jueves, 24 de septiembre de 2020

Crítica Cinéfila: The Social Dilemma

Los expertos en tecnología hacen sonar la alarma sobre el peligroso impacto humano de las redes sociales.



Los maestros de la tecnología han ideado una nueva forma de capitalismo, y la humanidad es ahora la materia prima de la que se alimentan las máquinas. Oculta, la poderosa inteligencia artificial que tiene como tarea captar nuestra atención está destruyendo las normas sociales impuestas, poniendo en riesgo la verdad y la democracia, y poniendo la civilización en un sendero programado que va directo a nuestra propia destrucción. Los cuentos de advertencia sobre la Inteligencia Artificial aparecieron en las pantallas de Sundance este año, y ninguna son fantasía o ciencia ficción. Sino la pura realidad.

The Social Dilemma profundiza en los escollos de la inteligencia artificial tal como existe actualmente: manipulando nuestras redes sociales, determinando nuestro futuro financiero o profesional, vigilándonos en las calles, y lo que encuentran no es bonita.

Durante 93 minutos, toca la vigilancia, el capitalismo, la adicción y la polarización que las redes sociales causan en sus usuarios; analiza los efectos perjudiciales de las redes sociales en todo, desde la autoestima hasta la democracia; presenta anécdotas personales, súplicas enfatizadas y análisis de datos detallados. Cualquiera de estos temas podría haber sido un documental convincente por derecho propio. Recójalos todos en un solo lugar y The Social Dilemma puede llegar a parecer un poco difícil de manejar.

La fuerza de la película radica en la impresionante variedad de entrevistas que Orlowski ha recopilado de expertos y académicos de la industria tecnológica, incluyendo Tim Kendall, ex presidente de Pinterest y ex director de monetización de Facebook; Tristan Harris, cofundador del Center for Humane Technology; y Rashida Richardson, directora de investigación de políticas del AI Now Institute. 

Sus sujetos están claramente informados y apasionados por el tema para el que han sido seleccionados para abordar y, en algunos casos, están más que un poco horrorizados por el sistema que ellos mismos han ayudado a crear. Cuando estas personas advierten que la inteligencia artificial empleada por las empresas de redes sociales es más inteligente que la audiencia, o señalan las sutiles opciones de diseño empleadas para hacer que haga clic, uno debe estar dispuesto a escuchar.

Menos efectivo es un escenario ficticio, siguiendo a un adolescente (Skyler Gisondo) que se engancha demasiado en las redes sociales. El diálogo y la actuación tienen la cualidad genérica y forzada de un video educativo, lo que socava la urgencia misma que la narrativa pretende enfatizar. Sin embargo, en última instancia, Orlowski se las arregla para construir un caso sólido para simplemente ser consciente de cómo las redes sociales nos están pirateando, y por qué es importante saberlo. Cuando la película se cortó a imágenes de archivo de Mark Zuckerberg sugiriendo que la solución a los problemas electorales de Facebook en 2016 era más inteligencia artificial, la audiencia sabía lo suficiente como para reír burlonamente.

Quizás The Social Dilemma no tenga todas las respuestas, pero es un buen comienzo para resolver las preguntas. No en el vago sentido de "alguien debería hacer algo", sino en la forma más concreta de presionar a los gobiernos para que aprueben leyes que regulen el uso de algoritmos, o denunciando a las corporaciones que usan IA defectuosa con fines injustos. Aférrate al espíritu de poder hacer que esas pequeñas victorias engendran, como te dirá The Social Dilemma, lo necesitaremos para asumir la enorme cantidad de trabajo que aún queda por hacer.


The Social Dilemma

Ficha técnica

Dirección: Jeff Orlowski
Producción: Larissa Rhodes
Guión: Davis Coombe, Vickie Curtis, Jeff Orlowski
Música: Mark A. Crawford
Cinematografía: John Behrens, Jonathan Pope
Montaje: Davis Coombe
Reparto: Tristan Harris, Aza Raskin, Justin Rosenstein, Shoshana Zuboff, Jaron Lanier, Skyler Gisondo, Kara Hayward, Vincent Kartheiser, Anna Lembke

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