Después de la infidelidad de su exmarido, Grace Waters (Crystal Fox) recupera la ilusión con un nuevo amor. Hasta que salen a la luz los secretos que sacan su cara más violenta.
Dicen por ahí que Tyler Perry, escritor, director, productor ejecutivo y coestrella de A Fall from Grace, filmó la película completa en cinco días. Eso puede sonar imposible, pero cuando ves los resultados deslumbrantes, tiene mucho sentido. Tyler Perry hace un debut desfavorable en Netflix con el estreno de "A Fall from Grace", un intrincado thriller legal/romántico que, irónicamente, podría disfrutarse mejor con un cine lleno de espectadores cuyas reacciones podrían ser más entretenidas que esta trama.
Este misterio de asesinato de "ella no lo hizo", muchos de cuyos giros claves ya se han enseñado previamente en el tráiler engañosamente efectivo de la película, divide con inquietud su atención entre Jasmine (Bresha Webb), una joven defensora pública y abogada desafortunada de Virginia, y Grace (Crystal Fox), una divorciada de mediana edad y empleada bancaria acusada por el asesinato de su nuevo esposo, Shannon (Mehcad Brooks).
Si bien Perry se ha hecho fanático principalmente de las historias sobre mujeres negras tristes y abandonadas, su persistente dependencia de las protagonistas oprimidas para señalar problemas de infidelidad socava la audiencia que pretende celebrar. Simplemente no supera la fórmula. Y aunque la película, que para todos los efectos es un thriller, en esencia es una mujer negra llamada Grace (Crystal Fox), que ha sido utilizada y abusada por hombres de forma rutinaria. Lo que es peor, se resignó a ese destino.
Cuando la reacia Jasmine es asignada al caso de Grace por su obstinado superior, Rory (Perry, en un papel ingrato y de un solo corte), se reúne con su cliente encarcelada para llegar a un acuerdo. Pero cuanto más conoce Jasmine a Grace, que detalla "cómo llegó allí" en una serie de largas retrospectivas y muchas voces triviales, más Jasmine cree que la mujer es inocente y merece su libertad. Desafortunadamente, Jasmine nunca ha intentado un caso y su reputación de novata la precede. Además, su jefe testarudo está en contra de cualquier cosa que no sea una súplica de culpa y abiertamente planea despedir a Jasmine cuando predice que perderá el juicio. Tremendo jefe el que se gasta.
Mientras tanto, aprendemos más sobre el romance turbulento de Grace con el joven Shannon, un fotógrafo sexy y tranquilo que la conoce en una galería a la que ella asiste a insistencias de su mejor amiga, Sarah (Phylicia Rashad). Las campanas de boda pronto suenan sin que Grace haga su debida diligencia de incluso conocer la familia de su amado y su historial. En cuanto a la aparentemente leal y dulce Sarah, ella renta habitaciones a ancianas, teniendo entre ellas a una desaliñada señora (Cicely Tyson) a quien primero vislumbramos en algunos momentos nerviosos que sabemos que no pueden presagiar nada bueno, para cualquiera.
Los problemas de todo aquí, desde la infidelidad, el robo de identidad y la seguridad bancaria hasta el suicidio y la justicia penal se manejan de manera arriesgada y, a menudo, de manera tortuosa. Una escena dramática de última hora en la que el esposo de la policía de turno de Jasmine (Matthew Law) se demuestra a sí mismo como un ejecutor de la ley desafortunado, ya que ella parece no ser lo suficientemente capaz (o será que a Perry le encanta que los hombres salven a las mujeres).
Los personajes secundarios como Jasmine y Sarah tienen la intención de aumentar y complicar la trama, pero incluso están escritas de manera tan fina que puedes adivinar sus historias. Pero es el comportamiento inepto y poco profesional de Jasmine durante el juicio culminante de la película lo que realmente envía a la película a territorio absurdo. Es superado solo por una secuencia final de eventos con un giro inesperado de terror que podría describirse mejor como un "arroz con mango". Hay una que otras escenas que están bien puestas para establecer momentos claves más tarde, pero esto no le quita el hecho de que esta película plana y diseñada no está exenta de momentos jugosos, del mismo modo que sus personajes no tienen arcos creíbles. Shannon pasa de un maravilloso y romántico novio a un esposo verbalmente violento y machista para su esposa aturdida, mientras que Jasmine pasa de la abogada que no confía en ser capaz de resolver el caso y que quiere dejar atrás su carrera a una muy interesada en saber cuál es la verdad, así de la nada.
Gran parte del suspenso que Perry intenta construir puede desmantelarse rápidamente a través de la narrativa torpe y cinematografía novata. Pero nada es una gran sorpresa en una historia que no logra liberarse del tropo más duradero de Perry: la triste mujer negra.
Ficha técnica
Dirección: Tyler Perry
Producción: Mark E. Swinton, Will Areu
Guion: Tyler Perry
Música: Jay Weigel
Cinematografía: Terrence Burke
Montaje: Larry Sexton
Reparto: Crystal R. Fox, Phylicia Rashād, Bresha Webb, Cicely Tyson, Tyler Perry
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