Unos días antes de la semana de exámenes finales de segundo de bachillerato, Alma, una adolescente de 17 años, conflictiva, mala estudiante y con baja autoestima, extiende frente a la fachada de su instituto una tela blanca donde la noche anterior ha escrito en grandes letras de color rojo: 'Cuidado. Ahí dentro se esconde un violador'. ¿Cómo y cuándo ha sucedido esa agresión sexual? ¿Quién es ese violador? ¿Quién es la víctima? ¿Es verdad lo que denuncia Alma o es mentira?
“¡Cuidado, ahí dentro se esconde un violador!”. Con esta advertencia arranca sus tramas "Ni una Más", la serie española protagonizada por Nicole Wallace y Clara Galle. Con una potente premisa que coloca al espectador frente a un plan de justicia, la motivación se irá descubriendo a lo largo de los ocho episodios que conforman esta ficción basada en la novela homónima de Miguel Sáez Carral.
El guionista es el responsable también de la adaptación televisiva, que ha escrito en compañía de Isa Sánchez, con un reparto que funciona con solvencia al reunir el talento joven de perfiles más comerciales con otros actores de trayectoria reconocida. Entre ellos, destacan nombres como los de Aïcha Villaverde, Teresa de Mera o Gabriel Guevara en el grupo más joven; y los veteranos Eloy Azorín, Ruth Díaz, Carolina Lapausa o Iván Massagué, entre los adultos. Juntos componen el elenco de la serie, dando vida a padres, alumnos y profesores de un colegio privado de Madrid en el que se desarrolla mayoritariamente la acción. Dos generaciones diferentes para poner el foco en una problemática común: la violencia machista, desde múltiples prismas y a través de diferentes conflictos con los que se examina de algún modo el avance de la sociedad en materia de igualdad. El principal, un posible caso de agresión sexual que llevará al personaje de Alma a dar un paso al frente y colgar una pancarta a las puertas del centro educativo, con el contundente aviso. Un hecho que lo cambiará todo en su entorno.
La joven de 17 años interpretada por Wallace decide alzar la voz en los primeros minutos de la serie, desatándose en ella, y en nosotros al verla, multitud de preguntas a las que se enfrentan cada día las mujeres que se atreven a denunciar cualquier tipo de agresión sexual. ¿Me creerán? ¿Me tomarán en serio? ¿Qué precio tendré que pagar por ello ante una sociedad que todavía hoy demuestra no estar preparada para tomar acción frente a la revictimización? ¿Quién pierde realmente cuando se decide denunciar a un violador? ¿Estaré respaldada social e institucionalmente en un sistema que sigue fallando en el acompañamiento a las víctimas? Y, sobre todo, ¿merecerá la pena?
Probablemente, "Ni una Más" no dé respuestas a muchas de estas cuestiones y, seguramente, ni siquiera lo pretende. Lo que sí deja claro, y es de agradecer, es que en los últimos años se ha venido produciendo un antes y un después en la lucha contra el machismo. En la serie, sorprende ver cómo Alma y sus amigas tienen otro punto de partida, que saben identificar actitudes machistas y opresivas de una forma mucho más inmediata, que hay una serie de comportamientos y acciones que ya no están dispuestas a tolerar. Así, vemos a las protagonistas hablar abiertamente de temas como la sexualización en el mundo de la moda, la toxicidad dentro de las relaciones, o las aspiraciones vitales que les impone el heteropatriarcado.
Es la combinación de todos estos factores el principal punto fuerte de la serie, condensando en un reducido grupo de personajes, de episodios y de aspectos relacionados con las violencias machistas, la influencia de la pornografía en los jóvenes, la sexualización de los cuerpos femeninos desde muy temprana edad, los peligros de la exposición de los mismos en redes sociales, y a los abusos de poder de hombres a mujeres a la cuestión sobre el consentimiento sexual. Las violencias machistas diseccionadas en tramas que pueden servir de ejemplo para los espectadores y cuyo visionado podría abrir debates necesarios ya en colegios e institutos.
La sorpresa narrativa llega al ver que hay un enfoque adecuado en las situaciones que plantea la serie, con algún 'pero', primero en la normalización que se hace, sin debate al respecto y más en este exigente contexto de la relación amorosa entre un personaje masculino con con un personaje femenino menor de edad; y después en la falta absoluta de interseccionalidad en los arquetipos de las personas representadas en esta trama.
A nivel formal, "Ni una Más" corre un riesgo debido a su estructura, con múltiples flashbacks y flashforwards que van desentrañando las motivaciones reales de los personajes. El componente de thriller que se le introduce puede hacer tambalear la experiencia que el espectador tenga durante los primeros episodios, exigiéndoles llegar hasta el final, hasta sus últimos dos capítulos, para entender por qué las cosas se han contado como se han contado, por qué los protagonistas han actuado como han actuado. Mientras tanto, esa incomprensión podría agotar a los más impacientes.
Pero es de recibo recalcar que, sobre todo con el trabajo de cinematografía y diseño de producción, "Ni una Más" funciona bien en el género del drama juvenil, al que se le añade además una temática actual y necesaria en la conversación social. Una ficción que pretende condenar la soledad a la que se enfrentan las denunciantes de violencia machista. Alma, Greta, Nata y Teresa combaten batallas individuales en las que el sistema les hace no plantearse de inicio otra opción que no sea el silencio, ya sea frente al acoso sexual recibido a través de las nuevas tecnologías, ante un novio tóxico que pretende alejarlas de sus amigas, o ante una agresión sexual reiterada sobre la cual nadie lo creería.
La serie decide aprovechar también la oportunidad para reivindicar un conocido caso real, muy similar al que se narra en la ficción: el de Daisy Coleman, una joven estadounidense de 23 años que acabó suicidándose en agosto de 2020, marcada por el acoso social que sufrió durante mucho tiempo tras denunciar que fue violada en una fiesta cuando tenía solo 14 años. Su testimonio, recogido años antes de su muerte en el documental de 2016 "Audrey & Daisy", concluye con una necesaria reflexión de la propia Daisy Coleman: “Quiero que la gente defienda a las víctimas de agresiones sexuales. Las palabras de nuestros enemigos no son tan horribles como el silencio de nuestros amigos”. Es decir, escuchar, comprender, acompañar y, sobre todo, alzar la voz para gritar: Ni una más.
Título en inglés: Raising Voices
Ficha técnica
Dirección: Eduard Cortés, David Ulloa, Marta Font
Producción: José Manuel Lorenzo, Miguel Sáez Carral, Miguel Lorenzo
Guion: Miguel Sáez Carral, Isa Sánchez
Basado en Ni Una Más de Miguel Sáez Carral
Música: Lucas Vidal
Cinematografía: David Tudela, Ismael Issa
Montaje: David Nieves, Domi Parra, Miguel Doblado
Reparto: Nicole Wallace, Clara Galle, Aïcha Villaverde, Ruth Díaz, Gabriel Guevara, José Pastor, Iván Massagu
No. de episodios: 8
Género: Drama, Crimen, Thriller
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