Una familia se embarca en un viaje por carretera y planean pasar una temporada en un campamento de remolques antes de dejar a su problemática hija Kinsey (Bailee Madison) en un internado. Pero el viaje se ve interrumpido por la llegada de tres psicópatas enmascarados que atacan y matan sin piedad. (FILMAFFINITY)
El éxito de las películas de terror está en la lógica de sus eventos y qué tanto estos podrían afectarle a la audiencia, tratando de enviar el mensaje de "esto podría pasarle a cualquier persona", principalmente si dicen estar inspirados (no basados) en hechos reales. A pesar de que la crítica no la catalogó como uno de los mejores filmes de terror de su época, The Strangers (2008) tuvo su impacto, por la frase final de los villanos que atacaban porque sus víctimas "estaban en casa" y de que fue inspirado en algo que vivió Bryan Bertino, director de la película. No obstante, y a pesar de que The Strangers tuvo un final inconcluso, no significaba que la siguiente debía tener la misma fórmula de terror.
Los tres psicópatas anónimos vuelven a atacar, y al parecer ya se ha vuelto un hábito, porque eso fue lo que nos advirtieron desde la última vez que los vimos. Pero aunque parece que será una historia sobre ellos, más tarde se enfoca en una familia, protagonizada por una adolescente que, tras haber hecho alguna rebeldía que nunca revelan, se dirige a un internado. Sus padres y su hermano la acompañan, con el plan de hacer un último viaje en familia antes de que entre a su nuevo hogar.
Deciden pasar la noche en un campamento de trailers, propiedad de un familiar. No obstante, nadie los recibe y solo encuentran una nota del tío, indicándoles donde se quedarán. La soledad del lugar no les parece incómoda, hasta que una extraña toca la puerta, preguntando por una mujer. Al decirle que está en el lugar equivocado, ella se va. Pero esto es solo una anunciación de la tortura que vivirán los personajes a partir de allí.
Si vieron la primera película, les advierto que es la misma estructura. Alguien toca. "Estás en la casa equivocada". Vuelven a tocar. Primer ataque. Segundo ataque. Se esconden. Los encuentran. Vuelven y atacan. Los protagonistas atacan. Se escapan. Pero los vuelven a agarrar. Y así continua. El climax es lo único diferente, para luego ser continuado con una resolución que te deja con la incógnita de si están a salvo o no.
SUPER SPOILER: lo que menos me gustó de la historia es que es cansona. Por ejemplo, la última sobreviviente está escapando del último psicópata. Ella incendia su vehículo con gasolina y creemos que está muerto. Pero no, él comienza a conducir el vehículo en llamas. Ella trata de escapar de él y lo lleva hasta un puente, donde el atacante sale del vehículo con su acha, para matarla. Pero este se desmaya, aparentemente muerto. Ella se va a la carretera y un vehículo se detiene para ayudarla, cuando el psicópata aparece por detrás y trata de atacarla. Ella se monta a la parte trasera del vehículo y lo noquea con un bate. En este punto, ¡todos asumimos que el psicópata está muerto! Pero al final, mientras está en el hospital, alguien toca a su puerta y todo se queda en el suspenso de si el psicópata murió o no... ESO NO SE HACE, porque llega al punto de que la audiencia ya está cansada y lo que quieren es que todo el mundo se muera y se acabe la película (o por lo menos, eso era lo que yo quería al final).
En el 2008, fue aceptable, porque la idea era decentemente original; no obstante, 10 años después y quizás con psicópatas diferentes, se siente como si fuese la misma película, pero más víctimas para que sea todavía más sangrienta y terrorífica. A pesar de que el guion fue realizado por el mismo Bryan Bertino, no otorga nada nuevo ni siquiera en los jump scares. No obstante, la frase que quizás tanto esperaba, "te atacamos porque estabas en casa", nunca la dijeron, lo cual, me decepcionó al punto de que me pregunté, por qué estos locos matan a sus víctimas.
Así mismo, el escenario parece ser muy similar a la anterior: un lugar alejado donde la neblina es lo único que logra participar, donde todas las vías de comunicación son cortadas, la iluminación es escasa y que solo al final es que se encuentra a otra persona externa a la trama principal. La fotografía y la musicalización es lo clásico establecido en una película de terror y, a pesar de que se mantiene en el género, no da nada nuevo. La escena en el área de la piscina es la más destacable y es justa porque se ve una mayor defensa desde ambas partes.
Hay películas de terror que es mejor dejarlas con una original y ya, porque por más novedosa que sea la idea, la franquicia solo irá sacando los trapitos sucios de lo que no logró su primera entrega y que las siguientes solo continuarán haciendo mal. No más The Strangers, por favor.
The Strangers: Prey at Night
Título en español: Los extraños, cacería de noche
Ficha técnica
Dirección: Johannes Roberts
Producción: James Harris, Wayne Marc Godfrey, Mark Lane, Robert Jones y Ryan Kavanaugh
Guion: Bryan Bertino y Ben Ketai
Música: Adrian Johnston
Fotografía: Ryan Samul
Montaje: Martin Brinkler
Protagonistas: Christina Hendricks, Martin Henderson, Bailee Madison y Lewis Pullman
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