Adaptación en imagen real del clásico de Disney "La bella y la bestia", que cuenta la historia de Bella (Emma Watson), una joven brillante y enérgica, que sueña con aventuras y un mundo que se extiende más allá de los confines de su pueblo en Francia. Independiente y reservada, Bella no quiere saber nada con el arrogante y engreído Gastón, quien la persigue sin descanso. Todo cambia un día cuando su padre Maurice (Kevin Kline) es encarcelado en el castillo de una horrible Bestia, y Bella se ofrece a intercambiarse con su padre y queda recluida en el castillo. Rápidamente se hace amiga del antiguo personal del lugar, que fue transformado en objetos del hogar tras una maldición lanzada por una hechicera. (FILMAFFINITY)
En el momento que me senté en la sala de cine para ver esta película solo me cuestioné: ¿la nueva adaptación de Beauty and the Beast le ganaría a su producción original? Es imposible no sentir las ganas de comparar y de decir "eso no va ahí" o "eso no es así". Y quien creció con Disney y sus personajes, siempre le caerá atrás a sus clásicos y a las nuevas historias. Sin embargo, es un caso similar al de El Libro de la Selva: no se trata de comparar cuál es mejor y que le faltó, sino de revivir los momentos de infancia que han sido reprimidos después de tantos años viendo películas. Dicho esto, y como fanática empedernida de los musicales, puedo decir que fue simplemente maravilloso poder revivir el recuerdo de este clásico.
Es visualmente hermosa, gracias a la perfecta combinación del diseño de producción, el vestuario y la coreografía. Esta nueva película mantiene los lineamientos de la original, con ciertas variaciones en la música, un increíble montaje escenográfico y la selección perfecta de actores, que logran el carisma y la energia necesaria para sacar a flote cada uno de sus personajes.
Particularmente, el candeladro Lumiere y el reloj Din Don son los que se robaron mi atención, incluso en algunos momentos más que Bella y Bestia; pero esto no quiere decir que la actuación de Emma Watson y Dan Stevens haya sido totalmente opacada por el resto. No obstante, la mejor química de toda la historia la tienen Gastón (Luke Evans) y LeFou (Josh Gad), tanto en su número musical como en sus intervenciones.
Este filme no es solo la adaptación de uno de los clásicos más memorables de Disney (el primero en ser nominado a Mejor Película en los Oscars), sino también para tratar temas como la diversidad de razas, la igualdad de género y la homosexualidad. Este último ha creado mucha polémica, tanto en los excepticos como los encargados de promoción en las salas de cine, evitando que menores de 15 años entren a ver esta película. Sin embargo, creo que esto es lo que menos podría impactar a un niño o una niña, cuando existen escenas como el ataque de los lobos y la muerte de Gastón.
La Bella y la Bestia evoca una de las historias más hermosas de los 90, sin buscar opacarla ni mucho menos borrarla de nuestra mente, pero con la capacidad de traer otra vez esos sentimientos que hace 26 años Disney provocó en nuestros corazones.
Todavía se me eriza la piel.
Beauty and the Beast
Título: La Bella y la Bestia
Ficha técnica
Dirección: Bill Condon
Producción: David Hoberman y Todd Lieberman
Guion: Bill Condon, Stephen Chbosky y Evan Spiliotopoulos
Basada en La Bella y la Bestia de Linda Woolverton / La Bella y la Bestia de Jeanne-Marie Leprince de Beaumont
Música: Alan Menken
Fotografía: Tobias A. Schliessler
Montaje: Virginia Katz
Vestuario: Richard Van Den Bergh
Narrador: Bill Paxton
Protagonistas: Emma Watson, Dan Stevens, Luke Evans, Kevin Kline, Josh Gad, Ewan McGregor, Stanley Tucci, Audra McDonald, Gugu Mbatha-Raw, Ian McKellen y Emma Thompson
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