más o menos soleada, nos sentamos con dos buenas tazas de café a crear un calendario de producción, estrategias, público meta, y hasta segmentos. Si hubiese estado en República Dominicana, hubiese dicho que íbamos a crear un programa de TV. Pero en realidad era lo que hacía mucho tiempo ambas anhelabamos: nuestro canal de YouTube.

Teníamos planes de rodaje hasta finales de marzo (ahora está hasta finales de abril), ideas para días especiales y los nombres de los segmentos, pero lo que faltaba era el nombre del canal... lo cual no es extraño para mi. Después de varios días y una reunión con el diseñador del logo, el nombre salió de la nada; al principio pensábamos que se relacionaría a nuestra cultura, pero al final terminó siendo algo que ambas teníamos en común: nuestra estatura. Y así terminó siendo 5 Feet Tall. 

Nuestro canal es un Talk Show digital donde hablamos de temas relacionados a nuestra cultura y costumbres. Consta de varios segmentos: El Cafecito, donde "chismeamos" sobre algún tema/breaking news que lo hablamos nosotras o con invitados especiales; Esketches, donde creamos personificaciones de nuestras culturas para hablar sobre temas polémicos o populares; Cono con ñ, un segmento donde nosotras o invitados responden preguntas estúpidas sobre un tema o país en específico; y el Cooking Challenge, donde cocinamos platos populares de nuestro país para ver quién lo hace mejor. 

Si desean seguir nuestro contenido, publicamos videos todos los lunes a nuestro canal (haz click AQUI). Y por supuesto, no olviden en subscribirse y compartir el contenido si lo encuentran interesante.

También sigan nuestra cuenta de instagram: @5_feet.tall

jueves, 7 de marzo de 2019

Crítica Cinéfila: Captain Marvel

La historia sigue a Carol Danvers mientras ella se convierte en uno de los héroes más poderosos del universo cuando la Tierra se encuentra atrapada en medio de una guerra galáctica. 



Años 90. Unas decadas después de Captain America y dos antes de Iron Man. Una guerra se desataba entre dos razas alienígenas: los Krees y los Skrulls. La guerrera Vers es asignada a una misión en cubierta, se ve atrapada rodeada del enemigo y al escapar, es enviada al planeta Tierra. Allí se ve en la misión de encontrar los Skrulls que también han aterrizado en este planeta, con el plan de encontrar un "arma" creada por Wendy Lawson. Al unir fuerzas con el conocido Nick Fury, Vers comienza a recuperar pequeños extractos de su pasado, como su origen, su verdadera familia y la razón por la que ella fue llevada a ser parte de la Fuerza Estelar.

Muchas personas (incluyéndome) estaban muy entusiasmadas con esta película, pues se anunciaba a ser la próxima por destronar a Wonder Woman (2017), y se debe reconocer que la película hizo unos movimientos dignos de romper algunos estereotipos femeninos que la película del Universo de DC no pudieron evitar, como el hecho de darle una pareja sentimental o débil. Captain Marvel es quizás lo más cercano a Black Widow, pero sin ningún interés romántico, exclusivamente enfocada en su misión y con la fuerza necesaria para enfrentarse a quien sea.


Brie Larson supo entrarse en el cuerpo de la superheroína creada por Roy Thomas, escritor de comics de Marvel. Y es necesario admitir que hizo una recopilación de los mejores aspectos del personaje: su personalidad, actitud ante los demás, la manera en la que habla, se mueve y se comporta, incluso algunas de las frases más icónicas de los comics (I'm sorry I'm a badass).

Pero un aspecto que quizás la separa mucho de lo que se creó en los comics es su relación con los demás personajes. El carácter fuerte que Brie Larson le dió al personaje lo convirtió en una "caballera" casi egocéntrica que actuaba por sí sola y pocas veces considera la opinión de los demás. Incluso al nivel que, cuando lo hace, se ve muy forzada y hasta incómoda. Con el único personaje con la que no se veía tan forzada era con Nick Fury (una vez más representado por Samuel Jackson, en una versión increíblemente más joven que hasta me hizo cuestionarme si esta película fue filmada antes que Iron Man). Fury y Vers tuvieron una química que hacía de sus escenas de diálogo las más aceptables.

