Hay algo extraño, incluso siniestro en la relación de Chloe (Kiera Allen) y su madre, Diane (Sarah Paulson). Diane ha criado a su hija completamente aislada, controlando cada uno de sus movimientos, pero Chloe pronto empezará a descubrir los oscuros secretos que guarda su madre.
Un delicioso thriller sobre los peligros de la codependencia materna, el segundo largometraje de Aneesh Chaganty demuestra que puede ir más allá que el "truco visual" creado por su Opera prima, Searching. El duelo de excelentes actuaciones de una trastornada Sarah Paulson y la valiente recién llegada Kiera Allen hace que sea difícil apartar la mirada de la pantalla; y es que el ritmo del guión de Chaganty y Sev Ohanian no permite muchas oportunidades para la distracción.
Paulson interpreta a Diane, quien ha pasado los últimos diecisiete años como única cuidadora de una niña con una variedad de necesidades especiales: Chloe (Allen) está paralizada de cintura para abajo, es diabética y asmática, tiene problemas graves de corazón y alergias en la piel. Sin embargo, es una chica extraordinaria: brillante, ingeniosa y ansiosa por comenzar su propia vida tan pronto como la Universidad de Washington le envíe una carta de aceptación.
Las escenas de apertura que muestran la rutina de la escuela desde casa de la pareja (un puñado de píldoras durante el día, un plan de clases riguroso, una sorprendente falta de resentimiento adolescente) también nos informan casualmente que esta niña, a diferencia de casi todos los demás, no siempre tiene esa necesidad constante sobre las conexiones con el mundo exterior. Sin teléfono y aparentemente sin computadora en su habitación, aunque uno se pregunta cómo usa la impresora 3D que está reparando sin una. La cuestión es que no sería fácil hacer ese análisis si de repente uno se diera cuenta de que mamá pudiera estar tramando algo turbio.
Bueno, Chloe sí tiene esa vena de detective. Cuando se percata que su madre le está dando unas píldoras que no le fueron recetadas, ese deseo de investigación despiera. Las primeras escenas después de que surgen las sospechas de Chloe observan lo rápido que improvisan las dos mujeres, cada una sacando mentiras plausibles del aire con una sonrisa cuando la otra hace una pregunta peligrosa. Ninguna compra las respuestas, pero tampoco lo admitirá. Chloe encuentra formas ingeniosas de buscar respuestas sobre la prescripción, y el guión las frustra perfectamente, hasta una secuencia de morderse las uñas en la que se entera de lo que le están haciendo. Diane se da cuenta de su descubrimiento a mitad de camino y la película entra en modo Misery completo, con la niña en silla de ruedas prisionera en su propia habitación.
¿Qué haces cuando no puedes caminar, la puerta de tu habitación tiene barrotes y estás en el segundo piso? Chaganty presenta una respuesta que combina el ingenio de MacGyver, la tensión del reloj y el peligro físico palpable. Una vez terminada la escena, puede sospechar que había una solución más sencilla. Trate de no dejar que eso arruine la emoción pues la secuencia es demasiado ingeniosa y paralizante.
La fotografía es demasiado ingeniosa (me recordó bastante algunos momentos chocantes de Hereditary), donde Hillary Fyffe Spera juega con las sombras creando no solo la suficiente tensión para erizarnos la piel sino que también anticipar bastante de lo que parece que no ocurrirá. Mientras que el compositor Torin Borrowdale proporciona un telón de fondo orquestal de sensación clásica, la película nos mantiene adivinando sin parecer demasiado sedientos para impresionarnos con giros. Aprovechan al máximo las metáforas de la trama sobre el lado oscuro de la procreación y la necesidad existencial de una niña de crear su propia identidad.
Habiéndonos dado un padre rescatado en Searching y una hija que debe hacer su propio rescate aquí, quizás Chaganty construya un thriller en torno al arquetipo más familiar, la madre que superará cualquier obstáculo para proteger a su hijo. Si es así, no cuente con que saldrá de la manera esperada, pues este director sabe salirse con la suya.
Run
Ficha técnica
Dirección: Aneesh Chaganty
Producción: Sev Ohanian, Natalie Qasabian
Guion: Aneesh Chaganty, Sev Ohanian
Música: Torin Borrowdale
Cinematografía: Hillary Fyffe Spera
Montaje: Nick Johnson, Will Merrick
Protagonistas: Sarah Paulson, Kiera Allen
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