sábado, 19 de febrero de 2022

Crítica Cinéfila: Una película sobre parejas

Cuando una pareja de directores deciden hacer un documental sobre parejas enamoradas, los problemas y tensiones entre los dos les obligan a cuestionar su propia relación y el significado del cine.



En el momento en que comienzan a desarrollar la historia hablando encima del otro, interrumpiéndose mutuamente en el hilo de sus propias oraciones... ya pensé que habría una firma de divorcio al final de la historia. Natalia Cabral y Oriol Estrada siempre han sido una pareja de cineastas muy peculiares, porque más que hacer películas para las taquillas, lo hacen para un público muy específico. El más negociante de las distribuciones no lo verá como algo rentable; sin embargo, lo es para los que seguimos su estilo poco tradicional de narrar una historia.

Una Película sobre Parejas es un drama mocumental protagonizado, dirigido y escrito por Natalia Cabral y Oriol Estrada (o también Oriol Estrada y Natalia Cabral), salteada con unos aspectos cómicos y drámaticos mientras abordan detalles de su vida como pareja/compañeros de trabajo. No solo se trata de dos cineastas tratando de hacer una película que ni ellos mismos saben de qué trata (más por complacer a un inversionista que quiere otorgarles fondos a un proyecto, que por querer hacer una película en primera instancia), sino también en su búsqueda de separar su vida laboral de su vida íntima, y cuestionando constantemente si trabajar juntos es una alternativa rentable para una pareja, independientemente del oficio o los años de matrimonio.

La historia inicia con una proyección de la última película de Natalia y Oriol, en la que su público son tres gatos y probablemente dos estudiantes de cine a quienes su profesor les dará puntos por asistencia. Enfrentarse a la pequeña audiencia es lo de menos para ellos, aunque esto no evita que se cuestionen si deberían seguir haciendo películas o tomarse unas vacaciones. En ese momento les llega una propuesta de su productor diciéndoles que una persona está interesada en invertir en su próxima película, asumiendo que esta estará siendo producida ahora mismo. Pero al salir con fondos para su película aún sin esclarecer y con su propia ansiedad compartida, ellos descubren una pareja de ciegos en el parque acompañados por su hijo. En ese momento y a pesar de algunas lagunas de por medio, encuentran su historia y comienzan a trabajar en ella. Pero lo que parecía haber sido la resolución del problema realmente significó la evolución de este.

Aunque el género mocumental (o falso documental) ha ganado una estabilidad en la sátira y el terror, Natalia y Oriol son muy inteligentes al mostrar las situaciones que a toda pareja le pudiese ocurrir en su camino a compartir un posible éxito, y lo hacen manifestando el estilo que usaron cuando los conocimos por primera vez, acercándonos a algunas posibles verdades de sus rutinas como pareja (entre ellas, su adorable Lia) y presentándose vulnerables ante la cámara. 

Pero este último aspecto es lo que hace que uno se cuestione cuál verdaderamente es el género que ellos quieren utilizar, pues a pesar de mantener aspectos de falso documental, le laten venas de found footage con líneas melodramáticas que se sienten reales e intencionadas. Sus discusiones que van desde la pregunta que harán al entrevistado hasta el orden en cómo irán sus nombres en los créditos no están muy lejos de las consideradas tradicionales en una pareja fuera de la industria como "qué hay para cenar" y "quién lleva a los niños a la escuela". Los gestos no se sienten falsos ni mucho menos las acciones en cada momento que los acompañan mientras recorren la ciudad filmando otras parejas.

La historia también nos permite conocer a esta pareja como individuos, sus personalidades y la gran razón de por qué funcionan como pareja laboral igualmente. Oriol es más creativo e impulsado, mientras que Natalia es más cuadrada y pensativa. En su centro laboral, tienen una carga familiar que no pretenden abandonar a pesar de arriesgarse con un proyecto que no tenían pensado en ese momento. Y a medida que avanza el rodaje de su proyecto, ambos se ven aún más expuestos a estos roces de su relación y a la misma posibilidad de que eventualmente sus carreras deberán separarse para evitar que esto igualmente afecte su matrimonio.

A pesar del ritmo tan particular que posee la trama, a esta no le hace falta ningún detalle narrativo de su columna literaria y por tanto se comporta como una película tradicional; sin embargo, su sencillez y frescura cinematográfica la hacen sentir novedosa al punto de llegar a ser única en su especie. Los silencios se sienten más peligrosos que una película de found footage porque se perciben con una ansiedad individual de sus personajes realistas, mientras que los momentos de cómedia mantienen esa ironía y tono sarcástico de la sociedad dominicana. Lo más seguro es que existen algunas otras historias que pasan por un tratamiento muy similar, pero Una Película sobre Parejas se destaca por sí sola. Se siente como una buena referencia del cine nacional y como una terapia melancólica para apreciar con alguien que, no necesariamente comparte el mismo oficio que uno pero que sí es un compañero de vida y quien acompaña en el estrés del día a día.


Una Película sobre Parejas
Título en inglés: A Film About Couples

Ficha técnica

Dirección: Natalia Cabral, Oriol Estrada
Producción: Natalia Cabral, Oriol Estrada, Rafael García, Omar Hasbún, Agustín Lama, Pablo Mustonen
Guion: Oriol Estrada, Natalia Cabral, Javier García Lerín, Aina Calleja
Cinematografía: Nicolas Ordóñez
Montaje: Aina Calleja, Javier García Lerín
Reparto: Oriol Estrada, Natalia Cabral, Lia Estrada, Carlos M. Matos, José Homer Mora Acosta

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