Y por supuesto, la introducción de otro Tesseract, el cual ya lo hemos visto en varias películas de Marvel, y el cual está protegido en el interior de Goose, una bestia alienígena de apariencia felina (es un gato en la Tierra) con un bolsillo dimensional que esconde esta poderosa piedra de cualquier ente que trate de apoderarse de él (y por eso Thanos nunca lo encontró en Avengers: Infinity War


Pero eso no significa que las escenas de acción no fuesen las más entretenidas. Es definitivamente el mejor aspecto visual de la película: entre los enfrentamientos dentro de las naves galácticas, más las batallas en la Tierra, y los juegos de luces en el espacio, está muy claro que el equipo de Lucasfilm hizo su buen aporte técnico a la historia y ayudó a Captain Marvel a darle ese look visual que los comics lograron con tanta pasión.

Y además de esto, el trabajo de escenografía y vestuario son otros dos puntos a favor: la escenografía por encargarse de retratar escenarios que fueron tan maravillosos en los diseños creados por el artista visual Gene Colan, y el vestuario por darle un toque más cercano al personaje del comic, no solo en la parte de los colores, sino también el estilo del cabello y sus herramientas de batalla. 

Captain Marvel es, sin dudas, una película que me dejó balanceando en dos extremos. No me gustó la actitud feminista extrema que le quisieron dar a casi todos los personajes femeninos, pero tampoco detesté el arco que incorporaron en los personajes. Lograron conectar elementos interesantes del universo de Marvel, pero la vincularon demasiado a los planes "a futuro" de Thanos y no dejaron que la película brillara por sí sola, cuando el personaje de Captain Marvel es uno de los más interesantes y completos de esta colección de comics. 

Desde el punto de vista de una fanática del personaje: esperaba más, pero no me decepcionó por completo.


Crítica Cinéfila: Fighting With My Family

Paige y su hermano Zak están extasiados cuando tienen la oportunidad única en la vida de probar para la WWE. Pero cuando solo Paige se gana un lugar en el programa de entrenamiento competitivo, debe dejar a su familia y enfrentarse a este nuevo mundo despiadado.



Florence Pugh dirige el ring en Fighting With My Family, una comedia de lucha libre con mucho corazón junto con algunos clichés de películas de deportes agradables. Basada en la familia Bevis, un estrecho clan de Norwich unido por su amor compartido por el falso entretenimiento violento, la película se beneficia de la actuación carismática de Pugh y la alegre mezcla del escritor y director Stephen Merchant de sentimientos que complacen al público, risas irónicas y auténtica dulzura.

Después de su estreno en Sundance, Fighting With My Family aterrizará en los cines de EE. UU. El 14 de febrero, antes de venir al Reino Unido un par de semanas después. Producida por WWE Studios y Dwayne Johnson, la película es sin duda un atractivo para los fanáticos de la lucha libre, y el breve cameo de The Rock solo puede ayudar a aumentar la popularidad, pero claramente avanza alegremente gracias a la flotabilidad incontenible de Florence Pugh.

Pugh interpreta a Saraya (quien adopta el nombre artístico de Paige), la cual lucha con su hermano mayor Zak (Jack Lowden), ambos soñando con ser parte de la WWE (World Wrestling Entertainment). Animados por sus padres Ricky (Nick Frost) y Julia (Lena Headey), entran en una competencia para ser considerados para la compañía, que es juzgada por el entrenador de mano dura Hutch (Vince Vaughn). Paige llega a la siguiente ronda, que tendrá lugar en Florida, pero Zak es rechazado y su aspiración de vida ha sido rota en pedazos.


