jueves, 16 de agosto de 2018

The Meg

Un submarino en una expedición a la fosa de las Marianas, la más profunda del océano Pacífico, ha sido atacado por una gigantesca criatura que se creía extinta. Jonas Taylor (Jason Statham) es reclutado para poner en marcha una misión para rescatar a los tripulantes del sumergible antes de que sea demasiado tarde. 



¿Qué puede ser mejor que un tiburón devorando personas inocentes en la costa? Un super tiburón prehistórico devorando gente en una de las playas más visitadas del mundo.

Un submarino de aguas profundas, que forma parte de un programa internacional, es atacado por una enorme criatura y queda averiado en el fondo de la fosa oceánica más profunda del Pacífico, con su tripulación atrapada en el interior. El tiempo se acaba y un oceanógrafo chino, el Dr. Chang, recluta a Jonas Taylor (Jason Statham), un especialista en rescate en aguas profundas, en contra de los deseos de su hija Suyin (Li Bingbing) que cree que puede rescatar a la tripulación por sus propios medios. Pero ambos deberán unir sus fuerzas para salvar a la tripulación y también al océano de una amenaza imparable: un tiburón prehistórico de 23 metros conocido con el nombre de Megalodón. 


Aunque se creía que estaba extinguido, el Meg está vivo y coleando... y está de caza. Cinco años antes, Jonas se había encontrado con esta misma criatura aterradora, pero nadie le creyó en ese momento. Ahora Jonas debe enfrentarse a sus miedos para volver a las profundidades marinas... donde volverá a verse cara a cara con el depredador más temible de todos los tiempos. 

The Meg posee una ventaja que muchos clásicos sobre este depredador no tuvieron en su tiempo: la tecnología suficiente para que todo sea creíble. Es quizás el mejor aspecto de la película, donde lo principal era destacar la magnitud del tiburón y no que tan creativo era con las muertes, otro aspecto que vale la pena destacar, pues aquí a nadie se le da el placer o el disgusto de ver como personas (inocentes en su mayoría) mueren por la mandíbula de esta criatura. A su vez, el Megalodón le permite a la audiencia entender cómo se comporta, qué lo motiva a atacar o matar, y las características que lo convierten en el depredador más peligroso de la actualidad.

No obstante, mientras Meg se gana la atención de la audiencia, o por lo menos toda nuestra ansiedad, Jonas es al parecer el único ser humano que podría acabar con esta criatura con sus propias manos. Jonas, presentado por Jason Statham, es el típico superhéroe que no quiere salvar la situación pero que sabe que es el mejor y su arrogancia lo confirma. Es una mezcla de la actitud de Tony Stark de Iron Man -pero sin dinero- y la mentalidad de Alan Grant de Jurassic Park -pero más aspero- lo cual lo convierten en el mejor enemigo del Meg. Después de Jonas, los demás personajes parecen ser completamente indispensables pues son constantemente salvados por el mismo Jonas. Algunos terminan siendo muy cliché de películas de tiburones y otros parecen desaparecer en medio de la trama, sin aclarar si fueron devorados o simplemente decidieron irse. 


A su vez, las decisiones que toman estas personas para atacar al Megalodón parecen completamente ilógicas en comparación a la capacidad de este tiburón. Sí, sabemos que las personas se vuelven idiotas en las películas de terror. Pero cómo es que si sabes que esta criatura puede destruir un barco completo, ¿lo vas a cazar en barco? Cómo si sabes que es 15 veces más grande que un tiburón normal, ¿vas a dispararle un rastreador nadando hacia él? Es una decisión estúpida tras otra, quizás para crear comedia en medio de la situación, pero que a la vez termina ridiculizando los personajes. Por otro lado, los diálogos son una perdida de tiempo, pues parecen estar narrando un episodio de Criminal Minds, pero con la perspectiva que convierte al psicópata asesino en un tiburón de 50 toneladas. Y no hablemos del romance forzado que crearon entre Jason y Suyin. En serio... ¿no puede haber una película de aventura moderna que no tenga romance metido como un supositorio?

Mientras que la fotografía es el mejor aspecto técnico, la música es el peor... Pues una característica del cine de terror es crear miedo con la banda sonora; no obstante, aquí parece ser un remix de canciones populares, dejando a un lado esa buena idea de suspenso y tensión con tan solo jugar con los violines.

The Meg es una versión de Jaws (literal, tiene muchas escenas MUY parecidas) pero con doble cantidad de esteroides para el tiburón, creada para aterrorizar a la audiencia de no querer bañarse en la playa durante el verano, pero con un retraso intelectual que cuestiona la capacidad creativa de sus guionistas y que crea momentos demasiados comicos que casi caen en la estupidez. Buen intento, pero no lo lograron.



The Meg
Título en español: Megalodón

Ficha técnica

Dirección: Jon Turteltaub
Producción: Lorenzo di Bonaventura, Colin Wilson y Belle Avery
Guion: Dean Georgaris, Jon Hoeber y Erich Hoeber
Basada en Meg: A Novel of Deep Terror de Steve Alten
Música: Harry Gregson-Williams
Fotografía: Tom Stern
Montaje: Steven Kemper
Protagonistas: Jason Statham, Li Bingbing, Rainn Wilson, Ruby Rose, Winston Chao y Cliff Curtis

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