Un soldado se queda de repente solo y perdido en medio del desierto tras una misión que sale mal. (FILMAFFINITY)
Al ser humano le gusta que le cuenten historias: porque se siente reflejado o identificado en alguna de ellas, porque le ha pasado a alguien que conoce o porque le gustaría vivir algo parecido. El cine se ha convertido en el principal relator de historias de nuestra época, y por eso miles de productoras presentan más y más tramas que buscan motivar a una gran audiencia a ver sus películas.
Mine es una de esas tantas que, de manera metafórica y psicológica, plantea como nosotros dejamos pasar el tiempo sin siquiera apreciar, disfrutar o enfrentar la vida que nos ha tocado, y todo esto nos lo cuenta en un escenario que yo no me imaginaría vivir mis últimos minutos de vida.
La película nos traslada a algún lugar de Europa Oriental, esas zonas donde con regularidad Estados Unidos tiene enemigos, y donde manda dos soldados a acabar con uno de ellos. Cuando nuestro protagonista se acobarda y se movilizan de la zona antes de que los maten, terminan desviándose a un terreno minado de explosivos que tienen más de 20 años posicionados en espera de pies descuidados. Con el propósito de escandalizar al público, matan a uno y al otro lo estancan durante una hora y 35 minutos sobre una de las minas.
Esta historia tienen un punto a favor y otro en contra.
Su gran virtud es que la idea es buena, porque en la peor de las circunstancias, ponen a cualquiera a reflexionar sobre la vida misma y sobre las cosas que uno tiene que valorar de ella. La actuación de Armie Hammer (The Social Network, J. Edgar, Nocturnal Animals), que encarna a un personaje acomplejado debido a un pasado difícil, es quizás lo mejor de toda la película; no solo por el hecho de tener que aguantar más de 60 horas en una misma posición, sino por cargar con los sentimientos de furia y tensión que decidieron explotar justo cuando la mente le jugaba sucio, después de tanto tiempo atrapado en el desierto. Allí conocemos los fantasmas de su pasado, que en cierta forma lo impulsarán a querer seguir viviendo.
Su defecto es que es una película innecesariamente larga. Los Fabio pudieron haberse ahorrado una hora de cinta, si tan solo hubiesen estructurado esta trama, eliminando las repeticiones de los mismos acontecimientos, como el ataque de los lobos y las tormentas de arena. Ya sabemos que Mike (Hammer) está pasando la de Caín, no es necesario recalcarlo una y otra y otra vez, pues llega al punto de que el espectador sentirá las ganas de pararse del asiento, caminar un rato hasta que llegue el desenlace y se percate que Mike sigue con vida y no ha explotado en mil pedazos.
El filme no es malo: tiene una historia interesante que llamaría la atención de más de una persona y que algún otro se sentiría reflejado en su personaje, pero si a nivel estructural se hubiese construído de otra manera, hubiese sido mejor.
Ficha técnica
Dirección: Fabio Guaglione y Fabio Resinaro
Producción: Peter Safran
Guion: Fabio Guaglione y Fabio Resinaro
Música: Luca Balboni y Andrea Bonini
Fotografía: Sergi Vilanova
Montaje: Matteo Santi, Fabio Guaglione y Filippo Mauro Boni
Reparto: Armie Hammer, Annabelle Wallis, Tom Cullen, Clint Dyer, Geoff Bell y Juliet Aubrey
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