Incluso aquellos que no ven la hora de la lucha libre saben que es mayormente falso o, como lo describen los personajes de la película, "arreglado". Pero Merchant no desprecia el espectáculo, lo cual, para ser justos, no lo es, una postura sorprendente ya que WWE supervisó el proyecto. Aún así, se conecta a esta historia de familia y lo que sucede cuando una persona alcanza su sueño y la otra no. Aunque el filme es principalmente una comedia, también hay algunos momentos conmovedores cuando Paige y Zak descubren que sus vidas van en direcciones opuestas: la de ella hacia una posible fama y fortuna, y la de él a una vida de paternidad ahora que él y su novia, con quien acaba de tener un hijo.

Fighting With My Family se desarrolla como muchas películas de deportes: por ejemplo, Paige se enfrenta a Hutch de manera similar a como Rocky y Mickey solían enredarse mientras que Vaughn eleva el personaje con sus habituales entregas sarcásticas. El guión cubre todas las bases predecibles, como los tantos montage de entrenamientos, cuando Paige comienza a dudar de sí misma y necesita las charlas motivadoras de los demás, y otra muy popular como cuando los miembros de la familia apoyan antes de entrar al ring para el gran partido final.


Pero lo que hace que la película avance alegremente es el talento actoral de Pugh. Paige proviene de una familia de clase trabajadora amorosa pero cruda, y lo que pronto descubre mientras audiciona para WWE es que se enfrenta a mujeres mucho más esculturales, exmodelos, bailarinas y porristas, y ella es la única que realmente sabe luchar, mientras el resto han sido escogido porque se ven bien. Pugh, mejor conocida por su sutil y malvado twist en Lady Macbeth, tiene que ofrecer más de una actuación de estrella de cine, y ella se encarga de la tarea con habilidad. Sentimos la inseguridad de Paige con estas otras mujeres, y es emocionante ver que el personaje encuentra su voz a medida que crece su confianza.

También es bueno que Lowden sea su hermano mayor, que no sabe qué hacer consigo mismo después de que Hutch lo haya sobrepasado. Fighting With My Family es la rara película deportiva que pasa tiempo considerando la vida de alguien que no alcanzará sus sueños, y Merchant le da a la trama una verdadera reflexión, no solo examinando el desaliento de Zak sino también cómo afecta su relación con su hermana.

El cineasta también se asegura de proporcionar risas en todo momento, y algunos se refieren a la reacción de los hermanos al conocer a Dwayne Johnson. A veces, Fighting With My Family puede ser rutinario en su conspiración y obvio en sus ritmos emocionales. Pero la película nunca simula su afecto por estos personajes tan atractivos.



viernes, 1 de marzo de 2019

Crítica Cinéfila: How to Train Your Dragon, the Hidden World

En esta nueva entrega, Hiccup y Toothless descubrirán finalmente su verdadero destino: para uno, gobernar Isla Mema junto a Astrid; para el otro, ser el líder de su especie. Pero, por el camino, deberán poner a prueba los lazos que los unen, plantando cara a la mayor amenaza que jamás hayan afrontado... y a la aparición de una Furia Nocturna hembra.



Habiendo aprendido desde hace mucho tiempo con una historia conmovedora de Vikingos y Dragones, la franquicia de DreamWorks se ha convertido en una temática más grande de lo que seguro esperaba y, como resultado, ha mejorado. Rara es la secuela animada que no forma parte de los mitos para justificar su existencia a nadie más que a los niños, y aún así "Cómo entrenar a tu dragón: El mundo oculto" logra hacer eso al terminar la trilogía ahora completa en una nota alta.

Eso es en parte porque la serie se ha tomado su tiempo. Han pasado casi cinco años desde "Cómo entrenar a tu dragón 2", que siguió al original por cuatro años. Ahora hemos estado viendo Hiccup Horrendous Haddock III y su dragón Toothless durante casi una década, y las películas han madurado con ellos. Dirigido una vez más por Dean DeBlois, "The Hidden World" toca un acorde agridulce al recordar a su joven audiencia que todas las cosas buenas, incluida la edad de los dragones, deben llegar a su fin.

