jueves, 10 de septiembre de 2020

Crítica Cinéfila: Mulan

Para evitar que su padre enfermo sirva en el Ejército Imperial, una valiente joven se disfraza de hombre para luchar contra los invasores del norte en China.



Cuando Disney toma la decisión de adaptar sus clásicos musicales, normalmente lo hace por dos razones: revivir el clásico y causar una impresión en la nueva audiencia, o para cambiar la versión original y adaptarla al nuevo interés de la audiencia. A veces les sale bien; otras veces intentamos olvidar la nueva película y nos quedamos con el clásico. Pero al final del día, sus intenciones son honrables. Pero cuando se trata de las historias de princesas, han logrado elevar la llama de intensidad para cautivar a los tan fanáticos. Musical o música de fondo, Mulan se ha convertido en una nueva obsesión.

En la nueva película de Niki Caro, Hua Mulán (Lui Yifei) es una intrépida joven que lo arriesga todo por amor a su familia y a su país hasta convertirse en una de las mayores guerreras de la historia de China. Cuando el emperador de China decreta que un hombre de cada familia debe servir en el Ejército Imperial para defender al país de los invasores del norte, Mulán, la hija mayor de un condecorado guerrero, decide ocupar el lugar de su padre enfermo. Haciéndose pasar por un hombre, se enfrenta a constantes desafíos y deberá aprender a canalizar su fuerza interior y a aceptar su verdadero potencial. Este será un viaje épico que la convertirá en una reconocida guerrera y le permitirá ganarse el respeto de una nación agradecida y de un padre orgulloso. 

Si vamos a comparar esta adaptación con otras películas de la compañía, tanto a nivel de narrativa como en calidad de adaptar el estilo, Mulán es un viaje con un toque moderno. No solo mantiene la crítica sexista de la época que tanto resaltó su versión original, sino que se apega muy bien al mensaje feminista anteriormente visitado y la idea de que, sin importar el sexo, una persona puede llegar a ser leal, valiente y verdadero. Así mismo enfoca sus energías en que Mulán pueda tomar sus decisiones tal cual, sin depender de un mentor o un animal mágico que la defienda. El personaje de Mushu es irremplazable, pero es refrescante ver un personaje femenino siendo lo suficiente capaz e inteligente para entender lo que está bien, lo que está mal y lo que le hace falta. 

Para su película, Caro ha reemplazado a Mushu de Eddie Murphy con un fénix vibrante y ligeramente rudimentario como un guiño a las raíces ancestrales de Mulan. Esta criatura luminosa es, por supuesto, una metáfora del renacimiento de Mulan como un guerrero dotado y confiado, pero al ver esta interpretación inmersiva magníficamente elaborada que se distingue de todo lo que hemos visto hacer antes a Disney, Es difícil no ver esta película como el fénix mismo, que se eleva desde el canon del estudio hacia un nuevo terreno atrevido.

Esta claro que las escenas de pelea están hechas para la pantalla grande. Un doloroso recordatorio de esto va desde la primera pelea de Mulan durante su entrenamiento para el Ejército Imperial, disfrazada de Jun, su pecho atado a una banda y el cabello retorcido en un moño de guerrero, enfrentándose a su amigo e interés potencial Chen Honghui (Yoson An). Lo que sigue, y establecerá el estándar para las escenas de batallas restantes de Mulan, es una secuencia coreografiada tan meticulosamente organizada que los guerreros parecen crear su propia atracción gravitacional. Cada movimiento es emocionante y refleja la personalidad del personaje, pero también improvisan con el vestuario y el hábitat y se capturan con detalles nítidos y vibrantes. Para una película de Disney para toda la familia, adaptada de un musical animado con un dragón parlante por un cineasta sin antecedentes de éxito de taquilla, esto se siente revolucionario. Sin dudas, Niki Caro aprovecha cada momento del guión, completamente adaptado a una nueva manera de contarlo con nuevos antagonistas y un desenlace aplaudible, y lo convierte en una experiencia visual y narrativa impresionante.

Lui Yifei carga con el gran peso de que Mulán es una de las princesas preferidas de muchas jóvenes por el mismo hecho de que este personaje se sale del tradicional vestido y evita ser otra damisela en peligro más del montón (otras son Pocahontas, Moana y Tiana), por lo que ponerse en sus zapatos no es una tarea tan sencilla. Y aunque no le cortaron el cabello ni forzaron la masculinidad física en ella, sigue siendo igual de guerrera, talentosa y fuerte, con una agilidad destacable en las artes marciales, algo también rescatado del clásico. Pero poniendo a un lado el retrato físico de su personaje, Lui es la Mulán perfecta, con un don de calma y confianza en su rostro. Nada se siente forzado de su parte. 

Pero hay un personaje adicional que no puede ser olvidado: la bruja (Gong Li), quien muestra uno de los mejores diseños del personaje de la historia. Es el excelente reflejo opuesto de Mulán, casi actuando como el antimentor que la versión original necesitaba, reflexionando con esta lo que sería de su vida si mostrara su talento como mujer. Su transformación es el protagonista de los efectos visuales de toda la película, con una sutilidad que causa hasta escalofríos. La complejidad de su relación con Mulan está enredada en la política personal y las conmovedoras observaciones sobre la feminidad, y en muchos sentidos eclipsa la relación incipiente y sensiblemente marginal de Mulan con Honghui. Sin embargo, en la rara ocasión en que el romance sale a la superficie, la química entre los amigos se mantiene, dándole un nuevo aire a esta historia, donde es claro que no necesita un momento romántico.

Casi de la misma manera que la historia readaptó algunas de las escenas más emblemáticas de una manera distinta, la ausencia de los versos musicales no fue tan fuerte pues fueron colocados como momentos de diálogos entre algunos de los personajes rescatados de la historia. La gran diferencia es que la música no está ahí, pero cualquier fanático reconocerá los versos y de seguro los cantará, así como la banda sonora de "Reflection" es el impulso de Mulán para salir adelante.

Aunque muchos fanáticos irritantes digan lo que quieran decir, y aunque esta película llegue de manera melancólica a una plataforma que no estaba preparada para recibirla allí, Mulán de Niki Caro no solo es la mejor adaptación de Disney de acción en vivo hasta la fecha, sino también un espectáculo deslumbrante y conmovedor. Que pena que no la vimos en la pantalla grande.



Mulan 

Ficha técnica

Dirección: Niki Caro
Producción: Jason Reed, Chris Bender, Jake Weiner
Guión: Rick Jaffa, Amanda Silver, Lauren Hynek, Elizabeth Martin
Basada en Mulan de Tony Bancroft y Barry Cook
Música: Harry Gregson-Williams
Fotografía: Mandy Walker
Montaje: David Coulson
Reparto: Liu Yifei, Donnie Yen, Gong Li, Jet Li, Jason Scott Lee, Rosalind Chao, Utkarsh Ambudkar, Tzi Ma, Yoson An, Doua Moua, Jimmy Wong, Ron Yuan, Chen Tang, Roger Yuan, Cheng Pei-Pei, Xana Tang, Nelson Lee, Jen Sung, Arka Das, Jenson Cheng, Chum Ehelepola, King Lau, Kenneth De Abrew, R.J. O'Young, Owen Kwong

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