Una madre soltera, Susan, cría a dos niños, uno de ellos, Henry, es un genio. Susan descubre que la familia de al lado, donde vive Christina, una de las amigas de Henry, tiene secretos y que su hijo ha elaborado un plan para ayudar a Christina (FILMAFFINITY)
Henry es un chico superdotado, y eso lo sabemos desde el principio de la historia; justo en el momento en que comienza a hablar de cómo ve la vida. ¿Qué niño de 11 años tiene pensamientos tan analíticos? Pero aunque no lo parezca, estos niños sí existen en la vida real, y viven una realidad muy distinta al resto de los jóvenes de esa edad. En el caso de Henry, es quien se encarga de las finanzas de la casa, los cálculos de las cuentas por pagar, las deudas y los ahorros. Pero a parte, debe tratar de ser un niño común, defender a su hermano de los bullyers de la escuela y vigilar que el padrastro de su vecina no la maltrate.
Sin embargo, esta película tiene ciertas discordancias que provocan un caos dentro de la historia: no mantiene el género, el estilo ni el ritmo que plantea al principio de la trama, lo cual causa que sea confusa. Al inicio parece una comedia sobre un niño superdotado y su familia, después pasa a ser una trama de suspenso, una vez descubre el abuso intrafamiliar que vive la niña que le gusta/su vecina, y comienza a crear un plan de cómo ayudarla, que lo va registrando en su diario rojo. Después se convierte en drama, cuando se da a conocer que Henry tiene un tumor cerebral, matándolo a mitad de la historia (eso fue una movida bastante arriesgada). Va a thriller cuando la mamá y el hermano de Henry descubren su diario y el plan que tenía para salvar a Cristina, lo cual implicaba matar a su padrastro.
Tantos estilos implicados hacen que la historia tenga muchos cambios de tiempo, ritmo y secuencias, y crea un desorden que, por más que te guste la trama y sus actores, da la sensación de que se está viendo más de una película a la vez.
Por otro lado, y a pesar del buen elenco que pudo haber sido explotado en esta historia, los diálogos aniquilan la esencia de cada uno de sus personajes, llevándolos a lo convencional en términos de carácter. Ni siquiera Jacob Tremblay (que es el tipo de actor que sabe llevarse al público en el bolsillo) logra evitar caer en el cliché de su personaje, obligándolo a caer en el olvido total durante muchos momentos de la película. El papel protagónico, que en principios era Henry (Jaeden Lieberher), cambia a mitad del filme cuando su personaje muere, y pasa a Susan (Naomi Watts) cuando encuentra el diario y comienza a poner el plan en ejecución. Este cambio quizás no afecte tanto, porque no es la primera película que mata al protagonista mucho antes de que esta concluya... pero en este caso, no fue nada divertido verlo morir y que su madre sea la que asuma el verdadero objetivo de esta trama.
Aunque también confunda, la historia trata sobre el abuso infantil y cómo los niños también se dan cuenta de cuándo esto sucede a su alrededor. No importa si es bullying escolar o violencia intrafamiliar, es un tema que los afecta y que ellos tratan de buscarle solución. Aunque de una manera un poco arriesgada, Colin Trevorrow trató de buscarle la vuelta a la trama y darle al público la moraleja de "todo tiene solución, porque si no, no fuese un problema".
No obstante, creo que pudo haber sido mejor. Si hubiese mantenido un solo ritmo, menos diálogos para los personajes y más acciones como las que implementa Henry a principio de la historia, esta película hubiese tenido un final más agradable.
The Book of Henry
Ficha técnica
Dirección: Colin Trevorrow
Producción: Sidney Kimmel, Jenette Kahn y Adam Richman
Guión: Gregg Hurwitz
Música: Michael Giacchino
Fotografía: John Schwartzman
Montaje: Kevin Stitt
Reparto: Naomi Watts, Jaeden Lieberher, Jacob Tremblay, Sarah Silverman, Lee Pace, Maddie Ziegler y Dean Norris
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