Hiccup, ahora el líder de su tribu, ha ayudado a crear "la primera utopía del vikingo-dragón", pero esas cosas nunca duran. Hay dos desarrollos principales en esta ocasión: el plan de Hiccup para trasladar su colonia al Mundo Oculto, un mítico paraíso de los dragones, y Toothless se enamora de una Night Fury. Las secuencias más cautivadoras involucran su cortejo sorprendentemente dulce, un momento casi silencioso en el que aparecen solo ellos.


No es que Hiccup y su cohorte quieran moverse. La peregrinación es estimulada por las malas acciones de Grimmel, un cazador de dragones cuya visión de las criaturas es considerablemente menos utópica que la de Hiccup. La existencia de Toothless está en riesgo, por no decir nada de su estilo de vida, lo cual pone a la defensiva de un joven líder para enfrentar el desafío y sacar a su gente del camino del peligro.

Ahí radica el mayor problema con "El mundo oculto": su héroe. Hiccup se convierte en un protagonista mucho menos convincente que su amigo volador, entre otras cosas porque el joven advenedizo hace que sea fácil estar de acuerdo con su miedo profundo de que es un líder poco inspirador, quien no estaría en ninguna parte sin Toothless. No ayuda que el trabajo de voz de Baruchel sea más adecuado para un niño valiente que el líder de una tribu vikinga, lo que solo se ve subrayado por el hecho de que el padre de Hiccup es interpretado por Gerard Butler. También prestan sus voces a esta entrega Cate Blanchett, Craig Ferguson, America Ferrera, Jonah Hill, Kit Harington, Justin Rupple, Kristen Wiig y Christopher Mintz-Plasse. Sin embargo, y a pesar de la voz adolescente y "congestionada" del protagonista, las decisiones que toma demuestra que no solo sabe tomar sacrificios, sino también puede convertirse en un líder sin necesidad de estar acompañado por su dragón.

Por otro lado, el villano es digno de desprecio. Grimmel, que se parece un poco a la era de Drácula, cree que el único dragón bueno es un dragón muerto, no que le importe usar un pequeño ejército de ellos para lograr este fin depredador. Expresado con el estilo apropiado de Abraham, es lo suficientemente siniestro como para hacerte olvidar brevemente, a veces, que no hay forma de que "Cómo entrenar a tu dragón" termine con la extinción de todos los dragones (¡pero qué clímax sería!).


Luego está el propio Mundo Oculto, un lugar brillante y edénico que cobra vida con algunos de los CGI más llamativos de la memoria reciente. La animación en sí es sorprendente: una secuencia temprana en la que el cielo está lleno de dragones es un signo temprano de las delicias visuales por venir, y termina siendo el punto culminante de la película.

Aunque obviamente dirigido a los niños, este capítulo de "Cómo entrenar a tu dragón" podría ser mejor apreciado por los entusiastas de las historias medievales. Puede ver cada centavo en la pantalla, a menudo con más detalles que el viaje interno de Hiccup. Eso es suficiente para llevar a "The Hidden World" más allá de la línea de meta, y hacer que esperes que se mantenga terminado.


Crítica Cinéfila: The LEGO Movie 2

Después de cinco años de tranquilidad aparece una nueva amenaza: invasores de LEGO DUPLO del espacio exterior que lo destrozan todo antes de que dé tiempo a reconstruirlo. Emmet, Lucy, Batman y sus amigos unirán fuerzas para librar una batalla que les llevará a mundos inexplorados.



La tan esperada segunda película de The Lego Movie sigue siendo una opción que supera en muchos sentidos las otras historias animadas que Hollywood ofrece a los jóvenes espectadores (y sus acompañantes que miran el reloj constantemente). Aún así, y esto era algo inevitable lo que la primera película logró: esa sensación inagotable de chistes bien contados y referencias satirizadas que repletas de miniaturas de bloques desechables que la primera película de Lego tenía no lo logra en su totalidad aquí. Y tal vez no podría.

