Henri “Papillon” Charrière está en la cárcel por un crimen que no ha cometido. Condenado a cadena perpetua y enviado a una prisión de la Guayana Francesa, salva la vida a otro preso, Louis Dega, un falsificador de documentos que decide ayudarle a escapar. Juntos planean el más increíble plan de fuga. Remake de la película de 1973 'Papillon'. (FILMAFFINITY)
En el año 1931, Henri Charrière fue condenado a cadena perpetua, acusado de asesinar a un hombre. A pesar de que él tenía pruebas que demostraban su inocencia, fue enviado a una carcel en la Guayana Francesa donde se prometió a sí mismo de que iba a escapar, sin importar cuan difícil fuese lograr su escape. No es la primera vez que el cine revive autobiografías de personas con relatos similares, no obstante, Papillon se gana la atención de muchos no solo con la persistencia de sus personajes, sino también por su cercanía a la realidad de hoy día y la reacción que causa en el público con el maltrato injustificable a los convictos.
La historia inicia momentos antes del encarcelamiento de Charrière, o mejor conocido como Papi/Papillon (su apodo) y el tipo de vida (no tan inocente) que llevaba. A pesar de que pasó la noche completa con su amada, a la mañana siguiente la policía lo busca, acusándolo de un crimen que no ha cometido. Es acusado de asesinato y enviado a un lugar remoto colonia penal en la Guayana Francesa. Sin embargo, no tiene la intención de quedarse por mucho tiempo, y rápidamente se alía con el ave extraña Louis Dega, un consumado falsificador de documentos.
El adinerado Dega ha introducido de contrabando un fajo de billetes en la prisión a través de los medios íntimos, y Papi ofrece su protección para obtener suficiente efectivo que lo ayudarán a ejecutar una audaz fuga. No obstante, al llegar a la prisión, se dan cuenta que salir de allí no es tan fácil como las cárceles comunes, pues sus intentos de fuga podrían llevarlos a enfrentar castigos como Confinamiento Solitario por años, vivir en la Isla del Diablo y trabajos forzados, sin dejar de mencionar que si matan a alguien, serían enviados a la guillotina. Es ahí donde Papi será persistente y demostrará que ningún castigo es suficiente para él lograr su cometido y obtener su libertad.
Esta historia posee una narración de ruptura de prisión sólidamente actuada y atractivamente filmada, cargada con toda la tragedia y el triunfo que puede reunir este género. Papi es obstinado, una virtud que lo energiza en su largo y fatigoso camino hacia la salvación. El sádico jefe de la prisión intenta de manera exhaustiva romper a Papi, y aunque su labio superior definitivamente no se endurece después de unos horribles años pasados en confinamiento solitario, Papi se rehúsa desafiante a ser intimidado. Está encerrado en un juego brutal donde la libertad constantemente se aleja de él cada vez que comienza a recuperar el aliento, pero esto no parece detener sus planes. Es frustrante, lo cual es bueno en este caso: la tortuosa cercanía de la liberación hace que la audiencia participe de la difícil situación de Papi.
En contraste con el espiritú activo y violento de Papi, nos encontramos con un excéntrico y delicado Dega, quien está totalmente inadecuado para las exigentes condiciones de la prisión. Su vínculo con Papi se forma lentamente, logrado de manera mutua gracias a los momentos de gran importancia. A pesar de que Hunnam no es Steve McQueen, y Malek obviamente no es Dustin Hoffman, la pareja cuida de no exagerar su mano sentimental, permitiendo que la camaradería tome forma mientras ambos hombres se mantienen mutuamente a una distancia claramente machista.
Para una multitud moderna, la película funciona gracias a la cinematografía que resalta no solo la escenografía tan bien construida, sino también que hace énfasis en los abusos más crueles e inusuales de la dignidad fundamental a través de una falta total de supervisión debido a su ubicación remota, y del trauma que causan en cada uno de los prisioneros. El trabajo esclavo que los prisioneros son forzados a realizar, las humillaciones rutinarias y la violencia recreativa se sienten un poco más señalados en nuestra era de mayor conciencia sobre el insidioso complejo industrial penitenciario.
Los méritos de la película (que, por desgracia, no incluyen la originalidad) son evidentes. Hunnam y Malek mantienen su parte del trato y logran una química impresionante en pantalla. Noer, por su parte, se encuentra con ellos a mitad de camino conjurando una belleza de tonos dorados para los alrededores de la jungla, queriendo aprovechar cada ángulo y cada detalle como un mensaje metafórico de "libertad vs esclavitud". No complica demasiado las cosas por sí mismo, manteniendo el diálogo torpe al mínimo y centrándose en la luz que guía la indomable fuerza de voluntad de Papi.
A pesar de que yo no he visto la original y no puedo hacer mayores comparaciones que las que ya he resaltado, esta película logra su cometido con agarrar a la audiencia en esos momentos de desesperación y soledad, donde el mismo cuerpo humano se rehusa a querer seguir adelante, pero la perseverancia de un hombre es inacabable hasta que pueda lograr su cometido, sin importar cuantos años y abusos de por medio le cueste.
Ficha técnica
Dirección: Michael Noer
Producción: Joey McFarland, David Koplan, Ram Bergman y Roger Corbi
Guion: Aaron Guzikowski
Basada en Papillon de Henri Charrière y Banco de Henri Charrière
Música: David Buckley
Fotografía: Hagen Bogdanski
Montaje: John Axelrad y Lee Haugen
Protagonistas: Charlie Hunnam, Tommy Flanagan, Rami Malek, Roland Møller, Ian Beattie, Joel Basman
No hay comentarios.:
Publicar un comentario