Arturo es un joven intrépido que dirige a su pandilla por los callejones de Londonium. Tras sacar la espada de Excalibur, se verá obligado a tomar algunas duras decisiones. Junto a una misteriosa mujer llamada Guinevere, deberá aprender a manejar la espada, vencer a sus demonios y unir al pueblo para derrotar al tirano Vortigern, quien robó su corona y asesinó a sus padres antes de convertirse en rey. (FILMAFFINITY)
Hace más de 10 años, la película "La espada en la Piedra" (Disney, 1963) me enseñó la historia de un niño llamado Arturo, quien era huérfano, vivía con unos dueños de una posada y fue el único que logró sacar a Excalibur de la piedra en la que estaba clavada. Ahora Guy Ritchie lo revive, pero con una tonalidad totalmente diferente al cuento con el que crecí.
En esta ocasión, quien logra sacar la espada no es un niño Arturo, sino uno adulto, que creció en un burdel, fue entrenado para pelear y creó su propia pandilla. Pero, este hombre también desconocía la existencia de Excalibur y su función si la sacaba de la piedra. Sin duda, los guionistas no respetaron la verdadera literatura sobre el personaje y decidieron mostrar una historia más adulta, complementada por la fantasía, la brujería y la intervención de la naturaleza entre estos dos aspectos. Mas, esto no quiere decir que la trama decepcione; muy por el contrario, se adapta a mis gustos cinematográficos.
Aunque cada personaje tuvo su momento de fama, quien en realidad destaca (como lo dice el título de la película) es Charlie Hunnam, gracias a las irónicas líneas y la rebeldía inagotable del personaje de Arturo. Es aquí donde los guionistas cumplen su cometido y resaltan el nombre de esta leyenda literaria. Por otra parte, el villano Vortigern, interpretado por Jude Law, se quedó estancado en el sentimentalismo del personaje y no dejó que se destacara un poco más como lo que verdaderamente era: un padre, esposo y rey cínico que solo le importaba ser el más poderoso de todo Camelot; le faltó más cinismo y acción real.
Uno de los aspectos que me incomodó de la trama fue la ausencia de Merlin, un personaje MUY importante en la historia de Excalibur; sin embargo, no queda totalmente ausente, pues tiene una referencia en alguna escena de la película. Aún así, debió ser un personaje principal, y más por el tipo de Arturo que se presenta aquí.
Esta película nos recuerda el estilo bien marcado de Guy Ritchie, con los cortes de edición y movimientos de cámara veloces, presentando un entrejuego de escenas de flashbacks y flashforwards que obliga al espectador a estar atento a cada momento, pues podrían perderse de información esencial sobre el protagonista y la historia en sí. La banda sonora y el montaje cumplieron roles muy importantes en este filme, pero en ocasiones los efectos visuales parecían excesivos en las escenas bélicas, pues distorsionaban la imagen y no se entendía exactamente lo que estaba ocurriendo.
King Arthur no decepcionó las expectativas que tenía, pero me trajo otra visión de un personaje de mi niñez, que ahora se ve corrompido por un Camelot más oscuro y que tiene el propósito de enamorar con su rebeldía y sus deseos de proteger y vengar a sus seres queridos.
King Arthur: Legend of the Sword
Título: El Rey Arturo: La Leyenda de la Espada (Hispanoamérica) y Rey Arturo: La Leyenda de la Excálibur (España)
Ficha técnica
Dirección: Guy Ritchie
Producción: Lionel Wigram y Steve Clark-Hall
Guion: Joby Harold
Música: Daniel Pemberton
Fotografía: Jhon Mathieson
Montaje: James Herbert
Protagonistas: Charlie Hunnam, Astrid Bergès-Frisbey, Djimon Hounsou, Aidan Gillen, Jude Law y Eric Bana
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