Cinco años después, Emmett (Chris Pratt), Lucy (Elizabeth Banks), Batman (Will Arnett) y el resto de la pandilla de Bricksburg finalmente regresaron. Pero esta vez ya no es tan impresionante. Cinco años después de los eventos de la primera película, el eternamente soleado Emmet y sus amigos se enfrentan a una nueva amenaza mucho mayor (pero menos graciosa) que Lord Business de Will Ferrell y su tubo de Krazy Glue. Su mundo se ha convertido en un páramo apocalíptico de Mad Max, lleno de cyborgs y alcantarillas bebés. 

Y justo cuando parece que las cosas no pueden empeorar, aparece una nueva amenaza en forma de figuras españolas de Lego Duplo color Starburst que invaden desde el espacio exterior, armadas con voces de hermanitas y el deseo de destruir todo lo que intentan nuestros héroes para reconstruir. Ni siquiera las versiones de Lego del establo de superhéroes de DC (y sus bromas internas en Marvel, rival de Crosstown) pueden salvar el día. Mientras la melancólica y meditante Lucy y el narcisista Batman son raptados por esta nueva amenaza, Emmet obtiene un nuevo y sorprendente modelo de conducta en la forma de Rex Dangervest (también Pratt), quien le enseña cómo crecer, dejar de ser ingenuo y comenzar a convertirse heroico a tiempo de salvar todo lo que él cree que puede ser increíble y explorar universos inexplorados. Naturalmente, habrá una lección adjunta a todo esto al final.


Esta es una secuela entretenida y disfrutable que muchos momentos dirigidos exclusivamente para el público adulto como mensajes para los más pequeños. Pero, por desgracia, al compararla con la original pierde muchas buenas técnicas únicas. El humor metarreferencial sigue funcionando, pero es menos eficiente porque ya se conoce. Así que ver las partículas líquidas como fichas redonditas o escuchar los disparos como los diría un niño ya no es tan divertido.

La trama enfrenta a los rebeldes oprimidos de Bricksburg contra una reina extraterrestre Duplo (Tiffany Haddish) y sus secuaces de color sorbete, que, como la primera película, terminan reflejando una película del mundo real fuera de los bloques. El choque de la película es el mensaje realista de  un niño y su hermana pequeña que parece que no pueden jugar muy bien juntos. Pero ese dispositivo no tiene la misma resonancia de cambio de dimensión la segunda vez que lo han logrado. 

También hay menos cameos de personajes conocidos: sí sigue estando Batman, La Liga de la Justicia (con alguna broma ingeniosa sobre Aquaman y Linterna Verde) y al personaje de Rex Dangervest basado en el personaje de Chris Pratt en Jurassic World, pero hay menos personajes off-topic que vengan a hacernos reir. Sin embargo, hay mucha una cierta madurez cuestionable en los cameos de la figura de Ruth Bader Ginsburg Lego y un Bruce Willis con orificios de ventilación en la mordaza de devolución de Die Hard. 


En cuanto al trabajo en stop-motion, la animación de la reina Duplo es increíble: darle vida y buscar la expresividad en sus transformaciones es muy meritorio dado el tamaño de las piezas y el trabajo vocal de Tiffany Haddish.

En el resto de la película, hay decisiones creativas más cuestionables, puesto que existen más fisuras y menos cohesión entre el mundo infantil en el que se desarrolla la historia y la realidad de los bloques esparcidos por el desván (algo que se pone de relieve en las transiciones). En todo caso, es una película familiar lo suficientemente bien graciosa y agradable como para pasar un buen rato y por supuesto para funcionar como reclamo publicitario, que es a fin de cuentas otra de sus metas.

Todo lo que probablemente te encantó de la primera película de Lego esta aquí. Pero ¿tan entretenido como The Lego Movie? Seamos honestos, todavía es mejor que el 99 por ciento de su competencia,  pero falta algo: esa chispa candente de creatividad insana y una novedad fuera de la caja que hizo La primera película una sorpresa tan inesperada y revolucionaria. Todo sigue siendo increíble. Solo un poco menos.