Isa es modista y vive con su familia en un pequeño pueblo de Costa Rica. Su esposo Alcides desea que tengan un tercer hijo: un varón. Isa, sin embargo, no quiere otro embarazo. Sin embargo, cuando se da cuenta de que Alcides no parece estar escuchando y persiste con su deseo de tener un tercer hijo, se da cuenta de que algo debe cambiar.
Todos los hombres tienen cierto grado de machismo. Crecen así, y así mismo hay muchas mujeres que crecen entendiendo que es normal. Isa tiene un esposo que siempre espera que lo atiendan. "Dame agua"; "¿dónde está mi desayuno?", "pásame el cuchillo". Y ella lo complace. Atiende a las niñas y procura guardar la casa limpia para cuando él llegue. Le escucha sus planes, aunque estuviese contando algo y haya sido descortésmente interrumpida. Lo acompaña a todas sus actividades familiares, aunque no se lleve bien con su madre. Es la típica esposa que lo hace sin que le pese porque es "lo normal".
Isa es una mujer humilde. Es modista y ama de casa a la vez. Sin pensarlo dos veces, coloca el dinero de sus ganancias en una pequeña alcancía que su esposo Alcides y ella comparten para dividirse los gastos de la casa, pero más bien pareciera para que su esposo le administrara de manera indirecta lo que ella gana, solo preguntando cómo van los pagos de sus entregas. A pesar de todo esto, ama su familia sobre todas las cosas. Todo cambia en el momento que Alcides pide un cambio. Y el favorito de los que no tienen que cargar con el peso de un embarazo: otro hijo.
Y mientras él se esfuerza por lograr su cometido, ella se esfuerza por todo lo contrario. Ahí comienzan las alucinaciones y el ataque de unas hormigas que más bien parece la conciencia de Isa carcomiéndosela por la mentira que le oculta a su esposo, hasta el punto en que explota y solo sabe salir huyendo.
Daniela Valenciano es una actriz bien talentosa que hace su debut en la pantalla grande en compañía de Antonella Sudasassi con su opera prima "El Despertar de las Hormigas", un drama costarricense que se adentra en los detalles del micromachismo y cómo este puede romperse con algo tan sencillo como contar lo que no nos gusta del otro. Ese miedo constante a dar la opinión personal ha sido el mayor de los temores de muchas mujeres, no únicamente para evitar la promoción de la violencia de género, pero en su mayoría por el rechazo a desencantar a otra persona, sin importar los años de relación que tengan.
Aquí Valenciano usa sus silencios para reflejar la realidad social que acosa a otras. Es expresiva a través de sus miradas y quasi-expresiones que nunca se concretan por ser interrumpidas a mitad. Se envuelve en los detalles con sus suspiros y le da tanta naturalidad a sus disgustos. Por eso quizás se crea tanta empatía con sus situaciones y se apoya las decisiones aunque afecten otra causa. Pero esa debilidad de callarse sus inquietudes es lo que genera el conflicto más interesante de toda la historia, y cómo envuelve otros personajes en este problema, aunque sea "pleitos de marido y mujer", es lo que aterriza esta película en comparaciones con realidades que se escuchan a diario.
Por su parte, la cinematografía y la mezcla de sonido se envuelven en esa naturalidad y se dejan llevar por el realismo del tema. Con mucha sencillez y sin la necesidad de grandes inversiones en equipos, solamente es un elemento más para continuar plasmando el mensaje de la trama, pero sin mucha necesidad de caer en el tecnicismos de películas machistas modernas, como The Invisible Man o North Country, y cada aspecto de este se siente natural, desde las caminatas acompañando a Isa, hasta los colores de cada escena.Visualmente, se hace mucho uso irónico de la brillante luz costarricense y las sombras fuertes que podrían sugerir un tipo de película más soleada. Pero otro tropo es el de las bombillas parpadeantes que continuamente amenazan con desaparecer, casi sirviendo de metáfora a la situación familiar que vive Isa con su familia.
Pero no es su familia la que hace que Isabel se sienta miserable, es la idea de la familia misma. Alcides, el marido irreflexivo de Isa, no es un villano, y se muestra que es tan víctima de conceptos culturales latinos pasados de moda como lo es Isabel, excepto, por supuesto, que está en el lado aventajoso.
Los niños son maravillosos en su naturalidad, y en sus escenas "El Despertar de las Hormigas" logra el humor y la calidez de un buen drama. En el corazón de la película, Valenciano es excelente en un papel que la invita a comunicar un mundo de miseria interior frustrada, sin expresarlo en voz alta. Para cuando llegue la escena familiar final maravillosamente discreta y potente, la expresión inicialmente desconcertada de Isa podría haber dado paso a algo más seguro, pero aún existe la sensación de que al desear su libertad, está haciendo algo mal. Ella termina la película como la comenzó, como una mujer al borde de un ataque de nervios.
Ficha técnica
Dirección: Antonella Sudasassi Furniss
Producción: José Esteban Alenda, Amaya Izquierdo, Gabriela Fonseca Villalobos
Guión: Antonella Sudasassi Furniss
Música: Sergio de la Puente
Cinematografía: Andrés Campos
Montaje: Lenz Claure, Raúl de Torres
Reparto: Daniella Valenciano, Leynar Gomez, Isabella Moscoso, Avril Alpízar, Adriana Álvarez, Carolina Fernández
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