Sin sus poderes, por primera vez, Wolverine es verdaderamente vulnerable. Después de una vida de dolor y angustia, sin rumbo y perdido en el mundo donde los X-Men son leyenda, su mentor Charles Xavier lo convence de asumir una última misión: proteger a una joven que será la única esperanza para la raza mutante... Tercera y última película protagonizada por Hugh Jackman en el papel de Lobezno. (FILMAFFINITY)
Después de cinco películas, una precuela y dos spin-off, la saga X-Men parece estar llegando al final de su producción cinematográfica, con el último filme de la trilogía de Wolverine y con la despedida respetable de Hugh Jackman al personaje que lo hizo famoso. Sin embargo, Logan no es la típica película de superhéroes, y mucho menos es lo que ya nos ha presentado su saga.
En esta película nos encontramos con un Logan entregado a la muerte, abatido de todas las luchas que ha tenido y con el cuerpo que ya no resiste ni una herida más, lo cual lo está envenenando y debilitando a medida que pasan los días. Su único propósito de seguir viviendo es el profesor X (interpretado por Patrick Stewart), quien a su vez ha sido afectado por una enfermedad neurodegenerativa, extinguiendo toda la lucidez que alguna vez lo convirtió en uno de los seres más sabios e inteligentes del planeta; está convertido en otro cadaver andante debido a todos los medicamentos que Logan le obliga a tomar para evitar que le den ataques de epilepsia, los cuales provocan parálisis cerebrales en todos los humanos que estén cerca de él.
Es difícil imaginarse a Logan siendo interpretado por otra piel que no sea la de Hugh Jackman, porque la entrega física y psicológica que le ha dado ha sido innegable y sorprendente hasta para los que no son tan fanáticos de esta saga. El final del papel de Lobezno nos muestra un lado más psicológico y antiheróico que logra dejar su propio legado a una nueva generación de mutantes. A su vez, su muerte no pudo ser más dramática y dolorosa, recalcando que este personaje será verdaderamente extrañado.
Por otro lado, a pesar de todas las reflexiones del profesor y la decrépita imagen de Logan, la película estuvo cargada de escenas sumamente violentas y sangrientas, demasiado para lo que yo esperaba, pero lo suficiente para recordarnos los orígenes de esta historia y las razones por las que los mutantes siempre trataron de ocultarse de los humanos. En el caso especial de Laura, la hija ilegítima de Logan, la causante de su nuevo problema y la futura cabeza de un nuevo grupo de mutantes, es un papel que logra resaltar el talento actoral de Dafne Keen, reencarnando el pasado Wolverine que ya habíamos visto en su spinoff y el primer filme de X-Men.
Por otro lado, a pesar de todas las reflexiones del profesor y la decrépita imagen de Logan, la película estuvo cargada de escenas sumamente violentas y sangrientas, demasiado para lo que yo esperaba, pero lo suficiente para recordarnos los orígenes de esta historia y las razones por las que los mutantes siempre trataron de ocultarse de los humanos. En el caso especial de Laura, la hija ilegítima de Logan, la causante de su nuevo problema y la futura cabeza de un nuevo grupo de mutantes, es un papel que logra resaltar el talento actoral de Dafne Keen, reencarnando el pasado Wolverine que ya habíamos visto en su spinoff y el primer filme de X-Men.
Con muchos momentos bien coreografiados entre Logan y Laura, efectos especiales que le daban un toque más "real" a la película y sabias palabras del profesor X, Logan despide una saga que entierra con éxito a uno de los mejores personajes de acción que tiene el universo de DC y a una de las historias que hizo la niñez de muchos millennials.
Logan
Título en español: Logan (España); Logan: Wolverine (Hispanoamérica)
Ficha técnica
Dirección: James Mangold
Producción: Lauren Shuler Donner y Simon Kinberg
Guion: Michael Green, James Mangold y David James Kelly
Historia James Mangold
Música Marco Beltrami
Fotografía John Mathiesn
Montaje Michael McCusker
Protagonistas Hugh Jackman, Patrick Stewart, Boyd Holbrook, Stephen Merchant, Dafne Keen, Eriq La Salle, Elise Neal, Elizabeth Rodríguez y Richard E. Grant
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