Romy es una alta ejecutiva que inicia una ardiente aventura de sexo extremo con su joven becario, Samuel (Harris Dickinson) a espaldas de su marido Jacob (Antonio Banderas). Romy invertirá su rol habitual en el trabajo, pasando de ser quien da las órdenes a disfrutar siendo sometida en la cama. Esta tórrida relación extramatrimonial le permitirá encontrar el camino hacia su libertad sexual, a pesar del riesgo y los prejuicios.
Romy Mathis es dueña de un dúplex en la ciudad y de una gran casa en el campo. Tiene un marido cariñoso, dos hijas adorables y una carrera dorada como directora ejecutiva de Tensile, una "empresa de robots" no específica que gestiona un exitoso programa de entregas a domicilio. Romy lo tiene todo, lo que naturalmente significa que quiere algo más, algo más. Al poco tiempo se ha embarcado en una aventura peligrosa con su pasante de oficina, a quien se le echa encima en el baño al son de "Never Tear Us Apart" de INXS.
Romy es interpretada por Nicole Kidman, cuya brillante y audaz interpretación, sin embargo, tiene un dejo de angustia, como si no estuviera del todo convencida de todo lo que se ha comprometido a hacer, y esta crítica tampoco lo creería. Es la protagonista de la película de Halina Reijn, que podría haber sido el Tár de este año si no fuera tan superficialmente complacida consigo misma, tan emocionada por su propia osadía, y luego tan sumisa con el personaje que menos uno se lo imaginaría. "Babygirl" tiene algunas cosas útiles y ocasionalmente provocativas que decir sobre la dinámica interna de la oficina y el deseo sexual, pero las dice con el profesionalismo entrecortado y alegre de una presentación corporativa anual.
La película comienza con un orgasmo y termina con otro, aunque resulta que el primer clímax fue fingido, porque Romy nunca ha estado verdaderamente satisfecha con su esposo. Confiesa tener “pensamientos oscuros”, se masturba compulsivamente con su computadora portátil y anhela una aventura que la saque de su rutina. Esto explica por qué se siente vulgarmente atraída por Samuel (Harris Dickinson), un veinteañero que entra como pasante en la oficina de Tensile en Nueva York, cuya confianza en sí mismo es vulgarmente atrevida y está justo en el nivel insoportable de la insolencia. El pasante quiere que ella sea su mentora; quiere todo lo que pueda conseguir, aunque la mentoría sea solo para demostrarle lo atrevido que es. Al llegar al trabajo una mañana, Romy lo ve domesticando a un perro salvaje en la calle. Tal vez, piensa, él también pueda domesticarla a ella.
Al igual que el primer clímax de Romy, la película parece ser una parodia y una buena actuación; realizada con maestría pero sospechosa en el corazón de la historia. Reijn disfrutó de un gran éxito con la contundente "Bodies Bodies Bodies" en 2022, pero esta película es menos satisfactoria y, a veces, bastante incómoda. Romy y Samuel están atrapados en una relación tórrida y tóxica. Él le da de comer platillos de leche al son de "Father Figure" de George Michael, mientras que su marido, Jacob (Antonio Banderas), se queda con las niñas y tratando de dirigir su último espectáculo off-Broadway. El equilibrio de poder cambia: Samuel comienza a pensar que él es el jefe y Romy (por alguna razón que solo ella entiende) cede. Señala que tiene un control crucial sobre Romy y que todo lo que se necesitaría es una llamada telefónica para terminar instantáneamente con su carrera (pero, ¿a quién es esa llamada?). Mientras más cede al control de él y sus juegos tóxicos, más incómoda se vuelve la historia, solo alzando la pregunta de hasta donde llegará este "juego".
¿Es un spoiler mencionar que la aventura de Romy y Samuel no termina bien? Es obvio. No puede haber un final feliz para estos dos; solo más desorden, más estrés y, finalmente, una pelea a puños junto al árbol de Navidad. El drama de Reijn merece crédito por su falta de moralización y sugiere que incluso la aventura más imprudente puede traer beneficios imprevistos. Pero su mayor logro lo alcanza demasiado tarde en la trama, y a pesar de toda su carnalidad excitada y sus luchas de poder en sucesión, las emociones de la película se sienten maquinadas y envasadas al vacío. "Babygirl" culmina luciendo tan ordenada y anónima como una caja del almacén de entregas de Tensile, con la inquietud de su contenido pudo haber sido más emocionante si se hubiese empacado mejor.
Ficha técnica
Dirección: Halina Reijn
Producción: Halina Reijn, David Hinojosa, Julia Oh
Guion: Halina Reijn
Música: Cristóbal Tapia de Veer
Cinematografía: Jasper Wolf
Montaje: Matthew Hannam
Protagonistas: Nicole Kidman, Harris Dickinson, Sophie Wilde, Antonio Banderas, Jean Reno
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