Un grupo de estudiantes de instituto deciden formar un aquelarre de brujas.
Ha pasado casi un cuarto de siglo desde que el clásico de terror de culto "The Craft" aprovechó la fascinación por las brujas de Harry Potter, lo que le dio al público adolescente una sensación de lo empoderador que podría sentirse para cuatro mujeres jóvenes, perseguidas por una violación en una cita y reinas de baile abiertamente racistas, para invocar un poco de magia negra en su deseo de vengarse. Ese éxito sorpresa fue chirriante incluso para los estándares de 1996, pero su actitud gótica era muy vanguardista en comparación con "Clueless" y otras ofertas de la época, y uno esperaría que se hiciera un seguimiento.
En cambio, "The Craft: Legacy" de Blumhouse aparece como "The Craft: Lite", un reinicio de PG-13 diluido en el que los forasteros ya no son tratados como monstruos, y su misión equivale a esclarecer a los compañeros de clase neandertal y otros machistas sobre los riesgos de subestimar a las mujeres jóvenes. Hacerlo podría hacer que te maten en "The Craft", mientras que en la versión de la escritora y directora Zoe Lister-Jones, lo peor que puede pasar es despertar, expresando tu nuevo aprecio por el feminismo y admitiendo que eres bisexual.
Aún así, con un cuarteto completamente nuevo de entusiastas de la hechicería adolescentes, una de los cuales es trans, este es un thriller sobrenatural sin mucho poder narrativo apreciable. Como en la película anterior, un trío de brujas aficionadas busca una cuarta recluta cuando conocen a una recién llegada inconsciente de sus dones "naturales"; Lily (Cailee Spaeny), que tiene la desgracia de que le llegue su periodo durante su primer día en una escuela desconocida, lo que puede parecer traumático para cualquiera que no haya visto a "Carrie".
En lugar de burlarse de ella, Frankie (Gideon Adlon), Tabby (Lovie Simone) y Lourdes (Zoey Luna) hacen que Lily se sienta como si los otros estudiantes fueran los raros por reaccionar exageradamente. Lily ha llegado a la ciudad con su madre soltera, Helen (Michelle Monaghan), quienes se mudaron con el orador motivacional Adam (David Duchovny) y sus tres hijos en lo que podría ser un giro retorcido de "The Brady Bunch". Lamentablemente, la película realmente no sabe qué hacer con sus nuevos hermanos por lo que sus roles son muy innecesarios para la historia.
Lily no tenía amigas en su escuela anterior y está agradecida de ser abrazada por las tres chicas de su clase, sin importar que sus nuevas compañeras la presionen para que participe en un encantamiento en el que logran congelar el tiempo al primer intento. En 1996, "The Craft" fue criticado por exagerar los efectos visuales, pero esta vez, en un momento en el que casi la mitad de las películas son fantasías mejoradas por CGI de algún tipo, es como si Lister-Jones se estuviera conteniendo, pues sin contar el montaje en el que las chicas practican levitación y otros hechizos variados, por lo demás mantiene los poderes bajo control.
Por un lado, lo que dio miedo a "The Craft" fue la idea de que la magia realmente podría existir, y que incursionar en ella podría despertar fuerzas ocultas mucho más fuertes de las que las brujas principiantes están listas para enfrentar. Pero la verdadera fuerza de la película provino de reconocer cómo los varones de la escuela podían desempoderarlos, ignorando sus límites en una cita (como lo hizo el personaje de Skeet Ulrich) o avergonzándolos frente a sus compañeros y dándoles a las brujas los medios para obtener lo que sea que les plazque.
“The Craft: Legacy” cambia las tornas, pero no de la manera que sugiere algún tipo de diseño consciente por parte de sus creadores. Si estas cuatro jóvenes son tan ilustradas políticamente como la película las muestra, ¿por qué "Legacy" no toma una posición cuando una de ellas usa un hechizo de amor para anular las defensas del tipo rudo Timmy (Nicholas Galitzine)? ¿Embrujarlo para que se bese contigo (especialmente cuando está enamorado de tu hermanastro...) equivale a violar su consentimiento?
Más escenas como esa, donde los personajes cruzan la línea, podrían haberle dado mejores conflictos que esta secuela pudo aprovechar, pero carece de la forma segura de una película. De vez en cuando, Lily tiene visiones impactantes, que consisten en serpientes, una espada y sangre, todo lo cual sugiere algún tipo de ritual satánico. Pero "Legacy" es esa rara película en la que tales premoniciones no dan resultado. Lily tiene derecho a ser escéptica sobre los motivos de Adam, pero el final en el que Duchovny interpreta al villano no es nada sorprendente ni difícil de descifrar, sobretodo por toda la actitud del personaje durante toda la película.
La sabiduría convencional sostiene que contratar a mujeres cineastas para que cuenten tales historias debería aportar algo nuevo a la ecuación, pero “The Craft: Legacy” parece un paso atrás, incluso si el original fue escrito y dirigido por hombres. A diferencia del remake de "Black Christmas" del año pasado, donde las alumnas tomaron la delantera, en las películas de "Craft", los personajes femeninos ya tenían el control de esta franquicia. Aproximadamente una hora después, la película indica que (alerta de spoiler) Lily fue adoptada, lo que sugiere que la parte de "Legado" en el título de la película puede ser literal: es más que probable que sea el engendro de una de las brujas originales de "Craft". ¿Pero esa revelación agrega algo? Ejem... no.
En teoría, les da a los fanáticos de la película anterior algo sobre lo que adivinar, pero no hay mucho más con lo que esa generación se conecte. En todo caso, esta secuela de décadas después se siente como el tipo de programación obsoleta al estilo de “Party of Five” contra la que reaccionó la película relativamente punk de 1996. Y no hay nada aquí que pueda compararse con la locura de ojos ardientes de la actuación de Faruza Balk en esa película. El original “The Craft” puede ser un desastre, pero sí tienen un legado, y esta no lo es ni lo será.
Ficha técnica
Dirección: Zoe Lister-Jones
Producción: Douglas Wick, Lucy Fisher, Jason Blum
Guión: Zoe Lister-Jones
Basado en los personajes de Peter Filardi
Música: Brezo cristiano
Cinematografía: Hillary Spera
Montaje: Libby Cuenin
Reparto: Cailee Spaeny, Gedeón Adlon, Lovie Simone, Zoey Luna, Michelle Monaghan, David Duchovny
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