Una pareja que se va de fin de semana a las montañas se ve acosada por una banda. Solos en las montañas, tendrán que hacer todo lo posible para defenderse. (FILMAFFINITY)
El tráfico de humanos es un problema global que afecta día tras día. Alrededor de 27 millones de personas son víctimas de esta epidemia, y a pesar de los muchos intentos por detenerla, esta se divide en grandes redes de personalidades, quienes se encargan de proteger a los principales criminales de esta violación mayor de los derechos humanos. Deon Taylor lleva a la pantalla grande la historia de una mujer que es víctima de tráfico de personas, en un fin de semana que suponía ser un escape romántico con su novio.
Brea es una periodista que lucha por destacarse en su trabajo, no obstante, la lucha de sexos la opacarán una y otra vez hasta al punto que ella preferirá perder su trabajo a tener que seguir sacrificando más tiempo. Su novio decide darle una sorpresa, con un escape romántico en las montañas, en una casa donde tendrían privacidad, principalmente, porque él tiene el plan de pedirle matrimonio. No obstante, justo después de que otra pareja se incluye en su fin de semana en las montañas, una joven aparece reclamando su celular, que supuestamente lo había entrado por equivocación en la cartera de Brea. Lo que no se imaginan es que ella es una víctima más del tráfico de personas, y que solo su pequeña vinculación con el grupo le causará demasiados problemas.
A pesar de que esta historia no está basada en hechos reales, sí se inspira en la realidad del tráfico de personas y que tan cerca está de nosotros, pero a la vez que tan bien maquillado está que nadie lo nota. El trabajo de guion demuestra la ardua investigación sobre este tema. Se respeta el trabajo de construcción de la historia, que opaca en su totalidad el desarrollo de los personajes, con excepción del de Brea, interpretado por Paula Patton, quien tiene suficiente carácter para enfrentar la situación por si sola. Los demás personajes no son tan bien explotados como la protagonista, y se les pierde importancia a lo largo de la historia (a menos que sea Omar Epps, quien salva al personaje de Paula Patton en varias ocasiones).
Hay que destacar que, a pesar del bajo presupuesto, tuvieron un excelente trabajo de selección de locaciones, tanto por la belleza natural que mostraron en las ocasiones prudentes, como también para mostrar los lugares tan simples donde el tráfico de personas pudiese darse. A su vez, es importante resaltar la fotografía, que se encargó de mostrar el atractivo de las locaciones y, a su vez, ir de la mano con los momentos de los personajes, resaltar aún más sus sentimientos en cada escena y sus acciones.
Por otro lado, la historia sirve como un espejo de la poca atención que presta la sociedad al tráfico de personas, y cómo esto pudiese estar ocurriendo justo al lado de nuestros hogares, pero como cada persona está tan distraída en sus propios asuntos no lo notan.
A pesar del limitado trabajo de personajes, Traffik tiene un mensaje muy importante y poderoso, necesario a ser resaltado, sobre la problemática de tráfico de personas, pero sobretodo, es un llamado de atención a la sociedad, para estar más atento a lo que pasa a su alrededor, y a reconocer que esto es una realidad a la que no se puede ser indiferente, porque pudiese pasarle a cualquier persona.
Ficha técnica
Dirección: Deon Taylor
Producción: Roxanne Avent, Paula Patton y Deon Taylor
Guion: Deon Taylor
Música: Geoff Zanelli
Fotografía: Dante Spinotti
Montaje: Melissa Kent
Reparto: Paula Patton, Omar Epps, Laz Alonso, Roselyn Sánchez, Dawn Olivieri, Luke Goss, Missi Pyle, William Fichtner
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