En el Londres de la posguerra de 1950, el famoso modisto Reynolds Woodcock (Daniel Day-Lewis) y su hermana Cyril (Lesley Manville) están a la cabeza de la moda británica, vistiendo a la realeza, a estrellas de cine y a toda mujer elegante de la época. Un día el soltero Reynolds encuentra a Alma (Vicky Krieps), una joven que pronto se convierte en su musa y amante. Entonces su vida cuidadosamente controlada y planificada se ve alterada por la irrupción del amor. (FILMAFFINITY)
El nombre de esta película resulta tan irónico al principio, cuando aún desconocemos las intenciones de los personajes; pero termina siendo tan obvio, cuando los fantasmas del pasado acosan sus protagonistas. Phantom Thread es, sin duda alguna, una historia bien pensada.
Narra la historia de Reynolds Woodcock, un diseñador de modas que está obsesionado con un solo detalle de su vida: sus diseños. Lleva una vida extremadamente organizada y precisa, sin ser alterada ni por el sonido innecesario de una tijera. Junto con su hermana Cyril, son los encargados de vestir a figuras de la familia real, estrellas de cine, herederos, socialités y damas distinguidas, con el estilo tan característicos de la Casa de Woodcock. Las mujeres entran y se van de la vida de Woodcock, brindándole compañía e inspiración al diseñador, que es soltero. Sin embargo, después de conocer a quien se convertiría en su musa, Alma, será su siguiente delirio y de quién no sabrá escapar. O mejor dicho, de quién aprenderá a reconocer lo que es el amor.
Esta película no solo será recordada por muchos como la salida de Daniel Day-Lewis del mundo de la actuación, sino como una de las mejores interpretaciones de este actor, convirtiéndose posiblemente en uno de sus personajes más icónicos. Lewis hace su reverencia final de una manera sutil pero no desapercibida, con un papel en el que resulta impresionante la preparación física y psicológica que requirió para poder convertirse en Reynolds Woodcock.
Su personaje comparte el rol patagónico con Vicky Krieps, con quien logró una química que se roba toda la atención de la trama, pero a la vez crea una intriga y una constante cuestión de querer entender por qué esta pareja tan "peculiar" decide estar juntos hasta el final de sus días. La actuación de Krieps como Alma es otro de los mayores atractivos de la película, gracias a la completa personalización de la actriz en este personaje, logrando mantener la misma actitud pasiva, pero a la vez inquietante, que se fue explicando a medida que la trama avanza. A pesar de que sus personajes parecen no tener un arco, sí logran sus objetivos: ella quiere que él la ame, y él quiere que su musa lo obedezca. Increíble ver que seres tan opuestos y distintivos logran convertirse en los propios antagonistas de su historia y darle un final agradable a sus subtramas.
Por otro lado, la película cuenta con un trabajo de producción que se ubica en los años 50, en Inglaterra, donde es muy notorio que el equipo de producción realizó un proyecto exhaustivo de diseño y montaje de cada uno de los escenarios, tratando de manera detallista cada ambiente, para que absolutamente nada pase desapercibido. Por igual, el diseño de vestuario hace buena referencia a la moda de la temporada que cuenta. A pesar que la historia ha sido inspirada en un diseñador de modas de esos años, los vestidos son creaciones únicas de Mark Bridges, quien se encargó de vestir a los actores y diseñar cada una de las supuestas muestras de Woodcock, convirtiendo cada una de sus escenas en una pasarela de modas.
La musicalización y juego de sonidos juegan un rol importante para entender la personalidad de los personajes y los distintos estados de ánimo por los que van pasando, pero a la vez para distinguir como la trama fue evolucionando de un drama histórico a un drama romántico, con un hilo que fue envolviendo de manera sigilosa cada etapa de la historia.
La musicalización y juego de sonidos juegan un rol importante para entender la personalidad de los personajes y los distintos estados de ánimo por los que van pasando, pero a la vez para distinguir como la trama fue evolucionando de un drama histórico a un drama romántico, con un hilo que fue envolviendo de manera sigilosa cada etapa de la historia.
La paciencia con la que es narrada Phantom Thread es gracias al excelente trabajo de guión, fotografía y dirección, complementada por un elenco tan preciso y especial, que se adueña de esta historia y la guía hasta sus destinadas intenciones. Daniel Day-Lewis se quita el sombrero para recibir la ovación más distinguida y ser recordado como uno de los mejores actores de su generación, capaz de convertirse en un hombre tan único como Reynolds, pero a la vez con la aptitud de desarrollar complejos que no pasen desapercibidos y que dejen a cualquiera con la inquietud de saber más sobre él.
Phantom Thread
Título en español: El hilo invisible
Ficha técnica
Dirección: Paul Thomas Anderson
Producción: Paul Thomas Anderson, Megan Ellison, JoAnne Sellar y Daniel Lupi
Guion: Paul Thomas Anderson
Música: Jonny Greenwood
Fotografía: Paul Thomas Anderson
Montaje: Dylan Tichenor
Protagonistas: Daniel Day-Lewis, Lesley Manville y Vicky Krieps
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