jueves, 26 de diciembre de 2019

Crítica Cinéfila: Star Wars Episode IX, the Rise of Skywalker

Un año después de los eventos de "Los últimos Jedi", los restos de la Resistencia se enfrentarán una vez más a la Primera Orden, involucrando conflictos del pasado y del presente. Mientras tanto, el antiguo conflicto entre los Jedi y los Sith llegará a su clímax, lo que llevará a la saga de los Skywalker a un final definitivo. Final de la trilogía iniciada con "El despertar de la Fuerza".



Hace dos años, mi gran amigo, mentor y molleto Rubén Peralta me avisaba que tenía dos entradas para ver Star Wars The Last Jedi en el screening para prensa. Que conste: no soy ni nunca seré fanática de esta saga. A pesar que sus personajes principales (o por lo menos los de la trilogía original) son muy interesantes, y que todo el universo creado por George Lucas ha sido bien pensado, no crecí conociéndolo, y por lo tanto, habiendo tantas otras sagas, ahora no me llama la atención. Pero ya que tenía la entrada, pues me sumé a verlas. Las primeras tres fueron geniales, la trilogía/precuela fue terrible, y ya la séptima me pareció interesante a pesar de que asesinaron a mi Han Solo (mi único gran amor, después de Adam Driver/Kylo Ren). The Last Jedi fue buena, pero no nada del otro mundo. Sin embargo, y después de haber visto todas las películas, una detrás de otra, hay un aspecto que se mantiene y esta última película me lo confirma: Star Wars es demasiado inconsistente.

Dirigida por JJ Abrams, quien inició este último conjunto de películas con The Force Awakens, gran ganadora de multiples premios y nominaciones en 2015, se trataba de un mínimo enfoque a la trayectoria de Luke Skywalker, que ya tenía una pista bastante bien establecida, pero que a la vez quería rescatar una de las ideas originales de Star Wars: "cualquiera puede ser un Jedi". Sin embargoo, es así como The Rise of Skywalker se dedica a una doble tarea agotadora: atar los hilos de una serie dispersa de una manera satisfactoria mientras también atiende los últimos pleitos entre Jedis de los fanáticos más molestos. Abrams es un talento, pero no es rival para un mandato corporativo tan pesado: su elegante fantasía caprichosa de Spielberg no es suficiente para cortar todo el mantenimiento torturado de la marca. Pero de todos modos se aleja, llenando The Rise of Skywalker con un millón de partes entrecortadas, y una carrera turbia hacia una conclusión que no creo que nadie quisiera.

Cuando se abre la película, Rey (Daisy Ridley) continúa su entrenamiento Jedi mientras que sus amigos Finn (John Boyega) y Poe (Oscar Isaac) están dando vueltas por la galaxia para obtener información sobre la temida Primera Orden de un informante secreto dentro de esa organización fascista. En otra parte, Kylo Ren (Adam Driver) está en busca de algo bastante serio, algo que sería la clave para desbloquear el pasado y el futuro de todo este melodrama dinástico.


La película está demasiado decidida en su curso sudoroso, sin prestar atención al interés real de la audiencia en su búsqueda con visión de túnel para ser ampliamente amada o, al menos, aprobada por Internet. Los juegos de acción: una persecución en el desierto durante una versión alienígena de Burning Man, una misión de rescate en un bergantín de naves espaciales (que recuerda desfavorablemente al de la primera película), un combate cuerpo a cuerpo y explosiones de más, todos se apresuran junto con sencillez superficial. Todas las escenas, incluyendo las que son guiadas por diálogos, se sienten cortadas, apresuradas, o una mezcla de ambas. Y peor aún, hay una pasión que falta en las grandes escenas de la película (y, en realidad, en las pequeñas también).

De esa manera, la película es un estudio interesante sobre cómo los megaestudios reaccionan a los comentarios de los fanáticos. No parece haber ninguna idea orgánica real que anime a Rise of Skywalker; en cambio, se siente improvisada a partir de notas de Twitter, lo cual es terriblemente cínico.

Es incuestionable en cada decisión, sobretodo con los personajes, y cómo no se arriesga a tomar decisiones que realmente empujen a los protagonistas al abismo, casi delimitando la historia a tener una gran muerte por película, lo cual en este tipo de género se siente muy extra. Rey se siente corta, no es aquella conocimos en la VII, pero tampoco parece alguien que va camino a descubrir una gran verdad de sí misma. Cuando llega a su batalla final, se siente tan apresurada que hasta uno espera más. Mientras tanto, la relación de Finn y Poe toma un giro completamente inexplicable, cuando ya había desarrollado un bromance bien natural en las dos anteriores. Otros personajes secundarios vuelven, pero se sienten innecesarios en la historia que hasta te olvidas de que siguen con vida, mientras los androides son empujados a decisiones demasiado humanas y un poco tontas.


Esta entrega también es triste, todo este bombardeo sin vida, hecho para apaciguar alguna idea vaga de un fanático de Star Wars puro. No creo que Rise of Skywalker tenga malas intenciones, exactamente, no es malévolo como lo son algunas películas de carpa sin alegría. Pero no se complace en su propia existencia, agregando débilmente un poco de ternura aquí y allá para animar las cosas, pero de otra manera arrastrando los pies malhumoradamente mientras hace lo que cree que necesita, lamentablemente inconsciente de que no tenía que ser así. 

Pero con todo esto, no quiere decir que la película sea completamente mala. En una secuencia, aparece el descomunal naufragio de la Estrella de la Muerte de Return of the Jedi, que se avecina en la distancia como un recordatorio potente y conmovedor de todas las estrellas y todas las guerras que han sucedido antes. También reaparecen importantes personajes así como se despiden algunos con gran valentía y altura. Hay muchos momentos rescatados desde la primera trilogía, lo cual funciona como un buen vistazo atrás de lo mejor de la saga. Y por supuesto no se puede dejar de mencionar el juego de luces y sonido, complementados por una edición y efectos especiales que es obvio que llegará a nominaciones.

En fin, así termina. Nunca me atrajo, aunque lo mejor que me llevo de la saga son las anécdotas de personajes que ya no están, así como todo un universo que parece sacado de un libro fantasioso intergaláctico. Pero esta última entrega se preocupa tanto por gustar y alagar a grandes fanáticos que no se toma los riesgos necesarios y simplemente confunde más a aquellos que están tratando de entender la saga, como yo.

Y un consejo para J.J. Abrams: a veces las escenas deberían durar más de dos minutos. ¡Deja de cortar películas a la mitad de la conversación!


Star Wars: The Rise of Skywalker
Título en español: Star Wars: El ascenso de Skywalker

Ficha técnica

Dirección: J.J. Abrams
Producción: Kathleen Kennedy, J. J. Abrams, Ram Bergman
Guion: J. J. Abrams, Chris Terrio
Basado en personajes de George Lucas
Música: John Williams
Fotografía: John Schwartzman
Montaje: Maryann Brandon, Stefan Grube
Reparto: Carrie Fisher, Mark Hamill, Adam Driver, Daisy Ridley, John Boyega, Oscar Isaac, Anthony Daniels, Naomi Ackie, Domhnall Gleeson, Richard E. Grant, Lupita Nyong'o, Keri Russell, Joonas Suotamo, Kelly Marie Tran, Ian McDiarmid, Billy Dee Williams

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