Una niña de 6 años y sus amigos pasan un verano lleno de aventuras alrededor de un pequeño motel, mientras sus padres y el resto de adultos que les rodean pasan unos tiempos difíciles. (FILMAFFINITY)
Las historias narradas desde las perspectivas de los niños poseen una honestidad y un encanto que muchas películas intentan lograr, pero que no lo hacen con la naturaleza y fluidez que requieren.
La trama presenta a Monee, una niña que vive junto a su madre en un motel cerca de Disneyland. La niña tiene una vida muy alegre junto a sus amigos, con quienes hace lo que les plazca, pues no tienen el control ni la constante vigilancia de un adulto. Monee puede irse a largas distancias por un helado, explorar zonas abandonadas de Orlando, espiar a sus extraños vecinos, disfrutar las delicias de la naturaleza, molestar al administrador del motel y meterse en los típicos problemas que un niño enfrenta a su edad; mientras, al mismo tiempo, acompaña a su madre a comprar objetos para luego ser vendidos en las entradas de los hoteles.
La principal razón por la que esta película funciona en su totalidad es que está narrada de una manera orgánica e interesante, pues no se trata de que su personaje logre un objetivo en específico, sino que presenta a un protagonista, viviendo su vida ordinaria, mientras muchas de sus acciones afectan positiva o negativamente a quienes los rodean.
El hecho de ser narrada desde la perspectiva de una niña permite explorar otros temas como el descuido de los padres y sus consecuencias, los efectos masivos de las acciones más inocentes e ingenuas de los niños, y los peligros que rodean a un niño de la edad de Monee, como los acosadores y secuestradores.
Lo mejor de la trama son sus personajes, protagonizados de una manera inesperada y sobresaliente, en especial a Brooklynn Prince, quien se roba el corazón de la audiencia en más de una ocasión. Su desarrollo no está enfocado en mostrar un arco, pues es una persona muy joven para comprender mucha de las cosas que suceden a su alrededor, pero si toma la decisión de provocar una empatía y constante preocupación por lo que tiene que vivir, pero que ella misma no se da cuenta de los aspectos negativos y simplemente trata de vivirlo al máximo.
La fotografía tiene un punto clave para la historia, pues es la reponsable de demostrar cuales momentos son reales y cuáles son producto de la imaginación de los niños. Lo mismo sucede con la musicalización, que está diseñada para entretener tanto a un público joven como a los adultos.
The Florida Project es una película inteligente, poderosa y hermosa, que logra cautivar al público con una mini protagonista, capaz de crear todo tipo de emociones y, a la vez, contar una historia que desde su perspectiva da la libertad de conocer las aventuras de los niños, fuera de la vigilancia de sus padres.
The Florida Project
Ficha técnica
Dirección: Sean S. Baker
Producción: Chris Bergoch, Shih-Ching Tsou y Sean S. Baker
Guion: Sean S. Baker y Chris Bergoch
Fotografía: Alexis Zabé
Protagonistas: Willem Dafoe, Caleb Landry Jones y Brooklynn Prince
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