viernes, 5 de mayo de 2017

Carpinteros

Julián Sosa encuentra una razón para vivir en el último lugar imaginado: la cárcel. Su romance con la interna Yanelly debe desarrollarse con el lenguaje de señas creado por los internos: el carpinteo, que se desarrolla a la distancia, desde un ventanal y una cancha, entre hombres y mujeres que establecen una relación de pareja. Julian y Yanelly establecen un vínculo innombrable,  a pesar de que ella es  la mujer de Manaury, el matón peligrosísimo de los encarcelados. Todo parece dejar ver que los hechos concluirán con la sangre de alguien.



Hace unas semanas, la directora Violeta Lockhart me comentaba que lo que más le hace falta al cine local es que existan directores con la necesidad de contar historias. Este año se ha visto un progreso en ese aspecto: además de mantener su resaltante fotografía, las historias parecen tener un tiempo de desarrollo y una mayor profundidad en sus detalles. Carpinteros es una de ellas. 

Esta película ya estaba siendo aplaudida a nivel internacional, desde festivales americanos como europeos, antes de ser estrenada en RD, por lo que esta era otra buena excusa para apoyar el buen cine dominicano.

La historia se centra en tres personajes: Julián, un recién llegado a la cárcel de Najayo hombre, debido a unos delitos menores y en espera de ser juzgado dentro de tres meses; Yanelly, una mujer de Najayo Mujer, que está bajo rejas debido al "accidente" de haber quemado su casa con su esposo dentro porque le pegó los cuernos; y Manaury, otro preso de Najayo hombre, con más tiempo allí, debido a delitos más serios (drogas, asesinatos y todo lo malo que se puedan imaginar). Yanelly y Manaury tienen una relación amorosa y se comunican a través de señas de un edificio a otro, pero por circunstancias "ocasionales" de la vida, el novato Julián se convierte en la paloma mensajera de Manaury y se termina enamorando de Yanelly, a pesar de las tantas advertencias que les hicieron...

Lo que más me gustó de esta película fueron los personajes, principalmente los protagonistas, donde se ve que hubo un tratamiento, la construcción de cada uno de ellos y un ensayo previo con cada uno de los actores. A nivel general, se nota un trabajo dedicado en cada uno de los personajes, pero el que más resalta es el de Ramón Emilio, gracias a su naturalidad e interioridad en su papel, tanto en sus palabras como en sus acciones. Por lo mismo, Jean Jean le da ese carácter de tensión que requiere su papel desde su primer momento en la historia y Judith Rodríguez se destaca por la fortaleza que proyecta en su papel, aún en circunstancias difíciles.


La trama tiene dos aspectos a tomar en cuenta: el primero es el lenguaje de señas, llamado carpinteo, creado por los presos de Najayo Hombre y Najayo Mujer, con el propósito de que los internos se relacionen entre sí y puedan comunicarse a pesar de estar encerrados. El segundo (y muy importante para mi) es la atmósfera dentro de estas dos cárceles y la Victoria, lo cual presenta de manera explícita cuáles son las situaciones y precariedades que viven sus internos, los riesgos que corren junto a los demás y junto a quienes se suponen son "los ponedores de orden" de estos espacios infernales.

Otro punto a resaltar es que se utilizaron reos reales durante toda la película, tanto en las escenas como en backstage, sirviendo de material documental sobre este ambiente. Admiro la valentía de JoséMa para adentrarse a tal punto de querer involucrarlos y que se pueda apreciar con naturalidad cómo es esto en realidad. La fotografía y el montaje son dos aspectos más que no quedan de lado, retomando la idea de filmación al estilo documental y recordándonos el gran progreso que tiene el cine dominicano en aspectos técnicos de este tipo, y permitiendo al espectador tener escenas destacables, gracias a sus secuencias sobre lo que iba aconteciendo en la trama.

A pesar de algunos clichés sobrepuestos en algunos de sus personajes y el final flojo e inexplicable (aún no entiendo que fue lo que quisieron decir con esas señas), la película es una demostración de que hay un avance en la construcción de las historias y en el manejo verbal y no verbal de sus personajes, que aunque para algunos parezca excesivos por sus pleberías y morbosidades, deberían recordarse a sí mismo que es parte de la esencia del dominicano, principalmente en lugares como este.

Carpinteros es un filme sobre romance imposible, batallas inesperadas y penas lamentables, que nos permite interiorizar cómo es en realidad ese escenario, el bajo mundo que habita allí y cómo sus individuos vuelven a ser humanos a través de un idioma que solo ellos entienden.




Carpinteros

Título en inglés: Woodpeckers

Ficha técnica

Dirección: José María Cabral
Producción: José María Cabral, José María Cabral A. y María José Ripoll
Guión: José María Cabral
Fotografía: Hernán Herrera
Montaje: José María Cabral
Reparto: Jean Jean, Judith Rodríguez, Ramón Emilio Candelario, Manuel Raposo, Orestes Amador, Carlota Carretero, Karina Valdez, José Cruz, Aleja Johnson, Mario Núñez, Fernando de Jesús Mejía, Keunis Álvarez y Cape Ramírez

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