La historia de la periodista de guerra Marie Colvin, quien consiguió adentrarse el invierno de 2012 en Siria para cubrir la guerra civil. Colvin y el fotógrafo Rémi Ochlik fueron asesinados por un artefacto explosivo improvisado, mientras los medios de comunicación oficiales huían ante el bombardeo del ejército sirio.
Así como cubrir noticias o eventos sobre guerras y batallas puede ser difícil para el periodista, así mismo realizar este tipo de películas puede ser brutal para su director y/o guionista. Debe estar de acuerdo con sumergirse en una historia donde la sangre y el sufrimiento es constante, y la paz humana es escasa. Por suerte, Matthew Heineman junto al guionista Arash Amel lograron entender esto, dándose la tarea de contar la historia de Marie Colvin, una de las periodistas más importantes de estos últimas décadas, y con esto no solo logran retratar sus trabajos más destacados, sino también presentar el lado amargo de la humanidad, y cómo muchos le dan la espalda a esto, mientras que la minoría (los que verdaderamente están interesados) arriesgan sus vidas con tal de dar una pizca de esperanza y/o ayuda.
En 1986, Marie Colvin comenzó una carrera como corresponsal de guerra, teniendo que vivirlos desde el punto de batalla, y en casi cada uno de los conflictos desde la guerra de Iraq hasta Afganistan y Siria. Ella fue una reconocida periodista del diario The Sunday Times, quién cubría las historias de guerras de países tercermundistas. Ganó diversos premios de periodismo por su dedicación a la hora de hacer eco de las situaciones que ocurrían en diversos países del mundo, perdió la visión y movilidad de su ojo derecho al ser blanco de los enemigos mientras cubría la pobreza extrema que aún se vive en Sri Lanka en medio de una guerrilla indocumentada, enfrentó a Gaddafi durante una entrevista exclusiva que le hizo momentos antes de que este fuese asesinado, y no se puede dejar de mencionar ser la única periodista que se atrevió a transmitir en vivo en medio del “campo de batalla” que acontecía en Homs, Siria. Falleció en el año 2012, junto al fotógrafo Remi Ochlik, mientras los medios de comunicación oficiales huían ante el bombardeo del ejército sirio. Y aún así, en sus últimos reportajes, ella se preguntaba si estaba logrando algún tipo de referencia mientras cubría las guerras.
Una vez más, la actriz Rosamund Pike deja a la audiencia sin aliento con su increíble interpretación de Marie Colvin. No solo supo encarnar las características físicas del personaje, donde a la vez debe reconocerse el trabajo de maquillaje, peinado y vestuario, pero también en cuanto a su actitud determinada y arriesgada, donde el miedo era mayor cuando no se veía a sí misma en ese tipo de situaciones. Pike asume la personalidad tan específica de Colvin, y se apodera de la atención de cualquiera con tan solo sus lentas narraciones mientras escribía sus artículos, con sus decisiones tan determinadas pero a la vez peligrosas, e incluso cuando finalmente encontraba algo de placer en un nuevo hombre.
Se puede decir con seguridad que la actriz se enfocó en establecer los miedos de Colvin de una manera casi indirecta, pero en realidad este mérito se lleva el guionista Arash Amel, quien además de describir al detalle cada uno de los escenarios bélicos donde Colvin estuvo, también se enfocó en sus guerras internas, haciéndole honor al nombre de la película, y especificando que, a pesar de ver tantas muertes, la verdadera guerra que vive constantemente es el miedo de no ser capaz de hacer más de lo que ya hace. Por esa misma razón, las historias de Colvin se enfocaban en las personas y no en la situación, buscando siempre un protagonista de sus coberturas, y no una víctima.
Del mismo modo, hay que reconocer el diseño de producción de las diferentes escenografías, que retrataban a la perfección esas ciudades del tercer mundo donde ella cubrió guerras, casi cuestionando si estos fueron construídos en su totalidad, o si son imágenes de archivo utilizadas para complementar la película. Pero sin importar cual de los dos, logra dejar la impresión que estos hechos lograron causar en miles de personas que leían y veían estas noticias a través de los distintos medios, e incluso de aquellos que estuvieron cerca de esos sucesos. Así mismo, se complementa por una banda sonora que deja la piel de gallina a cualquiera, compuesta por Scott Salinas quien además de hacer honor a la sensibilidad del tema, crea himnos de luchas para esas sociedades que fueron afectadas mientras hechos acontecían.
Es una decepción que A Private War no ha recibido mayor reconocimiento cinematográfico, pues el equipo detrás de cámara y el elenco hacen un increíble trabajo técnico y narrativo para lograr transmitir esos sentimientos de decepción humana y tristeza que la misma historia de la humanidad ha marcado a través de los años.
Ficha técnica
Dirección: Matthew Heineman
Producción: Matthew George, Matthew Heineman, Basil Iwanyk, Marissa Mazzola-McMahon, Charlize Theron
Guion: Arash Amel
Basada en "Marie Colvin’s Private War" en Vanity Fair de Marie Brenner
Música: H. Scott Salinas
Fotografía: Robert Richardson
Montaje: Nick Fenton
Reparto: Rosamund Pike, Jamie Dornan, Stanley Tucci, Tom Hollander, Corey Johnson
No hay comentarios.:
Publicar un comentario