viernes, 21 de septiembre de 2018

Peppermint

Peppermint es una historia de venganza que se centra en una joven madre que, sin nada que perder, está decidida a arrebatarle a sus rivales la misma vida que le fue robada. (FILMAFFINITY)



En el año 2000 se estrenó una de las películas más aclamadas por la crítica; la historia era sobre un hombre que vengaba la muerte de su esposa e hijo, asesinando a quien encargo la muerte de ambos. El tuvo que pasar lo imposible, pasar por el calvario una y otra vez y estar frente a frente con su enemigo en múltiples ocasiones hasta que finalmente pudo clavar la daga en su corazón. ¿Por qué tuvo éxito? Por el estilo tan elegante pero a la vez visceral de la película. Peppermint trató de lograr lo mismo que esta historia, invirtiendo el sexo, cambiando el tiempo y dándole un motivo de venganza aún más real... pero lamentablemente no le da ni por los talones.

Jennifer Garner interpreta a Riley North, una madre y cajera de banco que ve a su marido y su hija de 10 años morir a tiros frente a ella mientras regresan de un carnaval. (El esposo tenía un amigo que se puso del lado equivocado de un capo de la droga local.) Aunque North identifica a los sospechosos, el caso se desestima gracias a un juez, un fiscal y un DA corruptos. Ese mismo día, una mujer que hasta ese momento solo fue ama de casa de bajo nivel desaparece de la red, roba miles de dólares del banco en el que trabajaba, y comienza su vida como un vigilante badass internacional que, cinco años más tarde, regresa a Los Ángeles para castigar a quienes arruinaron su vida.

A pesar de las asombrosas armas que le dieron a Garner para sus escenas, es muy difícil creer todo lo que hace. Esta mujer es una experta en "todo": allanamiento de morada, vigilancia, armas de fuego, combate mano a mano, cirugía, explosivos. Al menos Liam Neeson ya tenía un "conjunto particular de habilidades" para empezar, y Batman tenía el poder económico... pero en serio, ¿cómo es que ella lo logra?


Jennifer Garner es una superdotada en casi todos los papeles que se le entregan, pero la actriz es demasiado para el de Riley: por más malona que quisieron convertirla, al personaje le hace falta mucha lógica y sobretodo falta ese momento de entrenamiento, pues el backstory está muy reducido y no muestra realmente cómo llegó a estar tan preparada para estos actos de venganza. Por igual, el resto de los personajes son totales extraños para la historia: no sabes quién será el bueno o el malo, y a pesar de que la sorpresa es buena, lo es cuando tiene un suspenso o sospecha previo.

No obstante a esto, la trama es muy predecible. Muchas de las acciones y los sentimientos ya lo hemos vivsto en películas con un estilo muy similar a este. Las visiones de la hija de Riley, la lista de venganza, el seguimiento de los antagonistas y cómo se dan cuenta de lo que viene tras ellos: es como si hubiese tomado partes de distintos clásicos y hubiese intentado ser un mashup perfecto, pero terminó siendo muy convencional y repetitivo.

Este thriller dirigido por Pierre Morel (quien también dirigió Taken) luce y se siente cortado, como una película de dos horas que fue hackeada a un errático 95 minutos después de tratar de eliminar escenas innecesarias. Empieza lo suficientemente bien, con un gancho rápido que, afortunadamente, resulta ser un momento muy temprano en la narrativa para entretener al público, dando más oportunidad de conocer algunos de los personajes, como Riley y su condenado esposo e hija. Nos dice que no es un acto de violencia al azar, sino más bien una retribución por un complot para robar a un traficante de drogas que en realidad nunca tuvo lugar.


Una vez que ocurre el incidente, la película francamente se estrella a la tierra. A pesar de los mejores esfuerzos de John Gallagher Jr. como el detective principal (y John Ortiz como su cuidadoso compañero), el resto de la película nunca se consolida. Resulta muy fácil cómo la policía relaciona todas las muertes a Riley, cómo los medios la glorifican en tan poco tiempo y la forma en que los tres sospechosos son liberados, pero sobretodo, es demasiado confuso cómo la viuda de luto pasa a la clandestinidad y aparece cinco años más tarde, con un plan de venganza. Y no se pueden dejar de mencionar los grandes clichés que, a pesar de querer quedarse en la realidad, terminan siendo lo más obvio: los narcotraficantes mexicanos, la madre que le cambia la vida con la muerte de un hijo, el policía blanco que termina siendo corrupto, el intento de detective que no hace nada al final. 

En conclusíon, la película es muy pobre. A pesar de sus muchos intentos, la violencia excesiva y un elenco que prometía mucho en conjunto, se quedó corta y terminó siendo más de lo mismo.


Peppermint
Título en español: Matar o morir

Ficha técnica

Dirección: Pierre Morel
Producción: Gary Lucchesi, Tom Rosenberg, Richard S. Wright
Guion: Chad St. John
Música: Simon Franglen
Fotografía: David Lanzenberg
Montaje: Frédéric Thoraval
Protagonistas: Jennifer Garner, John Gallagher, Jr.

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